Política
OPOSITORES PRESIDENCIALES
By argv.E338951d on Vie, 09/05/2014 - 18:42De cara a las elecciones generales del domingo 12 de Octubre, no encontramos entre los pretendientes opositores a la Presidencia del Estado un liderazgo en proyección, pues, todos carecen de ideas, pese a que la mayor exigencia que el país tiene, es el retorno a un Estado de Derecho que privilegie el respeto a la diversidad, pero además, el gran desafío del país es contar con recursos humanos capacitados y suficientes para dar respuesta a las crecientes necesidades de la población, mediante la ampliación de las oportunidades de bienestar, justicia y progreso para quienes tienen menos.
Los candidatos contendientes no entienden que la gente ya no quiere discursos, la gente quiere definiciones y compromisos concretos, sin embargo, y para abatimiento de todos los bolivianos,las candidaturas del Movimiento Sin Miedo, Unidad nacional-Frente Amplio, Movimiento Demócrata Social y Partido Demócrata Cristiano solo ofrecen peroratas y ofrendas y no parecen ser decididos impulsores de un nuevo Estado que fortifique la educación y ésta sirva de beneficio en nuestras formas de pensar frente a la única que tiene el Movimiento Al Socialismo.
No encontramos en esas candidaturas la más mínima referencia al desafío de impulsar la producción para ser competitivos. No refieren, siquiera marginalmente, a la identidad que debe unirnos; al bienestar humano y progreso social, que significa crecer para crear riqueza y elevar los niveles de bienandanza de la población; al desarrollo social y combate a la pobreza;a la salud ligada al progreso;en fin, no escuchamos identificar lo importante, lo que nos es común, lo que todos queremos que sea Bolivia, lo único que escuchamos es ‘la unidad es el caminoola historia de Samuel’, ‘Rubén siempre contigo’, ‘Tuto es la solución’, en fin, así todos empujan planes individuales. Costas sabe que si es candidato y pacta con Del Granado sepultará sus posibilidades regionales; Quiroga, individualista como es, no cederá; Del Granado, muy arrogante cree que es el único; y, Samuel cree que el dinero compra votos y detrás de él deben converger todos.
Entonces, la ausencia de entendimiento entre los presidenciables opositores en aspectos esenciales para sentar las bases de un proyecto político capaz de hacer frente al MAS y a sus candidatos ya definidos, es una mala noticia para los bolivianos. Todos quieren proteger sus intereses de grupo y poco o nada les interesa construir un proyecto político para enamorar a los desencantados del MAS.
Lo esencial en los momentos actuales no es buscar pegas electivas que satisfagan a sus partidarios y llunk’us, lo esencial es contar con un proyecto político alternativo que restablezca los derechos constitucionales, que priorice un pacto entre todos para reestructurar de forma racional el aparato administrativo, técnico y económico del Gobierno, evitando la exhibición de liderazgos estrechos o de légamo.
Las tensiones políticas subirán de tono en las siguientes semanas y mucho más con la decisión del gobierno de acusar a los opositores de ser serviles obedientes al ‘Zorro’ Sánchez Berzaín y en el oficialismo si que han aprendido a apalear, encarcelar y matar.
EL PODER NO CONOCE DE GRISES
By argv.E338951d on Lun, 17/03/2014 - 10:41Afirmar que el poder no conoce de grises, posiblemente no sea una novedad, pero ese encantamiento asfixiante con las personas y su posterior desencantamiento, preocupa, por las connotaciones y ausencia de matices cuando se dirige un país.
Juan del Granado – Ruptura definitiva
Juan del Granado se había convertido en un Alcalde modelo, a tal extremo que en un arranque de espontaneidad su Excelencia sugirió: “habría que clonarlo”. Tiempo después del Granado reconoce públicamente que el partido de gobierno había distorsionado su misión revolucionaria, frase poco afortunada que marcaría el fin.
Tras la ruptura entre el MAS y el Movimiento Sin Miedo (MSM), del Granado perdió sus virtudes de gestor y líder. Fue acusado de haber cruzado ríos de sangre con Banzer, haber promovido alianzas con el MNR y un largo etc, etc, etc.
El encantamiento de Evo con Juan sin miedo había terminado.
Rebeca Delgado - No soy ll’unku
Rebeca Delgado era la mimada del MAS y del propio Evo Morales, fue así que en su condición de diputada llegó a ocupar la Presidencia de la Cámara Baja, donde realizó una buena gestión.
Delgado se atrevió a cuestionar varias leyes enviadas desde el Ejecutivo al Legislativo con la orden implícita: “no se mueva ni una coma”. Con mano firme señaló que la Ley de Extinción de Dominio de Bienes en favor del Estado debía modificarse en un 60 por ciento, esto provocó que el barril de pólvora estallara.
