Opinion

LAS CIFRAS DEL PRESIDENTE
A ojos vista
Mario Mamani Morales
Martes, 11 Agosto, 2015 - 20:54

Valorar: 
sin votos aún

Los discursos que el presidente Evo pronuncia en ocasiones especiales, nos tienen acostumbrados a conocer cifras y más números sobre lo que fue antes de 2005 y los años que el MAS-IPSP está en el poder.
Nadie duda que los datos, didácticamente mostrados, expresan la realidad de un país diferente a los tiempos de la economía de libre mercado, el saqueo de los recursos naturales por propios y extraños en su beneficio particular o de grupo; para el pueblo, los obreros y campesinos sólo caían migajas de los banquetes que los politiqueros de entonces se propiciaban, con cuentas en los bancos de Suiza, EE.UU. las Bahamas u otros.
Amén de los grandes negociados en medicinas, los narco vínculos, los libros para las reformas de educación traídos desde Europa, los anuncios de quiebras de empresas privadas pagados al final por el Estado, las jugosas dietas y otros beneficios que los diputados y senadores percibían junto a las cuotas millonarias que condicionaban el voto para aprobar una ley a favor de las transnacionales; de obras importantes para Bolivia, nunca.
Claro que las cifras económicas y el avance del país en carreteras, energía eléctrica, agua para consumo humano, el riego y los animales a lo largo y ancho del país en relación a los años antes de 2005 a los tiempos actuales son abismales, nadie duda de ello, ahí se explica  el voto en las urnas que el pueblo otorga al “instrumento” que propugna Evo.
Pero hay realidades que no se expresan en las cifras del Presidente y que deseamos oír, más todavía cuando todo un pueblo, como es Potosí, desvela otra situación urgente a reconocer.
¿Cuántos nuevos empleos permanentes y sustentables se han creado en los últimos años después de 2005? ¿Dónde están esos empleos y en qué rubros? Lo que está a la vista es que el dinero en Bolivia sólo se mueve en la economía informal, “ferias” llenas en todo el país donde el padre, la madre, los hijos, toda la familia vende algo. Si no que vea la realidad en el Mercado Campesino de Sucre la feria de los fines de semana en Potosí, Oruro, Cochabamba, El Alto o Santa Cruz. ¿Acaso los espacios de venta de ropa usada se han reducido? Esta es la cifra estadística que no se oye en el discurso del presidente.
¿Ya no hay migración de los habitantes de los departamentos marginales hacia el eje central? ¿Hay juventud rebosante y la niñez rebasa las aulas de las escuelas bien construidas en las provincias?  ¿Ya no hay áreas dispersas donde sólo había ancianos y los jóvenes y adultos migraron hacia Argentina, Chile o las Europas? ¿Cuántos bolivianos volvieron a sus lugares de origen para quedarse, tener trabajo y vivir bien? Esta es otra estadística que no maneja el Presidente, sin embargo, hay cursos de escuela con cuatro alumnos y su maestro, esto en Chuquisaca o Potosí. ¿Qué datos le muestra al Mandatario el Ministro de Educación?
También el pueblo desea saber: ¿Cuántos profesionales están ocupados en las Gobernaciones y cuántos nombrados por las organizaciones sociales, sólo entre sus miembros, que no asistieron a la Universidad y son jefes? ¿No hay fuga de cerebros en el país desde el 2005?
¿Ya no hay convocatorias amañadas y redactadas a medida de los militantes de la agrupación política en el gobierno? ¿Cuántos y en qué rubros? ¿Cuántos profesionales, técnicos u obreros son contratados en estos cargos sin antes presentar su aval político partidario? Basta ver la realidad en Salud, Educación y la función pública. ¿No está la situación igual o peor que antes?
Al Presidente le encanta manejar datos, cifras, estadísticas, eso es bueno; pero repetir y repetir lo mismo en cada discurso, es redundante, ojalá que también se manejen informes sobre algunos datos apuntados en estas líneas. ¿Hay jugadores en la selección nacional salidos de las canchas de césped sintético?