Opinion

DESCOLONIZACIÓN EN LA UNIVERSIDAD
A ojos vista
Mario Mamani Morales
Martes, 5 Mayo, 2015 - 17:38

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La Universidad es como la boa, reptil que es duro a todo golpe, aun el machete no le hace ninguna mella, la herramienta rebota como si hubiera golpeado a una llanta de tractor, igual que las críticas que hace la sociedad a la Casa Superior de Estudios, sólo resbala, aguanta todo.

Desde hace décadas es la Universidad que no muestra cambio significativo y de apertura hacia la sociedad; tiene una piel tan dura que evita la participación ciudadana y se aferra a la Autonomía para que sólo los Docentes y Estudiantes decidan todo, se sujetan al cogobierno de estas dos instancias, otros sectores de la comunidad no tocan pito alguno.

Así se permite que existan docentes que hacen karaoke todos los días, es decir: unas presentaciones en data, su proyección y lectura hasta con horrores de escritura y dicción y el resto se deja como tarea para el estudiante; si no existe esta tecnología a disposición, entonces no hay clase.

También la autonomía permite la incorporación a docencia a universitarios que ayer acabaron la carrera y al día siguiente son catedráticos; sin ni siquiera un día de experiencia laboral en el área de su formación; claro que en su currículum suman el haber sido dirigente estudiantil, haber tenido siempre padrinos para aprobar las materias y por supuesto muñeca de mano fuerte para encontrar trabajo en la docencia de manera inmediata. Pregunten cuántos de estos profesionales hoy son titulares sin examen alguno.

También hay docentes que todos los años y semestres repiten y repiten lo mismo en la materia que regentan, con los mismos errores y desactualización total, no son pocos los que así son temidos porque exigen que no falte ni una coma en la hoja de respuestas del estudiante, pues se aplica a cabalidad una educación bancaria aunque tenga el grado académico de Magister o Diplomando en Educación Superior, requisito que se ha inventado para ejercer cátedra desde hace algunos años; de didáctica, pedagogía, carisma de ser “maestro universitario”, nada.

¿Qué no se pasa clases? Normal, cotidiano; pero a la hora de cobrar haberes casi siempre los primeros, sin descuento alguno. La Autonomía y las leyes bolivianas permiten que la docencia en la Universidad no sea compatible con ser funcionario público, asambleísta, munícipe, concejal o cualquier otro cargo, basta demostrar que no se gana más que el Presidente del Estado; pero igual se puede ser director, consejero, síndico, presidente del club pero con bono o sueldo, dieta u otro nombre para recibir un buen monto de dinero que no cuenta para los haberes de docencia.

También existe otra realidad: puede ser catedrático y trabajador administrativo a la vez, elige un horario alterno en la mañana, el medio día o la noche para pasar clases y las demás horas se cumple trabajo de oficina: persona múltiple, sabelotodo, insustituible, no tiene tiempo para nada, vive en la Universidad, sería bueno que allí traslade hasta su dormitorio.

La Universidad no da espacio para la información y comunicación pública sobre estas realidades que se denuncian, el pueblo no tiene acceso a los procesos de participación; la Autonomía lo cubre todo, hasta las convocatorias a docencia que con anterioridad se sabe quién será el ganador o es el Rector quien dirime de una terna, aunque sea designado el último en puntaje.

La Universidad de Cochabamba, San Simón, tiene una posición encontrada entre estudiantes y sus autoridades, desde hace semanas, los primeros se oponen a la decisión tomada por los últimos sobre la titularización de docentes sin ningún examen de competencia, es decir, sin ninguna valoración al capital cognitivo que poseen y las cualidades personales que se requiere para la docencia.

¿Hasta dónde la Universidad está cumpliendo su Misión? ¿Se aporta significativamente a la investigación, docencia y apertura al pueblo? ¿No es más bien una isla impenetrable? ¿Cómo hacer que sea un espacio común de deliberación? ¿No existe una profunda desconexión entre Universidad y ciudadanía? ¿Existen docentes de calidad y solvencia? Existen, pero no es la generalidad, son pocos. Como ahora está de moda: ¿cómo descolonizar la Universidad?