A ojos vista

EL AGUA QUE SE VA

Mario Mamani Morales

Se anuncia que la temporada de lluvias para este año llega a su final y se advierte que la época de frío invernal está a la vuelta de la esquina. Ya es imposible diferenciar con precisión las cuatro estaciones del año como ocurría antes. Según las predicciones el invierno será largo y crudo a lo largo y ancho del Continente.

Pese a la lluvia caída en el territorio boliviano se evidencia que no ha sido suficiente para acumular el líquido en los recipientes naturales o construidos por el hombre. Al concluir la temporada no se conocen desastres a causa de inundaciones o crecidas de ríos, salvo que uno y otro hecho esporádico a diferencia del pasado año cuando parte del oriente sufrió pérdidas en cultivos, ganadería y la fauna.

Vino después la sequía en muchas partes del territorio nacional ocasionando preocupación del gobierno. Se hizo noticia lo ocurrido en La Paz por ser sede de gobierno y porque además se afectó a la zona sur de la metrópoli, lugar que es habitado por lo más ricos de Bolivia; vaya uno a saber cómo sobrevivieron miles de otras familias pobres de la periferia y las zonas altas donde no llegan los carros cisterna con el líquido elemento.

En otros departamentos también hubo carencia de agua, especialmente en el área rural o dispersa. Muchos animales domésticos murieron en cantidades, la fauna nativa por instinto migró o murió en su hábitat. También se produjo la migración masiva de familias hacia los centros poblados por falta de agua. El último informe del INE que anunció que los bolivianos pasamos a ser más de 11 millones de habitantes, ratificó que el campo se despuebla; la gente vive en mayor cantidad en las ciudades.

¿Qué pasa con los recursos hídricos en lugares generalmente no conocidos? ¿De dónde fluye el agua que luego converge a los ríos que se encuentran en los mapas especializados? ¿Tenemos un inventario de nuestros recursos hídricos, validado y creíble? ¿Se tiene una política pública a largo plazo para afrontar los pronósticos que se hacen sobre la carencia de éste líquido a mediano plazo?

El agua se origina en las altas montañas. Las provincias Lípez, Quijarro, Frías y otros en Potosí tienen recursos hídricos similares que en el Silala, fluyen de los cerros, hacen su propio cauce y dan nacimiento a los ríos. Son vertientes poco o nada conocidos por los citadinos; sólo los habitantes a los pies de esas serranías los visitan y los han bautizado con nombres en su idioma ancestral como Phutina, K´asiri, Willa Kollo, Falsuri, Ñeque Willa, Uma Jalanta y muchos otros; pero esos mismos nativos son testigos de que el agua cada vez es escasa, comenzaron a cercar las vertientes para intentar sólo abastecer a su ganado y el consumo humano familiar.

Hace años el agua fluía potente de las montañas, existían lugares sagrados a los que era prohibido acercarse pero el líquido vital salía limpio y cristalino para irrigar los pastizales donde cogían alimento cientos de animales criados por el hombre como también la fauna andina.

Hoy muchos de estos lugares ya no tienen agua, aquellos riachuelos se han convertido en depósitos de tierra y arena, lugares donde se levanta el viento y golpea las rocas inmensas y juega con la paja brava que todavía se resiste a desaparecer por falta de humedad.

En días de calor en sol es abrazador, las temperaturas son altas como nunca en el pasado, los animales al igual que las personas corren a los arroyos; pero se encuentran con una pequeña hilera de agua donde ayer fue río. Sobrevivir es el desafío.


S-110417

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Maestros: ¡calladitos!

Mario Mamani Morales

El gobierno anunció que los maestros que participaron en la última marcha desde Caracollo a La Paz no recibirán sus haberes. El propio ministro de educación, Roberto Aguilar, amenazó que diez directores de unidades educativas serán enjuiciados por haber permitido la movilización de sus maestros en apoyo a los marchistas. Los campesinos, a través de sus dirigentes de la CSUTCB, piden que la profesión en el magisterio sea declarada libre.

Los directores departamentales, designados sólo por el favor político partidario afín al gobierno, declararon que los puestos de los marchistas serán puestos en acefalía y que la movilización de los maestros es ilegal, que abandonaron de funciones y otros calificativos de desprestigio al movimiento de los trabajadores en educación.

¿Qué quiere el gobierno del magisterio? Que no digan nada, que cumplan los 200 días de trabajo en aula calladitos. Prohibido reclamar algo o hacer alguna crítica a la Ley 070 ASEP, además ya se les regaló (a la mayoría) el título de “licenciados”, por lo tanto, son expertos en la aplicación del modelo educativo sociocomunitario y productivo.

Cuando se diseña una política educativa para un país, la primera pregunta que surge es: ¿qué tipo de ciudadanos queremos formar? Entonces vienen las respuestas: buscar hombres y mujeres libres, cuestionadores de la realidad, plenos en el ejercicio de sus derechos y cumplimiento de sus obligaciones, que sean capaces de alzar la voz frente a las injusticias, todo esto resumido en los fines y objetivos de todo documento educativo.

