Opinion

POTOSINOS QUE DESCOLLAN
A ojos vista
Mario Mamani Morales
Martes, 28 Abril, 2015 - 18:26

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Cuando se afirma que Potosí es cuna de artistas, se expresa una verdad que se manifiesta a lo largo de la historia. En los tiempos de la colonia hubo artistas de diferente expresión o género que dejaron su sello particular que hoy se pueden admirar en diferentes partes de la ciudad, el departamento, el país y el mundo.

Ya en tiempos de la República muchos otros se destacaron en la plástica, la pintura, la música, las letras, la escultura, porque hasta en las piletas públicas que todavía quedan en algunas partes de la ciudad se puede admirar el diseño, creatividad, acabado y una marca personal del manejo del cincel y martillo en la piedra que salía de las canterías cercanas al kari Kari.

También hubo artistas que manejaban el bronce, la plata y otras aleaciones, porque si sólo nos detuviéramos en observar en detalle las piezas de platería que se lucen en los cargamentos de las fiestas, con seguridad encontraríamos una expresión particular porque sencillamente provienen de manos delicadas, finas y habilosas que son sus diseñadores. Como estamos acostumbrados a ver en cantidad no nos llama la atención la singularidad  de obras únicas que se tienen en muchos hogares potosinos.

También hay arte en el forjado del metal, el herrero también es artista, sus obras están en los portones de las iglesias, sólo hay que observarlos con detenimiento, hasta en los aldabones existen figuras que pasan desapercibidas en su creatividad artística, las incrustaciones en madera, en fin, hasta en las herramientas usadas en la minería como los candados a rosca que eran únicos para resguardar la bocamina.

La parte colonial que todavía queda de la ciudad de Potosí es expresión máxima de arte: las viejas casonas que guardan increíbles historias; las fachadas de los domicilios que eran habitados por magnates de la época, los balcones que tenían flores además a hermosas doncellas que regalaban alegría a los caballeros de capa y espada.

¿Cuántos artistas se inspiraron en la riqueza colonial que encierra Potosí? ¿No motiva inspiración una calle angosta y colonial potosina? ¿No se acrecienta la imaginación y creatividad? ¿No se percibe todavía un aire especial que envuelve el espíritu y motiva poesía? ¿No están óleos, acuarelas, pinturas e incluso fotografías con motivos potosinos en los mejores lugares de exposición del mundo? ¿No es un privilegio tener un recuerdo propio y personal con el fondo del Cerro Rico?
Todo lo anterior me vino a la mente cuando tuve la oportunidad de visitar una exposición del artista Rubén Gómez Aramayo, potosino de cepa, orgulloso de sus raíces y que tiene una inspiración profunda en su tierra natal. “Nuestra tierra no deja de fluir en mi mente y entonces aprovecho para plasmarlo en dibujo que poco a poco se convierte en una obra”, señala emocionado.

Potosí dio nacimiento a muchos artistas plásticos que descollan en otras partes del país; pero cada uno de ellos tiene su carisma singular, algo diferente que los hace únicos y que plasman en cada obra; lo que sucede es que los mismos potosinos no los reconocemos, valoramos y aplaudimos. Nos hace falta ponderar la calidad de los artistas que tenemos y que se codean con los grandes o simplemente lo son: maestros.

La obra de Rubén también está inspirada en la parte colonial de Sucre, ciudad donde actualmente radica y donde en cada temporada nos sorprende con sus obras que están abiertas al público, la última presentada  la semana pasada, en un lugar exclusivo de exposiciones, a lado de la Casa de la Libertad.

Sucede que a veces los salones de exposición de obras artísticas en Potosí están vacías cuando una firma importante o por empezar está presente: pero es indudable que allí nacen y se realizan los artistas, ellos son parte importante de la sociedad y la generación de cultura, nos dejan escapar de la cotidianidad con que estamos afanados, la politiquería, los hechos delictivos que nos sorprenden. Hay otras formas de expresión de la riqueza humana: el arte.