A ojos vista

EL CERRO RICO SE NOS MUERE

Mario Mamani Morales

Después de la fiesta que se vivió en Potosí como centro de los actos de homenaje a Bolivia, vuelve la cotidianidad y en ella la total destrucción del Cerro Rico, hecho del que los visitantes ni se dieron cuenta o simplemente la ignoraron, pues tenían la atención puesta en todo, menos en la Montaña de Plata que fue testigo de la lucha por la independencia y fue aporte vital para el sustento de la nueva República que nacía el 6 de Agosto de 1825.

Inclusive el propio presidente del Estado, Evo Morales, ascendió hasta el Cerro Chico, pronunció un discurso; pero ni hizo mención del estado de franca destrucción del Coloso de América, este hecho es una clara evidencia de que no hay más ciego que aquel que no quiere ver.

El Mensajero de la Paz queda en desvastación, perdió totalmente su imponente forma cónica, sus enemigos inmisericordes socaban el mismo corazón del “P’hotjsi”, justo detrás del Cerro Chico, allí donde hay un boquete inmenso abierto a cielo rajo. Llas autoridades nacionales y los propios miembros de las Fuerzas Armadas seguro ni se interesaron en ser acuciosos en el entorno.

Orientado hacia la plaza de la ciudad, para mostrar al Cerro atractivo para los citadinos, sus destructores colocaron postes con focos que en horas de la noche muestra una apariencia hipócrita; pero desde más arriba de la plaza “25 de Mayo”, ver al “Wila Kollo” no es nada atractivo, ni de día ni de noche, pues quienes nacieron en sus faldas y ya van cargando algunos años en la espalda, sienten la impotencia de no poder ser escuchados en el clamor para su preservación.

A manera de paseo y curiosidad, amigo lector, sería bueno que se diera una vueltita por el nuevo barrio “Alto Potosí”, ahí justo en las ex canterías, otro lugar de historia que ha sido destruido y sobre sus piedras se levantan modernas casas y de esta parte observar al “Sumaj Orcko” y testificar que en la topografía sureste la destrucción es fatal, es más, con el sol en el horizonte de la tarde, es sólo sombra y oscuridad que reciben los escombros, los desmontes y las bocaminas que allí son vestigios.

En la parte sur la situación es peor, empresas gigantescas instaladas en la misma falda, trabajando las 24 horas con tecnología de punta, miles de toneladas trasladadas al ingenio en gigantescos volquetes y luego a los vagones de tren, el trabajo fue intenso aún en los días festivos de Aniversario Patrio, tal vez para despistar a los curiosos. Sería interesante averiguar cuántos furgones fueron llenados de mineral precisamente en esos días.

La prensa y algunas emisoras de radio publican que se aguarda un informe de las autoridades nacionales sobre el Cerro Rico, ¿qué se espera de ello? ¿Cuánto de cemento se requerirá para devolverle su forma cónica? ¿Cuánto más cobrará la empresa constructora para el concreto? ¿En qué tiempo volverán a desaparecer los nuevos desmontes? ¿Datos precisos sobre los nuevos millonarios a costa del Cerro y la mano de obra que explotan? ¿Sobre los lingotes de plata que la ciudadanía ni conoce? ¿Cuánto serán las facturas para los costos de publicidad para decir que se trabaja a favor de Potosí? ¿La platería que alguna empresa apoya y a qué costo en relación a sus ganancias?
Señores, el Cerro Rico de Potosí se destruye, la situación parece no importar a nadie, mientras esto sea así, el trabajo a rajo abierto e inmisericorde borrará de la faz de la tierra al “Rey de los Montes y envidia de los reyes” o ¿existen acuerdos secretos en niveles altos de decisión para erradicar este símbolo de la humanidad?

Aquí es imprescindible y urgente reclamar una política de Estado respecto al futuro de este Coloso, debe y tiene que importar no sólo a los bolivianos sino a todo el orbe, pues no debe haber región en el mundo que no deba algo de la riqueza extraída y de este Cerro. La corresponsabilidad para su preservación exige que se dejen de lado las componendas políticas y que a nombre de “hermano minero”, se mire con pasividad la destrucción de un emblema que a más del guardatojo que se pasea en los pasillos de Palacio y la Asamblea Plurinacional, nos convierta en cómplices.

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CUMBRE INDÍGENA

Mario Mamani Morales

Dentro de la mentalidad colonial con que hemos sido educados, con su característica muestra de desprecio hacia lo nativo,  era difícil concebir que los indígenas, grupo social siempre marginada y sometida, hoy se paseen por los salones de lujosos hoteles del centro de las ciudades y en espacios sólo destinados para quienes los tenían como pongos gratuitos a su servicio.

Menos se podía imaginar que organicen encuentros mundiales, con capacidad propositiva de su realidad y con prospectiva de significativos cambios que tienden a socavar los cimientos de la organización social tradicionalmente conocida, donde lo autóctono tendía más bien a ser eliminada o erradicada porque se los consideraba “casi humanos”, no sólo en esta parte del mundo sino donde llegaron los “colonizadores” para hollar tierras donde las creencias y significados eran diferentes.

