A ojos vista

CIBERESPIONAJE

Mario Mamani Morales

Todos amamos nuestra libertad y nuestra privacidad. En muchas Constituciones de Estado del mundo se halla consagrado el respeto a la intimidad de la persona; pero con el avance de la tecnología somos objeto de control y seguimiento de todas nuestras acciones y comunicaciones, inclusive  las más personales.

La Biblia menciona que con el avance de la ciencia, habrá un momento en que todas las personas llevaremos un número de identificación y que sin él no podremos comprar ni vender, es decir, nuestras acciones estarán controladas por dígitos de identificación, será la vía de tener relación con nuestro entorno: la sociedad. Este tiempo, ya llegó.

Las Nuevas Tecnologías de Información y Comunicación, NTICs, permiten hacer eso. De la forma más sencilla, miles de millones de llamadas telefónicas, los mensajes electrónicos, los contenidos en chats, las visitas a internet, ya sea en un café, un servicio público, el tablet o el celular, son espiados, seguidos y archivados.

Ahora es posible que cuando compramos un computador, llevamos a casa y es de uso familiar, tenemos el medio con el que somos cibercontrolados, pues el equipo ya tiene un programa secreto que está en comunicación con grandes agencias de espionaje, permitimos que todo cuanto hacemos, decimos y recibimos a través de esta tecnología, sea seguido y controlado. Vivimos la era del ciberespionaje.

Cuando los medios de comunicación lanzaron la “primicia” sobre los pinchazos a las comunicaciones de mandatarios de Estado, (y siguen siendo noticia), es como decir que “nosotros estamos de ida, ellos ya están de vuelta”. Recuérdese que quien tiene la información, tiene el poder.

No nos hagamos al inocente de que no sabíamos de cómo funciona el mundo del espionaje. Todos espían a todos, pues se trata de poder. Se ha dejado lejos al “Agente 007”, ahora es la tecnología la que manda. No todo lo que ha inventado el hombre es malo, sino cómo se usa, para qué fines y con qué objetivo.

Con eso de la lucha contra el terrorismo, el país más poderoso del mundo,  (porque tiene en sus manos la información), Estados Unidos de Norteamérica, ha creado la Agencia Nacional de Seguridad, NSA, que ha minimizado la fama de otras agencias, como la FBI cuyas acciones apasionan a muchos en el mundo del espionaje llevado al cine, este nuevo centro de control del mundo puede interceptar hasta dos millones de comunicaciones alámbricas o inalámbricas al minuto, así, a través de programas secretos, el gobierno de Estados Unidos tiene al instante la vigilancia de las comunicaciones de millones de ciudadanos en el mundo.

No se requiere tener mucha inteligencia para deducir que Bill Gates, el hombre más rico del mundo y el rey de la informática, vive en Estados Unidos, por tanto toda su capacidad de investigación está puesta al servicio de su país, pues los principales servidores como Microsoft, Yahoo, Google, Facebook, PalTalk, AOL, Skype, YouTube,  Apple, casi la totalidad de las redes sociales están en el poderoso paísdel norte.

En el mundo de la informática, el medio de poder y control del mundo que es el software privado, está superdesarrollado y precisamente en manos de Bill Gates, él tiene el mando sobre la seguridad, independencia y confidencialidad de todo cuanto circula en el ciberespacio, por tanto, el instrumento de espiar al mundo. Cuando usamos el software privado, dejamos que nos controlen. ¿Acaso no estamos pegados al Windows?

Ahora bien, frente a esta realidad, hay otra corriente que está a la autodefensiva, en busca de desarrollar lo que se ha venido en denominar el software libre, ya existen algunos servidores que no dependen de la tecnología de Gates, poco difundidos y aprovechados; pero también instrumentos de contrarrestar el espionaje. Es la competencia de espiar al espía.

En nuestro país sólo el 9,45% de nuestra población tiene acceso a internet; pero eso no nos libra de estar controlados, pues el 71,59%  de nuestra gente tenía celular hasta diciembre del 2012, ahora debemos ser más, entonces también los bolivianos somos sujetos de ser espiados, todas nuestras conversaciones pueden ser oídos, grabados y archivados, más ahora que estamos en la mira de convertirnos en el nuevo Afganistán, bajo amenaza de ser intervenidos por fuerzas extranjeras, so pretexto del terrorismo, ¡Vaya paradoja!... 

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LUCHA Y DEMOCRACIA

Mario Mamani Morales

Hace días fueron reconocidos y homenajeados quienes formaron una asociación de detenidos y perseguidos políticos, especialmente en las épocas de las dictaduras militares, que a su turno se sucedieron en el país  desde principios de la década de los 70 hasta la década de los 80 del Siglo pasado. No estuvieron todos ni son todos que los deberían estar; pero la gratitud fue un acto significativo.

Sin nombrar a ninguno en particular (por temor a las odiosas omisiones), se tendría que también convocar a los que en esos años trabajaban en las radio emisoras mineras, eran los luchadores incondicionales por la libertad, la justicia y denunciaban a voz fuerte los oprobios de las dictaduras, las masacres, las persecuciones y la custodia camino del exilio de cientos de bolivianos.

En el sur estaban las radios mineras de Ánimas, Siete Suyos, Chocaya, entre otros, liderados en el éter por Nacional de Huanuni, las emisoras de Uncía, Llallagua… no pocos fueron acallados a fuerza de bala y sufrieron la destrucción de sus equipos. Al poco tiempo, igual la señal rebelde se oía en onda corta o en onda media.

