Todos Santos
A PROPÓSITO DE TODOS SANTOS
By argv.E338951d on Mié, 13/11/2013 - 19:12Como todos sabemos, el primer día de noviembre está marcado por la idea de retorno al ámbito cotidiano de quienes alguna vez estuvieron vivos, y es ocasión en que se rinde tributo a los muertos ante su presencia entre nosotros. Esta idea, y en esta fecha, no es exclusiva de nuestro país, ni siquiera de nuestro continente, se observan indicios de esta misma percepciónen naciones lejanas y antiguas.
Así, la celebración de “Halloween”, que literalmente deriva del vocablo “Víspera de Todos los Santos” sería una celebración macabra y humorística vinculada también a la idea de retorno de los muertos1.
Debido a esta coincidencia, a la influencia de la televisión y cine estadounidenses, y principalmente a la notable promoción de los medios de comunicación y los llamativos anuncios de centros comerciales, se va extendiendo cada vez más la celebración de Halloween. A la vez, ya es habitual que estos mismos medios planteen la idea de oposición:¿Todos Santos o Halloween?,con lo cual se manifiestan voces de alarma ante “la invasión de costumbres foráneas” y “riesgo de pérdida de nuestras tradiciones”.
Se oyen, y leen, intenciones de erradicarcualquier celebración externa, como Halloween, porque se estaría dando lugar a la vulneración de las costumbres tradicionales y la expropiación de la identidad ancestral por parte de las elites burguesas tergiversando la realidad de nuestras regionesmediante aquellas expresiones del "colonialismo" e "imperialismo". Se llega incluso a llamar a una insurrección indígena que debería sobreponerse con la "Fiesta de Todos Santos" discriminando totalmente a las calabazas.
Olvidan los portadores de estas voces que la Navidad o las Pascuas, e incluso el Año Nuevo tampoco son celebraciones nacidas en nuestro territorio.
Pero más allá de algunas de estas intenciones, que al parecer son minoritarias, lo cierto es que la participación espontánea de la población echaría por tierra cualquier intención prohibitiva, incluso la alentaría.
Por otro lado, creemos que hablar de una celebración verdaderamente “tradicional” de todos santos es difícil de concretar. Solo en nuestro país, la celebración de estas fechas se lleva a cabo de diferentes maneras y va modificándose permanentemente con el paso del tiempo, como toda expresión cultural, la celebración no es estática, cambia y cambiará de acuerdo con las influencias del entorno, las preferencias de las personas, y la dinámica propia del contexto de su realización.
Cabe preguntarse ¿No será la fecha de Todos Santos una oportunidad de celebración de una actividad en esencia intercultural?La Constitución proclama que “la interculturalidad es el instrumento para la cohesión y convivencia armónica y equilibrada entre todos los pueblos y naciones” (Art. 98), sin embargo poco se ha hecho para que ello sea más que un enunciado.
Si la interculturalidad es un elemento de construcción de la plurinacionalidad e instrumento para el cambio de las condiciones desiguales de encuentro entre personas, además de modificación de relaciones conflictivas por una relación entre iguales; es en ocasiones como la aquí planteada que se deben impulsar acciones de información y convivencia a partir de las cuales sea posible armonizar las pautas de convivencia social.
La interculturalidad se construirá desde la Sociedad Civil, pero es desde la institucionalidad pública que deberían establecerse sus condiciones, comprometiendo también a organizaciones sociales, entidades educativas, actores privados y principalmente medios de comunicación.
Sin embargo el establecimiento de estas condiciones no es simple, debería plantease a partir de bases firmes, es decir, a partir del conocimiento preciso de las percepciones de los individuos y los grupos y en ello cabe también analizar las instancias de poder en que las apropiaciones se llevan a cabo y los juegos hegemónicos que plantean los intercambios, porque no siempre el encuentro cultural es simétrico.
Creemos que si hay algo que nos define es el cruce, la mezcla, somos fruto del cruce de culturas, de apropiaciones de textos ajenos. El contacto y encuentro entre diferentes enriquece, e intentar una pervivencia forzada de lo supuestamente puro tenderá a anquilosarse sobre sí mismo,y justamente tendencias como esas han llevado a las peores experiencias sociales en la historia humana.
La celebración de Todos Santos es una fiesta sincrética capaz de convivir y adoptar otros festejos no tradicionales sin restar su importancia cultural ni poner en riesgo su existencia.
1.
Los chamanes célticos, creían que la noche del 31 de octubre los límites entre el mundo de los vivos y el mundo de los muertos desaparecían y los fantasmas de los muertos venían a llevarse a los vivos. Por eso, esa noche se hacían fogatas y conjuros intentando ahuyentar a los malos espíritus, se dejaba también dulces o comida a la puerta de sus casas, en la superstición de que los difuntos se irían y les dejarían en pazHALLOWEEN Y TODOS SANTOS
By Draven3166 on Mié, 30/10/2013 - 12:14Mientras que la población rural y urbana popular se vuelca a los hornos para hacer panes y ofrendas, la población joven de las ciudades pasea por las tiendas para comprar disfraces y dulces. Unos retornan desde confines del mundo en posdel encuentro familiar amplio, que incluye los difuntos, otros se reúnen para organizar las fiestas y los paseos del terror. Nos toca vivir un tiempo especial, en el que nuestra sociedad se amplíacon almas, duendes, brujas, muertos vivientes, etc. No es una película de ficción sino en realidad un portal que se abre desde el 31 de octubre para la comunicación entre vivos y muertos, entre sociedad humana y otros mundos.