En los hechos, aquellos que piense diferente, alce la voz, reclame por una injusticia, peor aún si se moviliza cuestionando la realidad, entonces, palo, represión, gases lacrimógenos, amenazas de cárcel, dejarlo sin pan ni sustento. ¡El magisterio debe ser obediente!

Los trabajadores en educación cuestionan la vigencia de la Ley 070. ¿No habría que escucharlos? ¿No son ellos los que están en las aulas y viven la realidad de la aplicación de la norma? ¿Deben sólo asistir a dar clase sin cuestionar nada? ¿No habrá ideas dentro de los profesionales en educación? ¿Es perfecta e irrevisable la ley calificada de “pachamamista”?

La educación no es sólo cuestión de una política de gobierno, más bien concierne a todos, por tanto, corresponsabilidad de todos los sectores que hacen a un Estado. Si uno de los sectores, como el campesinado, exige profesión libre para el magisterio, probablemente sea una propuesta interesante, merece discusión en un escenario de análisis y no sólo discurso traído de los cabellos, porque precisamente gracias a la educación, en las últimas décadas la realidad en el campo ya no es de analfabetismo, la servidumbre, la discriminación; más bien hoy ejercen sus derechos y tienen la ciudadanía plena. ¿Esto no es resultado del trabajo del maestro?

¿A qué país le conviene tener a un magisterio sumiso? ¿Maestros que sólo cumplan órdenes o no cuestionen la realidad? El  profesor debe lograr (enseñar) que sus alumnos piensen, actúen, que defiendan sus derechos, emitan un criterio propio, que sean libre pensantes. Entonces debe dar el ejemplo. Su organización sindical debe ser punta de lanza para las reivindicaciones del pueblo.

La huelga también es un derecho, pero no es cuestión de lanzarla, sino sustentarla, con principios, con la verdad, convicción plena de los objetivos. Si no hay decisión y firmeza de lucha es ser pobre de espíritu, pasar sin sentido por la vida. Y quien templa ese ánimo es el trabajador en educación.

A su vez, la posición y lucha de los trabajadores en educación no puede ser aprovechada por los políticos que perdieron el horizontes y aparecen con discursos de que la “revolución está a la vuelta de la esquina”.

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S-040417

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LOS INFILTRADOS

Mario Mamani Morales

Para mantener el poder los gobiernos recurren a la estrategia de tener agentes infiltrados en todas las organizaciones contrarias al régimen o dentro de los movimientos sociales que buscan reivindicaciones sectoriales o descontento político.

Los infiltrados tienen la misión de mimetizarse en las masas y recabar toda información sobre las decisiones que se toman en asambleas, las marchas de protesta, reuniones políticas u otras situaciones para luego informar a los órganos de seguridad del gobierno para que éste se anticipe a los hechos y tome los recaudos necesarios para sofocar, reprimir o detener dirigentes claves.

La historia de los movimientos populares, especialmente en la política, tienen experiencias significativas cuando éstos infiltrados son los que provocan, hacen explotar dinamita, atacan a los órganos de seguridad, patean puertas o rompen ventanas y las masas se enardecen, cunde un estado psicológico de enfrentamiento y hay desborde incontrolable inclusive con pérdida de vidas. Luego se culpa movilizados y se justifica la represión para lavar la imagen de quien ejerce el poder. El infiltrado tira la primera piedra y se retira. Cumplió su misión.

La historia boliviana está plagada sobre las acciones de los infiltrados. Por ejemplo, la Revolución del MNR recoge experiencias interesantes. Esa rebelión debía explotar en la madrugada del 27 de agosto de 1945 (siete años antes de 1952). Todo estaba preparado y listo para el golpe y bajar al gobierno de la oligarquía de entonces; pero un infiltrado es clave para el fracaso.

Ése día debían tomarse los cuarteles, todas las instituciones del gobierno, los telégrafos que eran clave, asaltar armas y paralizar las acciones del gobierno. Los militantes del MNR estaban listos, tenían el apoyo de muchos militares que estaban en las filas de RADEPA, (una logia al interior del ejército), otros uniformados que no pertenecían a la “Razón de Patria” actuarían al interior de muchos regimientos en todas las ciudades del país: objetivo: tomar el poder.

El gobierno ya había adoptado medidas claves para sofocar cualquier movimiento, tenía infiltrados en la misma cúpula del Comité Revolucionario del  MNR, se trataba del teniente Juan de la Cruz Monje Pinedo que había ganado la confianza de los dirigentes de la Revolución y junto a otro de sus camaradas, Flavio Luizaga, tenían la misión de nada menos que inspeccionar y dar la señal en los centros de concentración de los rebeldes, es decir, de los revolucionarios; pero una vez que llegaban a cada lugar, los emenerristas eran cercados, apresados sus dirigentes y anulada toda reacción. Esto en La Paz, desde donde se tenía que actuar para todo el país.