El hechizo entre ella, el jefazo y la militancia del MAS estaba roto. Fue entonces donde el Vicepresidente Alvaro García, le recordó que el MAS, no era un grupo de amigos, ni de libre pensantes, sino de revolucionarios.
Rebeca fue tildada de “libre pensante” y desde la cúpula del partido se inició el hostigamiento y su descalificación.
Félix Patzi – Mil adobes
Féliz Patzi, tras un incidente de conducción peligrosa y embriaguez, fue descartado por el Presidente para participar como candidato a la Gobernación de La Paz. Pidió perdón de rodillas, pero el perdón no llegó.
A pesar que los movimientos sociales lo ratificaron, la situación no se revirtió, fue así que retornó a su comunidad para fabricar mil adobes, sanción dispuesta por la llamada justicia comunitaria.
Patzi volvió al llano y acusó al Presidente de no respetar su palabra cuando se comprometió ante el país, el año 2008, a no postularse a una reelección. Argumentó: “no respeta los principios indígenas de rotación y busca eternizarse en el poder”.
Félix Patzi abandonó el MAS y fundó su propio partido, agrupación con la que se propone participar en las elecciones 2014.
El encantamiento con Patzi, un lúcido sociólogo de origen aymara había terminado.
Email de contacto de Fátima López: [email protected]
HOMBRES DE GOBIERNO, HOMBRES DE ESTADO
By argv.E338951d on Jue, 30/01/2014 - 13:07Aunque para cierta teoría política hombres de gobierno son, por definición, también hombres de Estado, lo cierto es que, a la luz de la experiencia concreta (al menos en nuestro país), las cosas no son de esa manera. Puede diferenciarse, por ello, a los unos de los otros. El motivo de ello radica, en lo fundamental, en la constitución de lo político, entendido éste tanto como un espacio para la deliberación pública como, a la vez, un cierto ordenamiento institucional. Esta constitución, a su vez, debe entenderse como la derivación de un pacto social, de acatamiento general. Se trata de lo que tantas veces se señaló desde la sociología crítica: de un estatal. Está claro que tal pacto no se produjo en Bolivia, a pesar de intentos verdaderamente notables, por parte de la sociedad en actitud de interpelación al Estado. Para concretizar nuestra reflexión, veamos esta distinción (hombres de gobierno – hombres de Estado) a propósito del actual gobierno.
Digamos de entrada que los hombres del Movimiento al Socialismo (MAS) únicamente pertenecen a la primera categoría, mientras que la segunda continúa vacante. Se entiende que entre ambas categorías no existe una tajante división, por lo que, efectivamente, en algunas ocasiones los hombres de gobierno pueden devenir también en hombres de Estado, tal cual se anota en la teoría política convencional. Esto quiere decir que los intereses particulares de los hombres de gobierno (en tanto grupo o partido político gobernante) incluso pueden expresar el sentir y las inclinaciones generales de la sociedad. Aquí, intereses particulares e intereses generales serían, hasta cierto punto, intercambiables en tanto que los intereses generales se realicen por medio de los intereses particulares.
La condición, recordemos, es que en previo se hubiera producido aquél óptimo del que hablábamos. Una de las condiciones para esta producción es la presencia de un estado de disponibilidad social (algo presente en la historia contemporánea boliviana), así como la predisposición estatal para recoger ese estado de la sociedad (condición que no se ha dado, en nuestro caso).
En este orden podemos decir que el MAS es un partido que básicamente expresa los intereses particulares de un sector social, a pesar de la realización de objetivos que podríamos considerar de interés general. ¿Por qué es ello así? En sociedades notoriamente despolitizadas sería posible pensar que bastaría cumplir con uno que otro objetivo nacional, para que los intereses particulares quedaran ocultos, tras ella; pero en el caso boliviano, precisamente por los altos grados de politización de esta sociedad, el cumplimiento de intereses nacionales no logra ocultar los intereses particulares. Así las cosas, objetivos tales como la vertebración caminera y otras obras menores, aparecen como lo que son: como simples acciones desesperadas para recuperar algún grado de legitimidad social, luego de haber pulverizado los enormes grados de convocatoria nacional. Canchas de pasto sintético, sedes sindicales y demás menudencias que el gobierno de Evo Morales reparte a diestra y siniestra con la esperanza de corromper a sectores críticos de la sociedad, no alcanzan para ocultar que lo que vive Bolivia es, en el marco de la rotación de élites, el esfuerzo de sectores emergentes (como los cocaleros del Chapare, los cooperativistas mineros, los transportistas, por ejemplo) de acceder al círculo oligárquico, aunque seguramente con olores menos rancios que los tradicionales.
