A ojos vista

EMBARAZADA JOVEN

Mario Mamani Morales

¿Se ha dado cuenta que en nuestra sociedad actual se observa la presencia de madres casi niñas? Muchas personas coinciden en aceptar que aquello ya no es novedad: ¡pues los tiempos han cambiado!

Es verdad que hemos avanzado en la cobertura escolar de más niñas hasta secundaria, cada vez son más bachilleres mujeres y no pocas llegan a descollar en sus estudios siendo las primeras en sus cursos, incluido nuestras provincias donde, hasta hace poco, sólo el varón tenía el privilegio de estudiar.

Pero la realidad nos permite afirmar que los embarazos se producen en edad escolar o luego de dejar inmediatamente el colegio. En los primeros cursos de las Universidades o Institutos Superiores privados, fiscales o de convenio se advierte la presencia de estudiantes que ya son madres, es decir menores a 19 años. Sería interesante que el INE nos proporcione datos sobre la maternidad en ese margen de población y edad.

No se requiere ser un experto para concluir que existe una carencia de información en la etapa escolar sobre el embarazo, sucede que es en la escuela donde se desarrolla la madurez psicoafectiva, es la etapa de vida donde se evidencia el proceso biológico conflictivo, la transición de la niñez a la juventud y la sexualidad es transversal en todo el currículo, es decir, se debe orientar pero nadie lo hace con seguimiento responsable.

En algunos establecimientos escolares y la educación superior existen comisiones de orientación; pero la labor informativa llega demasiado tarde o sólo toma apunte de lo sucedido.

Según Carola Muñoz (UNESCO), en una niña de 16 años madre se decide el 90% de su vida futura: pobreza, no a la educación, denigrada por su familia y la sociedad y también del compañero si lo hay. Antes, un embarazo en la escuela era motivo de expulsión inmediata y sin reclamo alguno, hoy se prohíbe aplicar esa medida, más bien debe tomarse el hecho como asunto didáctico y pedagógico. Dijimos que eso está bien y las consecuencias.

El asunto es demasiado complejo, la escuela ya no resulta ser el segundo hogar, los maestros y maestras ya no son los segundos padres, la información no se recibe en el aula ni en la familia, sino en otra parte o por otro medio, más efectivo y de manera práctica con los resultados que se cargan por toda la vida.

En las calles, avenidas y los mercados de nuestras ciudades observamos cómo niñas-madres comienzan su incursión en el mercado informal, en una situación socioeconómica baja, caracterizada de inestabilidad y seguramente con la presión de su entorno familiar y las posibilidades de empleo son mínimas por el bebé que se sostiene en brazos; pero una cosa es admirable: tiene la valentía de aceptar esa realidad aunque se lucha se convertirá en un esfuerzo de vida por el futuro no siempre prometedor para la prole, producto del embarazo no deseado.

En base a un estudio serio de la situación, que todavía no se ha hecho, el gobierno debe asumir el asunto como una política que permita unir esfuerzos múltiples e interconectados, de tal manera que la escuela sea uno de los pilares, pero la familia es la mayor corresponsable junto con todos los otros actores de la sociedad.

Dentro de la propuesta de ampliar más horas en la escuela, es necesario tomar en el currículo esta realidad; pero la responsabilidad no debe ser sólo lanzada al maestro o la maestra sino a todo un colectivo de profesionales que cada unidad educativa debe tener, lo menciona la Ley ASEP 070, pero su aplicación está lejos de ser efectiva.

No son suficientes campañas en épocas de fiestas, tampoco una hora al año de una conversación o diálogo a cargo de una institución invitada o un experto que va a la escuela, la Universidad o el Instituto sino debe ser una labor permanente, sostenible y con resultados que sean evaluados por la misma sociedad.

Mientras se toca tangencialmente este tema, la verdad es que en la población más valiosa de nuestra sociedad, entre 15 y 19 años, la actividad sexual es alta según se reconoce en medios estadísticos, pero la capacitación o formación del docente para tratar el tema está todavía lejos.

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CRECER EN LA UNIDAD

Mario Mamani Morales

Los bolivianos que tenemos el privilegio de vivir esta generación somos testigos de que cómo podemos estar unidos en torno a hechos grandes o sencillos; pero no nos cambiamos por nadie. Es el orgullo de ser boliviano, vibrar de emoción al ver flamear nuestra Tricolor y henchido el corazón de sentir la Patria.

Una de las aspiraciones máximas es volver a las costas del Pacífico: el mar. ¿Quién no se emociona cuando escucha o canta el Himno a la Fuerza Naval? El Litoral cautivo. Antofagasta, Tocopilla, Mejillones, Cobija y Calama, otra vez a la Patria volverán… Jamás renunciaremos a la integridad del territorio con que Bolivia nació a la vida independiente.

Convendremos todos que la lucha por la salida al mar nos une. Fue emotivo, no hace mucho, que los ex presidentes de Bolivia se reúnan en Palacio Quemado (La Paz), expongan sus puntos de vista, fortifiquen la idea y señalen estrategias para seguir el camino de la reconquista del Litoral. Estamos confiados todos que, con el apoyo de la conciencia mundial, los resultados de la demanda marítima en La Haya, sea de más apertura a nuestra aspiración máxima.