La estructura del Estado garantizaba el sometimiento de los indígenas a los intereses de los patrones, que al usurpar  sus tierras además los convirtieron en sus esclavos para trabajos en la minería en las tierras altas, la deforestación en los valles y los llanos, el trabajo en la agropecuaria y hasta el servicio doméstico.

Para el saqueo de los recursos naturales de los países no desarrollados, la mano de obra provenía y todavía lo hace, de los sectores sometidos a la dominación cultural, política y religiosa. La sociedad estaba (está) organizada en relación a la política de entregar la riqueza nacional hacia los intereses económicos extranjeros, el Estado no se enriquecía sino sólo era el sereno para cuidar precisamente esos intereses.

Los nativos o indígenas no tenían parte ni suerte en esta organización porque estaban excluidos de los derechos del hombre, sólo sometido a la servidumbre. En Bolivia hasta 1905 los hijos de los indígenas no podían ir a la escuela, estaban totalmente excluidos del sistema educativo nacional, elemento pasivo, considerado “retardado mental”.

El avance de la usurpación geográfica de muchas partes del mundo por parte de otras civilizaciones está plagada de historia similar, en otras realidades se demuestra que los nativos fueron erradicados, perseguidos o reducidos a territorios de “reservación”, ahí no se produjo la mezcla de sangre; en la parte sur de América “se los dejó vivir porque los colonizadores vinieron sin sus familias”, por tanto, se produjo el mestizaje cruel, tal cual recoge la historia.

En las últimas décadas se hace visible el movimiento significativo de grupos que recogen, analizan y proponen cambios dentro de la estructura de la sociedad y el poder, son las organizaciones sociales dinamizadores de reformas, he ahí su mérito. Las consecuencias de toda revolución tienen sus frutos en el tiempo; pero que la sociedad boliviana, en su economía, su visión política y concepción humana, jamás volverá a ser el mismo, es innegable.

La Cumbre Mundial Indígena, cuya sede y principal organizador es Bolivia, es una demostración que las culturas pospuestas, marginadas y esclavizadas reclaman su lugar en el consenso universal, no se trata de trocar el poder para sólo transitar por la otra acera, sino poner en práctica la concepción de la interculturalidad, de que los movimientos sociales no se constituyen en enemigos de los “civilizados”, sino exigir que son tan corresponsables de los destinos del mundo que compartimos.

En el país, la profundización de borrar las diferencias hasta para las oportunidades laborales, económicas y políticas, debe ser asumida por los movimientos sociales que se obnubilan con el poder, no es la meta que hoy ellos sean los privilegiados y se forme una especie de una nueva casta,  cuya vivencia en el pasado ya hizo mucho daño en la historia, no sólo en Bolivia sino en otras partes del mundo.

La identidad plurinacional en los pueblos de América se profundiza, la interculturalidad no sólo es teoría, se van recuperando los saberes, conocimientos y la forma de concebir el mundo a partir de los valores que siempre estuvieron presentes pero que otros intereses, sometimiento, saqueo y explotación, no permitieron comprender. En lo universal no sólo es único lo moderno y lo científico sino también caben los otros saberes.

El mundo ya no es el mismo, lo evidente es que “caminante no hay camino, se hace camino al andar”.

 
 

 
  

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ESCUELA Y EMBARAZO

Mario Mamani Morales

En nuestro país el 16% de las adolescentes son madres o están embarazadas. Esto supone que esta población está o debería estar en el sistema educativo nacional, es decir, la escuela. Siguiendo los datos del INE nos enteramos que en las ciudades 68 de cada 1000 mujeres madres o embarazadas son adolescentes, en el área dispersa la situación es casi el doble: 168 de cada mil mujeres madres o embarazadas son casi niñas.

La idiosincrasia de nuestros pueblos hace que en algunas partes del Estado Boliviano no se permita asistir a niñas embarazadas a las escuelas, es decir, se les prohíbe tener acceso a la educación, se las condena a la ignorancia, se las abandona a su suerte.

Lamentablemente no tenemos como política de Estado afrontar esta realidad que cada vez se acrecienta en todas partes: tenemos cada vez mayor índice de las adolescentes que tienen el embarazo precoz. Sólo distribuir algunos anticonceptivos o algunas esporádicas charlas para su prevención no había sido la solución, por el contrario, las estadísticas se elevan de manera alarmante.

Una niña que a sus 15 ó 16 años sea madre casi tiene toda su vida futura decidida: sumisión a la pobreza, difícil oportunidad de estudio o educación, soportar la denigración de su entorno familiar, la sociedad que la induce a este fracaso, pero después no la acepta; el autor del embarazo que se aleja o la abandona a su suerte “porque ella es la culpable” o “por qué no se cuidó”, además que el compañero es otro adolescente, por tanto dependiente de “papi o mami”.

Las estadísticas de niñas embarazadas y que están matriculadas en el sistema educativo no se publican; pero en las direcciones distritales tienen las referencias. Antes eran más en las escuelas de la periferia que en las del centro; hoy estas cifras van casi parejas. En aquellas puede deberse a la pobreza, falta de servicios, bajo nivel de educación, migración campo-ciudad, abandono de los padres porque deben seguir atendiendo las labores del agro; en las escuelas del centro es pura irresponsabilidad y el cambio profundo de los valores en casa, es allí donde existen más familias monoparentales, con todas las consecuencias que esto significa.

