A ojos vista

NOCIÓN DE RAZA

Mario Mamani Morales

Los jóvenes de hoy no comparten la vida llevada a lo largo del período de discriminación que caracterizó la época republicana, se han producido cambios interesantes porque hoy la palabra “indio” ya no se usa como insulto, menos se escucha, en tono despectivo, eso de  “cómo te vas a meter con ese cholo”  cuando dos amigas se sentían de “sociedad” y siempre miraban desde arriba a quienes creían que no eran de su “clase”.
La cuestión de la raza tomaba importancia a capricho del notario del pueblo, donde se debía anotar al recién nacido y en el libro grande el funcionario sólo a “ojo de buen cubero” registraba “raza” blanca, negra, indio o mestizo, o consultaba a los progenitores: qué raza querían que lleve marcado en el certificado de nacimiento del angelito.
La más odiosa forma de discriminación era tomar en cuenta la raza, esto no sólo en lo que hoy es Bolivia sino en todos los pueblos donde pisaron los españoles y sus costumbres impuestas fueron mantenidos por los criollos y quiénes consideraban que por sus venas corría más sangre española.
Era casi pecado tener una piel más oscura, peor aún tener los rasgos de la “raza de bronce”, hasta para la inscripción al kínder se fijaba la mirada en el color de la piel, el apellido, la vestimenta de los padres que significaba la procedencia social, sino pregunten a las personas que hoy ya transpusieron la edad de las cinco décadas.
Indios, negros, blancos y mestizos éramos quiénes vivíamos en la República, pero diferenciados claramente, separados por una línea imaginaria que hacía a pocos superiores y a muchos a los de abajo. La educación era cuestión de “casta”, el abolengo, el apellido no nativo que no se sabía de dónde provenía, menos la raíz o el árbol genealógico; pero con seguridad traído en las embarcaciones que vinieron con Colón y sus seguidores como Cortez, Pizarro, Almagro y muchos otros que luego se cobijaron al servicio de la cruz y la espada que llegaron junto a ellos. Después la historia es conocida.
Los indígenas sometidos a la peor forma de servidumbre, los negros a la esclavitud como emulando la forma y trato que recibían en el sur de lo que hoy es Estados Unidos de Norte América, con ferias que se instalaban en las plazas de las ciudades para su venta o remate al mejor postor, por su puesto con más precio para los “especímenes” de buen porte en los varones, belleza y juventud en las mujeres; no era raro que antes de la República algunas damas se paseen con su esclava por detrás, como una muestra de posición o ubicación en sus relaciones sociales.
La esclavitud recién es abolida en Bolivia a principios de los años cincuenta del pasado Siglo, la servidumbre de los indígenas se mantuvo pese a la reforma agraria y al Revolución del 52, de manera socapada hasta los años recientes, otra fue el sometimiento de los guaraníes y otras nacionalidades en el sur y oriente boliviano.
¿Cómo estamos hoy en Bolivia? ¿Qué nos falta por hacer o cambiar? ¿Hemos superado esas distancias odiosas? ¿Qué otras formas de concebir la sociedad nos hace diferentes? ¿Cómo es el masista y cómo es el de la oposición? ¿Es sólo cuestión de ubicación? ¿Quiénes propician o alientan esas diferencias? ¿Será que se añora el pasado y no se profundiza la democracia porque hay intereses de por medio? ¿Es cuestión del color de piel para mirar de arriba y de forma diferente a los otros? ¿Entendemos bien esto de lo plurinacional?
La niñez y juventud del Siglo XXI vive otra realidad, se forma con otra mentalidad y concepción de país, he ahí el presente y futuro que hará que Bolivia sea diferente, donde se conviva en armonía lo diverso; pero unido en torno a un solo objetivo que es compartir un territorio vasto y singular que nos hace iguales.