En esa reunión de ex mandatarios y el presidente Evo, no hubo intereses mezquinos, personales, político partidarios, ni existió acusaciones mutuas de quien es quien en el escenario nacional. Seguro que si se cantaba el Himno Nacional de Bolivia, lo hubieran hecho todos sintiendo latir con más fuerza el corazón. Es que la decisión de volver al mar nos une.

Es este civismo que debe ser profundizado como política de Estado, hay que seguir trabajando en la conciencia, especialmente de las generaciones jóvenes y para ello tenemos la corresponsabilidad de los medios masivos de comunicación.

Nunca como antes algún otro evento nos unió a los bolivianos como aconteció con el paso del DAKAR por nuestro territorio. Imaginen  cómo la emoción se habría multiplicado si pasaban los coches y los camiones, más si cruzaban el salar que era la expectativa mundial; pero aún así, las motos y los cuadriciclos llegados a Bolivia hicieron que nuestra Tricolor esté en lo más alto. Otra muestra de la unidad de los hijos de esta patria.

Los representantes nacionales, todos ellos en la garganta de los bolivianos. Más aquellos que llegaron hasta Uyuni, recibieron ese calor, amistad, apoyo, aplauso, abrazo, fuerza, vítores de ¡Adelante…! Es que así Bolivia va hacia el horizonte. Unidos como pocas veces.

En otras ocasiones nos une el futbol. Ver jugar a la selección es otra emoción, más si gana; pero en las últimas temporadas nos venimos abajo. Ahí sí somos fáciles de levantar el dedo índice contra los técnicos nacionales; pero cuando se trata de extranjeros, nos callamos, dejamos pasar. Aquí tendríamos que reflexionar bastante.

Pero, volviendo al asunto de nuestra unidad, van ser 32 años que estamos juntos, marchando en democracia. Tenemos divergencias ideológicas, de visión de país, de cómo gastar el dinero, de qué signo expresar cuando se trata de cantar el Himno Nacional o en un acto público de posesión de un cargo. En ocasiones nos herimos con el discurso, en otras hemos recurrido al enfrentamiento y la discriminación. Hubo en estas tres décadas hechos y actitudes condenables, primó la intolerancia; pero mantenemos la conquista de la democracia, hay necesidad de profundizarla y ampliarla en todos los escenarios que hace la construcción de la patria, lo reconocemos.

Por naturaleza, los seres humanos no podemos pensar por igual. Fue precisamente la divergencia y la diversidad que hicieron que la humanidad avance. Somos libre pensantes, es el don supremo del hombre y la mujer, es la expresión suprema de la libertad, he ahí la base de la democracia.

Es este pensar diferente que también nos une, respeto al pensamiento ajeno mientras no atente a la integridad precisamente de la democracia.

Los meses que nos esperan, en la gestión que se inicia, serán un desafío para fortalecer esta convivencia pacífica, debe ser campaña de ideas, propuestas, de ascenso ideológico antes que los insultos, adjetivos hirientes y despreciables como fueron en el pasado. Nos hace falta generar conceptos, rebatir las mismas, construir conclusiones que lleven a mejorar la situación de cada uno de los bolivianos. Es el desafío de la unidad.   

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POTOSÍ, EL CERRO Y KARACHIPAMPA

Mario Mamani Morales

El Cerro Rico de Potosí se desmorona. Es irreversible. Se asemeja a un hormiguero en plena actividad. Delicado, frágil y al primer toque se viene abajo y nunca más podrá adquirir su forma original, cónica, colorada, imponente y en su tiempo Rey de los Montes y envidia de los Reyes.

Los ávidos de sus minerales, sin piedad alguna, con o sin autorización de las instituciones llamadas a su preservación, exprimen el contenido de sus venas que durante más de 500 años fueron cruelmente holladas para erigir fortunas en otros continentes, fundar florecientes ciudades en varias partes del orbe, incluida sus vecinas, fue el sustento económico de una nación que lleva el nombre del Libertador Bolívar.

No hay piedad alguna, no se entienden razones, no hay justificación que valga, el entendimiento está cegado por la ambición del dinero que se obtiene, primero de las vetas macizas, luego de sus colas y desmontes y ahora de toda roca que se halla por encima de la cota en la cumbre. Las pocas voces que claman en su defensa son consideradas enemigas de la clase minera, del sistema cooperativizado donde más bien imperan los patrones.

El Patrimonio de la Humanidad, el Cerro Rico de Potosí, se rellena hoy con plastoformo y cemento en lugares de donde se extrajeron millones de dólares. De su preservación como Patrimonio de la Humanidad no se puede hacer una política en esferas de gobierno porque más interesa el voto de los que la destruyen, más bien son aliados para mantener vigente el poder y la destrucción del Sumac Orcko.

¿Interesa preservar el Cerro Rico en esferas de gobierno? ¿Se ha hecho algo significativo, duro, consecuente y firme para sostenerlo en pie? ¿Se pasó a la acción después de tantas inspecciones de visu? ¿Por qué las instituciones de la humanidad no dicen algo si el Cerro Rico es su Patrimonio? ¿Es que sus minerales deben seguir alimentando sus economías? ¿No sería bueno hacer un referéndum nacional para definir la suerte de este símbolo de la entidad boliviana? ¿Mientras se lee este artículo, cuántas toneladas de mineral se extraen para enriquecer a pocos? ¿Se olvida la Historia de este Coloso de América?