Sus trabajadores no siempre eran mineros, sino hijos de ellos, muchos cursando Universidad del interior, otros, ciudadanos de la calle pero comprometidos con la reconquista de la democracia, no pocos ya habían tenido experiencias en micrófonos de las ciudades. Eran tiempos de batalla contra la usurpación del poder, el nepotismo, el abuso y el desafío de “andar con el testamento bajo el brazo”.

En el septenio de los 70, con Bánzer y su camarilla, quienes se oponían a la “orden, paz y trabajo” eran calificados de comunistas, muy bien clasificados en la persecución dentro del “Plan Cóndor” que arrasó en los países del Sur. ¿Cuántas familias tuvieron que soportar el terror de la persecución?

Los hijos de esos valerosos hombres seguro que recuerdan hoy como los mastines de la represión ingresaban, generalmente en altas horas de la noche, a viviendas de los dirigentes mineros, universitarios o cualquier ciudadano de a pie; pero sospechoso de “rojo” y subversor, tenían que trepar la pared hacia la casa del vecino y escapar, a veces el colindante no siempre era amigo o no se quería comprometer, entonces ocurría la detención, la pateadura, los vejámenes de toda laya. De esto ya se ha escrito bastante.

Lo que queda, es que muchos de los más sádicos perseguidores del pueblo tienen hoy a sus hijos disfrutando de la democracia, no pocos son oficiales de la policía (inclusive en puestos de importancia en nuestras ciudades), otros en el ejército y los dogos de ayer, como si nada, tranquilos, mezclados en la ciudadanía; pero la memoria del pueblo siempre los tiene en la mira. Pasan por la vida, como lo que son. Si ellos escribieran todo lo que les cupo hacer, nuestra historia sería más interesante, esclarecedora y llevaría a señalar con precisión de quienes fueron los serviles para hacer gemir al pueblo. No olvidemos que todavía existen cientos de desaparecidos de aquellos tiempos.

Un amigo, uno de los homenajeados, me encontró en la calle, se emocionó al verme y me comentó que “muchos de nosotros no tuvimos el coraje de seguir en la lucha dentro de la democracia. Nos patearon, torturaron y exiliaron; pero hasta ahí llegamos”. Me quedé pensando y me dije, verdad: ellos deberían seguir liderando la lucha aún después de la conquista de la democracia.

Dentro de la pléyade de los luchadores, dando la cara al dictador, falta nombrar a muchas mujeres, ellas también estuvieron ahí, codo a codo con el camarada, siempre en la clandestinidad, por estrategia, buscando día a día proteger y asegurar la comunicación entre diferentes puntos anónimos; pero si eran detenidas: ¡Vaya suerte que corrían…! Esta es la otra página negra de nuestra historia.

No olvidemos que las Madres de Mayo, en Argentina, aparecieron precisamente en la idea de recuperar a las desaparecidas, a sus hijos, que en no pocas veces nacieron en prisión, pero que fueron regalados o adoptados por los represores, algunos volvieron al seno familiar después de décadas. Esa es la historia próxima a nosotros. Otras también estuvieron en las filas de la guerrilla del Che, es la línea que se sigue, ¿o no?

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NOS COLONIZAN

Mario Mamani Morales

La verdad es que en el mundo en que vivimos, por la fuerza o por las buenas, siempre nos colonizan. De forma violenta cuando se invade militarmente   a una región, a un país o a un Estado y de manera sutil cuando ingresan hasta nuestras casas, sin tocar la puerta, tranquilamente, sin darnos cuenta, vivimos colonizados.

El colonizador siempre es poderoso, somete al débil, impone sus reglas y destruye la forma de vida social, política, económica y hasta religiosa en el territorio que invade donde sojuzga a sus habitantes.

Mientras en nuestro Estado Plurinacional propugnamos un sistema de educación comunitaria, productiva, rescatando los saberes de nuestros pueblos originarios, priorizando nuestro idioma nativo porque buscamos una educación libre y liberadora, nuestros colonizadores marchan a pasos agigantados. Veamos algunos casos:

La Cibercultura.- En la colonia y en muchos años de la vida republicana, la educación era un privilegio destinado sólo para los hijos de los españoles, los criollos y los hijos de los caciques; hoy el acceso al mundo de las NTICs (Nuevas Tecnologías de Información y Comunicación) son también un privilegio, porque el poder ahora se encuentra en la red de las computadoras.

Según el censo de población y vivienda de 2012, en Bolivia sólo el 23% de la gente tiene computadora y tan sólo el 9,45% puede acceder al internet. El resto está destinado a ser el analfabeto de este Siglo XXI. Lo que está más difundido es el teléfono celular: llega al 71,59% de la población; pero la mayoría sólo utiliza este aparato para recibir y hacer llamadas, manipular los últimos modelos es para avanzados.

La colonización sutil se expresa en que nosotros sólo consumimos, aceptamos estar dominados por las TICs, no incidimos en su avance, su tecnología, menos podemos crear, lo que en esa cultura llaman, el software: sencillamente no nos dejan ni permiten porque quieren seguir teniéndonos colonizados.