A estos nuevos ricos, hoy por hoy masistas incondicionales, antes que el interés general les importa pues el interés sectorial y tienen en el gobierno de Evo Morales, a su mejor representación política. Por ello, queda claro que la política boliviana no se ha dignificado, tal cual se vociferaba desde el Poder Ejecutivo, a inicios de la presente gestión gubernamental. Los acuerdos entre cuatro paredes entre partidos políticos, la presión de grupos de interés para beneficio sectorial continúan haciendo de la práctica política algo tan indigno como en los anteriores gobiernos.
El que, en este orden de cosas, el gobierno de Morales sea tan indigno como lo fueron los capitalizadores de ayer, es algo que nos remite nuevamente al asunto de la constitución del óptimo, del aprovechamiento estatal-nacional de un momento de disponibilidad social como viviera Bolivia, a principios de la anterior década. No es solamente la pequeña moral de los actuales gobernantes lo que explica este desaprovechamiento, sino también la propia carga de la historia estatal en Bolivia. Claro que lo uno (la carga estatal) no hubiera tenido éxito en el (des)propósito de revertir la acumulación histórica expresada en el momento de disponibilidad de la sociedad, si no hubiera encontrado un partido de hombres miserables dispuesto a servir a ello.
Por ello puede anticiparse que en las próximas elecciones lo que estará en juego no es ni el futuro del país (es decir, el futuro del interés general), ni la viabilidad como nación. Estará en disputa la inclusión y permanencia de los sectores sociales emergentes, en el reducido círculo de las clases privilegiadas. Será, en el pleno sentido de la palabra, por tanto, una disputa de intereses sectoriales, en el que los intereses generales quedarán subordinados a la menuda disputa por intereses mezquinos. En consecuencia, el elector boliviano no votará por opciones de Estado, sino por simples hombres de gobierno, ávidos en formar parte de la élite política con la finalidad del ascenso social.
EL MAS Y EL "CAMBIO" QUE NO CAMBIÓ NADA
By argv.E338951d on Mié, 22/01/2014 - 13:44El denominado “proceso de cambio” (un eufemismo utilizado hasta el cansancio por muchos embusteros del Palacio Quemado) tiene uno de sus puntos de arranque en la actual Constitución Política del Estado (CPE). El que el texto final de esta Constitución fuera redactado entre cuatro paredes, en acuerdo con los partidos políticos con representación parlamentaria, a fines del 2008, es algo que por supuesto prefieren no recordar los eventuales administradores del Estado. Es un hecho, lamentablemente por cierto, que aquella amnesia incluso hubiera llegado a tantísimos Medios de Comunicación, debido a lo cual puede tenerse hoy la falsa imagen en relación a la CPE en vigencia. Lo cierto, pero, es que el texto constitucional, con el que se supone principia el “proceso de cambio” ha sido resultado del acuerdo entre partidos, en el marco de la partidocracia, al fiel estilo de la política tradicional boliviana.
Así, desde un principio Evo Morales ha mantenido las prácticas políticas de espaldas a la ciudadanía, para procurar oscuros acuerdos bajo la mesa y lejos de la observación crítica de la opinión pública. En definitiva, pues, desde el momento mismo de su nacimiento, este pretendido proceso de cambio ha nacido reproduciendo la chacota de la política boliviana y el rostro indigno de los partidos políticos.
Lo que llama la atención, claro, no es este hecho, ya que el país para males, tiene una larga lista de demagogos y traidores a sus propias proclamaciones, sino la falta de correspondencia entre el entonces proyecto del Movimiento al Socialismo (MAS) y la crisis estatal-nacional vivida a principios de este siglo. En efecto, las movilizaciones sociales de entonces, de claro signo pre-insurreccional (que obligaron al sistema a cubrir su desnudez propositiva con cualquier opción política con ascendencia en el movimiento popular y dispuesta a ser utilizada de tapa-rabos), han tenido como desenlace la ejecución de un proyecto político de pálidas reformas. Muy pálidas, si nos atenemos a las demandas sociales de los años 2000 al 2005, condensadas en el llamado “programa de octubre” y que configuraron algo así como una propuesta nacional popular mínima. La razón de esta desconexión entre un programa y una situación pre-insurreccional se encuentra, a la vez, en la formulación del proyecto masista en base a la matriz de la lógica del mercado.