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DIGNIFICACIÓN DOCENTE

Mario Mamani Morales

De acuerdo a los datos que maneja el gobierno, en el país existen cerca 20 mil maestros titulados que no tienen trabajo, es más, hace poco el vicepresidente García Linera dijo que los jóvenes deberían pensarlo dos veces antes de elegir como profesión el magisterio.
No se conoce estadísticas ciertas sobre qué otras profesiones no tienen mercado, es decir, posibilidades de encontrar trabajo después de haber cursado los estudios de tercer grado, es decir, licenciatura; también hay desocupados con títulos de postgrado en diferentes áreas del conocimiento.
En la carrera del magisterio se asume que ya no existen las diferencias entre el maestro rural y el maestro urbano, la legislación vigente reconoce al maestro único, aunque en la práctica todavía se discrimina en la hora de las designaciones en el campo y la ciudad; pero hoy más que nunca se han logrado otros títulos posteriores a lo alcanzado en las Escuelas Normales.
Las desigualdades son de otra naturaleza, ha quedado lejos el título de Maestro Normalista que era suficiente para hacer carrera en el sistema educativo;  hoy es imprescindible alcanzar la licenciatura, pues en PROFOCOM se entregan estos títulos a la carrera, no pocos trabajadores en educación poseen más de una licenciatura en menciones variadas que van desde la gestión, administración, evaluación y hasta las especialidades logradas por docentes de secundaria.
También hay un estamento de educadores que poseen maestría, es decir, un alto grado de especialización profesional, inclusive en convenio con universidades de Europa, otros con organismos internacionales y así por el estilo.
Una vez abierta la Universidad Pedagógica se prevé el boom de los postgrados cuyo costo será mínimo de diez mil bolivianos para magister y pronto los que ya son “maestros” exigirán el doctorado y así la desigualdad en el sector docente será como de grada: maestro normalista, licenciado, magister y doctor, es posible que también se oferte los postdoctorados, así esta carrera se pone interesante.
¿Le preguntaron al maestro si quiere ser licenciado o magister? ¿Es su mayor anhelo y satisface su desarrollo social y estatus profesional? ¿Asiste el trabajador en educación de su plena voluntad y dedicación a los cursos de fin de semana? ¿La sociedad boliviana requiere de estos títulos para mejorar su educación? ¿Así se articula la ciencia y la tecnología con la educación? ¿Es una forma de dignificar la carrera docente?
Una cosa es cierta, el mundo actual cada vez más es competitivo y su economía se basa en la explotación del conocimiento, ¿se está preparando a los maestros y los estudiantes que acuden a las aulas de la escuela para este desafío? ¿Se trata de títulos o de saber hacer algo, pero bien? ¿Qué se espera de la pléyade de niños y jóvenes que vienen por detrás que serán educados con especialistas sólo en la Ley 070 ASEP?
Por lo que se conoce, los expertos en el Ministerio de Educación no se ponen de acuerdo en la ruta que debe recorrer la formación de postgrado, desde la maestría hasta el doctorado, los planes cambian como si nada; hoy deciden una cosa y mañana habrá otra, es decir, al final no se sabe a qué apunta la maestría, se marcha a la deriva.
¿Quiénes dirigen estos cursos? ¿Quiénes los lideran?: Médicos, veterinarios, agrónomos y últimamente jóvenes que se formaron fuera, en países con los cuales el Estado boliviano tiene mucha relación especialmente en salud y educación, otros egresaron ayer de las carreras de pedagogía o sociología; pero todos no tuvieron jamás una experiencia de aula, de escuela o colegio, pero ahí  están para diseñar e implementar la especialización de los profesores que pronto serán magisters o doctores para mejorar la calidad y relevancia de la educación boliviana.
No hay duda que la educación debe ser innovadora, que asuma su responsabilidad de formar generaciones para la economía del conocimiento, apertura del mercado laboral en áreas no tradicionales. ¿Avanzamos en esa ruta?

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LAS CIFRAS DEL PRESIDENTE

Mario Mamani Morales

Los discursos que el presidente Evo pronuncia en ocasiones especiales, nos tienen acostumbrados a conocer cifras y más números sobre lo que fue antes de 2005 y los años que el MAS-IPSP está en el poder.
Nadie duda que los datos, didácticamente mostrados, expresan la realidad de un país diferente a los tiempos de la economía de libre mercado, el saqueo de los recursos naturales por propios y extraños en su beneficio particular o de grupo; para el pueblo, los obreros y campesinos sólo caían migajas de los banquetes que los politiqueros de entonces se propiciaban, con cuentas en los bancos de Suiza, EE.UU. las Bahamas u otros.
Amén de los grandes negociados en medicinas, los narco vínculos, los libros para las reformas de educación traídos desde Europa, los anuncios de quiebras de empresas privadas pagados al final por el Estado, las jugosas dietas y otros beneficios que los diputados y senadores percibían junto a las cuotas millonarias que condicionaban el voto para aprobar una ley a favor de las transnacionales; de obras importantes para Bolivia, nunca.
Claro que las cifras económicas y el avance del país en carreteras, energía eléctrica, agua para consumo humano, el riego y los animales a lo largo y ancho del país en relación a los años antes de 2005 a los tiempos actuales son abismales, nadie duda de ello, ahí se explica  el voto en las urnas que el pueblo otorga al “instrumento” que propugna Evo.
Pero hay realidades que no se expresan en las cifras del Presidente y que deseamos oír, más todavía cuando todo un pueblo, como es Potosí, desvela otra situación urgente a reconocer.
¿Cuántos nuevos empleos permanentes y sustentables se han creado en los últimos años después de 2005? ¿Dónde están esos empleos y en qué rubros? Lo que está a la vista es que el dinero en Bolivia sólo se mueve en la economía informal, “ferias” llenas en todo el país donde el padre, la madre, los hijos, toda la familia vende algo. Si no que vea la realidad en el Mercado Campesino de Sucre la feria de los fines de semana en Potosí, Oruro, Cochabamba, El Alto o Santa Cruz. ¿Acaso los espacios de venta de ropa usada se han reducido? Esta es la cifra estadística que no se oye en el discurso del presidente.
¿Ya no hay migración de los habitantes de los departamentos marginales hacia el eje central? ¿Hay juventud rebosante y la niñez rebasa las aulas de las escuelas bien construidas en las provincias?  ¿Ya no hay áreas dispersas donde sólo había ancianos y los jóvenes y adultos migraron hacia Argentina, Chile o las Europas? ¿Cuántos bolivianos volvieron a sus lugares de origen para quedarse, tener trabajo y vivir bien? Esta es otra estadística que no maneja el Presidente, sin embargo, hay cursos de escuela con cuatro alumnos y su maestro, esto en Chuquisaca o Potosí. ¿Qué datos le muestra al Mandatario el Ministro de Educación?
También el pueblo desea saber: ¿Cuántos profesionales están ocupados en las Gobernaciones y cuántos nombrados por las organizaciones sociales, sólo entre sus miembros, que no asistieron a la Universidad y son jefes? ¿No hay fuga de cerebros en el país desde el 2005?
¿Ya no hay convocatorias amañadas y redactadas a medida de los militantes de la agrupación política en el gobierno? ¿Cuántos y en qué rubros? ¿Cuántos profesionales, técnicos u obreros son contratados en estos cargos sin antes presentar su aval político partidario? Basta ver la realidad en Salud, Educación y la función pública. ¿No está la situación igual o peor que antes?
Al Presidente le encanta manejar datos, cifras, estadísticas, eso es bueno; pero repetir y repetir lo mismo en cada discurso, es redundante, ojalá que también se manejen informes sobre algunos datos apuntados en estas líneas. ¿Hay jugadores en la selección nacional salidos de las canchas de césped sintético?