En el área dispersa, pese a los esfuerzos que se hacen por incorporar hasta secundaria a la adolescente, los riesgos de embarazo son mayores: las niñas debe recorrer largas distancias para llegar a la escuela y volver a casa, a veces todavía por senderos donde se corre el riesgo de un ataque de algún depravado sexual o de algún comunario, las denuncias sobre estos casos no son pocas.

Por otro lado, las niñas en el campo generalmente presentan algún rezago en el acceso al sistema escolar, no les corresponde el nivel a la edad que tienen, otra desventaja para que los jóvenes las persigan porque la iniciación a la vida sexual también es temprana, en ocasiones son los propios maestros que se aprovechan, si hay denuncias se arreglan entre los padres, se producen los traslados o cambios, otra cifra para las estadísticas de abandono escolar.

Todavía en nuestro Estado Plurinacional los niños y niñas llegan a la adolescencia con conocimientos nada confiables sobre su sexualidad, las fuentes son los medios de comunicación masiva, (cuya programación nadie controla en su generalidad), amistades no siempre bien intencionadas, creencias populares que se transmiten oralmente, casi siempre de noche y alejadas de la verdad, fáciles presas de la “pruebita del amor”, entre otros.

La sexualidad en la adolescencia es determinante para la vida futura, tiene que ver con la identidad, con el sentido de pertenencia en la sociedad, la autoestima, la responsabilidad familiar y un sinfín de facetas que hacen a la existencia, por tanto, es compleja, pero es precisamente esta parte del desarrollo complejo que no se atiende como una política en la escuela, en el barrio y la sociedad.

El embarazo en la adolescencia está ligado al nivel socioeconómico bajo, la inestabilidad psicológica emocional que no se presta atención, desconocimiento de la propia fisiología cuya información se hace pero no existe un seguimiento ni plan de prevención a través de servicios de salud que está n ausentes para la sexualidad, la distancia cada vez más sentida entre padres e hijos. ¿Verdad que es un problema de fondo? 

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TODO POR UN CARGO

Mario Mamani Morales

Es una familia de cinco miembros. El padre es un funcionario público y la esposa es maestra que desde hace 14 años está en provincia, nunca pudo ingresar a la ciudad ni por lo menos acercarse porque las plazas siempre están ya asignadas casi siempre a sus colegas que tienen pocos años de servicio. Los tres niños están con papá, van creciendo sin el cariño maternal.

Años de solicitar un puesto de maestra para la ciudad, infinidad de formularios de cargo comprados y llenados, recurrir aquí y allá en el intento de reunir a la familia, pero ¡vaya suerte…! La oportunidad nunca se presenta; mientras tanto hay otras colegas que sin estar en provincia están en la ciudad o en escuelas tan cercanas a la capital ¿cómo hacen para tener esta suerte?

“Tuve que finalmente ceder al pago de tres mil dólares  a un funcionario de la jefatura de educación” ahora mi familia está completa, estamos juntos, “la plata se consigue; pero la unidad familiar no tiene precio”, confiesa el padre.
Es un joven que hace años se tituló en una carrera universitaria y desde entonces anduvo buscando trabajo. En etapas preelectorales se enroló a las filas de adeptos a los candidatos a cargos que sólo se consiguen por la politiquería, pegó papeles en las calles, pintó paredes con los colores del partido y el candidato, distribuyó panfletos y siempre estuvo en las ovaciones que son costumbre en estas temporadas, todo en la esperanza de tener un cargo en el esquema del cuoteo político.

Una vez en consolidada la situación de gobierno, estaba seguro que tendría un puesto; pero la decepción y sorpresa fueron la respuesta: son cientos los jóvenes y personas de toda edad que también buscan asirse a cualquier cargo prometido por los candidatos a la cúpula; la contestación es siempre la misma: “ya no quedan cargos vacantes”. Son miles las personas que hicieron la campaña, los empleos muy pocos.

“Si quieres tener cargo tienes pagar”, le sopló alguien, entonces hizo esfuerzos por tener “contactos”  con alguien de “arriba” y finalmente le dieron un cargo en la estructura de la administrativa pero cada mes debe amollar el diez por ciento de su haber para honrar un documento firmado como deuda.

Es otra persona que por la necesidad de dinero se fue hasta España, allí estuvo varios años trabajando en tareas que en su ciudad natal nunca lo haría por los complejos sociales que hay sobre el empleo: “no importa el lodo de las humillaciones al nombre y el apellido, si hay que ganar dinero yo lo consigo”, se decía constantemente en la promesa de volver a la patria con capital en las manos.

Una vez en el país honró con varios miles de dólares por un cargo e ingresar al sistema de gestión de personal, “no importa el dinero, ya tengo cargo seguro” se dijo, además es una provincia cercana donde los puestos son apetecidos porque se puede volver a casa todos los días después de la labor diaria.

No fue sorpresa que sus compañeros de labor le pregunten cuánto había “aportado”, “también yo pagué tanto…” así se entera que casi todos quienes se hallan trabajando en el lugar hicieron su cuota. “Además mi familia está dedicada a la mecánica, el jefe puede hacer cualquier reparación o mantenimiento de su coche gratis, es el convenio”.
Hay otros cientos de personas, profesionales o no, leídos y no leídos, militantes o no de algún partido político que no tienen empleo, no tienen los miles de dólares que ahora se exigen, el aval de algún poderoso que ostenta el liderazgo de una organización social, un padrino de arriba, el “contacto” que además se cubre muy bien en el sistema que marcha bien oculto pero es un secreto a voces, estas acciones nunca dejan factura, sólo está la satisfacción de tener trabajo. Se sabe pero no se combate.