Juan de la Cruz Monje era informante de la Sección II del Ejército, infiltrado en el mismo Comando del MNR, aprovechó la invitación de Flavio Luizaga para ser parte de la conspiración del MNR,  que aceptó gustoso, y llegó a participar de las mismas reuniones secretas del Comando de la Revolución.

La Revolución del MNR tuvo que esperar hasta abril de 1952 para que finalmente se produzca el hecho más importante para el país que marca un antes y después en la vida republicana.

¿Habrá infiltrados hoy? ¿Cómo y dónde actúan? No es difícil deducir que hay infiltrados tanto en la oposición como en el gobierno. Los partidos políticos tradicionales, hábilmente, tienen cientos de infiltrados en el poder, inclusive en cargos de importancia y fungen como grandes masistas, con discursos radicales más que el propio Evo; su misión es corroer el poder desde adentro, tumbar al gobierno.

A su vez, el gobierno tiene infiltrados en la oposición, las organizaciones sindicales u otros grupos adversos. Los intereses son grandes en cada lado.

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S-210317

 

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FRAUDE EN ALCANTARÍ

Mario Mamani Morales

El vuelo desde Sucre a Santa Cruz ha sido programado para las 7:45 am. Pasajeros desde Potosí ya han soportado al menos tres horas de viaje por carretera para abordar el avión del aeropuerto internacional de Alcantarí en Chuquisaca. Llegan justo a las 6:30 am para realizar los trámites antes del pre embarque.

A esa hora ya hay una fila de personas frente a los mostradores de la línea que debe cubrir el servicio. Hace frío y por fuera llueve torrencialmente, para sorpresa de algunos también caen gotas de agua al interior del brilloso piso de la terminal, con más curiosidad los pasajeros y familiares observan que se han puesto recipientes de plástico, normalmente destinado para basura, como potes de las goteras de agua; de pronto hay otros aquí y allá. Ya se sabía desde el año pasado de esta falla en la construcción y todavía no se soluciona.

La Capital está cubierta de una densa neblina. Para el conductor del móvil desde Potosí ya fue una tarea difícil el transportar con seguridad; pero lleva premura por el tiempo para llegar a hora hasta Alcantarí, lugar donde está emplazado el flamante aeropuerto internacional. No son pocos los potosinos y otros viajeros de terceros lugares del sur de Bolivia que toman el servicio aéreo desde Yamparaez.

A esa hora el personal del aeropuerto todavía no está en sus puestos de labor; pero corre la voz de que el vuelo está demorado para las 8:00, luego para media hora después. La gente está cansada y soporta el intenso frío y la humedad a consecuencia de la neblina y la lluvia. Se aglomeran en los asientos del andén. También hay niños que se distraen con lo que pueden. Las mamás ya no saben cómo arroparlos porque no llevan abrigos o frazadas seguras de que abordarían el avión a tiempo. Ya cunde la preocupación.

La lluvia es intensa, tanto afuera como en ciertos lugares al interior de la terminal, la neblina no cede y cerca a las diez de la mañana finalmente los empleados de la línea área llaman a los pasajeros y les comunican que el vuelo ha sido suspendido para las 17:00 del mismo día. Una señora junto a sus dos hijas pequeñas rompe a llorar porque tiene urgencia de llegar a Tarija después de una escala en Santa Cruz como estaba programado. ¿Ahora qué hago? Se pregunta a sí misma y no tiene reparo en decir que ya no le queda mucho dinero. ¡Que me devuelvan el costo del boleto y me iré por tierra!, dice impotente.

¿No se supone que en un aeropuerto, calificado y publicitado, como internacional los vuelos deben cubrirse durante las 24 horas del día? ¿No se ofrecía mejor servicio en el aeropuerto “Juana Azurduy de Padilla”? ¿Cuánto cuesta ir y venir, todavía en vano, desde Sucre a Alcantarí o partiendo de Potosí? ¿Acaso la lluvia o neblina impide operar con seguridad en un aeropuerto de categoría cosmopolita?

Hace algunas décadas los tres departamentos del Sur: Chuquisaca, Tarija y Potosí, constituían una región fuerte frente al gobierno central para exigir sus reivindicaciones, sus Comité Cívicos compartían sus preocupaciones y no fueron pocas las oportunidades que se movilizaron de manera conjunta para la atención de sus demandas comunes; pero esa unidad se rompió y cada uno se fue por su lado. ¿Estamos bien en el consenso nacional los departamentos del sur?

El aeropuerto en Alcantarí fue un fraude. Potosí lleva décadas luchando por una terminal aérea operable que nunca se atiende. La carretera de Sucre a Santa Cruz es pésima. La terminal terrestre en Sucre sigue en promesa de año.

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S-070317

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POPULISMO Y DEMOCRACIA

Mario Mamani Morales

Los seres humanos que vivimos en sociedad generamos una dinámica constante en todos los ámbitos, especialmente políticos para el control de la economía. Unos buscan vivir del trabajo y explotación de los demás y otros hacer que la riqueza que se genera se comparta entre todos.