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LA FUERZA DE UN PUEBLO

Mario Mamani Morales

No hay pueblo que no haya escrito sus páginas de historia a base de lucha ofrendada por sus hijos para su trascendencia, de ahí surgen sus héroes, sus caudillos cuyos nombres se labran en piedra y en los corazones de las generaciones que siguen el ejemplo para seguir ascendiendo en significación e importancia en la humanidad.

Hay pueblos que se levantaron de las cenizas luego de ser devastados por luchas fratricidas, ahí el ejemplo de hijos y generaciones que legaron y todavía lo hacen para buscar el respeto por la tierra que los viera nacer, tierra que aman, bendicen y que algún día cobijará sus cenizas.

La epopeya de esos pueblos nos recuerda la decisión de unidad y lucha emprendida por los hijos de Potosí en los actuales tiempos. En vez de aminorarse a las amenazas, los chantajes para sus líderes, el hambre de mayores, ancianos y niños durante más de veinte días, la estrategia psicológica utilizada por el poder para disminuirlos, las penumbras en horas clave de la noche (viernes, 220715), cientos de policías para enfrentarlos en las calles paceñas y el ambiente de cerco campesino a la ciudad flotando en el aire, jamás los aminoró; por el contrario, repicaron las campanas, se encendieron hogueras, se armaron de valor para enfrentar cualquier infortunio, no importó la decisión de ofrendar la vida misma para defender su lucha.

Es que cuando se toca el interés más profundo del ser humano, su tierra, no importa nada, ahí el espíritu del hombre y mujer. Lejos quedaron las ideologías o principios partidarios, las afinidades o diferencias con los poderosos del gobierno, la gobernación o los movimientos sociales, el rico o el pobre, el más o el menos, sólo identificados con los colores de su bandera, sus líderes, su decisión de exigir sus derechos siempre dejados a menos durante centurias; pero dijeron: ¡Basta…!

El movimiento cívico potosino a calado hondo en generaciones; los niños y niñas de hoy, hombres y mujeres mañana, jamás olvidarán esta batalla, vieron y participaron de la decisión de lucha de sus mayores, de ahí surgirán los nuevos líderes; estarán prestos para mostrar el pecho frente a las adversidades, se ha sentado la conciencia de una rebeldía con causa justa: sobrevivir.

La unidad ha logrado esta proeza; el gobierno no tienen otra opción que admirar, respetar y aprender de la fuerza que tienen los hijos de un pueblo, la solidaridad que despertaron en muchos, los corazones más duros se inclinaron ante esa férrea unidad y decisión de lucha. Una lección que se debe expandir por todas partes.

Nadie duda que el gobierno haya hecho inversiones millonarias en el departamento de Potosí, sea mucho o sea menos en relación a otras partes del país, esa es la visión de Estado, obligación de  gobierno para atender lo macro, ¿pero qué para que la ciudad no quede como un campamento minero olvidado de aquí a corto tiempo? ¿Hay industrias? ¿Se han creado otras fuentes de trabajo que no sea en la minería? ¿No es el comercio informal que inunda las calles citadinas? ¿No tienen que migrar sus hijos para atender su salud, educación y trabajo? ¿Qué de Potosí después de su Cerro Rico?