¿Es imaginación todo lo anterior? ¿Lejano a nuestra realidad? ¿Nunca nos tocó vivir o vivió algún pariente o amistad nuestra? ¿El “toco” llega hasta arriba como dicen los subalternos que manejan el asunto o hay vivillos que se van enriqueciendo? ¿Debe ser siempre así? ¿En nuestra sociedad se hizo normal esta forma de actuar? ¿No dicen que todo cambia?

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CRISTIANOS FIELES

Mario Mamani Morales

En estos tiempos es ya difícil saber cuántas iglesias, sectas, misiones u otras denominaciones existen, se dicen ser las verdaderas y que predican la Biblia, interpretándolo a su modo y antojo, confundiendo al pueblo de Dios, aprovechándose de sus sentimientos, necesidades y atribulaciones del alma.

La historia reconoce a Martín Lutero como el gran reformador de la iglesia, hasta antes de él los cristianos, (seguidores de Cristo) estaban cobijados en el catolicismo; pero este hombre que pertenecía a los Agustinos, observó que la venta de las indulgencias por parte de la jerarquía de la iglesia, el Papa de entonces, estaba mal, que el perdón de Dios se alcanzaba por fe y no por obras, estas observaciones le conllevan a la excomulgación, fue perseguido y proscrito por la iglesia católica y ahí nace la denominación de “protestante”. (1520)
Los seguidores de Lutero se quedan hasta ahora como protestantes, algunos suelen llamarles como “los hermanos separados”; pero sea como fuere, la iglesia se divide en dos caminos grandes: evangélicos y católicos.

En cumplimiento del mensaje bíblico, según pasan los años, aparecen infinidad de sectas, iglesias y denominaciones, al igual que dentro de la iglesia católica existen congregaciones con diferentes liderazgos y que se puede recoger en la lectura de la historia, nada fácil por cierto, porque debe reconocerse que a nombre de la Biblia, la cruz y la espada se sometieron pueblos, se hicieron atrocidades en muchas partes del mundo y que constituyen un desafío para mirar con criterio el análisis de esta verdad inocultable.

Según referencias históricas, el protestantismo llega a Bolivia recientemente,  en la década de los 40 ó 50 del Siglo pasado, ahí están los Luteranos, Bautistas, Libres, Misión Andina Evangélica entre otros, iglesias con personería jurídica reconocida y que se constituyen en congregaciones bien establecidas hoy y con miles de fieles; no son los fanáticos aparecidos últimamente que dejan mucho que desear, sectas falsas. ¡Vaya uno a saber…!
Es que con el pueblo siempre se ha jugado con la religión. Un ejemplo es cuando en los tiempos de la dictadura de Banzer, en la década de los 70, apareció un famoso predicador de apellido Ruibal, sanaba enfermos, levantaba en pie a los paralíticos, su mensaje aliviaba los males del alma, se hacía noticia como milagros en reuniones de multitudes; pero al final resultó ser todo un montaje político para distraer el descontento del pueblo y el engaño fue descubierto, sólo era un show con personajes a sueldo que hacían el papel de los enfermos curados.

La historia de las iglesias serias y confiables que llegaron a Bolivia tiene sus peculiaridades; fueron perseguidas, apedreadas, escupidas, “discriminadas”, no fueron fáciles de construir porque el celo del catolicismo por controlar a sus fieles hasta se hizo cruel en algunas circunstancias. Sus misioneros, pastores y obreros tienen mucho que testimoniar sobre estos pasos iniciales; pero finalmente se consolidaron. Ojo que aquí no se debe olvidar el mensaje bíblico de: “por sus obras los conoceréis”.

Dentro de los líderes evangélicos bolivianos muchos se destaca por su fe, su entrega, su convicción y decisión de llevar la buena nueva  hacia lugares recónditos; muchos de ellos ya partieron al “encuentro con el Señor” como suelen decir en sus ceremonias fúnebres. Entre ellos vale la penar mencionar a un nombre: José Manuel Choque Chambi, originario Kakachaca (Oruro), pueblo aguerrido nunca colonizado por los españoles; pero enemistado con los Jukimanis y alrededores que se enfrentaban en batallas campales hasta hace poco.

José Manuel fue un hombre que aprendió el evangelio en el Instituto de Karachipampa, cerca a Quillacollo de Cochabamba, ya pastor recorrió muchas partes de Bolivia, entre ellas el norte de Potosí donde levantó iglesias que hoy están afiliadas a la Unión Cristiana Evangélica, UCE, que tienen el lema de: “Cristianos fieles para con Dios, ciudadanos honrados para con la patria”.

Fue el semillero de la UCE en Potosí y dirigió el Instituto Bíblico de San Juanillo, en Sucre, recorrió con su mensaje en varias partes de Santa Cruz, Cochabamba y la semana pasada pudo decir: “he recorrido la buena batalla” y se acogió al descanso eterno.