El jeans y la gorra.- Se dice que el pantalón vaquero fue creado en Norte América, precisamente para montar caballo e ir tras el ganado, se patentó y su fama ha llegado a todos los rincones del mundo. Una colonización sutil; pero que tiene su fuerza e impacto. ¿Quién no ha usado alguna vez esta indumentaria? Viene adicionado a las famosas gorras con visera y alguna propaganda de firmas mundiales que se constituye en otro atractivo.

Quienes hoy se constituyen en los defensores de la descolonización, hasta hace poco tenían esta indumentaria; ahora (ojalá por siempre) han trocado por el poncho y el sombrero de ala ancha y se han colgado una chuspa donde tienen la coca que mastican para vista de los afines. Lo malo es que en el mercado nacional lo que da buena plata y tiene venta al por mayor y menor, es precisamente la “ropa americana”, aunque su procedencia no sea siempre el norte.

Los más adinerados tienen su tienda exclusiva a menos de tres cuadras de nuestras plazas en las ciudades, saben qué día se desata el fardo y se apiñan para llevarse la prenda de “marca y de primera”: se plancha, acicala y listo para lucir. Lo nacional se desprecia o es muy caro.

La colonización por esta vía está en cientos de aceras en los mercados populares, las ferias, plazuelas y se han abierto distribuidoras y tiendas que mueven mucho dinero.

Nuestra descolonización.- Así como van las cosas: ¿Nos descolonizamos? ¿Fortalecemos nuestra visión ideológica y compromiso social y económico con nuestro Estado Plurinacional? ¿Fortalecemos nuestra cultura? ¿Fomentamos lo nuestro? ¿No está distante la teoría y la práctica cotidiana de asumir lo comunitario, productivo y descolonizador?
Está visto que jamás acabaremos de descolonizarnos; pero si nos conformamos con esta idea dejaremos de tener nuestra identidad, renegaremos contra nuestra cultura ancestral, nos convertiremos en estériles culturalmente, entonces seguiremos siendo la colonia de las metrópolis, ahora cibernéticos.

La educación también debe estar orientada a profundizar la ciencia y la tecnología, apropiarse de las NTICs como instrumento de trabajo para también incidir en ellas, no sólo ser los consumidores pasivos, entonces aquí faltan políticas educativas que se diseñen, implementen y masifiquen desde el Estado en corresponsabilidad con las Casas Superiores de Estudio.

En cuanto a la indumentaria: ¿dónde quedó la decisión de erradicar el mercado de la ropa usada?

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¿ESTAMOS PEOR?

Mario Mamani Morales

Bolivia siempre fue un país expulsor de sus habitantes, millones de sus hijos están en todas partes del mundo, muchos descollando en varios campos no sólo comerciales sino también profesionales y otros rubros importantes de generación económica que favorece al país que los acogió.

Hasta hace poco Argentina era el país de preferencia para la migración. Nadie niega que más de un millón de bolivianos radican no sólo en el gran Buenos Aires sino en todo el extenso territorio celeste y blanco; ahora Chile recibe a otros miles de bolivianos al igual que Brasil donde se afirma que las posibilidades de trabajo son atractivas.

El boom de Europa ya no es la atracción como hace algunos años; igual en el viejo continente se puede encontrar a los paisanos en cualquier parte de la Comunidad Europea; hoy ya no son los que lavan las botellas, recogen ropa en las calles ni tienen que cantar con charanguito e indumentaria del altiplano para pedir monedas en las plazas; se quedaron los que sí descollaron y tienen empleo seguro y pueden enviar remesas a su país.

La migración no sólo es característica de bolivianos, sino igual lo hacen los paraguayos, peruanos, ecuatorianos, mexicanos y de otras partes de nuestra América morena, Estados Unidos, en el norte, también es otro destino migratorio, allí las diferencias raciales disminuyeron pero todavía se siente una fobia al latino al igual que en España donde el calificativo de “sudaca” todavía es común.

Qué impulsa a la migración: ¿el vivir bien o el vivir mejor? Seguro que lo segundo. La idea es salir fuera del país por un tiempo, hacer dinero y la ilusión es volver para vivir mejor. La primacía mental es la familia; esposa o esposo, hijos, padres y parientes que se dejan y la esperanza de “volveré y estaremos mejor”.

Ahora bien, dentro de nuestra realidad boliviana, ¿se vive mejor, se vive bien o ninguno de los dos? Hasta hace poco el país tenía, según la región, a sus “aparapitas”, los “kepiris”, los “runitas” o el “cargadorcito” que con el ponchito o la soga al hombro deambulaba las calles para tener algo que cargar, luego la señora o el “patrón”, le tiraba una moneda y ya.

¿No había tanto taxi como hoy? ¿O no había dinero para el móvil? ¿No estaban nuestras calles y avenidas atestadas de tanta movilidad de toda marca y modelo como se observa hoy? ¿No vive mucha gente mejor que el vecino? ¿No estamos en competencia de quién tiene más? ¿El estatus hoy se mide por la marca de auto y modelo que tienes? ¿No estamos en el boom de las construcciones?  ¿Vivimos bien, vivimos mejor o estamos peor?

La mano de obra se ha encarecido significativamente en los últimos años, especialmente de lo técnico. No hay trabajador que sepa hacer algo y hacerlo bien, que esté desocupado. Donde hay desempleo es en la denominada clase media, los profesionales.