El movimiento cívico potosino ha despertado una realidad social demostrando que los grandes hechos son protagonizados por hombres y mujeres que están prestos a dar la cara, el pecho y la vida por un interés supremo que es la tierra, la patria chica, lo harían también cuando se trate de Bolivia como Estado.

El desafío que queda es que a partir de hoy se inserte a todos en la vida económica y política hacia la búsqueda de una revolución potosina, integral, colectiva, que nadie se apropie como suyo este despertar y que los de la otra acera no vean este movimiento como una conspiración sino más bien como una oportunidad.

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LA FE FORTALECIDA

Mario Mamani Morales

El encuentro con la cruz, que es el símbolo más significativo de la religión cristiana, no fue grato con los habitantes originarios de esta parte del mundo, más bien fue cruento, a fuerza de la espada, el otro símbolo de dominación de los nativos, para obligarles a rendir pleitesía al rey de España que posteriormente significó el saqueo de las riquezas de los lugares sagrados que los indígenas tenían desde el Ecuador hasta el norte argentino.

Según la historia, más de cinco mil indígenas murieron aquel día de 1532, un sábado 16 de noviembre en Cajamarca, cuando el Inca Atahuallpa, en la entrevista sostenida con el español Francisco Pizarro, arrojó la biblia que le fue presentada como la Palabra de Dios.

Desde ese día en suelo americano se propagó la religión católica, se erigieron altares en todas partes y se construyeron miles de iglesias y santuarios; se asumieron los prestes para las grandes fiestas y la cerviz de los nativos fue obligado a doblarse frente al español, lo contrario era desobedecer a los mandatos divinos, so pena de recibir castigos inmisericordes.

Todo vestigio de otras deidades fueron destruidas, se quiso eliminar toda adoración que no fuera la cruz y la espada del apóstol Santiago, y así la religión católica llegó a consolidarse como parte del pueblo; mucho después se explicó que la salvación de los hombres era a través de la fe, que Cristo era el centro de la enseñanza bíblica y que dio su vida en la Cruz para salvación de los hombres, que el mensaje de Jesús de Nazaret era de amor hacia los semejantes.

Hasta hace poco los indígenas, los nativos de estas tierras no eran considerados semejantes de los íberos, eran más bien visto como seres inferiores, sólo destinados a la servidumbre, la peonada, la m’ita en los socavones, los siervos de las haciendas. ¡Se cometieron tantas injusticias en nombre de la cruz!

Hoy son nuevos tiempos, muy diferentes del pasado reciente, son millones de hombres y mujeres por cuyas venas corre sangre indígena, la misma que corrió como río en Cajamarca, que recibieron en Quito y Guayaquil, al máximo representante de la iglesia católica. Es que la cruz se quedó en el corazón de la gente expresada como fe, el don de salvación y mensaje de aquel Jesús que dijo que era más fácil que un camello pase por el agujero de una aguja a que un rico entre en el Reino de los cielos.

Suceden muchos cambios en esta parte del mundo, una reconciliación entre la iglesia católica y la gente que fue obligada a creer en ella; pero ahora lo hace de corazón contrito, con devoción, con fe, esperanza. Una fe puesta en el mensaje de Jesús, la salvación, la resurrección y la vida eterna.

Se prevé que serán otros millones de hombres y mujeres, con sangre indígena en las venas, que harán el recibimiento apoteósico al papa Francisco, sucesor de Pedro, el apóstol de Jesús que de obrero del mar fue convertido en pescador de hombres y sobre él se erigió la iglesia del Redentor.

Desde El Alto, pasando por La Paz y luego en Santa Cruz, la fe de millones de bolivianos será fortalecida, muchos volverán a creer, otros tantos serán reconciliados, la esperanza de la vida eterna será más real, las iglesias se volverán a llenar de creyentes, ¿seremos otro pueblo? ¿Cambiará nuestros corazones de maldad, de odio y rencor? ¿El abrazo de paz será duradero? ¿Ya no levantaremos fácil el dedo acusador hacia el otro? ¿Cobijaremos al sediento y al que sufre hambre?

Esa voz carismática, suave, dulce, el mensaje de la verdadera cruz que irradia el hermano Francisco, que hace brotar lágrimas de arrepentimiento, de emociones encontradas en los corazones más duros, debe obrar el milagro de recuentro entre bolivianos, para hacer juntos que nadie tenga que seguir buscando pan entre los basurales, duerma en la intemperie mientras otros se cobijen en palacios que han sido obra de los desprotegidos y explotados. ¿Será motivo de pensar en otra Bolivia? ¿Tendremos vida en abundancia?