La diferencia es que nunca vivió en palacetes, lujos u obtuvo beneficios de los fieles, cumplió su misión: predicó el evangelio con su ejemplo.

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ESCUELA Y ACREDITACIÓN CIUDADANA

Mario Mamani Morales

El país ha sido sacudida con informaciones macabras de asesinatos, violaciones, suicidios y otros producidas en las últimas semanas,  se involucran como principales protagonistas a personas no mayores de 20 años, es decir, gente joven que se supone que es la riqueza humana en la actual sociedad.

¿Quién acredita que una persona esté dentro o fuera de la sociedad? ¿Cómo se adquiere la ciudadanía? ¿Es suficiente tener una determinada edad y ya? ¿Cuándo llegamos a tener competencias plenas para participar como miembros plenos de la sociedad? ¿Se califica el cultivo pleno de las habilidades críticas para la corresponsabilidad social? ¿Tiene que ver en esto la educación o escuela? ¿La propuesta de la educación productiva y sociocomunitaria está orientada a disminuir hechos delictivos? ¿Tendremos pronto una mejor comunidad?

Las últimas propuestas de seguridad ciudadana se orientan a construir más cárceles seguras, estaciones policiales integrales, el indulto presidencial para aminorar el contingente de presidiarios, el uso de manillas sofisticadas y control satelital para arresto domiciliario, que en las penitenciarías no pernocten niños y muchas palabras escritas en conclusiones; mientras tanto, la sociedad cada vez más está convulsionada en hechos delictivos.

Seguramente que las ideas así propuestas están bien, pero no se tiende a atacar la raíz del problema que es la familia, la escuela o la educación. Toda persona tiene una trayectoria social que se constituye en la experiencia previa tan renombrada por los pedagogos y sociólogos de los últimos tiempos,  he ahí la famosa teoría constructivista.

En la realidad, las generaciones que oscilan en los 15 y 20 años son producto de esas teorías, adicionado a la crisis o transformaciones ocurridas sobre la concepción de familia, las responsabilidades compartidas de papá y mamá que deben salir a trabajar para poseer lo que “una buena familia debe tener”.

Entonces se acrecientan las familias destrozadas por el divorcio, las familias monoparentales, la libertad para los hijos que se trocan en la influencia de la televisión, el chat, las famosas redes sociales y lo peor, los juegos en red donde se convive y crece con la violencia, el mundo de las pandillas, el machismo absoluto y el poco respeto a los derechos del otro. Mientras lee estas líneas ¿sabe dónde está su hijo o hija y con quién?

La escuela o educación ha dejado de tener parte vital para la acreditación ciudadana, ya no es corresponsable para formar miembros competentes de la vida en sociedad, sencillamente se ha desautorizado al maestro y la maestra o el docente de educación superior para influir en el estudiante, por el contrario, hay que sancionar y estigmatizar al maestro “malo” que quiere tener parte en la vida del alumno, así la educación no desarrolla habilidades necesarias en los ciudadanos que se entregan como miembros plenos de la sociedad.

Por otro lado, nos ufanamos de que en el Estado Plurinacional de Bolivia se presenta una explosión de la matrícula escolar, la cobertura supera las expectativas, es más, la educación es obligatoria hasta secundaria, entonces hemos reducido la tasa de analfabetismo, también tenemos un ejército de trabajadores “independientes” o “informales” con título universitario que deambulan por nuestras calles porque se niegan a emigrar, todavía tienen esperanzas en su patria para no ser sirvientes en otras partes. ¿Un pueblo educado no tiene una sociedad más segura y con índices mínimos de delincuencia?

Con los cambios que se producen en el país, la educación descolonizadora, productiva y comunitaria se constituye en un derecho y obligación para los niños y jóvenes, se prevé transformar el carácter colonial del Estado con la formación de recursos humanos con sentido comunitario, productivo e identidad cultural, para promover una educación libre y liberadora donde se practique la intra e interculturalidad, hasta aquí, todo bien, pero falta cimentar valores específicos en base al “ama sua, ama k’ella y ama llulla”, que sólo queda en teoría.

Si las familias ya están mal por la situación económica y social, la escuela también está peor porque se entiende que sólo es un botín político para el partido en función de gobierno; contrariamente a los maestros y maestras que quieren alcanzar la licenciatura se les insiste en lo “holístico”; mientras tanto la sociedad está sacudida por hechos cada vez más tenebrosos.

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LAS CANCHITAS

Mario Mamani Morales

Es sorprendente avistar en cualquier parte del país las famosas y criticadas “canchitas” de césped sintético y no pocas construcciones de deportivas, llámese coliseos o multideportivos, diseminados por los municipios y en lugares que antes era imposible imaginar esa construcción; pero lo que no se ve es que haya la práctica del deporte en la mayor parte del día o la noche.

Hay coliseos en área dispersa cuyas llaves no se sabe quién las tiene; pero se abre para acciones políticas, ampliados e incluso fiestas patronales o populares y no para el deporte organizado, sistemático y alentado por las autoridades de la comunidad; es más, a veces es un lujo pisar ése pasto o jugar bajo techo el deporte favorito, porque además hay que pagar el uso de la cancha, el arbitraje, las tarjetas de castigo. No es raro escuchar eso de que “para jugar hay que pagar”.