Otra cuestión importante es que de manera franca, seria, responsable y definitiva se diga a Potosí que el elefante blanco de Karachipampa no funcionará nunca. El famoso horno Kivcer jamás será encendido en las actuales condiciones: es tecnología caduca, inservible aunque flamante, pero ya no hay quien la entienda, aún vengan técnicos japoneses, chinos o se encargue partes a EE.UU. de Norte América. El problema es así de sencillo.

Muchos profesionales en la Universidad Autónoma “Tomás Frías” saben de esto; pero nadie les hace caso.
Cuando se instaló esta planta, en la década de los 80 del Siglo pasado, llegó a costar 300 millones de dólares (¿estoy errado?). ¡Una fortuna…! ¿Hasta hoy cuánto cuesta nuestro Elefante Blanco? ¿Alguien llevó las cuentas? Sólo un ejemplo: en octubre de 2009, para el reacomodo de las maquinarias y manejo óptimo de los gases tóxicos para evitar –disque- la contaminación se “invirtieron” 1.8 millones de dólares ¿Cuántos reacomodos, estudios, comisiones, reuniones, viajes, contratos con técnicos nacionales y extranjeros, discursos en la plaza y el atrio de la Catedral se hicieron?

Desde aquellos años, todos los gobiernos que pasaron por el Palacio Quemado, en La Paz, ofrecieron poner en marcha la Planta Metalúrgica de Fundición de Plomo-Plata de Karachipampa, jamás lo cumplieron ni lo harán porque ya no es posible, ni existe el país de donde vinieron sus expertos a instalar la maquinaria y tecnología (URSS). Hagamos otra cosa que exigir y mantener en el pliego de peticiones que esta planta funcione.

Mientras no se asuma con responsabilidad este asunto, seguirán los gastos en esta “empresa”. EMKAR, elefante blanco, sencillamente no existe. Hay que pensar en otro desafío pero real, inmediato, rentable, sustentable y que se garantice la carga de minerales. Sólo para encender el horno kivcer de Karachipampa se requieren 51.100 toneladas año de zinc, plomo y plata. ¿Tenemos esta cantidad? ¿Esperaremos a que el Cerro Rico se desplome y luego carguemos a rayo abierto lo poco que todavía queda en cercanías a EMKAR?
Potosí, el Cerro Rico y Karachipampa motivo de pensar para todos.

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MÁS HORAS EN LA ESCUELA

Mario Mamani Morales

El anuncio del Presidente para aumentar horas en aula de los estudiantes bolivianos, significa invertir en la formación de los recursos humanos. No hay pueblo que haya alcanzado su desarrollo sin la educación de su gente. Definitivamente la enseñanza no es un gasto, sino una inversión.

Actualmente Bolivia boya en recursos económicos gracias a la explotación de recursos naturales no renovables, los precios altos en el mercado internacional y la política de la nacionalización de las empresas bolivianas que ha sido oportuna, prudente y significativa.

Pensar invertir en la educación, es pensar en el mañana; pero no sólo en la formación humanística, sino en ciencia, tecnología y exportación de conocimientos. De por sí, aumentar las horas de escolaridad no es la solución mágica, sino se debe pensar en la calidad, contenido, perfil de egreso, posibilidades reales de realización personal, profesional y de servicio al país.

Dijimos muchas veces que Bolivia es el país donde se tiene la más baja de horas escuela, apenas cinco o menos, mientras que el promedio en la región es de 7.5 horas día. Veamos la relación con la escuela y el desarrollo que tienen nuestros países vecinos. Con alguna excepción, siempre vamos en la zaga.

Ampliar las horas de escuela diarias no sólo es cuestión de discurso, decreto o ley; es cuestión de dinero, invertir, pero además es pensar en la seguridad, vialidad, toda una estructura social y de gobierno.

Según los informes, en Bolivia tenemos dinero. Es nuestro mérito que ya no existe fuga de capital como en otros tiempos. En educación no es cuestión de aumentar horas de trabajo a los docentes, sino pensar en una infraestructura completa, amplia, equipada, sostenible y que tenga respaldo seguro de las organizaciones sociales.

Existen proyectos acabados para construir verdaderas ciudadelas estudiantiles, con talleres, laboratorios, espacios para el deporte, internado, provisión de alimentos, sistema de administración, bibliotecas (ahora virtuales) y aquí viene bien el uso adecuado y productivo del satélite Tupac Katari. Las condiciones para elevar la cobertura y calidad de la educación están dadas. Pronto tendremos, además, licenciados en la Ley 070 “Avelino Siñani, Elizardo Pérez”, ASEP, cuya inversión tiene que notarse en los cambios significativos que se inyecten a la educación.

Se ha anunciado que el estudiantes de secundaria tendré que estar 196 horas en aula, mensualmente. Esto significa un horario de mañana y tarde. Además de las horas comunes, se apunta al bachillerato técnico. Aquí, entonces, faltan talleres, laboratorios, espacios adecuados para la producción; pero además se requiere docentes técnicos, con experiencia de producción en cualquier área, reconocidos económicamente según se merece, no vaya a ser que el docente quiera aprender junto con los alumnos. Si hay dinero, hay que pagar bien al maestro.