Los primeros, aquellos que sustentan la posición de que se debe explotar al otro para vivir mejor, han estado presentes en la historia de la humanidad por muchos siglos, así se han erigido fortunas en base a la fuerza de trabajo ajeno y la apropiación de las riquezas que la naturaleza ofrece, negando el derecho al acceso a ellas a los otros seres que comparten el mundo. Son los denominados neoliberales o derechistas.

Los que piensan que el mundo es común a todos, socialistas o izquierdistas, luchan por arrancar el poder de las manos de la oligarquía para instituir otra forma de vida donde las diferencias entre humanos no sean abismales, en que no sean pocos los que tengan majares en la mesa y millones esperen que caigan migajas para sobrevivir.

En Bolivia, desde su fundación controlaron el Estado quienes creyeron que tenían el derecho de explotar a los demás, haciéndoles trabajar inmisericordemente para el aprovechamiento de las riquezas naturales, usurpando tierras, haciéndose dueño de vidas y haciendas, continuando el sistema económico y político dejado por los invasores mal llamados colonizadores.

En las últimas décadas ese sistema fue impuesto y mantenido a capa y espada, combatido a los “izquierdistas” sin contemplación alguna, miles de pensadores que luchaban por una nueva institucionalidad fueron perseguidos, masacrados, desaparecidos y no pocos arrojados en vida al mar como sucedió durante la vigencia del “Plan Cóndor” que abarcó a varios países del continente, donde reinaba el terror bajo las dictaduras militares y gobiernos de facto.

En esa dinámica constante que crea el pensamiento y voluntad humana, hace un poco más de una década surgen los llamados “populismos” y llegan al poder no por la vía armada sino a través de las urnas, otra forma de lucha contra la opresión, la discriminación, el desprecio del otro por el color de la piel, la procedencia o el apellido; evitar que las riquezas generadas en la patria sean expoliadas hacia otras potencias del mundo, dejando sólo residuos inservibles como se hizo a lo largo de cientos de años.

Esa lucha por el control del poder se mantiene constante, sin treguas, sin límites, sin contemplación alguna; entonces los gobiernos “populistas” de Latinoamérica se deterioran, caen y la oligarquía capitalista vuelve a ascender al mando. Lo último que se ve es la realidad del Ecuador sin Rafael Correa como candidato, la “derecha” muestra una aglutinación importante que puede dar lugar a la segunda vuelta eleccionaria.

El instrumento político de Evo Morales en Bolivia, el MAS, demuestra que tiene la capacidad de movilizar masas en torno a la continuidad de su mandato más allá de 2019 visibilizado en ocasión del denominado “21F”. Es que tiene un plan de gobierno hasta el 2025 y el liderazgo del actual presidente es innegable; pero no se puede negar que la oposición se alza en base a los descontentos originados al interior y fuera de la agrupación gobernante.

El centro de unión en el MAS es el carisma de Evo, sin él el globo formado por multitudes puede explotar en astillas por la interacción de grupos en conflicto al interior del “proceso de cambio”, que significaría la pérdida de poder que sustentan actualmente los movimientos sociales, sindicalistas mineros, campesinos, empresarios arrimados, sectores de clase media y otros que no llevan convicción sino oportunismo.

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S-210217

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CARNAVAL Y PULMONES

Mario Mamani Morales

El Carnaval Minero está en su auge, es sábado 11 de febrero de 2017. Los pacientes internos en el centro de Neumología de la CNS de Potosí, la mayoría provenientes de las Cooperativas Mineras o de la extinta EMUCP, insisten en que el portero aparezca para encender el televisor para ver cómo bailan sus compañeros activos en honor al Tata Kajcha.

Todos son varones. En sus rostros se advierte la huella marcada por el trabajo en los socavones. Los dientes verduscos por los muchos años de acullicar coca y fumar “piltunchos”. Tienen en  promedio 47 años; pero aparentan más edad, casi ancianos. Tienen los pulmones destrozados por la silicosis o “mal de mina”. No paran de toser ruidosamente y es fácil advertir que es un martirio que soportan con resignación.

El “hospital de Neumología”, ubicado en la Av. Universitaria, es un edificio vetusto, casi tétrico. No tiene ventilación menos calefacción. Allí se realizan trabajos de albañilería. Dicen que se instalará un ascensor de la planta baja hasta el primer piso; por tanto se han abierto boquetes en las paredes, los materiales de construcción y la manipulación hacenque se emita polvareda fina que llega hasta los lechos de los pacientes; es decir, los enfermos de los pulmones siguen tragando polvo. Los pasillos están cubiertos de una capa fina de tierra y yeso. También residuos de metales porque se usan sierras, taladros u otras herramientas para cortar los fierros.