Las “canchitas” son bienvenidas en cualquier parte al igual que los coliseos bajo techo, lo que está haciendo falta es que se considere a esa infraestructura como una inversión y no un gasto; esto implica además tener una política municipal o comunitaria para su mantenimiento, su preservación, su cuidado y sobre todo el uso adecuado y de beneficio para la misma niñez, juventud y personas de toda edad que pueden practicar deporte.

Haría bien al recreo nacional que exista un seguimiento a niños y jóvenes que descollen en todas las áreas de ejercicio y que los “dueños” sean los municipios o gobernaciones de tal manea que los “pases” no sean negocio de vivillos como ocurre en la actualidad, así tendríamos un semillero de valores y además una especie de banco de datos para elegir a los triunfadores. El deporte no sería cuestión de camarillas y oportunistas, sino de gobierno y Estado.

Ahora no es cuestión de rasgarse las vestiduras de quién o cómo se construyeron esos coliseos y canchitas, lo cierto es que ahí están y necesitan actores propositivos para su uso beneficioso; hace falta apoyar, crear, fortalecer las ligas o liguillas, asociaciones u otras organizaciones para fomentar la práctica muscular, ahora más que nunca que estamos faltos de representantes nacionales en todas las áreas deportivas, esto hasta en el fútbol, el más popular del deporte.

Cuando el avance de la sociedad hizo posible la participación popular y se crearon municipios y se les asignaron recursos económicos por el número de habitantes, lo primero que hicieron las autoridades ediles fue comprarse camionetas lujosas cuatro por cuatro para pasear a sus representantes, muchos los volcaron, otros enfrentaron procesos y no pocos pagan errores en la cárcel; luego vino el boom de la construcción de plazas, plazuelas, alguno que otro ambiente escolar y las “canchitas” de  cemento;  los negociados con los contratos estaban a la orden del día. Queda eso de: “el quinciño” porque el edil exigía el 15% del costo de la obra para su adjudicación. 

Cuando algún mandatario nacional visitaba la comunidad, era gran cosa que regale algunas palas, picotas o azadones, no más de 100; pero el discurso era elocuente: engaño, mentiras y promesas de desarrollo, de industrialización de esto y de aquello. Si esas peroratas se hubieran cumplido, el país estaría hoy diseminada de industrias agrícolas y productivas en el altiplano, valle y oriente.

Ahora esas picotas y palas se trocaron por tractores, no debe haber un municipio donde no se tenga un tractor agrícola que se convierte en multiuso, adicionado a que también se lleva agua a lugares hasta hace poco inhóspitos; pero hace falta alentar la producción de tal manera que no sea dinero arrojado al viento ni se repita la experiencia de las famosas ONGs, que se limitaron a limpiar acequias; pero en los informes a los financiadores del Norte o de Europa se les mentía con que se había hecho kilómetros de captación de agua, sembradíos u otros, con apoyo de fotos montadas con campesinos harapientos; pero los dueños de las ONGs, viviendo en verdaderos palacios, es fácil verlos en las ciudades.

Las “canchitas”, los tractores, el agua y la energía eléctrica no pueden quedarse sólo como adorno en nuestras comunidades, hay que crear conciencia de inversión y producción; deporte, trabajo e iniciativas ascendentes es el ejemplo a seguir para ser más libres.

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ELECCIONES SIN EVO

Mario Mamani Morales

La discusión en torno a la candidatura de Evo Morales a la reelección presidencial en Bolivia sube de tono y cobertura no sólo en el país sino en esferas internacionales, así hay sectores que alientan esta propuesta y otros que la combaten; por detrás hay mucho que perder y ganar porque se trata de intereses no sólo económicos ni políticos, sino de poder.

Veamos la posibilidad de que el actual mandatario no es candidato a la reelección en los comicios del próximo año. La realidad muestra dos horizontes: la oposición y el oficialismo en una lucha encarnizada por llegar a la silla presidencia, los curules en la Asamblea Legislativa Plurinacional (parlamento), ministerios y el control de las empresas productivas del país.

Si Evo no es candidato, entonces el MAS-IPSP se bifurca porque sencillamente no hay un líder visible que pueda ser capaz de mantener la unidad en torno a la política de “cambio” que, como todo hecho humano, se desgasta, se debilita o puede mostrar una fuerza que no tendría mucha duración en el tiempo ni en la sostenibilidad; está claro que existen muchas escisiones al interior de la agrupación gobernante.

Está visto que entre los líderes que se afianzan en las organizaciones sociales hay angurria de poder disimulada. Sin el “hermano” Evo no pocos saldrían a la palestra como los genuinos militantes y sustentadores de los cimientos del Instrumento Político, entonces se produciría la hecatombe, adicionado a que quiénes hoy son sus líderes, con algunas excepciones, tienen pasado político en los partidos tradicionales, de cuyas fuentes saltaron hacia la concepción de que siempre hay que ser gobiernistas y los marginaron a los originarios masistas que ya no están en la cabina del carro.

Volverían a tener vigencia aquellos que se alejaron, voluntaria o involuntariamente, del Instrumento, pedirían mayor dominio los “librepensantes” o los “libreopositores”, no hay que olvidar que los hombres y mujeres, ayer fuertes en el MAS-IPSP, no pierden sus esperanzas de volver al redil si se retomara los verdaderos principios de la agrupación. Difícil concebir al Movimiento al Socialismo sin el liderazgo presidencial de Evo, se acepte o no, mantiene el epicentro de mando para contener estas pugnas.