Así las cosas, Evo Morales y la bancada parlamentaria de levantamanosmasistas se apresuraron a constitucionalizar, en lo fundamental, los inconstitucionales contratos con las empresas transnacionales petroleras, que Gonzalo Sánchez de Lozada había tratado de hacerlo. En lo constitucional, masistas y neoliberales de ayer, cerraron las puertas a la representación directa, en el parlamento, de los pueblos indígenas y mantuvieron el criterio de homogeneizar la representación parlamentaria en base a partidos políticos. Este engaño, por supuesto, duró menos incluso que dos ciclos anuales e hizo aguas, primero con el gasolinazo de diciembre del 2010 y luego con el conflicto del Territorio Indígena del Parque Nacional IsiboroSécure (TIPNIS). Lo curioso es que, en ambos casos, el sector social en el que se inició el conflicto, fue el de los indígenas. Para el primer caso, en los ayllus del norte de Potosí y para el segundo, en las selvas del departamento del Beni; podríamos decir que en este país resulta muy difícil ser impunemente anti-indígena, como lo son Morales y compañía.
El proceso de cambio del MAS, entonces, significó la reproducción de viejísimas prácticas bolivianas, principalmente en lo político y en lo institucional. Tal es así que, por ejemplo, se mantuvo la total falta de independencia del sistema judicial boliviana. El sometimiento de este sistema, al Poder Ejecutivo es tal abierto que ni masistas, ni operadores de la “justicia” se ruborizan de ello. La “justicia” en el país continúa siendo una caja de pandora y una vergüenza nacional. En lo principal ha servido, a lo largo de la administradores gubernamental del MAS, para la persecución política a moros y cristianos. La lista de aberraciones del sistema judicial es larga y contempla también, simples acciones delincuenciales como la extorsión (no desmentida por el gobierno) a un empresario norteamericano, fugado del país, como último acto de justicia, a fines del año pasado. Los mismos pasos del sometimiento al Poder Ejecutivo y de vergüenza nacional, hoy por hoy está siguiendo el Tribunal Electoral. La imparcialidad de este órgano resulta cuestionada, a la luz de resoluciones que pretenden limitar la actividad política solamente a procesos electorales, mientras se hace de la vista gorda ante el proselitismo gubernamental diario. ¿Independencia del sistema judicial boliviano y del órgano electoral? Por favor …
Corona esta metamorfosis del gobierno de Morales, el asalto masista a las oficinas de la Asamblea de Derechos Humanos en La Paz, el pasado viernes 17. Amparados en supuestas organizaciones sociales como la Federación de Mujeres campesinas o el sindicalismo campesino, adherentes del partido de gobierno optaron ante la ya acostumbrada paciencia policial para estos casos, por asaltar aquellas oficinas. Aunque el propósito explícito era hacerse de la dirección de la Asamblea de Derechos Humanos, el propósito implícito y por tanto de mayor importancia, era desalojar de las oficinas, a las autoridades del Concejo Nacional de Ayllus y Markas del Qullasuyu (CONAMAQ), refugiados en ellas por el asalto masista, a su vez, de sus propias oficinas. Lo concreto, pero, es que el gobierno de Evo Morales puede enorgullecerse ahora de ser el único gobierno en democracia, en cuya gestión tomaron sus adherentes por asalto las oficinas de Derechos Humanos. Que la democracia ha retrocedido con ello a las épocas de la dictadura de hace tres décadas y media, es una mancha, no tanto para el país sino para el actual gobierno; mancha que los masistas no podrán quitarse, ni lavándose con poq’e o acudiendo a (¿narco?)amautas para una que otra limpia. Como se observa, al final de cuentas, desde el punto de vista del sistema de mercado, el MAS no ha servido ni siquiera como un buen tapa-rabos.
OÍDOS SORDOS, ESTRATEGIA GUBERNAMENTAL
By argv.E338951d on Vie, 17/01/2014 - 11:34El presente año electoral coloca al gobernante Movimiento al Socialismo (MAS) en una encrucijada: mantener el comportamiento burdo y autoritario o al menos maquillar con un leve barniz democrático, a los candidatos de este partido. Por lo visto en estas primeras semanas del año, puede adelantarse que predominará, en la actuación de Evo Morales y los suyos, las características melgarejistas de gobierno; en un segundo plano y preferentemente para fines publicitarios, a medida que se acerque la fecha de las elecciones, los activistas del MAS (léase, en gran medida los empleados públicos) se esforzarán, a partir de las instancias superiores, a sacarle brillo (si es que algo así es posible) a la presentación de los candidatos del oficialismo. En medio de estos dispositivos, el gobierno apuesta al éxito, gracias a la descarga de lo que consideran en medios gubernamentales, como la carta ganadora.
