Opinion

REINGENIERÍA EN EDUCACIÓN (II)
A ojos vista
Mario Mamani Morales
Jueves, 28 Noviembre, 2013 - 09:55

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Después de la mirada de lo que es la administración educativa a nivel nacional, veamos lo que ocurre a nivel Departamental. Desde hace décadas no se presentan cambios. Prima lo político partidario, el poder de grupos y el menosprecio a los méritos del docente de base.

Los procesos de institucionalización para las Direcciones Departamentales tenían y tienen decisión en base al nepotismo partidario. En el nivel central se espera que el administrador sea un operador incondicional a favor de la coalición encaramada en el poder.

Hubo tiempos cuando el aspirante a ocupar el cargo departamental, antes de su posesión como autoridad educativa, debía firmar una hoja en blanco. Cuando la autoridad así condicionada no atendía los requerimientos del nivel central, entonces se llenaba la hoja en términos de su renuncia irrevocable al cargo y asunto concluido.

La dirigencia sindical también tenía su parte. El “aval y la ascendencia en las bases”, se otorgaba a manera de concurso de popularidad, en la terna estaban los mejores aplaudidos en la asamblea general de maestros; pero  hubieron tiempos en que el sindicato imponía a su candidato luego de alguna muestra de expresión democrática pero alineada en el perfil de la corriente política en función sindical.

Generalmente para el cargo de Director Departamental se sigue tres pasos: un examen de conocimientos, la calificación de méritos y la defensa de una propuesta de trabajo. El examen se responsabiliza a una consultora “independiente” que contrata el Ministerio de Educación, sus resultados son definitivos, no se cuestiona ni se conoce que haya razón, es decir, la nota que se obtiene es la que corresponde.

La manipulación corre en los siguientes procesos: méritos y defensa del plan de trabajo. El tribunal calificador está compuesto por una mayoría de representación del Ministerio y los delegados de ambas Confederaciones: rural y Urbano. Si la dirigencia sindical es afín al esquema de gobierno, entonces seguro que se favorecerá al candidato oficialista. Los sindicatos, departamental y regional, sólo son observadores.

La calificación de “méritos” consiste en la presentación de asistencia a cursos, talleres, posgrado, otros títulos obtenidos, publicaciones, haber alfabetizado, fundaciones de escuelas o colegios y también se toma en cuenta los deméritos que están especificados en el Escalafón del Magisterio. La trampa está en que no se verifica la veracidad de los certificados, ahora con las tecnologías de impresión existen documentos “chutos”, escaneados y fácilmente pasan supuestos cursos realizados en el exterior, diplomados y hasta licenciaturas.

El tribunal valora estos “méritos” según sea el candidato a quien hay que favorecer, previamente ya existe una instrucción desde “arriba” a quien se declarará como ganador o ganadora. El resto es sólo una pantalla o ha servido de tonto útil para justificar la “institucionalización”. Para no herir sentimientos, hubo y hay excepciones.

Hace años este tribunal elevaba un terna al Ministerio de Educación y la decisión se tomaba a este nivel, en las últimas institucionalizaciones se ha designado al ganador o ganadora del proceso, especificado en la convocatoria y su reglamentación.

El mismo tribunal conoce la defensa del plan de trabajo, aquí la nota que se asigna es facultad privativa de los miembros del Ministerio de Educación y las Confederaciones, entonces la ponderación más alta también será para el candidato “de preferencia”. Hechas las consideraciones, ¿quién ganará?

Cuando no gana el favorito oficialista, entonces se negocia. Al legítimo vencedor o vencedora se le “charla” para que no asuma el cargo, se oferta otros puestos y se conoce experiencias de cómo un elegido con anticipación ocupó el décimo primer lugar en la prelación de notas; pero luego de las “negociaciones” apareció en el primer puesto y fue posesionado.

¿Se prioriza así la calidad de administración del sistema educativo departamental? ¿Se toma en cuenta políticas, estrategias, propuestas e ideas para mejorar la educación? ¿Interesan los problemas por la que atraviesa el sistema educativo? ¿Se atiende los múltiples problemas que tiene  el maestro de base? ¿No marcha por otra vereda la administración y por otra muy diferente la política de educación que la base de desarrollo de un pueblo?
Este mismo proceso corre para las autoridades distritales. Existen denuncias de nombramientos sin haber reunido los requisitos. ¿Es verdad?