En la oposición los hechos demuestran que los tiempos no son los mejores; primero porque no hay un partido político visible, tradicional o no, que tenga poder de convocatoria y despierte el interés del pueblo que  motive a consolidarlo; segundo, porque no hay un líder que por lo menos cautive con oratoria fingida y demagógica la atención de los votantes.

La posibilidad de conformar un solo frente para las próximas elecciones, sin Evo o con él, en el lado de la oposición está ni siquiera color verde, pues en el momento de decidir quién va a la presidencia y a los otros cargo considerados importantes en el esquema del Estado Plurinacional, se derrumbaría como una construcción hecha de naipes; ya que todos los que merodean en esta cancha se sienten presidenciables, amén del dinero que podrían aportar para asegurarse réditos si llegaran otra vez a Palacio.

¿Cuál sería la realidad, mientras tanto, en el pueblo? ¿Aparecería en este escenario, la harina para el pan nuestro de cada día que ya es escasa? ¿La economía sería la que es en la actualidad, moderadamente tranquila? ¿Se mantendría el principio de la no discriminación? ¿Bajarían los sueldos de 40 mil ó 50 mil bolivianos en algunos sectores o los nuevos gobernantes se igualarían o superarían estas cifras? ¿Qué ocurría en los gobiernos departamentales y municipales?

Lo cierto es que Evo no es imprescindible, no hay poder que dure ni se mantenga por tiempo indefinido, la historia de la humanidad así lo demuestra, porque cayeron fuerzas mucha más universales en su proceso y fueron juzgados, encumbrados o eliminados por la misma humanidad; pero: todo tiene su tiempo… pasará.
Bolivia pasa por un buen momento económico porque es un Estado bendecido con ingentes recursos naturales, la situación económica por la que atraviesa es favorable, no es un Edén porque aquello es una utopía; pero todavía nadie se ha muerto de hambre y la visión de país construido entre todos puede consolidar para que aquello nunca ocurra y todos tengan acceso a salud, educación, vivienda y seguridad. ¿Es cuestión de candidato?

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LA REALIDAD LABORAL

Mario Mamani Morales

Una de las grandes debilidades de nuestro Estado es la falta de de creación de empleo digno y permanente para una población económicamente activa que cada año necesita incorporarse al mercado laboral; pero las oportunidades son restringidas porque sólo se favorece al que tiene padrino.

¿De quién depende que se abran las posibilidades de empleo en el sistema estatal? ¿Dónde buscar padrino para una recomendación? ¿Es suficiente estar capacitado y tener título para tener cargo? ¿Vale la pena “quemar las pestañas” en los Institutos y Universidades para tener la oportunidad de un trabajo productivo y que permita un ingreso digno? ¿Se acabó el cuoteo o botín político de todos los cargos públicos que era costumbre en los regímenes políticos que las caracterizaban las décadas anteriores? ¿Hoy se está seguro en el lugar de trabajo y se tiene protección social y familiar?

A diferencia de los gobiernos de turno anteriores, cuando el empleo era decisión absoluta de los jerarcas del partido político en función de gobierno, hoy la disposición es de los líderes de las denominadas “organizaciones sociales”. Tener su aval significa tener posibilidades de acceder a un empleo, sea en educación, salud, administración pública o cualquier dependencia estatal.

También los dirigentes sindicales, ya sean departamentales o nacionales; ligados al régimen actual en el poder, actúan como organizaciones sociales que deciden los puestos. “No hay cargo sino no es decisión política”, se afirma sin ninguna reparo, pues las convocatorias que se publican ya tienen nombre y apellido, aún el candidato no tenga el perfil requerido.

Una mirada a cualquier parte del país nos permite constatar que la economía informal ha tenido un crecimiento agigantado, quienes hacen estadísticas afirman que más del 65% de los trabajadores en las ciudades son informales y generan una economía superior al 67% del Producto Interno Bruto, PIB,, esto es un problema estructural para el Estado.

Sucede que en el mercado informal no se desarrollan las capacidades productivas, sólo se encuentra posibilidades de intercambio comercial; pero no con lo que en el país se produce sino por la vía del contrabando y especialmente con la venta y reventa de ropa a medio uso venido de otras partes, adicionado la chiflería, que  se asienta en las calles y plazas principales de nuestras ciudades.

¿Quiénes están en esta economía? Ya no son aquellos que tradicionalmente eran comerciantes; sino están ahora sumidos en el negocio profesionales con título de todas las áreas que tienen como mercado seguro en la clase media para arriba, clientes que por celular preguntan cuándo se abrirán los fardos recién llegados donde se podrá hacer una buena selección y… de primera, amén de los miles de calles donde se ofertan prendas a un boliviano o cinco, según el pecador.

Con esta realidad de “mercado” es probable asumir que ya existan más vendedores que compradores en todo nuestro Estado plurinacional, es más, en los emprendimientos informales están incorporados casi todos los miembros de la familia: compra, mercado, distribución y consumo. Ya desde niño se aprende el círculo del negocio.

