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Los artes de danzas, música autóctona, pinturas y cerámica fueron presentados por al menos un centenar de estudiantes de la Escuela Superior de Formación de Maestros Simón Bolívar (ESFMSB), en la “Feria de Exposición de Proyectos Sociocomunitarios Productivos”, evento donde expusieron las propuestas de las distintas carreras.
“Lo sociocomunitario es ahora el eje del proceso formativo del docente. Es decir, la posibilidad formativa docente pasa por el criterio sociocomunitario porque todo hacer y el educativo esencialmente es un hecho social, pero debe ser compartido en responsabilidad, ejecución y evaluación en comunidad. Todo lo que estamos presentando son los productos que han tenido ese tipo de intervención y que queremos compartir con la sociedad”, afirmó Ariel Roldan, responsable académico de la Escuela Simón Bolívar.
Según Roldan, la institución cuenta con diez especialidades las cuales generaron proyectos socioproductivos en el transcurso del año, respondiendo a un proyecto institucional y bajo el marco de la productividad, criterio de aprendizaje y enseñanza.
“Hubieron especialidades que han ido a la localidad de Coro Coro y diferentes provincias del departamento. En cada una de ellas se ha interactuado a diferentes niveles. Lo que se pretende con cada proyecto es resolver problemas de tipo social. Nosotros hemos hecho una primera evaluación, diagnóstico si se quiere y a partir de ellos se han hecho diferentes intervenciones, incluso en las mismas unidades educativas”, argumentó.
La autoridad detalló que en el calendario académico cuentan con una etapa de formación denominada “Práctica educativa comunitaria”, donde se implementan y desarrollan proyectos con el fin de paliar distintos problemas de índole social como la inseguridad, el consumo de alcohol y estupefacientes o la contaminación ambiental.
“Muchos proyectos ya han empezado a implementarse, pero no necesariamente por nosotros. En las mismas unidades educativas generan otros proyectos sociocomunitarios o socioproductivos y han tomado como insumo los proyectos que nuestra institución ha generado”, manifestó Roldan, a tiempo de lamentar que la mayor parte de los proyectos son financiados por la misma institución y sus estudiantes.
Lizeth Cáceres, una estudiante de cuarto año del área de Biología, dijo que “lo sociocomunitario involucra a la comunidad. Antiguamente no se tomaba en cuenta este aspecto, pero ahora se toman en cuenta todos los actores en una investigación y su aplicación. Es productivo porque siempre tenemos que entregar algún producto del trabajo que realizamos… Es un proyecto realizado en la localidad de Sorata. Mi carrera hizo un viaje a ese lugar para realizar una investigación que partió por un proceso de diagnóstico. Allí vimos varias potencialidades, debilidades y amenazas que tiene la zona. El principal problema que detectamos fue la inadecuada alimentación de los comunarios”.
La estudiante explicó que el problema planteado no sólo afecta a la localidad de Sorata propiamente, sino tiene una repercusión a escala nacional. Siendo la salud un factor muy importante para la vida, la estudiante manifiesta que su proyecto plantea una alimentación saludable para vivir bien.
“Tenemos un plan de acción, un objetivo especifico que manifiesta la necesidad de concientizar a la población. Sorata es una localidad rica en productos agrícolas, pero no son aprovechados, sino se consume más los productos industrializados, quizás es algo que se debe a la rapidez y comodidad. Ahora estamos presentando el proyecto, y esperamos que el siguiente año se implemente en la misma localidad con alguna financiación y el apoyo de las autoridades, gobernación y los propios comunarios de allá”, sostuvo.
En un sector del evento, Ángelo Kelber, estudiante de la Carrera de Física y Química, explicó sobre otra propuesta.
“Lo más importante es resaltar que la física y la química, así como cualquiera de las ciencias exactas, son generalmente rechazadas por los estudiantes por considerarlas morosas y aburridas. Proponemos, en base al nuevo plan educativo Avelino Siñani llevar experimentos que muestren movimientos físicos realizados o construidos por nosotros mismos para que a partir de esa producción, que realizamos, el estudiante genere curiosidad sobre qué tipo de fenómeno físico existe en el experimento, que le mostremos”, habló Kelber, explicando que luego de generar esa curiosidad en los estudiantes se pasaría a la parte teórica: los cálculos y mediciones.
Otro de los sectores más concurridos fue el de artes plásticas y visuales. Una cantidad de obras de arte se expusieron para la venta a los visitantes que pasaron y apreciaron el trabajo artístico de los estudiantes.
Pamela Caballero, una estudiante de la carrera de Artes Plásticas y Visuales manifiesta el trabajo que ha venido realizando su carrera y que culmina con el desarrollo de esta feria.
“Nosotros exponemos y ponemos a la venta nuestra producción. Un trabajo artístico que la realizamos por tres meses es llevado a la venta. Todo partió de una investigación que se hizo en la comunidad de Igachi y ahí pudimos observar el estilo, la elaboración de la cerámica, la extracción de la arcilla y otras cosas. Existía un ceramista en el lugar y nos enseño varias técnicas. Esta investigación nos sirvió de mucho, porque lo importante es que de esa investigación se pudo llegar a la puesta en práctica”, manifestó la estudiante.
Entre tanto, las melodías de moseñada y de italaque fueron el deleite del público allí presente. Se trataba de la demostración del área de música quienes interpretaron los instrumentos autóctonos.
Iván Laura, un estudiante de esta carrera contó que uno de sus principales objetivos es mostrar a la gente, todo el proceso de formación que pasaron a lo largo del año.
“Podemos observar partituras de distintos himnos patrios y fotografías de la localidad de Compi, esto en sentido que fuimos testigos de un festival de danza y música autóctona ‘Compitauca’, a donde llegan delegaciones de distintas localidades. Nosotros habíamos escogido estudiar la danza ‘karwani’, que es aquella danza donde ingresa un k´usillo agarrando a un zorro disecado. Toda esta danza se la realizaba en la época de la siembra y la cosecha”, dijo Laura.
Samuel Ticona, también de la Carrera de Música, manifestó la necesidad de revalorizar la cultura en base de la recuperación de la música y danza de los pueblos.
“Hemos hecho un proyecto con el cual viajamos a distintas provincias de nuestro departamento rescatando y copiando los bailes y la música, labor que se está demostrando en esta oportunidad. La música ha sido rescatada y convertidas en un texto de partituras para que no se pierdan y sigan en el futuro. Lo sociocomunitario está siendo demostrado, porque se trabajo en una comunidad y la colaboración conjunta de todos los compañeros, y el producto hoy lo estamos apreciando. También elaboramos documentos, donde se transcriben el proceso de nuestras investigaciones”, relató Ticona.
El estudiante adelantó algunos de los proyectos que desarrollaran el año venidero como los viajes que realizarán a otros departamentos, en pos de mostrar la riqueza cultural de esta parte de Bolivia, y así generar un encuentro intercultural de conocimientos sobre música y danza.
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