En la última lluvia caída en Potosí, cayó más agua de las cubiertas (cielo falso) que por fuera. El personal tuvo que recurrir a baldes, tachos, bañadores u otros recipientes para evitar que se inunden las salas donde están los enfermos. Luego la humedad se convierte en otro enemigo para los ex mineros internados en el hospital.

Una parte del cielo raso se vino abajo por las lluvias y casi encima de los pacientes internos que apenas soporta las agujas del suero que le medican por días y el tubo de oxígeno que no falta a su lado. “Estamos encerrados como en una cárcel, nadie dice nada por nosotros”, se queja uno de ellos. “Esto es insoportable y parece un castigo”, añade otro.

En la planta baja se encuentran fierros, armazones de metal, gabinetes de instalaciones eléctricas. Todos viejos, en pésimas condiciones. Son partes del sistema de ascensor que se hallaba en el edificio central del hospital Obrero y que fue trasladado a Neumología, dizque para facilitar el manejo de pacientes de la planta baja al único piso superior y viceversa. La responsable de su acomodo es una empresa paceña, especialmente contratada.

El ruido de los trabajos que se hacen es insoportable. Son más los ingenieros o técnicos que supervisan la obra que los que ejecutan, por tanto no se avanza. En los pasillos, obreros y enfermos comparten el reducido espacio.

Con la huelga general e indefinida que sostienen trabajadores, médicos y enfermeras de la CNS, sólo se atiende con personal de emergencia, por tanto, la actividad cotidiana de hospital no se advierte.

¿Es justo el trato que reciben estos hombres que dejaron su mejores años para generar regalías para Potosí y el país? ¿No deberían estar en un centro de salud especialmente edificado para la especialidad y dotarle de todas las comodidades? ¿Acaso no hay autoridad de la Gobernación, la Alcaldía o el gobierno central que se conduela? ¿No debería destinarse un mínimo de los millones de dólares que se percibe por la extracción minera donde los obreros trabajan hasta escupir sangre y llegar a Neumología?

Mientras tanto el Carnaval Minero las autoridades se divierten, es la otra cara de la medalla.

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DEBILIDAD: LA SALUD

Mario Mamani Morales

Si al leer esta nota hay una persona que jamás ha vivido la experiencia de ser atendida en un centro de salud debe sentirse privilegiada y agradecida a la vida, las demás seguro que tiene algo que contar, ojala buena, sobre lo que todavía sigue siendo una debilidad en el país: cuidar el bienestar de sus habitantes.

Se reconoce que en Bolivia la práctica médica es un negocio, se favorece de lejos a la industria farmacéutica, a tal extremo se llega que algunas productos se expenden al público en las aceras de las calles, artículos sin registro algunos, sin sello de seguridad y menos se puede garantizar su procedencia original y calidad; pero hay gente que compra.

Lo más triste es enfermar y tener la necesidad de acudir a un centro de salud donde comienza una larga espera (o agonía). Por ejemplo en la Caja Nacional de Salud, un asegurado acude a su médico familiar; (previa obtención de una ficha) y debe pasar luego por laboratorio donde entrega una muestra de orina, esputo u otra específica e ir en ayunas para la muestra de sangre y estar en el centro antes de las 7:30 am.  Si no llega antes de las 5:00 am. ya hay una larga fila y hay que esperar el turno.

Si le solicitan una ecografía es grave, el servicio está completamente saturado y le programan para al menos 15 días después, puede ser más según la temporada. ¿Qué ocurre con el paciente durante ese tiempo de espera? ¿Su posible dolencia también se paraliza? Para lo peor, justo el día que le toca el turno: huelga en la CNS. Otro tiempo y reprogramación para otra fecha. ¡Dios sabe si ese paciente volverá!

¿Cuánta gente habrá hoy que ha acudido a las dos o tres de la madrugada para acceder a una ficha y ser atendida por un determinado especialista? En este servicio sólo se privilegia entre ocho o diez pacientes si el médico no tiene programado una cirugía, caso contrario no hay fichas.

En definitiva, estamos mal en la atención y cuidado de la salud de la gente, tampoco se avizoran mejoras o políticas que tiendan a ofrecer calidad en los centros donde previamente se ausculta al paciente antes de su hospitalización. Hablar de la calidez es otro tema, y delicado.

Otro asunto que motiva preocupación son las denuncias de negligencia médica, se tiene la experiencia de que galenos son encarcelados o deben pagar miles de bolivianos por resarcir alguna situación desafortunada para salir del proceso judicial instaurado en su contra o reciben la sanción de nunca más ejercer la profesión. Consecuencia: un médico prefiere no comprometerse en atender a un paciente grave o difícil para no sopesar problemas con los familiares. ¿Quién pierde?

Otra debilidad muy sentida es la falta de equipos para el diagnóstico preciso. O no hay o está arruinado. Meses o años de espera para su reparación. Algún repuesto o reactivo debe ser adquirido en el exterior y el costo es alto –según explican- y los enfermos deben esperar o ser transferidos a otro departamento o simplemente resignarse.