Es una política económica asumir el criterio de que el gobierno no sea generador de trabajo dependiente del Estado, más bien debe alentarse el autoempleo donde se desarrollen talentos y capacidades productivas y que a su vez se permita captar la mano de obra, calificada o no; pero en los hechos esta idea sólo queda en anuncios o publicidad porque no se advierten sus frutos por falta de una diversificación de la economía nacional, la realidad es que el Estado sigue alimentando la importación y la balanza de pagos es desfavorable para el país.

El sistema económico vigente, que no es nada diferente al libre mercado neoliberal, no cambiará en los años próximos, estaremos igual o peor el 2025, pero debe ser un desafío asumir una política de Estado incorporar en los planes que se advierten una visión del empleo digno, con igualdad de oportunidades reales y no a base del padrinazgo y la militancia en la politiquería que se ha venido arrastrando desde hace tiempo.

Fuera de lo informal se debe abrir posibilidades de realización en las cosas de Estado no en base al cuoteo y el padrinazgo sino sustentado en la cualificación y la capacidad de aporte al desarrollo, que es marcar la diferencia.

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HABLEMOS DEL MAESTRO

Mario Mamani Morales

Según ha venido avanzando en el tiempo, el concepto de “maestro” ha venido cambiando y de aquél “apóstol de la Educación”, querido, admirado y sobre todo reconocido hoy se reduce a simple “trabajador de la educación”,  la Escuela donde se formaba también ha evolucionando y ya no se forman maestros, sino técnicos superiores y pronto sólo habrán licenciados.

Su corresponsabilidad dentro de la realidad nacional era casi decisiva, los padres de familia le atribuían la segunda paternidad, la maestra y el maestro tenía plena autoridad sobre el estudiante, por tanto merecía respeto, en ocasiones más que a los propios progenitores. Ir a la escuela sin haber hecho la tarea era imperdonable, motivo de severa llamada de atención y castigo hasta físico. La escuela era entendida como “cambio de conducta”.

Cuando el pedagogo George Rouma funda la Escuela Normal en Sucre, el 6 de junio de 1909, se propuso como tarea formar maestros para una escuela científica, reflexiva, analítica para hacer que los alumnos experimenten, comparen y razonen por sí mismos. Es en homenaje a esta fecha que en Bolivia se recuerda el “Día del Maestro Boliviano”.

Por un lado siempre se criticó la instancia de selección de recursos humanos para ingresar a la Normal, hasta la década de los 80 no era fácil el acceso a la carrera docente, en los últimos años, basta una huelga de hambre y ya está, no importa la carrera o área de formación a elegir, lo importante es tener matrícula y también con algunas huelgas adentro, se conseguirá el título de Técnico Superior en Educación, parece que será igual para ser licenciado, mención que ofertan ahora las Escuelas Superiores de Formación de Maestros.

Ya dentro del ejercicio docente, la experiencia demuestra que el maestro y la maestra ya no tienen la autoridad en la escuela: un padre de familia que recibe el boletín con bajas calificaciones increpa a la maestra por este hecho, no al hijo; si ésta llama la atención con voz un tanto firme a la alumna o alumno, entonces la madre o el padre acude inmediatamente para pedir el cambio de la profesora por abusiva y mal trato, si llega a los medios de comunicación masiva, entonces se destruye la imagen del o la trabajadora en educación.

Nuestra sociedad está como está porque la escuela ha perdido su rol vital de la formación del carácter, la personalidad, la cultura, el civismo, el sentido de pertenencia social y de patria; influyen más los contenidos de las tecnologías de información y comunicación como la televisión, el navegar en las páginas sociales y los millones de datos que allí se encuentran cuyo control es ajeno el padre y la madre de familia, es que la sociedad de consumo que nos hemos inventado exige que ambos estén luchando por traer el pan diario a casa.

En los hechos, cualquier propuesta de educación debe ser buena pero si no se trabaja en conjunto, cualquier ley será un fracaso; la educación de los futuros ciudadanos no es cuestión de si es un técnico superior o licenciado esté en el aula; sino considerar la profundidad de la influencia de la misma sociedad: hoy la Ley 070 “Siñani-Pérez”, avanza por un camino, la realidad por otra distinta, lo socio-comunitario, productivo y descolonizador no está presente en el ámbito que se respira, es este factor donde no se trabaja.

¿Lograría resultados significativos el maestro de antes si hoy estuviera presente? ¿Cómo aprovechar el “rincón del vago”, “tareas fáciles”, “investigaciones a la mano” y otros que tienen más poder que el docente? ¿Sólo se trata de aprobar al alumno para evitarse de problemas con las organizaciones sociales? ¿Las organizaciones sociales se mantendrán siempre en serenos de la escuela y del trabajador en educación? ¿Habrá discursos aduladores e hipócritas para el maestro en su día?

Sea como fuere, todavía estamos a tiempo para reflexionar en colectivo sobre la realidad de la escuela, repensar en la tarea docente, la profundidad de su corresponsabilidad con la sociedad ligado a lo económico, cultural, social y sobre todo lo humano que hace a la tarea de la educación, para hacer que quienes pasan por las aulas del saber contribuyan al desarrollo del Estado y su perfeccionamiento antes que su destrucción, ¿será posible en la concepción del maestro actual?

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