Aún cuando hay varias voces críticas e intentos de ordenar este tiempo, la creatividad popular, mezclada con la fuerza de las tradiciones, y la energía comercial hace que la temperatura festiva siga incrementando. Estas fiestas nos invaden con múltiples símbolos danzando ante nuestros ojos y nos envuelven con la intensidad de la interacción humana. Las tradiciones han cambiado en el tiempo, se han recreado constantemente y lo que vivimos actualmente tiene una larga historia: de encuentro y conquista; de resistencia y cambio; de lucha y paz; en fin, de humanidad. Aún persisten los primeros símbolos aportados por las sociedades andinas y euroasiáticas que nos precedieron hace algunos milenios pero dentro de un marco cristiano, especialmente católico.
Halloween significa ‘víspera de Todos santos’ y su origen se remonta a tradiciones y creencias europeas (célticas) en el retorno de las almas a sus núcleos familiares. Esta tradición se daba en un contexto de cambio de época, era el ingreso al duro invierno. Se pensaba que el 31 de octubre terminaba un año y comenzaba otro, tiempo en que los muertos podían visitar a los vivos y estos a su vez organizaban banquetes y varias actividades rituales. Aún cuando fueron cristianizados,sus prácticas culturales y religiosas continuaron bajo el barniz católico. Al pasar el tiempo y con las migraciones a otros territorios se fueron introduciendo más elementos como las visitas de niños a las casas con la frase: ‘trato o truco’, que también tiene una raíz antigua de rezar por los difuntos a cambio de panes dulces, o el tallado de zapallosy los disfraces. Así se fue constituyendo una tradiciónnorteamericana,ahora exportada por los medios de comunicación, los comercios y los migrantes de retorno. Es una tradición de pocas décadas en América Latina.
La fiesta de Todos santos ha sido instituida formalmente a finales de la edad media por la iglesia católica. Aunque la intención ha sido dedicar la fiesta a la memoria de los mártires cristianos y santos, se buscó una fecha que coincidía con las tradiciones ‘paganas’ ligadas a la fiesta de los difuntos, para insertarle un contenido cristiano.Una vez institucionalizada esta tradición fuedifundidauniversalmente a través de los procesos de colonización y evangelización, de esta manera llegó hace cinco siglos a los Andes.
En los Andes antes de la llegada de los colonizadores ya existía una fiesta a los difuntos, que Guaman Poma de Ayala (1615) la explica como la fiesta de AyaMarqay Quilla: En este mes sacan los defuntos de sus bóbedas que llaman pucullo y le dan de comer y de ueuer y le bisten de sus bestidosrricos y le ponen plumas en la cauesa y cantan y dansan con ellos. Y le pone en unas andas y andan con ellas en casa en casa y por las calles y por la plasa y después tornan a metella en sus pucullos, dándole sus comidas¨. Este relato parece una descripción etnográfica de la actual fiesta de las ñatitas (calaveras), que se celebra el 8 de noviembre, sin embargo también expresa varios elementos que tienen relación con el actual Todos Santos.
Del sin fin de mensajes que fluyen desde estas tradiciones se puede destacar: el compartir de alimentos; guardar la memoria de los que nos precedieron; el re-encuentro familiar y social; la practica del ‘don’ o gratuidad, ligado al regalo de alimentos y dulces; la fiesta; la oración; el juego; la vivencia de una fe; la relación del ser humano con la tierra, entre otros. Pero también nos toca ser críticos ante la exacerbación del consumo estimulada por el mercado; la obligatoriedad del ‘don’; y las tendencias exclusivistas.
De aquí para adelante tendremos que vivir con Halloween, Todos Santos y el Día de los difuntos, aún cuando enfaticemos más alguna que otra tradición, sabiendo que el acto más simple es el más profundo: como la abundancia de pan generada al abrir las manos. Esta era la práctica cotidiana de un tal Jesús, asesinado por un imperio y que dicen que volvió de los muertos para seguir constituyendo comunidad.
TODOS SANTOS, FIESTA DE LOS MUERTOS
By argv.E338951d on Lun, 28/10/2013 - 12:42Nadie puede negar que, antes de la llegada de los españoles a nuestro continente, los pueblos indígenas vivieran una experiencia muy particular sobre el culto a los muertos. Si bien es cierto hoy está mezclado con todo un ropaje cristiano, no ha dejado en esencial ser esta, la fiesta de los muertos. Aunque ciertamente han logrado coincidir ciertas comprensiones con el mundo cristiano, hoy se cohabita esta realidad de fe cristiana con una profunda tradición cultural, que poco a poco también toma una expresión diferente.