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EL SER Y EL TENER

Mario Mamani Morales

En todo propósito para la educación se sostiene que se forma al hombre y la mujer de manera íntegra: en valores, convicciones, compromiso, patriotismo, solidaridad, ¿dónde está, entonces, esa persona que sale del sistema educativo formado con tan buenos objetivos? ¿Se lo ve a diario y en todas partes? ¿Están en el gobierno, en la iglesia, en el trabajo? ¿El deber y la ideología son prácticas a lo largo de la vida y en la sociedad?

A diferencia del sistema educativo, los medios de comunicación masiva abundan en informar a cada minuto sobre violaciones a menores, asesinatos, asaltos a mano armada, muertes por violencia, corrupción en la cosa pública, traiciones a partidos o agrupaciones políticas después de las elecciones para hacerse de un cargo, compra y venta de conciencias, nepotismo sin vergüenza, fraude y defraudación fiscal, coimas para alcanzar un favor…

Los seres humanos producimos valores que tienen relación con el logro de la riqueza material, íntimamente ligado a lo espiritual que es la fuente del desarrollo del hombre y la mujer, he ahí la gran diferencia con los otros seres que comparten con nosotros el mundo conocido, somos seres pensantes y por tanto, responsables de nuestros actos.

Al paso de una década y media de este siglo XXI, observamos que las condiciones socioeconómicas y políticas ya no son las mismas que en el pasado, el avance técnico-científico asciende a niveles nunca antes imaginados, lo que pasa aquí inmediatamente se conoce al otro lado del mundo y viceversa, la liberación del mercado es incontrolable, los hombres y mujeres batallamos por tener más, no importa cómo, pero jamás quedaremos rezagados frente al otro.

En este objetivo del tener se miente, engaña, traiciona, se mata física y moralmente al otro, se pisotean los derechos ajenos, se hace fraude para presentar documentos para concursos, llegar a un cargo aunque no se reúna los requisitos, se compran avales y sin ningún pudor se doblan las rodillas y o se adulan espaldas con descaro de la hipocresía: la cuestión es tener. Así se expresa la degradación moral del ser humano.

Esta forma de actitud es contrapuesta al ser, es decir, cuando una persona se responsabiliza de sus actos, toma conciencia de su realidad, responde de uno mismo, valora su comportamiento y es capaz de observar el proceder de los demás, es decir, primero advierte que tiene una viga en el ojo y se da cuenta que el prójimo tiene apenas una paja, esto es tener personalidad madura.
En estos tiempos lo que prima es la moral del tener, sólo se tiene en la mira el obtener beneficios, no importa a qué costo; así se pierde la integridad, ya no vale el esfuerzo, la lucha de llegar a la cima con sacrificio, de  lograr satisfacciones materiales y personales en base a una realización del ser, esto está venido a menos.

La escuela, es decir, la educación se queda en miniatura frente a la realidad del mundo que hoy está globalizado, prima la competencia de obtener riqueza y poder de manera fácil. ¿Hasta dónde y cuándo será así?

Frente a la actitud del tener del hombre y la mujer de hoy, que además destruye su entorno, la naturaleza responde de manera dramática e implacable: más de dos mil muertos por la ola de calor en la India, otros miles de personas que sucumben frente al frio y las heladas en el norte, vientos huracanados devastan ciudades, volcanes echan fuego y lama a cientos de kilómetros a la redonda, ya no existen las cuatro estaciones del año que eran característica del tiempo hasta hace poco: llueve o cae nevada en el momento menos esperado: el avance del tiempo hace diferentes a la naturaleza y a sus moradores.

Los hombres, por nuestra moral del tener, nos destruimos por dentro y entre nosotros; a su vez, la naturaleza a la que hemos destruido por tener más y más, es una amenaza constante. ¿Dónde está el final?

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PERIODISMO CON EL PUEBLO

Mario Mamani Morales

Hubo tiempos en que el ejercicio del periodismo no era fácil. Se exponía la vida para decir la verdad y se tenía que caminar con el testamento bajo el brazo. No era cuestión de acomodarse según el soplo del viento sino era convicción, línea, entrega, se corría junto al pueblo sufrido, hambriento, perseguido. Eran otros aires.

Hoy es difícil saber de qué lado estarían muchos comunicadores sociales y no pocos que se creen periodistas; más bien son los opinadores, los que hacen fácil las entrevistas vía teléfono celular y siempre a los mismos personajes, tienen sus “caseros” para cazar la noticia, ya no van a la fuente y mucho menos contrastan o verifican la “primicia” que lanzan sin antes evaluar y pensar el impacto que tendrá en la sociedad. Resulta que al final lo que se lanzó era mentira, con los daños ya ocasionados porque es demasiado fácil echar lodo al nombre, el apellido y la honra de las personas.

Como no había decenas de emisoras de radio como hoy ni tantos tabloides escritos y ni en sueños se pensaba en los periódicos digitales que ahora existen, entonces quienes hacían periodismo eran conocidos, se sabía su filiación de pensamiento, no pocos también estuvieron al servicios de los regímenes de facto, las dictaduras, eran voces temidas en las cadenas radiales y de televisión que se imponía a determinadas horas. Algunos se ocupaban de brindar circo y pan al pueblo para distraer la atención cuando en algún lugar el minero, el fabril, el maestro, el campesino…  estaba siendo masacrado.