De manera general se ha privilegiado la formación profesional universitaria a nivel licenciatura de las carreras tradicionales, no se ha hecho un estudio del mercado y se ha lanzado licenciados a la desocupación, adicionado a que la carrera se prolonga por muchos años porque se debe alcanza el diplomado, la maestría o el doctorado, (ahora en boga). Ser licenciado es ser el bachiller de ayer, afirman en el mundo de la competencia.

En educación las políticas andan mal, el desempleo cunde porque un maestro o maestra debe atender cincuenta o más alumnos por curso mientras sus colegas no tienen trabajo. ¿No estaría mejor la calidad de formación con pocos alumnos donde inclusive se puede atender de manera individualizada? Como ahora está prohibido dar tareas y reprobar, entonces las promociones y formación secundaria, está como está.

Antes la migración era característica de gente no formada, no profesional, no de la clase media, hoy es esta gente que migra, así Bolivia es la expulsora de cerebros, pierde su capital humano, la más importante porque además cada profesional que se forma en nuestra universidades tiene un costo de miles de dólares per cápita.

La mentalidad es que donde hay salud, educación y trabajo se vive bien, por tanto, una mirada a esta población desatendida, nos haría bien: ocupar a los profesionales.

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"YO SÍ PUEDO" TRANSPARENTAR

Mario Mamani Morales

Tuve el privilegio de coordinar el Programa Nacional de Alfabetización “Yo Sí Puedo” en los departamentos de Potosí y Chuquisaca, respectivamente. Fue una experiencia única e interesante, por un lado por la dedicación y esfuerzo de los equipos de voluntarios y por otra, la mejor, que la gente que jamás tuvo la oportunidad de conocer el alfabeto, veía ante sí cómo se combinaban las letras para formar su nombre.

La gente que estaba comprometida, inicialmente todos voluntarios, realizaban reuniones de coordinación, capacitación en el manejo del método, la manipulación de los equipos, horarios de trabajo e incluso caminar kilómetros para llegar al centro donde la gente esperaba para ser alfabetizada.

Las brigadas cubanas, compuesta por gente joven y entusiasta, no tenían horario para trabajar; los equipos locales conformados por organizaciones como la COD, Federación de Campesinos, Trabajadores Sociales, muchos maestros y maestras jubilados que volvían a la actividad de enseñar; maestras y maestros jóvenes entusiastas para ir a los barrios en las ciudades y a las comunidades más apartadas en el área dispersa…era febril el trabajo.

Faltaban equipos para alfabetizar, en otras la coordinación de la logística recibía el apoyo de los municipios que disponían de vehículos para trasportar los televisores, las cartillas, los paneles solares, técnicos para la instalación en algún punto de trabajo… no pocos municipios proveyeron lo que faltaba; claro que también hubo otras que no les interesaba o que abiertamente estaban en contra de la campaña.

En la responsabilidad del seguimiento y acompañamiento  del Programa, fuimos testigos cómo la gente que no tuvo la oportunidad de conocer el alfabeto, podía escribir su nombre, firmar, hilvanar la lectura de algún párrafo, su esfuerzo por aprender más. ¡Alegría incontenible porque ingresaba a un mundo desconocido…!

Chuquisaca fue el primer departamento que utilizó recursos económicos del IDH para educación. Fue una odisea en los ministerios de Economía, Educación, Parlamento de ese entonces, Prefectura, Brigada…No se tenía experiencia de cómo lograr el desembolso del dinero; pero ya había gente trabajando en los municipios, no sólo en la alfabetización sino también como docentes de aula, los ítemes regulares eran escasos para atender la demanda. Si no se lograban la asignación de estos dineros, la situación hubiera sido grave socialmente porque se trataba de familias que esperaban un sueldo.

Paulatinamente se izaba la bandera blanca en los distritos, los municipios, las ciudades intermedias, comenzaba la competencia para anunciar qué lugar era el primero en ser declarado libre del analfabetismo. Concentración de gente, alegría y gratitud, el abrazo y la sonrisa franca del pueblo más humilde fue lo que se llevaron como recuerdo los voluntarios cubanos, venezolanos y los que nos quedamos, jamás olvidaremos a mucha gente avanzada en años; tomaba dificultosamente, con manos callosas y temblorosas, el lápiz para garabatear en la hoja de cuaderno, palabras que sí podía deletrear. ¡Su emoción era única…!

Lo que pasó después, es impredecible. Seguro que mucha de esa gente volvió a ser analfabeta por desuso, las cartillas no fueron suficientes para continuar; otras se conformaron con saber firmar; pero no pocas continúan en el Programa “Yo Puedo Seguir”. Debe ser otra la historia.

Lo malo es que para incentivar la participación de la gente en el Programa de Alfabetización, el gobierno a través del Ministerio de Educación propuso varios incentivos, desde algún pequeño reconocimiento económico hasta la certificación válida para la calificación de expedientes, con un puntaje de 20 puntos para el escalafón.

Pasado el tiempo, nos sorprendimos cómo personas que jamás apoyaron al Programa, con descaro, ostentaban esos Certificados como alfabetizadores, así lograron cargos jerárquicos en direcciones, distritales; Profocom y otros, puestos que requieren ser respaldados con expediente y así de fácil… ¡Cómo lo consiguieron? ¿Se distribuyeron como volantes? ¿Se entregó por amistad o ruego? ¿No es esto un delito? ¿No es echar lodo a un Programa que sí valió la pena? ¿Quiénes son los responsables…?