Observando más de cerca, entonces, la estrategia electoral del MAS consiste en publicitar hasta el cansancio, la entrega de toda obra, con mayor énfasis en lo que consideran obras “estrellas”. Esto, como carta de presentación para afirmar que, al final de cuentas, lo que interesaría serían las obras, antes que el respecto a las libertades democráticas. Sobre la base del bombardeo de cifras, que testimoniarían los supuestos éxitos en la gestión de gobierno, Morales y su partido apuestan a corromper al electorado nacional. Para el éxito de este propósito, claro, toda crítica, todo cuestionamiento e incluso todo espacio de libre discusión son vistos como potenciales peligros. En tal sentido, resulta justificada el comportamiento burlesco y autoritario del gobierno.
En estas dos semanas, por ejemplo, hemos visto cómo huestes masistas, disfrazadas de autoridades indígenas, han asaltado, a vista y paciencia de la policía, la sede del Consejo Nacional de Ayllus y Markas del Qullasuyu (CONAMAQ), en la ciudad de La Paz. ¿El motivo? La nominación de autoridades indígenas, en el último Tanta Chawi (gran asamblea, trad. libre) realizado en diciembre pasado, ha cerrado el paso a la posibilidad que títeres del gobierno, asumieran la conducción de esta institución. Más allá del rencor de Evo Morales para con los pueblos indígenas, por haberlo desenmascarado en su triste papel de traidor y anti-indígena, el peligro de una conducción no masista en el CONAMAQ supone la vigencia de un espacio por medio del cual pudieran expresarse libremente la sociedad de base de los ayllus. El miedo del gobierno a una expresión de esta naturaleza no es sino la expresión del cargo de conciencia, por haber desarrollado políticas anti-indígenas.
Ante la censura de varios sectores de la población por tal asalto, los ministros han optado por hacer simplemente oídos sordos; Morales por su parte, ha preferido correr al sur del departamento de Oruro, para estrechar la mano a cuanto corredor boliviano encontraba a su paso, en la competencia del Dakar. Este ejemplo, pues, nos muestra un segundo elemento de la estrategia del gobierno. No únicamente se trata de dar la espalda a toda crítica, a todo debate, sino paralelamente, se trata de lanzar la jauría de matones, a la caza de cuanta institución social independiente del país. Resumiendo esta parte entonces, diremos que el MAS combinará, en su estrategia electoral la actitud de oídos sordos, con el matonaje. No sólo se trata, por tanto, de dar la espalda a toda crítica, sino además de imponer a raja tabla su criterio.
El uso de la represión, sin embargo, no debe circunscribirse a instituciones independientes, sino, claro, a dirigentes, intelectuales o simplemente a todo ciudadano crítico. Al igual que en el caso del asalto a las oficinas del CONAMAQ, sin embargo, también en este caso que podríamos llamar “represión selectiva”, el gobierno cuida en no dejar huellas del acto. Para eso recurre a matones, a pandilleros, como grupos de choque. En este marco, es del todo válida la susceptibilidad de los abogados de la periodista Huaycho Hannover (asesinada por su esposo, un oficial de la policía), respecto a la veracidad del cadáver que correspondería al ex-policía asesino. Hasta mientras no se tenga certeza en relación al cadáver que se atribuye al ex-policía, la ciudadanía tiene todo el derecho de pensar que, para trabajos de matonaje que requiere el gobierno, bien pudiera ser empleado aquél sujeto. En ese mismo sentido es válida la incredulidad que expresan los familiares de un empresario, vinculado al programa “Bolivia cambia, Evo cumple” y aparecido misteriosamente muerto en las celdas de la policía. En este segundo caso, ciertamente, las sospechas respecto a la veracidad del informe que se ha presentado en relación a esta muerte son justificadas, más aún si se considera que precisamente el programa “Bolivia cambia, Evo cumple”, constituye la carta de presentación de una buena gestión gubernamental, por medio de la realización de obras.
Tenemos, en resumen, las primeras expresiones de lo que constituye la estrategia electoral del MAS, a desarrollarse a lo largo del año. Corona esta estrategia, un Tribunal Electoral funcional al gobierno y de cuya imparcialidad la población tiene todo el derecho de dudar. Mientras se advierte con sancionar a toda agrupación que iniciara campaña electoral sin la venia del órgano electoral, los miembros de este órgano se hacen de la vista gorda cuando, día tras día, el MAS desarrolla su campaña. Así, el Tribunal Electoral, al servicio del gobierno, constituye el tercer elemento de la estrategia electoral del partido gobernante. Para el caso, con la función de dificultar la presentación de propuestas y principalmente, la creación de un ambiente de debate, en la sociedad.