En la década de los 70 y principios de los 80 del pasado siglo, los trabajadores de las radios mineras, que a determinadas horas hacían una cadena clandestina para defender los intereses de los trabajadores, eran cruelmente perseguidos, entonces había emisoras en onda corta cuyos transmisores inclusive se instalaban en interior mina o eran custodiados por los mismos obreros durante las 24 horas; pero ni aún así se salvaban del desmantelamiento, tomados presos los obreros del micrófono, residenciados, exiliados o desaparecidos y los equipos totalmente destruidos al igual que muchas sedes sindicales.

Nombrarlos sería olvidar algunos; pero ahí estaban los del Consejo Central Sud en directa comunicación con Siglo XX, Catavi y en muchas ocasiones lideraba la Nacional de Huanuni.

Lo más cercano, Radio Sumac Orcko, arma del Sindicato de los metalúrgicos de Unificada, que en 1985 fue silenciada definitivamente; pero cumplió su labor junto a los mineros, el pueblo, con un transmisor de Frecuencia Modulada que en esa época era novedad y que se enlazaba con AM; pero era portátil, transportable; se instalaba en una caseta de sereno en Velarde, (hoy entregado a las cooperativas), de pronto en las oficinas de Pailaviri y finalmente en interior mina donde sus trabajadores cumplían una huelga de hambre de más veinte días para oponerse al famoso D.S. 21060 que fue el inicio de la relocalización y el cierre de las minas del Estado.

Su periodistas también en la clandestinidad soportaban las jornadas con pan de pulpería, sardinas y la coca de sus hermanos mineros; pero jamás callaban la voz frente a las injusticias, las detenciones de los dirigentes, las amas de casa que también estaban en la lucha y no pocos sacerdotes que al lado de los obreros ofrecían sus parroquias para ocultar a los dirigentes.

Hoy son otras generaciones de periodistas, muchos de ellos no conocen lo que es un estado de sitio, comunicarse en clave, al estilo del santo y seña del soldado para pasar de un lugar a otro, hablar en coba obrera para entrevistar a los dirigentes; pero sobre todo compromiso y lealtad probada a plan de fuego, la dinamita, los gases lacrimógenos y en la familia en la incertidumbre si volverá a casa.

Hoy se habla de la información, comunicación, el entretenimiento social cuando por detrás se trata de facilitar el enriquecimiento del dueño del medio; pero esto se tapa bajo la defensa de la libertad de expresión. No todos; pero se tendría que repensar qué hacemos hoy con el periodismo y de qué lado estamos.

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DESCOLONIZACIÓN EN LA UNIVERSIDAD

Mario Mamani Morales

La Universidad es como la boa, reptil que es duro a todo golpe, aun el machete no le hace ninguna mella, la herramienta rebota como si hubiera golpeado a una llanta de tractor, igual que las críticas que hace la sociedad a la Casa Superior de Estudios, sólo resbala, aguanta todo.

Desde hace décadas es la Universidad que no muestra cambio significativo y de apertura hacia la sociedad; tiene una piel tan dura que evita la participación ciudadana y se aferra a la Autonomía para que sólo los Docentes y Estudiantes decidan todo, se sujetan al cogobierno de estas dos instancias, otros sectores de la comunidad no tocan pito alguno.

Así se permite que existan docentes que hacen karaoke todos los días, es decir: unas presentaciones en data, su proyección y lectura hasta con horrores de escritura y dicción y el resto se deja como tarea para el estudiante; si no existe esta tecnología a disposición, entonces no hay clase.

También la autonomía permite la incorporación a docencia a universitarios que ayer acabaron la carrera y al día siguiente son catedráticos; sin ni siquiera un día de experiencia laboral en el área de su formación; claro que en su currículum suman el haber sido dirigente estudiantil, haber tenido siempre padrinos para aprobar las materias y por supuesto muñeca de mano fuerte para encontrar trabajo en la docencia de manera inmediata. Pregunten cuántos de estos profesionales hoy son titulares sin examen alguno.

También hay docentes que todos los años y semestres repiten y repiten lo mismo en la materia que regentan, con los mismos errores y desactualización total, no son pocos los que así son temidos porque exigen que no falte ni una coma en la hoja de respuestas del estudiante, pues se aplica a cabalidad una educación bancaria aunque tenga el grado académico de Magister o Diplomando en Educación Superior, requisito que se ha inventado para ejercer cátedra desde hace algunos años; de didáctica, pedagogía, carisma de ser “maestro universitario”, nada.