En el caso de Chuquisaca, grande fue la sorpresa al evidenciar que en el Departamento no queda ninguna documentación del Programa, “se encuentra bajo custodia única y exclusivamente de la Dirección Nacional de Post-alfabetización del Ministerio de Educación con sede en la ciudad de La Paz”. ¿No debe ser transparente la información de quiénes alfabetizaron, dónde, cuándo y a quienes? Tarea pendiente por aclarar.

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DESAFÍOS DEL CENSO

Mario Mamani Morales

Que la gente se vaya a su lugar de origen para ser censado no es nuevo. José y María cumplían un decreto del Emperador Augusto y se dirigían a su ciudad natal y en el trayecto, nace Jesús, precisamente en Belén donde se refiere que no había hospedaje en esos días por la cantidad de gente que se movía de un lugar a otro.

Una de las críticas que se hace al último censo de población y vivienda realizado en Bolivia es precisamente esto de la movilidad poblacional pre censal, no fueron pocas las personas que, al igual que en la referencia bíblica, se trasladaron a sus lugares de origen para ser registrados allí, entonces los lugares donde se reside habitualmente, justo el día del censo, quedaron deshabitados.

Los resultados finales del último padrón continúa haciendo que se rasguen muchas vestiduras en muchas partes: por el número de escaños en la Asamblea Legislativa, por el presupuesto que se asignará a cada región, los proyectos de planificación, y no faltan otros argumentos, añadido lo político.

El último censo también ha permitido desnudar verdades que se conocían, pero que no se decía en voz alta: que en Bolivia existen regiones expulsores de habitantes y otras que son receptoras. Las personas, desde los albores de la civilización, buscamos lugares donde existen mejores oportunidades para la sobrevivencia.

Por ejemplo, es sorprendente que la población urbana sea igual o mayor que la población del campo; pero esa realidad tiene muchos factores, desde la educación para los hijos, pues se cree que la formación escolar es mejor en las ciudades que en el área dispersa.

No había sido suficiente construir aulas nuevas, ambientes para profesores y tinglados por doquier en el campo para que la población escolar aumente y se mantenga: igualmente la migración campo-ciudad se presenta acelerada. Es que se necesita alguito más.

Para las ciudades expulsoras de población se constituye un desafío para el futuro asumir objetivos comunes y luminosos, no despertar odio en la población, lo que no quiere decir que una determinada gestión sea aplaudida; sino más bien que venga la gente, se asiente e invierta, produzca y genere desarrollo. No hay urbe en el mundo que no haya alcanzado su progreso sin migración, sin distinguir el color, la religión o etnia.

La política de Estado, que se planifique en base a los resultados censales, debe estar orientada a revertir el despoblamiento del área dispersa. Que pase el boom de las “canchitas” y cemento en las plazuelas de la parte urbana provincial, esto no es aporte a solucionar la cultura de la desesperación migratoria, hay otros factores que hacen al conjunto de del bienestar humano para que la gente se quede, se desarrolle y acreciente el amor a la tierra.

Hasta ahora la bonanza económica del que se hace alarde en las estadísticas financieras no soluciona el invierno que castiga a la ropa harapienta de los más pobres, más de aquellos que sí viven tierra adentro y urgidos por la necesidad abandonan todo para trasladarse a la periferia urbana para sufrir otro tipo de explotación y sufrimiento.

Es esta gente, mayoría por cierto, que cuando recibe la visita del Presidente del Estado, mira embelesado porque se siente identificado con él, lo siente suyo aunque no entienda el discurso que el mandatario pronuncia porque ni lo hace en su idioma (ni aymara, ni quéchua ni guaraní, ni otro reconocido por la Constitución); pero, ni duda cabe, es el mejor momento para el humillado, sometido y explotado por más de 500 años.

En este escenario político y económico por la que atraviesa el país, es que debe asumirse la responsabilidad de atacar la migración, de tal manera que allí donde la gente nace cuente con la atención a su salud (que no es una posta sanitaria con una enfermera auxiliar), educación (que no sólo es cancha y tinglado), vivienda pero con todos los servicios básicos, y sobre todo: condiciones para el trabajo.

Facilitar las condiciones para la producción en el agro significa agua, semillas, herramientas, asesoramiento técnico; es decir, que la ciencia e investigación de las universidades se ligue a esa realidad. Los resultados del censo de población y vivienda constituyen desafíos, antes que decepciones.

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ATIZANDO LO POLÍTICO

Mario Mamani Morales

Se advierte que los próximos meses se presentarán febriles con miras a las elecciones de 2014, sucede que 12 agrupaciones o partidos ya están en carrera y algo más de 20 organizaciones buscan ser acreditadas por el Tribunal Electoral, esto implica que los bolivianos tendremos un espectro de algo más de una treintena de opciones para elegir en las urnas, amén de las alianzas, agrupaciones o “juntuchas” que se conformarán para asediar al elector.

Quienes predijeron que los partidos políticos tradicionales y que “gobernaron” en el último Siglo desaparecieron o fueron sepultados, se equivocaron de cabo a rabo, están más bien vivitos y coleando, con los mismos actores, los mismos rostros y la misma actitud oportunista o politiqueros “corchos”: siempre salen a flote, no importa en qué bando; el interés es tener vigencia y llegar a tener poder.