La tecnología médica avanza a pasos agigantados, mientras que en Bolivia se entrega un equipo supuestamente moderno, en otras partes del mundo ese aparato ya es obsoleto o sólo hay uno (o no existe) en cada departamento del país. ¿Debe este escenario seguir así? ¿Cuánto de las regalías que se perciben, sea por minería o hidrocarburos, se invierte en tecnología médica? En el marco del “vivir bien” ¿cuánto de presupuesto está destinado para la salud del pueblo? Población sana aporta al desarrollo.

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EL PODER DE LOS MUROS

Mario Mamani Morales

Por naturaleza los seres humanos tenemos alma de viajaros, nos gusta conocer lugares, explorar nuevos horizontes, salir rápido de lugares inhóspitos, quedarnos tiempo en sitios agradables o finalmente hacer nuestro hogar que nos agraden y cobijen a nuestros seres queridos.

También se emprende el camino de la migración forzada, obligados a dejar el lugar de nacimiento, el país que se ama, la naturaleza que se compartió desde el momento en que se abre los ojos al mundo; esa experiencia viven ahora, por ejemplo, los millones de sirios, libios, iraquíes, palestinos y otros seres humanos que emigran hacia las naciones europeas; pero se encuentran con las fronteras cerradas, el rechazo, el desprecio y la humillación de otros seres humanos allí establecidos.

La experiencia más cercana a nosotros es la migración de millones de bolivianos hacia Argentina, Chile o Brasil; pero no pocos buscan llegar al “sueño americano”, EE.UU. ¿Somos bien recibidos en estas naciones? ¿Ha sido fácil hacerse de una nueva vida dejando la tierra donde se nace? ¿Por qué se migra? ¿Sólo por aventura o por placer? ¿No se han destruido vidas, familias y se ha negado a la propia sangre por vivir en otra parte? En la actualidad se calcula que más de seis millones de bolivianos están fuera de su patria.

Desde que Adán y Eva son arrojados fuera del Edén los seres humanos recorremos el mundo y hemos aprendido a poblarla. Inclusive, según el relato bíblico, quisimos llegar al cielo y conocer la morada de Dios al construir la torre de Babel; pero allí fuimos confundidos porque el Creador hizo que no nos podamos entender al hablar otros idiomas así fuimos esparcidos por el mundo.

La historia es interesante. El pueblo escogido de Dios, Israel, vagó por el desierto durante 40 años, pasó por pueblos, ciudades, conoció otras culturas, afrontó guerras, tuvo que pasar hambre, sed; pero jamás fue abandonado por de la mano de Jehová, aún en tiempos de esclavitud, de necesidades y de hambre.

Ya en tiempos contemporáneos, en el Siglo XVI se producen las grandes migraciones, motivadas por la necesidadde otros territorios, lugares para la producción o nueva forma de sobrevivir. Los ingleses tienen su parte en esta historia al llegar a lo que hoy es Norteamérica, precisamente Estados Unidos. Ellos, los “colonizadores”, llegaron con su familias, se asentaron en tierra ajena, en estos lugares vivían desde hace más de 400.000 años los Pieles Rojas, los Siux, los Apaches y otros grupos humanos; pero los ingleses para apropiarse de su territorio les combaten, los eliminan con un ejército poderoso, soldados vestidos de azul armados con fusiles y pólvora contra los nativos que sólo tenían flechas y armas rústicas. Invasión: cultural, religiosa y algo más.

También llegan a lo que es hoy Suramérica, desde México hacia el Sur. En lo que es hoy Argentina, se intenta extinguir a los gauchos, hoy se sigue persiguiendo a los mapaches, territorio que comparte con el sur de Chile. Todos los días en la actualidad este pueblo ancestral lucha por defender su territorio; pero la humanidad “civilizada” ni se inmuta. ¿Sabe usted algo sobre el drama que vive este pueblo? 

Conclusión: precisamente en estos pueblos, EE.UU. y Argentina, se alza la voz para construir muros para impedir que otros ciudadanos del mundo lleguen a estos lugares. Me adueño de un lugar de la tierra que no es mío, es decir usurpo territorio y me rodeo de muros para que nadie más goce de esta creación divina. La historia también relata que las paredes no pudieron ni podrán contra la voluntad de lucha de los pueblos.

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DEBILIDAD: LA SALUD

Mario Mamani Morales

Si al leer esta nota hay una persona que jamás ha vivido la experiencia de ser atendida en un centro de salud debe sentirse privilegiada y agradecida a la vida, las demás seguro que tiene algo que contar, ojala buena, sobre lo que todavía sigue siendo una debilidad en el país: cuidar el bienestar de sus habitantes.

Se reconoce que en Bolivia la práctica médica es un negocio, se favorece de lejos a la industria farmacéutica, a tal extremo se llega que algunas productos se expenden al público en las aceras de las calles, artículos sin registro algunos, sin sello de seguridad y menos se puede garantizar su procedencia original y calidad; pero hay gente que compra.