¿Qué no se pasa clases? Normal, cotidiano; pero a la hora de cobrar haberes casi siempre los primeros, sin descuento alguno. La Autonomía y las leyes bolivianas permiten que la docencia en la Universidad no sea compatible con ser funcionario público, asambleísta, munícipe, concejal o cualquier otro cargo, basta demostrar que no se gana más que el Presidente del Estado; pero igual se puede ser director, consejero, síndico, presidente del club pero con bono o sueldo, dieta u otro nombre para recibir un buen monto de dinero que no cuenta para los haberes de docencia.

También existe otra realidad: puede ser catedrático y trabajador administrativo a la vez, elige un horario alterno en la mañana, el medio día o la noche para pasar clases y las demás horas se cumple trabajo de oficina: persona múltiple, sabelotodo, insustituible, no tiene tiempo para nada, vive en la Universidad, sería bueno que allí traslade hasta su dormitorio.

La Universidad no da espacio para la información y comunicación pública sobre estas realidades que se denuncian, el pueblo no tiene acceso a los procesos de participación; la Autonomía lo cubre todo, hasta las convocatorias a docencia que con anterioridad se sabe quién será el ganador o es el Rector quien dirime de una terna, aunque sea designado el último en puntaje.

La Universidad de Cochabamba, San Simón, tiene una posición encontrada entre estudiantes y sus autoridades, desde hace semanas, los primeros se oponen a la decisión tomada por los últimos sobre la titularización de docentes sin ningún examen de competencia, es decir, sin ninguna valoración al capital cognitivo que poseen y las cualidades personales que se requiere para la docencia.

¿Hasta dónde la Universidad está cumpliendo su Misión? ¿Se aporta significativamente a la investigación, docencia y apertura al pueblo? ¿No es más bien una isla impenetrable? ¿Cómo hacer que sea un espacio común de deliberación? ¿No existe una profunda desconexión entre Universidad y ciudadanía? ¿Existen docentes de calidad y solvencia? Existen, pero no es la generalidad, son pocos. Como ahora está de moda: ¿cómo descolonizar la Universidad?

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POTOSINOS QUE DESCOLLAN

Mario Mamani Morales

Cuando se afirma que Potosí es cuna de artistas, se expresa una verdad que se manifiesta a lo largo de la historia. En los tiempos de la colonia hubo artistas de diferente expresión o género que dejaron su sello particular que hoy se pueden admirar en diferentes partes de la ciudad, el departamento, el país y el mundo.

Ya en tiempos de la República muchos otros se destacaron en la plástica, la pintura, la música, las letras, la escultura, porque hasta en las piletas públicas que todavía quedan en algunas partes de la ciudad se puede admirar el diseño, creatividad, acabado y una marca personal del manejo del cincel y martillo en la piedra que salía de las canterías cercanas al kari Kari.

También hubo artistas que manejaban el bronce, la plata y otras aleaciones, porque si sólo nos detuviéramos en observar en detalle las piezas de platería que se lucen en los cargamentos de las fiestas, con seguridad encontraríamos una expresión particular porque sencillamente provienen de manos delicadas, finas y habilosas que son sus diseñadores. Como estamos acostumbrados a ver en cantidad no nos llama la atención la singularidad  de obras únicas que se tienen en muchos hogares potosinos.

También hay arte en el forjado del metal, el herrero también es artista, sus obras están en los portones de las iglesias, sólo hay que observarlos con detenimiento, hasta en los aldabones existen figuras que pasan desapercibidas en su creatividad artística, las incrustaciones en madera, en fin, hasta en las herramientas usadas en la minería como los candados a rosca que eran únicos para resguardar la bocamina.

La parte colonial que todavía queda de la ciudad de Potosí es expresión máxima de arte: las viejas casonas que guardan increíbles historias; las fachadas de los domicilios que eran habitados por magnates de la época, los balcones que tenían flores además a hermosas doncellas que regalaban alegría a los caballeros de capa y espada.

¿Cuántos artistas se inspiraron en la riqueza colonial que encierra Potosí? ¿No motiva inspiración una calle angosta y colonial potosina? ¿No se acrecienta la imaginación y creatividad? ¿No se percibe todavía un aire especial que envuelve el espíritu y motiva poesía? ¿No están óleos, acuarelas, pinturas e incluso fotografías con motivos potosinos en los mejores lugares de exposición del mundo? ¿No es un privilegio tener un recuerdo propio y personal con el fondo del Cerro Rico?
Todo lo anterior me vino a la mente cuando tuve la oportunidad de visitar una exposición del artista Rubén Gómez Aramayo, potosino de cepa, orgulloso de sus raíces y que tiene una inspiración profunda en su tierra natal. “Nuestra tierra no deja de fluir en mi mente y entonces aprovecho para plasmarlo en dibujo que poco a poco se convierte en una obra”, señala emocionado.

Potosí dio nacimiento a muchos artistas plásticos que descollan en otras partes del país; pero cada uno de ellos tiene su carisma singular, algo diferente que los hace únicos y que plasman en cada obra; lo que sucede es que los mismos potosinos no los reconocemos, valoramos y aplaudimos. Nos hace falta ponderar la calidad de los artistas que tenemos y que se codean con los grandes o simplemente lo son: maestros.