El proyecto de las ciudadelas estudiantiles debe ser retomado, especialmente en el área dispersa, internados para las alumnas de secundaria, de tal manera que no corran riesgos en el caminar diario de muchas horas de la casa al colegio y viceversa. Aquí está la responsabilidad de la seguridad estudiantil. No se puede aventurar a una jovencita colegiala por senderos solitarios por el peligro que ello implica. He aquí el por qué de la baja cobertura o permanencia escolar de las niñas y jóvenes. El horario actual es más o menos favorable porque permite retornar a casa después del medio día.

El sistema educativo actual recibe muchas críticas por el bajo rendimiento académico, de alumnos y docentes. Esto implica retomar los problemas socioeconómicos, primero porque no será suficiente que se amplié las horas de escolaridad para el estudiante si éste va con el estómago vacío y al medio día ya no rendirá más; segundo, porque el docente debe pensar en el particular de la tarde o la mañana para alcanzar un salario relativamente justo. Alumno bien alimentado, con todo lo necesario para el estudio, condiciones de habitabilidad y el docente comprometido con la profesión, con el desarrollo académico, con plena competencia pedagógica y visión de país, entonces tendremos otra realidad de nuestra educación.

El Presidente Evo piensa que la educación debe ser cuestión de Estado; pero sus colaboradores ejecutan como cosa de gobierno, botín para los partidarios. Así, ¿avanzamos en la educación?

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DESGRACIA ENFERMARSE

Mario Mamani Morales

Son cerca a las ocho de la noche. Fines de noviembre del presente año. Ingresamos a Emergencias del Hospital Obrero de la Caja Nacional de Salud. Nos sorprendemos ante una larga fila, más de quince personas. Acompaño a una anciana que apenas puede sostenerse.

Con preocupación pregunto si ella puede ser atendida primero. “También nosotros estamos esperando”, protestan algunos. “Que la atiendan a ella, pobre viejita”, dicen otros. Se apiadan porque la señora tiene la nariz ensangrentada hinchada, la carita desfigurada y unos ojitos que piden ayuda.

La espera es larga, pasan los minutos y casi media hora para ser atendida en emergencia. Me atrevo a tocar la puerta del consultorio, ingreso y la enfermera expresa su molestia. ¡Por favor, es urgente! Digo. ¡Tiene que esperar afuera!, es la respuesta.

-Por lo menos que se siente aquí- pido, Hay sillas en el ambiente antes del consultorio. La anciana ya no soporta y se queja de dolor.

Finalmente la doctora que está de turno la revisa, me convoca y me ausculta con la mirada, siento su molestia porque exigí que la atiendan a la paciente y que la cedan un asiento. “Al parecer tiene una fractura en el brazo y el tabique de la nariz”, explica, -Deberían venir antes de las ocho porque hasta esa hora tenemos servicio de radiografía- menciona.

Receta unos calmantes para cada ocho horas y llena unos papeles para que al día siguiente vuelva la anciana para las placas. Agradecemos y salimos.

Esa tarde los familiares de la abuelita tenían luto por la pérdida de una sobrina. Mientras tanto la anciana sufrió una caída en casa, golpeó el rostro en el cemento, no soportaba el dolor en el brazo derecho y la auxiliaron después de las 19:00, luego de las exequias en el camposanto.

Al día siguiente se tomó la placa de la nariz, otra vez a emergencias para su transferencia a otorrinolaringología; para sorpresa: ¡No hay especialista porque está de vacación! Sugieren que sea atendida en su zona para ver qué se hace. ¡Mala suerte! Tampoco se encuentra el galeno.

La hija política se desespera y pide hablar en Dirección del Hospital. Allí una de las funcionarias indica que se vuelva a su zona y que la transfieran a La Paz. ¡Aquí no hay especialista…!

¿Hay sólo un otorrino en un hospital de tercer nivel? ¿Un paciente que requiere esa u otra especialidad no puede ser atendido inmediatamente? ¿Por qué no hay atención durante las 24 horas por especialistas? ¿Ni siquiera radiografías? ¿En emergencias sólo un médico y una enfermera para tanto paciente? ¿Saturamos emergencias por no ir a nuestra zona? ¿Sólo hay calmantes y nada más en urgencias? ¿No se contrata otro especialista cuando el titular está de vacaciones?

La anciana fue atendida particularmente. En una clínica, un médico privado diagnosticó fractura del tabique nasal. Operación inmediata. Recetas, correteos, preocupación familiar. Ahora la espera para la recuperación.
Lo del brazo sólo queda, por ahora, como simple contusión.

Una de nuestras debilidades como país es la atención de la salud de los bolivianos. Nos diferenciamos entre quiénes pueden reunir el dinero para la atención médica particular, privada, costosa e inmediata y aquellos que sólo tienen el seguro de la Caja Nacional de Salud o deben acudir al servicio no asegurado pero público.

En nuestro país la salud es un buen negocio, sino veamos las grandes clínicas privadas y afamadas, especialmente en el eje central, donde es un privilegio ser atendido; pero “hay que tener platita”.

En Bolivia no se practica la medicina preventiva; primero uno debe enfermarse para ser atendido, luego viene la cadena de las medicinas, una industria floreciente pero no nacional, sería interesante saber cuánto de dinero boliviano sale hacia las grandes productoras de medicamentos. Alguien se enferma, entonces es atrapado de por vida por la farmacia.

En un gobierno que se precia de socialista, lo primero que debe interesar es la salud y educación del pueblo. Precisamente estos dos pilares que tienen que ver con el capital humano, en Bolivia van mal. ¿Tal vez tengamos anuncios importantes por fin de año?