Lo más triste es enfermar y tener la necesidad de acudir a un centro de salud donde comienza una larga espera (o agonía). Por ejemplo en la Caja Nacional de Salud, un asegurado acude a su médico familiar; (previa obtención de una ficha) y debe pasar luego por laboratorio donde entrega una muestra de orina, esputo u otra específica e ir en ayunas para la muestra de sangre y estar en el centro antes de las 7:30 am.  Si no llega antes de las 5:00 am. ya hay una larga fila y hay que esperar el turno.

Si le solicitan una ecografía es grave, el servicio está completamente saturado y le programan para al menos 15 días después, puede ser más según la temporada. ¿Qué ocurre con el paciente durante ese tiempo de espera? ¿Su posible dolencia también se paraliza? Para lo peor, justo el día que le toca el turno: huelga en la CNS. Otro tiempo y reprogramación para otra fecha. ¡Dios sabe si ese paciente volverá!

¿Cuánta gente habrá hoy que ha acudido a las dos o tres de la madrugada para acceder a una ficha y ser atendida por un determinado especialista? En este servicio sólo se privilegia entre ocho o diez pacientes si el médico no tiene programado una cirugía, caso contrario no hay fichas.

En definitiva, estamos mal en la atención y cuidado de la salud de la gente, tampoco se avizoran mejoras o políticas que tiendan a ofrecer calidad en los centros donde previamente se ausculta al paciente antes de su hospitalización. Hablar de la calidez es otro tema, y delicado.

Otro asunto que motiva preocupación son las denuncias de negligencia médica, se tiene la experiencia de que galenos son encarcelados o deben pagar miles de bolivianos por resarcir alguna situación desafortunada para salir del proceso judicial instaurado en su contra o reciben la sanción de nunca más ejercer la profesión. Consecuencia: un médico prefiere no comprometerse en atender a un paciente grave o difícil para no sopesar problemas con los familiares. ¿Quién pierde?

Otra debilidad muy sentida es la falta de equipos para el diagnóstico preciso. O no hay o está arruinado. Meses o años de espera para su reparación. Algún repuesto o reactivo debe ser adquirido en el exterior y el costo es alto –según explican- y los enfermos deben esperar o ser transferidos a otro departamento o simplemente resignarse.

La tecnología médica avanza a pasos agigantados, mientras que en Bolivia se entrega un equipo supuestamente moderno, en otras partes del mundo ese aparato ya es obsoleto o sólo hay uno (o no existe) en cada departamento del país. ¿Debe este escenario seguir así? ¿Cuánto de las regalías que se perciben, sea por minería o hidrocarburos, se invierte en tecnología médica? En el marco del “vivir bien” ¿cuánto de presupuesto está destinado para la salud del pueblo? Población sana aporta al desarrollo.

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EL HORMIGUERO EN LA POLITICA

Mario Mamani Morales

El escenario político boliviano se convulsiona. Se hacen visibles las cabezas de los dirigentes de la derecha con rasgos marcados de discriminación y racismo hacia quienes lideran o hacen manifiesto su militancia en la izquierda, representado, en este teatro, por la agrupación gobernante encabezado por Evo Morales.

A diferencia de otros gobiernos populares de América Latina que se debilitaron notoriamente, en Bolivia el MAS-IPSP parece tener fortaleza y reúne miles de adherentes como no se puede negar su concentración multitudinaria en su último congreso realizado en Montero-Santa Cruz donde se lanzó la repostulación a un nuevo mandato del actual Presidente.

Las fuerzas populares que eran el sustento de los gobiernos en los otros países perdieron el encanto y dejaron de tener la fuerza política necesaria para tener arrinconada a la derecha y dieron paso a la reaparición del discurso de los neoliberales que ascendieron al poder con las consecuencias que a diario se viven en esos pueblos.

¿Perdieron consenso los partidos populares en América Latina? ¿Ahora es el turno de la derecha para manejar el poder en cada país? ¿Se revertirá el manejo de la economía del Estado hacia las transnacionales? ¿Los gobiernos no serán más que gendarmes para garantizar la expoliación de las riquezas naturales del Continente y enriquecer a pocos internamente pero forrar de millones de riqueza hacia el extranjero? En Bolivia: ¿es el fin de la hegemonía del MAS-IPSP?

Es fácil advertir que el futuro próximo no se presenta alentador para los bolivianos. Por un lado retoma vigor la ansia de poder y revanchismo político de la derecha expresado en familias que jamás se resignaron a perder su dominio económico, por tanto, su injerencia en el gobierno del país de donde siempre obtuvieron más beneficios a costa de millones de bolivianos sometidos a la servidumbre, la discriminación y la marginación social, política y económica.

Es que esos intereses fueron innegablemente afectados en la última década durante el gobierno del MAS-IPSP; pero por detrás existen otras conveniencias más fuertes que la simple intención de las personas, son intereses imperialistas, opresoras hacia los pueblos que intentan o intentaron ser soberanos con autodeterminación. La historia de la humanidad está así escrita.