La obra de Rubén también está inspirada en la parte colonial de Sucre, ciudad donde actualmente radica y donde en cada temporada nos sorprende con sus obras que están abiertas al público, la última presentada  la semana pasada, en un lugar exclusivo de exposiciones, a lado de la Casa de la Libertad.

Sucede que a veces los salones de exposición de obras artísticas en Potosí están vacías cuando una firma importante o por empezar está presente: pero es indudable que allí nacen y se realizan los artistas, ellos son parte importante de la sociedad y la generación de cultura, nos dejan escapar de la cotidianidad con que estamos afanados, la politiquería, los hechos delictivos que nos sorprenden. Hay otras formas de expresión de la riqueza humana: el arte.

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VESTIGIOS PARA POTOSÍ

Mario Mamani Morales

Si algo nunca tuvo la ciudad de Potosí es una planificación urbana. Cuando los españoles llegaron y se apropiaron de la riqueza argentífera del Sumac Orcko, jamás pensaron en construir una urbe sino sólo levantaron algunas construcciones dispersas, esporádicas y a lo que venga, su ambición de explotar el mineral preciado les mantenía enceguecido concebir el futuro que debía tener la tierra que hollaban.

En el auge de abrir bocaminas en el Cerro rico, la explotación inmisericorde de la naturaleza y del indígena sometido a la mita, el trabajo forzado, la servidumbre  y la discriminación, la Villa tuvo una población superior a la de Paris, Francia, la urbe más desarrollada en ese entonces en el Viejo Mundo, no en vano fue calificada como la ciudad Luz.

Para someter a la obediencia y culto a Dios y su majestad el Rey de España, en las siguientes décadas, sólo se erigieron templos e iglesias, más de una treintena y en todas partes pero su acceso era selectivo: los criollos tenían su altar, los mestizos lo propio, los indígenas también aunque se dudaba si éstos tenían alma; fidelidad a la cruz y al monarca español aunque  éste último se encontrara allende de los mares.

Con la fundación de Bolivia, en 1825, casi trescientos años de explotación de las minas en el Coloso de Plata, Potosí seguía teniendo la población más importantes con que nació la nueva República, de los aproximadamente un millón de habitantes casi un tercio estaba en alrededores del Cerro rico.

¿Qué fue de esas históricas construcciones levantadas al azar a lo largo de las décadas de auge de Potosí? ¿Qué queda de los balcones, las calles angostas y recovecos que caracterizaron las febriles noches de vida de la opulencia de la plata? ¿Ya no se enamoran los jóvenes de balcón a balcón? ¿Fuera de la Casa de Moneda ahora se puede admirar otra edificación que guarde intacta esa historia?

En el mundo, otras regiones que tuvieron un pasado glorioso han sido motivo de preocupación de sus habitantes para preservar celosamente, como una reliquia, todo cuanto irradia historia, cada edificación, cada piedra, cada metro cuadrado; sino véase Paris, Roma, Italia, las ciudades de donde partieron los españoles hacia el Nuevo Mundo, o sin ir más lejos, Lima, Quito, o en el Caribe, especialmente La Habana Vieja, Cuba, donde el turismo es una industria que ha permitido sobrevivir a la isla del bloqueo económico pero que se oferta todavía como una gran atracción, planificada, sostenida, atractiva, especialmente para la vida nocturna con espectáculos singulares: teatro, danza, bohemia, sin que falta el ron y el habano.

Potosí en cambio hoy ha perdido casi todo de su centro histórico; se ha echado cemento por todo lado, el casco viejo hoy es atractivo por su descuido, el abandono, promontorios de piedras y desechos, fachadas abandonas y en ruina. ¡Jamás hubo una política de preservación sino sólo el oportunismo!

De pronto sorprende saber que en Potosí se construirá un hospital de costo millonario, la maqueta fue presentada y publicada en las redes sociales. Una alegría saber que ahora se piense que la nueva edificación no estará cerca a la plaza, hay que ser exigentes en que los plazos anunciados por el gobierno del Estado Plurinacional y la Gobernación se cumplan, no vaya a resultar que sólo sea la emoción del momento.

Es más, si las próximas autoridades a ser posesionadas se empeñaran en hacer una planificación urbana, con seguridad pasarían a la historia si propusieran rescatar y preservar el casco viejo de Potosí,  plantear que haya una ciudad colonial única en el mundo; con todo cuanto esto implica, entonces construir lejos de la plaza otra nueva infraestructura para la gobernación, otra para la Alcaldía, otras para dependencias públicas y privadas que ahora saturan el centro, levantar otra ciudad moderna. La idea no es nueva, ya hubo propuestas de edificar la ciudad dormitorio. ¿No se debe concebir para Potosí ideas ambiciosas y sorprendentes? La magnanimidad de esta tierra es impagable.

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