El otorrino que atendió a la anciana de manera privada, causalmente era el especialista en la CNS.

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REINGENIERÍA EN EDUCACIÓN (FINAL)

Mario Mamani Morales

¿Cómo se realizan las designaciones para cubrir ítemes de nueva creación? ¿Qué parámetros se toman en cuenta para el traslado de las provincias a la ciudad? ¿No hay personal que está por muchos años en el campo y otros ingresan directamente a los centros urbanos sin conocer provincia? ¿Cuántos son los docentes que están sin cargo y desde hace años? ¿Qué hilos se mueven en estos escenarios?

Esta es la parte en que no se ha hecho ninguna reingeniería administrativa. Es secreto a voces las irregularidades, el abuso, la prepotencia, la impotencia frente a las injusticias. La esperanza de tener un cargo por mérito propio se diluye cuando después de haber comprado diez o más solicitudes de cargo para un determinado distrito, se recibe la respuesta de que “el puesto ya ha sido cubierto”.

Cuando se quiere indagar el por qué de tanta irregularidad, la respuesta del funcionario distrital es: “han sido órdenes desde arriba”. ¿Y quién está arriba? La cadena es larga, difícil de unir los eslabones; pero existe. Es alguien que por esos azares explicados “pisa fuerte en el Ministerio, o en los pasillos de la Asamblea Legislativa o la DDE o finalmente en la dirección del partido político en función de gobierno”.

A nivel local, hay reyes chiquitos, se las saben todas, son técnicos para manejar los hilos junto a la autoridad que se hace de la vista gorda. Hay maestros y maestras que obtuvieron las mejoras notas en sus años de estudio en las Escuelas Normales; pero destinados a dos o tres días de viaje desde la ciudad, otros, bien gracias, casi al frente de su casa. ¿Por qué?

Otra trampa es la calificación de “méritos” para acercarse a la ciudad o tener mejora en el puesto. Los desaventajados siempre serán aquellos y aquellas que están lejos de los centros urbanos, pues no tienen acceso a los cursos de actualización, cursar alguna carrera universitaria, apenas pueden salir de la escuela dos veces al año, entonces nunca podrán “reunir” cartones para los méritos.

No se conocen propuestas del uso de las NTICs para la sistematización de cómo hacer el movimiento del personal. En vano se venden por miles las solicitudes de cargos y los cambios de lugar o destino. Sería interesante saber cuánto se percibe por la venta de estas solicitudes en la administración del sistema educativo y qué finalidad cumple en la actualidad. En cada Distrito Escolar se debería tener una base de datos del personal: lugar de trabajo, años de servicio, especialidad, nivel, categoría, experiencia y también deméritos, si los hubiera, de tal manera que el movimiento se haga en base a estos datos.

También en las Direcciones Departamentales, a través de la Administración de Recursos Humanos, tener todo informatizado, transparente y colgado a la página web del Ministerio o por lo menos a nivel Departamental, que todos puedan tener acceso a esa información. Por ejemplo, saber cuántos postulan al Distrito X y cuántos al Distrito Y, así uno podría saber qué posibilidades tiene para encontrar cargo.

Con esto de la computación, podría transparentarse hasta el último rincón de cualquier provincia, Distrito y la Unidad Educativa: quiénes están, con cuántas horas, qué especialidades y si además están en su nivel.

Por esto de la “muñeca”, es fácil encontrar a maestros y maestras que tienen especialidad de matemática; pero enseñan química, completan con inglés sus horas de trabajo, o viceversa, y así están en la ciudad o en la provincia más cercana. ¿Exageración?

La Ley 070 ASEP no ha sido una varita mágica para erradicar la corrupción existente en la administración educativa, ni lo sería otra legislación si antes no se hace una verdadera reingeniería, real, profunda y significativa. El Ministerio de Educación sabe de las irregularidades; pero no hace nada porque sólo debe dejar hacer y dejar pasar. Conoce, por ejemplo, cómo algunas autoridades institucionalizadas tienen falsos documentos con los que accedieron al cargo, además está consciente del transfugio político de sus funcionarios, porque el proceso de contratación hecho en las Departamentales en el gobierno de Bánzer y el ministro de entonces, Ipiña, sigue intacto.

Para no herir sentimientos, si en algún lugar del Estado Plurinacional hay transparencia, es una excepción.

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REINGENIERÍA EN EDUCACIÓN (II)

Mario Mamani Morales

Después de la mirada de lo que es la administración educativa a nivel nacional, veamos lo que ocurre a nivel Departamental. Desde hace décadas no se presentan cambios. Prima lo político partidario, el poder de grupos y el menosprecio a los méritos del docente de base.

Los procesos de institucionalización para las Direcciones Departamentales tenían y tienen decisión en base al nepotismo partidario. En el nivel central se espera que el administrador sea un operador incondicional a favor de la coalición encaramada en el poder.

Hubo tiempos cuando el aspirante a ocupar el cargo departamental, antes de su posesión como autoridad educativa, debía firmar una hoja en blanco. Cuando la autoridad así condicionada no atendía los requerimientos del nivel central, entonces se llenaba la hoja en términos de su renuncia irrevocable al cargo y asunto concluido.

La dirigencia sindical también tenía su parte. El “aval y la ascendencia en las bases”, se otorgaba a manera de concurso de popularidad, en la terna estaban los mejores aplaudidos en la asamblea general de maestros; pero  hubieron tiempos en que el sindicato imponía a su candidato luego de alguna muestra de expresión democrática pero alineada en el perfil de la corriente política en función sindical.

