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Por: Cristobal Coronel
Ocurrió en la tarde del sábado 2 de marzo de 1929. Tras una larga etapa experimental, en La Paz iniciaba oficialmente sus emisiones Radio Nacional de Bolivia, con el código CP X. El acontecimiento, que atrajo la atención y la curiosidad de la ciudadanía paceña (que para entonces se estimaba en casi 143 mil habitantes), tuvo un efecto limitado debido a la carencia de una red de energía eléctrica que integrara al país y la todavía restringida posesión de equipos receptores en los hogares. Considerando estos aspectos, la sociedad Costas Hermanos instaló equipos electrógenos en El Alto de La Paz para irradiar sus emisiones, y ubicó ocho receptores Atwater Kent y Crosley con altoparlantes en lugares estratégicos de la ciudad de La Paz: plaza Venezuela (edificio de El Diario), plaza Murillo (uno en el palacio obispal y otro en el Club Ferroviario), plaza Pérez Velasco (librería La Juventud), plaza San Francisco, plaza Alonso de Mendoza, calle Ballivián esquina Loayza (edificio de El Norte) y oficina del periódico La Razón (calle Comercio esquina Ayacucho).
Expectativa y curiosidad se conjugaron a partir de las seis de la tarde de ese sábado 2 de marzo de 1929, cabe recordar que las primeras emisiones de Radio Nacional duraban una hora, de ocho a nueve de la noche, pero después de un tiempo se consolidó en el horario de 21.00 hasta las 23.00, lapso en el que la broadcasting presentaba su audición, musical en esencia, pero matizada con breves informaciones extraídas de los periódicos. Era la puesta en práctica del diario leído. Se intercalaba bloques de presentación en vivo de solistas y la orquesta típica de la emisora con noticias del interior y el exterior, además de datos meteorológicos, cotizaciones, cambios e itinerario ferroviario y aéreo.
La segunda guerra mundial (1939-1945) sirvió para que se configurara el discurso radiofónico informativo en nuestro país. Las radios El Cóndor e Illimani se afiliaron a dos cadenas estadounidenses: la primera a la National BroadcastingCompany (NBC) y la segunda a la Columbia Broadcasting System (CBS); en tanto que Radio Nacional estrechó lazos con Radio El Mundo, de Argentina. Así, a mediados de la década de 1940, Radio La Paz ofrecía tres servicios informativos, con noticias nacionales, locales e internacionales, apoyada en gran parte por material proveniente de las agencias Inforviana, Ofidística, Reuters y el Servicio Informativo Británico. En cambio, las emisoras Illimani y El Cóndor retransmitían, por onda corta, una serie de programas informativos (noticias, documentales o reportajes) en español o traducidos del inglés, originados en Estados Unidos y comentados por Vicente Tovar, William Shirer o el famoso Edward Murrow, quien finalizaba sus programas con la frase “buenas noches y buena suerte”.
A siete días del desastre de Nanawa, donde los soldados bolivianos –a decir de Porfirio Díaz Machicao– o eran suicidas o víctimas de un asesinato táctico ideado por Kundt, se inauguraba Radio Illimani. La transmisión oficial empezó a las nueve de la noche del 15 de julio de 1933, al ritmo de la Marcha de los Colorados de Bolivia y las palabras del vicepresidente de la República, José Luis Tejada Sorzano, quien manifestó en esa ocasión su confianza en el instrumento –la radio– como portador de la modernización, “los elementos de educación, sensaciones de alegría, placidez y belleza, y estímulos de patriotismo y de progreso” (según se relató en los periódicos de la época). El segundo mandatario del país, en su alocución, compartió su deseo de que la tecnología llegara a todos los rincones del país, y “se haga presente en la cabaña del indio solitario, hasta donde nuestra pobre civilización no ha podido llegar con la acción renovadora y redentora del libro y del periódico y utilice allá la palabra hablada en lenguas nativas, acompañada de los sones armoniosos de la música autóctona, y de las sugerencias cariñosas del apóstol para despertar su alma”.
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