El grave error de los gobiernos populistas ha sido convivir con la derecha, jamás se los extirpó del escenario político, por el contrario, sus militantes fueron ubicados en puestos clave del escenario del poder vestidos con los colores del populismo, y desde este escenario se socavó el piso de los verdaderos socialistas, en más de los casos se los echó del gobierno, se alentó la corrupción, utilizaron su habilidad para mostrarse candidatos a puestos claves y de pronto aparecieron en la cúpula dirigencial gobernante. ¿No vivieron esta experiencia Cristina, Dilma, Ignacio y Evo no se da cuenta? 

En este teatro la conciencia del pueblo recibe la experiencia confusa de los tipos de problemas políticos, en los países vecinos se vive una etapa posterior a la hegemonía que tuvieron los movimientos sociales; en Bolivia el impulso y el encanto que se tuvo hace diez año con la ascensión de Evo al poder parecen diluirse en varios estamentos del instrumento político.

Lo único cierto es que los politiqueros jamás perderán; es el pueblo que se ve amenazado en revivir una experiencia política convulsionada: por un lado el “socialismo” en una franca actitud de defensa para quedarse en el poder y los partidos de la oligarquía o neoliberales por reconquistar y ganar el tiempo como dinero perdido durante la hegemonía del populismo.

Se advierte que el futuro próximo no es alentador. ¿Qué posición tomar?

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S-201216 

 

A OJOS VISTA

Tierra, agua y migración

Mario Mamani Morales

El campo quedará deshabitada si no hay lluvias. La migración se hace dramática en varias partes del país, las ciudades reciben cada día a miles de familias que no se quedarán temporalmente como ocurría normalmente, sino que buscarán sustento ocupándose de cualquier forma con tal de tener alimento para subsistir.

La crisis azota varias partes del planeta a consecuencia de la sequía, castiga más a la economía del campesino, no hay empleo ni posibilidades de trabajar la propia tierra porque el agua no es suficiente ni para el humano, menos para las chacras y los pocos animales que sobreviven. La flora y la fauna están siendo amenazadas dramáticamente. Los animales dejan su habita natural porque no soportan la sed y los pastos cada día son escasos. La tierra cambia profundamente.

En el campo se muestra una inactividad laboral agrícola y pecuaria, hay paralización económica por falta de lluvias. A estas alturas del año, los sembradíos deberían estar en flor o por lo menos las plantas jugando con el viento. Sus habitantes se resignan con dolor a iniciar el camino de la migración. Cambiará significativamente la vida de los campesinos y su familia.

En años normales los campesinos migraban a la ciudad de manera temporal para emplearse en cualquier trabajo, especialmente en la construcción o la minería, luego otra vez a la tierra para la cosecha o la siembra, la rutina anual tenía sus temporadas. Por ejemplo, para el trabajo en las minas de Patiño, el 60% eran campesinos reclutados temporalmente, en las últimas décadas esta forma de ocupación alcanzaba a las cooperativas, la mayoría de este sector de explotación de minerales tiene su origen del campo. 

El trabajo temporal del campesino también llegó a la zafra y la cosecha de algodón en el oriente, especialmente en el departamento de Santa Cruz, esto en los últimos años del Siglo pasado, fueron miles de brazos de campesinos que levantaron la economía oriental que hoy es floreciente y hace que la capital cruceña ya sea una metrópoli importante del país. La migración campesina hoy ya no es por temporadas, ya no volverán miles de las familias a sus pagos de origen porque ya no hay posibilidades de sobrevivencia.

De esta fuerza laboral temporaria también se alimentó el norte argentino, especialmente de los campesinos de los departamentos del sur de Bolivia para la zabra, el tabaco, el tomate y otros productos agrícolas que para su desarrollo y expansión tuvieron la fuerza campesina de Bolivia; hoy ya no son necesarios tantos trabajadores manuales porque la mecanización ha sobrepasado las expectativas.

Cuando los resultados del último censo de población y vivienda realizado en el país mostraron que la población campesina era menos en muchas partes de nuestro territorio en relación a las ciudades, no advertimos que la situación llegaría a empeorar, ahora, con seguridad los que habitamos las ciudades somos muchos más que en el campo, véase cualquier ciudad de Bolivia y se verificará que los anillos circundantes o los barrios alejados se multiplican de manera asombrosa.

En todo nuestro altiplano y los valles se parcelaron las tierras, el agua no alcanza para nada, es más, ni existen las vertientes hasta hace años atractivas; a su vez en el oriente se encuentra floreciente el desarrollo capitalista de la agricultura, por tanto, la migración de campesinos sin agua en su tierra obligará al chaqueo en las tierras bajas, se depredará el monte, se cambiarán hábitos de vida, el hambre obligará a buscar subsistencia y se prevé que en los años próximos seremos testigos de cómo la tierra y sus habitantes buscarán cómo seguir sobreviviendo.

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