Volvemos a los tiempos en que los partidos políticos pasaban de la veintena para una población votante no más de cinco millones, luego se hacían los arreglos para asirse del poder y el gobierno, a tal extremo que “el que menos piensa, tiene la esperanza”. Los terceros o cuartos peor votados, por esto de las componendas, eran presidentes.

Un poco las reglas ahora cambian porque si no superan el 40% de la votación, entonces habrá segunda vuelta. Ahí cundirá la desesperación de nuestros mal llamados “clase política”. Volverán las ovejas descarriadas al redil; pero pedirán cuotas, querrán ser parte de la repartija del botín que es el poder; otros, como siempre, se vestirán de ovejas siendo genuinamente lobos, o viceversa.

En el espectro presente se advierten dos fuerzas: una que es el oficialismo y otra la oposición. La primera disminuida porque no pocos de sus militantes se retiraron, alejaron o decidieron pensar por sí mismo; la segunda aglutina a todos quienes quieran estar en la oposición, no importa de dónde, ni cómo fuere su pasado político, ya sobresalen los de siempre: oportunistas, tránsfugas, ayer de izquierda ahora de derecha.

Lo que no existe son propuestas claras, precisas y con sustento ideológico, a más de la que sostiene la agrupación que se encuentra en el gobierno, basado en el “Vivir Bien”.

En el pasado Bolivia mostraba clara desigualdad política, económica y social: los “blancos” privilegiados  que se preparaban para ser profesionales, tenían el derecho a la educación; los mestizos sólo podían acceder a ser artesanos, los indios sometidos a la semiesclavitud de ambos grupos, sólo destinados a labrar la tierra y la servidumbre; los de arriba podían masacrar al  pueblo cuando sus demandas de reivindicación no eran atendidas por la razón, también la religión era utilizada para someter a los débiles: los opresores entraban a los hermosos templos de paredes doradas y se lavaban con agua bendita sus manos ensangrentadas y todo bien.

¿Cómo debe ser Bolivia en el futuro? ¿Tener hombres y mujeres de primera, segunda y el tercer patio? ¿Qué las tierras pertenezcan en miles de hectáreas a unos pocos y los demás sean los arrenderos o colonos? ¿Qué los muchos escupan sangre en la explotación y opresión para que pocos vivan mejor? ¿No hemos superado muchas cosas para que esto cambie? ¿Volver a utilizar la palabra indio como insulto y marginación? ¿Cuál es la otra propuesta?

Por otro lado, la situación no puede ser a la inversa, es decir, que los más explotados llegados al poder utilicen la misma mentalidad de marginar al resto, la discriminación y la desigualdad de oportunidades para quienes no piensan igual; bajo nivel de participación de los profesionales y la corresponsabilidad en el manejo de la cosa pública; confrontar a los demás con las organizaciones sociales, donde en su generalidad se hallan los vivillos de antes e igualmente desprecian a los otros.

Las propuestas políticas deben hoy tomar estos aspectos, discursos llenos de demagogia, de engaño y simple tambor que suena, no tendrán eco, salvo que se obre sin responsabilidad y sólo basado en rechazar al otro, de confrontación, de eliminar al oponente sin proposiciones de visión de totalidad.

Las próximas elecciones constituyen en un desafío para los bolivianos, tanto de forma y de fondo, además que los resultados serán una demostración de que sí hemos erradicado el analfabetismo, que significa haber salido de la ignorancia y pensar.

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FRANCISCO Y EVO

Mario Mamani Morales

“¡Santiago y cierra España!” fueron la palabras que Francisco Pizarro gritó con fuerza de sus pulmones para atacar al ejército de Atahuallpa en el valle de Cajamarca, luego del fracaso en su intento de “catequizar” al monarca indígena por el fraile Vicente Valverde. Ocurría en noviembre de 1532, después que la Biblia fuera arrojada al suelo por parte del Inca.

El hecho histórico narrado con propiedad en la obra de Joaquín Aguirre Lavayén, reseña que Valverde presentó el mensaje bíblico, intentando explicar lo de “Dios, trino y uno” adicionado a un pequeño crucifijo de madera donde murió Cristo; pero que Atahuallpa no entendió jamás, menos iba a “adorar a ningún dios que es tres veces uno”; pero los españoles deciden imponer a fuerza del lenguaje de la cruz y la espada.

Valverde, en su afán de presentar el evangelio al monarca inca, le refiere además que debe obediencia al Papa, sucesor del vicario de Cristo, San Pedro; pero Atahuallpa se niega y responde con firmeza que “no obedecerá a ningún otro rey que arrebata tierras ajenas” y que sus dioses son el Sol y la Luna y que él es un Rey libre.

La historia después es bastante conocida: el sometimiento de los indígenas al poder del cristiano español, la mita en las minas, el pongueaje, la servidumbre, el avasallamiento de las tierras de los nativos, la adición al quéchua del “curaj guagua” (hijo mayor) y tanta calamidad soportada a nombre de Cristo.

Luego de 481 años la historia sigue escribiendo sus páginas. Ocurre que dos representantes de aquella realidad ocurrida en Cajamarca, vuelven a encontrarse: el Papa Francisco, vicario de Cristo en la tierra,  y Evo, primer presidente indígena en esta parte de América usurpada por los españoles y lo que ellos representaban.