Generalmente para el cargo de Director Departamental se sigue tres pasos: un examen de conocimientos, la calificación de méritos y la defensa de una propuesta de trabajo. El examen se responsabiliza a una consultora “independiente” que contrata el Ministerio de Educación, sus resultados son definitivos, no se cuestiona ni se conoce que haya razón, es decir, la nota que se obtiene es la que corresponde.

La manipulación corre en los siguientes procesos: méritos y defensa del plan de trabajo. El tribunal calificador está compuesto por una mayoría de representación del Ministerio y los delegados de ambas Confederaciones: rural y Urbano. Si la dirigencia sindical es afín al esquema de gobierno, entonces seguro que se favorecerá al candidato oficialista. Los sindicatos, departamental y regional, sólo son observadores.

La calificación de “méritos” consiste en la presentación de asistencia a cursos, talleres, posgrado, otros títulos obtenidos, publicaciones, haber alfabetizado, fundaciones de escuelas o colegios y también se toma en cuenta los deméritos que están especificados en el Escalafón del Magisterio. La trampa está en que no se verifica la veracidad de los certificados, ahora con las tecnologías de impresión existen documentos “chutos”, escaneados y fácilmente pasan supuestos cursos realizados en el exterior, diplomados y hasta licenciaturas.

El tribunal valora estos “méritos” según sea el candidato a quien hay que favorecer, previamente ya existe una instrucción desde “arriba” a quien se declarará como ganador o ganadora. El resto es sólo una pantalla o ha servido de tonto útil para justificar la “institucionalización”. Para no herir sentimientos, hubo y hay excepciones.

Hace años este tribunal elevaba un terna al Ministerio de Educación y la decisión se tomaba a este nivel, en las últimas institucionalizaciones se ha designado al ganador o ganadora del proceso, especificado en la convocatoria y su reglamentación.

El mismo tribunal conoce la defensa del plan de trabajo, aquí la nota que se asigna es facultad privativa de los miembros del Ministerio de Educación y las Confederaciones, entonces la ponderación más alta también será para el candidato “de preferencia”. Hechas las consideraciones, ¿quién ganará?

Cuando no gana el favorito oficialista, entonces se negocia. Al legítimo vencedor o vencedora se le “charla” para que no asuma el cargo, se oferta otros puestos y se conoce experiencias de cómo un elegido con anticipación ocupó el décimo primer lugar en la prelación de notas; pero luego de las “negociaciones” apareció en el primer puesto y fue posesionado.

¿Se prioriza así la calidad de administración del sistema educativo departamental? ¿Se toma en cuenta políticas, estrategias, propuestas e ideas para mejorar la educación? ¿Interesan los problemas por la que atraviesa el sistema educativo? ¿Se atiende los múltiples problemas que tiene  el maestro de base? ¿No marcha por otra vereda la administración y por otra muy diferente la política de educación que la base de desarrollo de un pueblo?
Este mismo proceso corre para las autoridades distritales. Existen denuncias de nombramientos sin haber reunido los requisitos. ¿Es verdad?

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REINGENIERÍA EN EDUCACIÓN I

Mario Mamani Morales

Es secreto a voces que la administración del sistema educativo en Bolivia es de las más corruptas, nada transparente, plagada de injusticias y manejada siempre como un botín político partidario después de la ascensión al poder de cualquier gobierno, jamás ha existido una determinación de convertir a la Educación como una política de Estado.

Desde hace décadas no ha existido una reingeniería en la administración, desde el nivel central (ministerio) hasta el operativo (direcciones de unidades escolares). Hubo intentos; pero la presión política partidaria tiene más poder frente a cualquier iniciativa de cambios.

Por otro lado, la multitud de gente que quiere ubicarse en el sistema educativo se convierte en cómplice de las irregularidades, que no es el caso desglosar; pero son cotidianos en la conversación en los pasillos de la administración educativa, en las reuniones de maestros, padres de familia y el conjunto de la sociedad. ¿Quién le pone el cascabel al gato?

Intentemos describir este fenómeno. Cuando se posesiona en el poder un partido político, entonces se nombra al ministro de educación, cargo eminentemente político, es facultad privativa del presidente nombrar a su gente de confianza; pero incondicionalmente debe ser un operador político partidario, prima más la línea de éste interés que la profundidad e importancia de la educación en un pueblo. He ahí la explicación del por qué la educación en Bolivia viene de fracaso en fracaso.

Siempre en el nivel central, las otras autoridades de responsabilidad nacional son nombradas a dedo, es decir, como cuotas de sectores o alianzas, agrupaciones u organizaciones sociales que exigen que éste, aquel o fulano, sea encumbrado en un cargo, para nada importa lo técnico, lo profesional, lo propositivo. Así fue, así es y ¿será siempre? Al primer error de no atender las exigencias de quiénes lo apoyaron para asirse en el carro, se lo destituye. Viene otro y otro. Sería interesante hacer un seguimiento de los cambios que se produjeron y producen en el Ministerio en cada gestión.

Junto a quién está ubicado en la cima, está una pléyade de gente, también sugerido por las organizaciones, luego: sale el jefe, salen todos, la administración vuelve a cero y comenzar de nuevo. Así se profundiza la crisis, no el interés de entender que la educación es un instrumento de liberación del pueblo.

