Opinion

REINGENIERÍA EN EDUCACIÓN (FINAL)
A ojos vista
Mario Mamani Morales
Lunes, 9 Diciembre, 2013 - 12:57

Valorar: 
Average: 5 (1 vote)

¿Cómo se realizan las designaciones para cubrir ítemes de nueva creación? ¿Qué parámetros se toman en cuenta para el traslado de las provincias a la ciudad? ¿No hay personal que está por muchos años en el campo y otros ingresan directamente a los centros urbanos sin conocer provincia? ¿Cuántos son los docentes que están sin cargo y desde hace años? ¿Qué hilos se mueven en estos escenarios?

Esta es la parte en que no se ha hecho ninguna reingeniería administrativa. Es secreto a voces las irregularidades, el abuso, la prepotencia, la impotencia frente a las injusticias. La esperanza de tener un cargo por mérito propio se diluye cuando después de haber comprado diez o más solicitudes de cargo para un determinado distrito, se recibe la respuesta de que “el puesto ya ha sido cubierto”.

Cuando se quiere indagar el por qué de tanta irregularidad, la respuesta del funcionario distrital es: “han sido órdenes desde arriba”. ¿Y quién está arriba? La cadena es larga, difícil de unir los eslabones; pero existe. Es alguien que por esos azares explicados “pisa fuerte en el Ministerio, o en los pasillos de la Asamblea Legislativa o la DDE o finalmente en la dirección del partido político en función de gobierno”.

A nivel local, hay reyes chiquitos, se las saben todas, son técnicos para manejar los hilos junto a la autoridad que se hace de la vista gorda. Hay maestros y maestras que obtuvieron las mejoras notas en sus años de estudio en las Escuelas Normales; pero destinados a dos o tres días de viaje desde la ciudad, otros, bien gracias, casi al frente de su casa. ¿Por qué?

Otra trampa es la calificación de “méritos” para acercarse a la ciudad o tener mejora en el puesto. Los desaventajados siempre serán aquellos y aquellas que están lejos de los centros urbanos, pues no tienen acceso a los cursos de actualización, cursar alguna carrera universitaria, apenas pueden salir de la escuela dos veces al año, entonces nunca podrán “reunir” cartones para los méritos.

No se conocen propuestas del uso de las NTICs para la sistematización de cómo hacer el movimiento del personal. En vano se venden por miles las solicitudes de cargos y los cambios de lugar o destino. Sería interesante saber cuánto se percibe por la venta de estas solicitudes en la administración del sistema educativo y qué finalidad cumple en la actualidad. En cada Distrito Escolar se debería tener una base de datos del personal: lugar de trabajo, años de servicio, especialidad, nivel, categoría, experiencia y también deméritos, si los hubiera, de tal manera que el movimiento se haga en base a estos datos.

También en las Direcciones Departamentales, a través de la Administración de Recursos Humanos, tener todo informatizado, transparente y colgado a la página web del Ministerio o por lo menos a nivel Departamental, que todos puedan tener acceso a esa información. Por ejemplo, saber cuántos postulan al Distrito X y cuántos al Distrito Y, así uno podría saber qué posibilidades tiene para encontrar cargo.

Con esto de la computación, podría transparentarse hasta el último rincón de cualquier provincia, Distrito y la Unidad Educativa: quiénes están, con cuántas horas, qué especialidades y si además están en su nivel.

Por esto de la “muñeca”, es fácil encontrar a maestros y maestras que tienen especialidad de matemática; pero enseñan química, completan con inglés sus horas de trabajo, o viceversa, y así están en la ciudad o en la provincia más cercana. ¿Exageración?

La Ley 070 ASEP no ha sido una varita mágica para erradicar la corrupción existente en la administración educativa, ni lo sería otra legislación si antes no se hace una verdadera reingeniería, real, profunda y significativa. El Ministerio de Educación sabe de las irregularidades; pero no hace nada porque sólo debe dejar hacer y dejar pasar. Conoce, por ejemplo, cómo algunas autoridades institucionalizadas tienen falsos documentos con los que accedieron al cargo, además está consciente del transfugio político de sus funcionarios, porque el proceso de contratación hecho en las Departamentales en el gobierno de Bánzer y el ministro de entonces, Ipiña, sigue intacto.

Para no herir sentimientos, si en algún lugar del Estado Plurinacional hay transparencia, es una excepción.