Europa, incluido el Vaticano, se nutrió con la riqueza extraída de América, especialmente de las minas del Cerro Rico de Potosí, multiplicado en miles los cuartos de oro y plata, ofrecido por  Atahuallpa a Francisco Pizarro, (a cambio de su libertad) su cuñado además; pero igualmente aprobó su ejecución en su afán de apoderarse de las tierras y riquezas del Inca.

Hasta aquí el verdadero mensaje de Cristo, su esencia y significado espiritual no es tomado en cuenta. Ese Jesús de Nazareth se mantiene incólume en su Palabra para los pobres, los humildes, los “sin nombre” de estos tiempos, los “ninguneados”, su mensaje para quienes no “hacen cultura sino artesanía”,  -para seguir la canción- .

El Papa Francisco representa ese mensaje, Evo, representa a los obreros pescadores que Jesús reclutó para ser sus apóstoles, caminó junto a ellos, durmió y compartió el pan con la gente más humilde de su tiempo y sigue siendo hoy. La historia es interesante.

El descendiente del hereje, como fue calificado Atahuallpa,  hoy en amistad con el Papa, sin protocolos de besos en la mano, ni puestas de rodillas ni actitud de sumisión, sino sólo en el propósito de abogar por los pobres, pobres no sólo de cosas materiales sino más bien de espíritu, de cambiar la vida hacia un sentido verdadero de descolonización, de interculturalidad, porque en Cajamarca fue eso lo que ocurrió, encuentro de dos mundos; pero en la decisión de someter al otro, nunca se aceptó y respetó lo que creían, veneraban. Por el contrario, se dudaba si los nativos tenían alma.

El Papa Francisco, por su lado, al sólo adoptar el nombre para ejercer su papado, emitió un mensaje muy cercana a la luz del evangelio de Jesús de Nazareth , en la esperanza de que el mundo vuelva a creer en la Palabra, conmueve a propios y extraños, seguro que tendrá muchos detractores que a nombre de la Biblia y la Cruz hicieron más bien en estas tierras, lugares apartados para éstos y aquellos, tiempos de la colonia; pero hoy sí pueden compartir en la Mesa de Jesús.

Cuando se anuncia que el Papa Francisco llegará a Bolivia el 2016, sin lugar a dudas el mundo verá muchos cambios, es probable que el Vicario de Cristo más bien se pasee por los lugares donde están los pobres de América, los suburbios, se produzca así un verdadero encuentro de dos mundos. ¿La iglesia vuelve a sus orígenes?

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DEBILIDADES COMO ESTADO

Mario Mamani Morales

Si asumimos que todos los bolivianos somos corresponsables de todo cuanto pasa en el Estado, autocríticamente aceptaremos que la llegada del presentador de noticias de CNN, Ismael Cala, la fuga del senador Pinto hacia Brasil, la tragedia ocurrida en la cárcel de Palmasola en Santa Cruz, son algunos hechos que demuestran lo endeble de nuestra institucionalidad.

En el tratamiento de cobertura al caso Ismael Cala, se ha demostrado que algunos medios de comunicación han hecho apología de la soberbia, carácter iracundo e irrespetuoso frente al Presidente del Estado Plurinacional por parte del afamado presentador de noticias, quien en el léxico cubano es considerado simplemente como “gusano”; pero en Bolivia encumbrado hasta lo máximo en el escenario de la noticia.

En ninguna parte de otro Estado se permitiría que un entrevistador haga mofa irreverente del Primer Mandatario de su Nación, porque es cuestión de identidad, sentido de pertenencia y defensa del país en que uno vive y se realiza, además tener el criterio puro de sentido de patria.

Esta es una clara muestra de la debilidad porque se demuestra que algunos hijos de esta patria permiten con facilidad la ofensa a su Presidente, o ¿simplemente debe pasar porque el Mandatario es indígena, no pertenece a la alcurnia de lo tradicional, o la falta de comprensión de que la acera del frente también es Patria?

En el caso del senador Pinto se desvela que varios aspectos de nuestra institucionalidad están débiles: la capacidad de negociación en las relaciones internacionales; la seguridad del Estado porque se recorrieron tantos cientos de kilómetros en un motorizado sin que exista un mínimo de inteligencia policial o militar, aún más tratándose de extranjeros que realizaron una acción operativa seguramente perfecta para ellos; la justicia boliviana que se vio impotente de actuar para sancionar delitos calificados de comunes.

Otra vez los medios de comunicación invaden el escenario informativo con todos los detalles del caso, se ocupan aperturas de periódicos durante varios días con el asunto, los noticiosos abarcan muchas horas y se prevé que esto continuará  porque “eso sí es noticia”.

¿Cuánta gente no quisiera pedir cobijo en alguna embajada y recibir ese trato para poder huir del país? ¿No hay gente encarcelada porque simplemente tomó una oveja del rebaño ajeno para saciar el hambre? ¿Es el caso del senador? ¿No se debe demostrar la inocencia y la inculpabilidad dentro del marco jurídico? ¿Dentro de la iglesia evangélica no se pone en “disciplina” a lo que desobedecen los principios bíblicos? ¿No se debe defender que una persona es inocente hasta que no se pruebe lo contrario? ¿Si alguien sabe que no es culpable, entonces por qué huir?
Otra muestra de la debilidad del Estado es la tragedia en Palmasola, más de una treintena de personas fallecidas. Lo peor, muchas de ellas sin tener sentencia, es decir, se presume que eran inocentes; pero privadas de libertad.