Si la educación fuera entendida como política de Estado, en los puestos de decisión se ubicaría a personal experto, entendido, investigador, con amplio conocimiento de la realidad, comprometido con el país y no por mérito de la adulación, el discurso fácil y la demagogia. O por lo menos encargado a un profesional del área. (Son médicos, agrónomos, ingenieros, quienes “conducen” la educación en esferas superiores).

Tanta es la presión de las bases partidarias, que los puestos del nivel central se convierten en repartidores de cargos, una llamada telefónica al nivel departamental para “recomendar” (imponer) un nombre para un puesto es la tarea: si no cumple, entonces ¡fuera!, “no apoya al partido”.

No es sorpresa que desde niveles del ministerio se emitan memorándums de designación, sin mérito alguno, pisoteando los derechos ganados con sacrificio y dedicación por años de muchas personas que hicieron de la educación una vocación; pero jamás practicaron ser “llunk’u” .

¿Ha cambiado esta realidad en los últimos años? ¿Está antes el interés del pueblo que del partido? ¿Se ubica al personal en su nivel, área y especialidad? ¿Se hace una adecuada selección del personal jerárquico en el nivel central o continúa la improvisación, el oportunismo y sobre todo el servilismo? ¿Así no va al fracaso la mejor ley que se tuviera en educación? ¿A esta realidad no se supeditan muchos maestros y maestras por temor a perder el cargo? ¿Y el pueblo?

Esta forma de administración educativa no se ha tocado en las últimas décadas. Se impone currículos para el sistema, hoy prima la tendencia de una educación descolonizadora, liberadora, comunitaria y productiva; pero ni muestras de cambios significativos en su dirección.

Si se construye un nuevo Estado Plurinacional, se hace prioridad que se plantee de cómo hacer una reingeniería en la administración del sistema educativo, porque si no se acepta este desafío, culminará la gestión y las frustraciones continuarán.

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VOTOS Y PROPUESTAS

Mario Mamani Morales

Las personas que han hecho una forma de vida en la politiquería barajan varias posibilidades para mantenerse en el poder luego de las elecciones generales del próximo año y no desmerecen que en la vida, lo único permanente es que todo cambia.

Si las cosas marchan con normalidad, las elecciones generales del 2014 deberían cumplirse en la primera semana de octubre. Cálculos que parecen tener asidero sostienen que no se repetirá que el MAS-IPSP obtenga el 54%  de votos a su favor, inclusive se advierte que al no obtener un candidato un mínimo del 51% ó 40% pero con al menos del 10% de diferencia del inmediato seguidor, (CPE), habrá una segunda vuelta.

De ser así, existirán dos candidatos: uno oficialista y otro de oposición, que buscarán el voto en segundas instancias. Los contrarios al MAS-IPSP tienen la esperanza de llegar a la segunda vuelta, entonces unirán todas las fuerzas para encumbrar en la presidencia a la oposición, habrá junt’ucha a como dé lugar, no importa qué plan de gobierno se ofrezca.

Según el escenario político, se diluye (al menos por lo pronto) la posibilidad de conformar un solo frente opositor. El MSM, proclamando a Juan del Granado a la Presidencia en su último congreso, desestima la propuesta de Rubén Costas y Samuel Doria Medina de ir a las elecciones con un solo candidato; pero puede suceder también que éstos dos últimos decidan apoyar la postulación Del Granado y tienen así un solo frente. (En política todo puede pasar).

En el oficialismo también hay preocupación. Pronto se repatriará a los militantes de la cúpula del MAS-IPSP que se encuentran en tareas diplomáticas, embajadas y otras representaciones en el exterior, habrá reorganización del gabinete ministerial y se exigirá trabajo dedicado a la campaña. ¡Hay que tomar las cosas en serio para volver a ser gobierno! Es la premisa.

Preocupa por ejemplo, que el CNPV 2012 demuestre que la población boliviana esté prácticamente igualada en cuanto a quiénes vivimos en centros urbanos (ciudades) y quiénes en el área dispersa. Los citadinos se muestran francamente opuestos al oficialismo, la clase media para arriba no se siente tomada en cuenta en la corresponsabilidad del manejo del Estado, además este segmento de la sociedad siempre se ha mostrado ambivalente en términos políticos, fácil de obnubilarse con propuestas destellantes; pero que definirá con su voto el escenario de gobierno de los próximos años, siguientes al 2014.

Aún el voto por consigna en área dispersa (campesina) no serán suficientes para encumbrar al oficialismo en la continuidad del poder, posibilidad basada en los resultados del último censo, añadido a que el 58% de la población boliviana no se identifica con la pertenencia a un pueblo originario campesino (antes el 62% se identificaba con algún pueblo indígena).

En relación a los planes de gobierno, el MAS-IPSP, trabajó en cinco pilares: Asamblea Constituyente donde se propuso un “Estado socialista solidario, unitario y plurinacional”. Cambiar la economía a través de la recuperación y administración de los recursos naturales, nacionalización e industrialización a partir de los hidrocarburos. Reelección del presidente Evo Morales para garantizar la continuidad del proceso de cambio. Empoderamiento político de la sociedad, de tal manera que el pueblo empuje la continuidad del Proceso y finalmente la consolidación del instrumento político con la formación de cuadros, cambios en el sistema educativo y la red de medios, todo esto apuntando al “vivir bien”. ¿Fueron cumplidos?