El acceso a la justicia es un tema pendiente y a la vez un desafío para el Estado, no importan aquí la politiquería partidaria, más bien debe ser tratada como una necesidad no de gobierno sino de política de Estado, a la vez urgente porque cada vez las cárceles bolivianas tienden al hacinamiento por las características económicas y sociales en que se desarrolla el país.

Si bien el sustento de una sociedad es la economía, dentro de ésta está concebida la educación, sistema de mediación entre la sociedad civil y el Estado, pero que tiene que estar presente en la realidad organizacional e institucional, de manera que se construya una sociedad fuerte, con soberanía y razón de ser totalmente independiente.

Dentro de la corresponsabilidad ciudadana todos somos agentes de construir el país, fortalecer la institucionalidad en el respeto de los parámetros jurídicos y normativos, pero también de identificación plena con los intereses supremos de país o Estado.

Cuando se trata de los colores bolivianos, independientemente de quien gobierne; pero dentro del marco democrático, todos somos corresponsables de construir el Estado, por tanto, ver los acontecimientos como desde el palco es fácil pero irresponsable, porque así no se asume una identidad ni sentido de pertenencia.

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CONTRADICCIONES EN EDUCACIÓN

Mario Mamani Morales

La política educativa, dentro del proceso de cambio, propugna una educación sociocomunitaria y productiva  y deja por sentada que se está realizando una revolución para transformar la sociedad, lo que no se precisa o no se ha entendido, es qué tipo de sociedad se quiere construir a través de lo “holístico” que se ha puesto de moda.

Mientras que dentro del modelo del “vivir bien” se insiste en la armonía con la naturaleza, la reciprocidad entre culturas y la vida misma, entendida como el valorar y recuperar lo ancestral, las raíces culturales, nuestros saberes y conocimientos –que no es malo por cierto- la realidad en nuestras comunidades es que se aprecia más e insiste en tener bienes de consumo tecnológicamente sofisticados, sin ir más lejos, inclusive en la indumentaria nativa.

Sucede que más bien cada vez el país se convierte en dependiente de estas tecnologías, ahí están por ejemplo los celulares, ya no es posible concebir la vida sin estos aparatos cada vez de “última generación” y que orgullosamente porta nuestra juventud, sea cual sea su origen social y económico, paralelamente nuestro pueblo troca el sombrero de lana de oveja por gorras con logotipos de cualquier cosa y en inglés, pantalones que ayer eran de bayeta y hoy jeans a medio uso, lo sociocultural, espiritual, político y económicos, (holístico) huele a sólo a ideal, el consumismo nos invade.

Ocurre que la indumentaria de nuestras raíces aparecen hoy como en escenarios de horas cívica de escuela, cuando se tenía que actuar se recurría al poncho, al chulu, la ojanta o la aymilla, sin conocer siquiera el origen de las prendas, hoy, nuestros más acérrimos sustentadores del Cambio, se muestran galanes en actos festivos de las ciudades y en público; hasta hace poco, jamás hubieran imaginado usarlos.

Pasada la ceremonia se vuelve a la realidad: tener los más sofisticado  de los electrodomésticos en casa, equipos de sonido con karaoke incluido, la sala amoblada con lo último del mercado, viajes jamás en los camiones en los que realmente transitan los que verdaderamente visten la indumentaria de nuestras raíces. Una cosa es el disfraz y la teoría, otra distinta es la realidad.

En educación hay que predicar lo contrario: ritualizar el trabajo del campesino que no tiene acceso a la tecnología, ir a sus parcelas para calcular áreas, recoger datos sobre producción para motivos estadísticos, medir distancias de caminata y tiempo y otras actividades; pero ¿dónde queda la explicación económica de explotación y engaño de los que se disfrazan con su indumentaria nativa en los actos públicos y luego se apropian de su producción a precios irrisorios?

La educación continúa reproduciendo las desigualdades y no es una acción liberadora de antiguas formas de relación económica y social del verdadero productor y sus explotadores, el contenido ideo-político que se predica no tiene convicciones profundas en los que falsamente las sustentan.

Cuando la educación no estaba avasallada con todo cuanto hoy la rodea, tanto tecnológico, político, ideológico y de mercado, la escuela era parte central de la vida de la comunidad, allí se organizaban las actividades sociales, se planteaban y programaban los problemas cívicos, económicos, hasta de salud y familia, era posible hacer una formación verdaderamente comunitaria; hoy no es más que un pequeño punto dentro del universo producto también del avance del desarrollo humano, por tanto, es necesario rediscutir las contradicciones de la práctica real  en la sociedad y la teoría.

Dentro de la dinámica social, cuando se proyectaba el modelo comunitario y productivo, hace algo más de seis años, se tenía un escenario de país donde la población mayoritaria estaba en el campo, hoy los resultados del Censo último nos echan en cara que son las ciudades las que están atestadas de gente, entonces, ¿cómo explicar de manera convincente la aplicación del modelo sociocomunitario y productivo en las ciudades?

Las contradicciones también radican en que sus promotores y sustentadores, en su mayoría, tienen su sentido de pertenencia a los grupos dominadores de las políticas capitalistas anteriores. La justificación de su conducta actual es que el “vivir bien” nunca propuso reemplazar al capitalismo por otro modelo, sino simplemente aplicar una corriente de pluralismo económico.

Una educación que se sustenta en proposiciones de convicción falsa, es como una pirámide de naipes.

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