Si la oposición llega al gobierno: ¿Volverá la DEA a tener sus bases militares en territorio boliviano? ¿Se volverá a gobernar Bolivia desde la Embajada norteamericana? ¿Los sueldos de los ministros y presidentes volverán a subir a 30 ó 40 mil bolivianos mes? ¿YPFB será  entregada a las transnacionales? ¿Los miles de hectáreas que todavía quedan en el oriente se repartirán entre los allegados políticos? ¿Los guaraníes en el Chaco otra vez serán esclavizados? ¿El bolsín del dólar controlará la economía boliviana? ¿La palabra indio volverá a ser usada como insulto? ¿No se tocará las fortunas acumuladas gracias a la politiquería del pasado? ¿Se anulará la licenciatura del PROFOCOM para maestros?

En el mundo en que todo cambia, ¿Cuáles son las propuestas del oficialismo para trocar su actual imagen?

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JUNT`UCHAS Y EL PAN

Mario Mamani Morales

“Junt’ucha” en el lenguaje popular significa un conjunto de personas reunidas para algún propósito, no siempre bien visto, juntadas casualmente en grupo; pero que no hacen equipo ni son sostenibles en el tiempo, más bien son fugaces luego de algún plan esporádico cumplido o no. La descripción se acomoda perfectamente a lo que se advierte en el escenario de la politiquería, próxima a las elecciones del 2014.

En estas junt’uchas no importan principios, ideología, consencuencia ni ideal, menos un pasado histórico o visión de país, lo que interesa es asirse del poder, a toda costa; vivir de la politiquería que es muy diferente a practicar la ciencia de la política.

Así, quienes se autodefinen como la “clase política”, comienzan a hablar bonito, con voz cautivador, dan la mano y saludan de acera a acera, poniendo énfasis en: “hermano”, (no en el sentido que se tribuye el MAS) entendido como el “voto”  que solicitará después al transeúnte al que luego olvidará.

Lo que no existe es cómo solucionar el problema cotidiano de ganarse el pan de los millones de hombres y mujeres que no están en las junt’uchas; pero sienten que en el mercado no existe harina, papas, … ni dinero que alcance para llenar la olla que cada vez es más grande (o pequeña).

Los bolivianos vivimos subvencionados por el Estado: tenemos gasolina que pagamos no al precio real (porque si hay gasolinazo, se cae el gobierno), importamos harina, también ahora favorecida porque es el gobierno que compra afuera para abastecer al mercado a un precio irreal; el precio de la patata por la nubes y eso que dijimos que este año se tuvo una cosecha abundante de la papa. Conclusión: la seguridad alimentaria no es preocupación de las junt’uchas.

Ya es cotidiano escuchar voces de que Bolivia es dependiente en todo: “Hidrocarburos nos cuesta millones de dólares”, nos dicen los analistas junt’ucheros; pero nunca dicen cómo deberíamos atacar el problema, mirar de palco es fácil, además se hace coro al discurso de oponerse a todo, son los troskistas más renegados, que es igual a decir la derecha más recalcitrante.

El trigo viene de afuera, (no comemos ni siquiera nuestro propio pan), miramos como bienestar el mercado abastecido de manzanas argentinas o chilenas; falta que, como en otras épocas, tengamos papa también argentina o peruana (grandes pero hueco por dentro); pero a la vez nos ufanamos que Bolivia tiene una variedad  y calidad mejor que otros países. Ni siquiera tenemos en la mesa familiar una mermelada de industria nacional, iniciativas para su producción existen, pero no hay junt’uchas que se preocupen de alentar este emprendimiento: ¡Les vale…!
¿Ha cambiado el país en el escenario político? ¿Se sigue con la politiquería? ¿No están corriendo a la derecha los que momentáneamente se subieron al carro de la izquierda? ¿No habrá quiénes están mirando de este lado correr hacia la vereda del frente? ¿Qué diría el Comandante “Che”, el de la Higuera, si viera que sus seguidores de ese tiempo hoy se convierten en aliados de sus asesinos? (No todos, por cierto), ¿Cómo es que hoy contumaces odiadores de los indígenas y el socialismo disfrutan del poder y tienen respaldo incondicional desde arriba? ¿No reina la corrupción, la mentira y hasta la falsificación de documentos y títulos para encumbrarse para escarnio del pueblo? ¿Las junt’uchas no son lo mismo aquí y allá?

¿Y los medios de comunicación masiva, qué papel cumplen en este escenario? ¿Río revuelto, ganancia de pescadores? ¿Año electoral, año de dividendos? ¿Que el Estado les dé plata a los partidos políticos para ser destinado a la campaña (propaganda)? ¿Qué medios caminan realmente junto al pueblo donde se mira con azoro el espectáculo de las junt’uchas?

De algo no hay duda: que en las próximas elecciones nacionales habrá gente que vote por consigna, sin pensar; pero la mayoría, que suman millones, ya no son los fáciles de convencer con el discurso de mentiras, adulaciones ni se arrimarán a las “organizaciones” y “agrupaciones”, pues se avanza en pensar con cabeza propia y se lleva a casa el pan diario, a base de esfuerzo y trabajo sin esperar que caigan las migajas de la mesa donde están los junt’ucheros.
Comencemos a producir nuestro propio pan.

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