Cuando uno se encuentra en medio de las culturas como aztecas o la de los incas, o de la amazonia, uno puede darse cuenta que la vivencia y la forma de entender la muerte, es casi idéntica, o tal vez tiene el mismo origen. Hoy lo vemos en sus manifestaciones particulares, con simples matices y diferenciados por su contexto físico y geográfico.
¿Cómo se entiende la muerte para el pueblo originario de este continente?, simplemente como una ruptura temporal y física, pero que tiene un eterno retorno. No tiene plena relación a lo que algunos filósofos lo plantean, además que el pensamiento indígena tiene orígenes remotos. Pero ciertamente la vida es un círculo, que el hombre vuelve en ciclos y se empodera de sus bienes temporales y retorna a su estado diferente.
La muerte eterna, no existe porque cada ser, desde su presencia humana ha sellado en la vida un espacio y ha dejado una serie de vivencias, imposibles de olvidar. Por eso es que toda persona, espera el día de los difuntos, porque su ser querido compartirá unas horas. Su presencia está marcada por una serie de símbolos, gestos y fenómenos percibidos durante estas horas.
Por lo tanto, el día de los difuntos, es día de la fiesta de los muertos. Mirando en las casas lo que suelen hacer. Se pone la mesa o altar del ser querido. Esta mesa, refleja como el ágape para el difunto. Como llega el 1 de noviembre al medio día, debe haber todas las comidas que le gustaban; muchas figuras que recuerdan a los parientes relacionados, son hechos en masa de pan “T’anta wawas”. Como relacionando la mesa terrenal con lo divino, están una cruz, una escalera; el sol y la luna. Pero luego hay varias figuras que recuerdan el entorno mágico de la fiesta. Estos símbolos que hacen realidad un retorno agradable.
Otro símbolo muy fuerte que refuerza la fiesta de los muertos es la presencia de los familiares, y tiene que ver con los tiempos. Si el difunto falleció no más de un año, entonces la presencia es muy significativa y resalta la presencia muy marcada de la mayoría de los seres queridos. Podríamos decir que es el encuentro familiar. La memoria se hace una presente.
Durante 24 horas, los difuntos han vuelto y comparten todo lo que se le ha preparado. La mesa está servida y los comensales se ponen a orar, rezar y meditar. Cada momento es nombrado y recordado. La relación de familia está dada, los vecinos se acercan y comparten, los amigos llegan de lejos. Pero como en todo encuentro, en nombre del difunto, se comparte. Al finalizar su presencia, entre la familia, se repartirá todo el banquete para dejar satisfechos a todos. Se dejará limpia la mesa y luego a visitar el cementerio. Lo más llamativo de este momento, son los tipos de oración que se fueron cultivando, frases repetitivas e invocando siempre el bienestar del ser querido.
Para marcar su presencia cristiana, el día 2 de noviembre se pone una misa, recordando a todos los muertos de la familia, luego se visita el cementerio. La palabra cementerio viene del griego “κοιμετεριον y/o νεκροταφείο”, que significa dormitorio porque, según nuestra creencia cristiana, en el cementerio, nuestros cuerpos duermen hasta el día de la resurrección.
Por esa razón, hoy podemos decir, que nuestras creencias cristianas, no son tan puras, al igual que nuestras costumbres ancestrales, están influenciadas por el cristianismo. Hoy habitamos en esta realidad, aceptamos la inmortalidad del alma. Comprendemos que la muerte es una separación temporal. A tanto así, que un día, todos lograremos estar nuevamente unidos.
Porque para el cristiano la muerte no es "nada del otro mundo", es parte de nuestra vida. Jesús experimentó su muerte, venció la cruz, pero antes puso su esperanza plena en el Padre Dios. "Padre mío, si es posible, líbrame de esta copa de amargura; pero no se haga lo que yo quiero, sino lo que quieres tú." (Mateo 26, 39). Por eso nosotros aprendemos a aceptar la muerte como algo que forma parte de la vida. Los cristianos sabemos que todo no se acaba con la muerte. Sabemos que el amor es más fuerte que la muerte.
Para el mundo cristiano, la muerte es la espera, hasta la “Parusía”, la segunda venida de Jesús resucitado. Como afirmamos será un regreso triunfal, para el establecimiento definitivo del Reino.
La mejor expresión de este contenido de esperanza nos lo dice, (Santiago 5,7-8) “Por lo tanto, hermanos, tengan paciencia hasta la venida del Señor. He aquí, el labrador espera el precioso fruto de la tierra, aguardándolo con paciencia hasta que reciba las lluvias tempranas y tardías. Tengan también ustedes paciencia; firme sus corazones, porque la venida del Señor está cerca.”
La Iglesia católica, durante todos los 5 siglos ha enseñado sobre la venida de Cristo. “Desde el Cielo, ha de venir a juzgar a los vivos y a los muertos”. Entonces lo que debe llenar todos nuestros pensamientos, es la esperanza del encuentro y el regreso del Señor Jesús. Preparemos pues, nuestra vida dedicada a tener un rencuentro feliz. A seguir en fiesta.
Otro gesto permanente que lo tenemos en las misas. "Siempre que coman este pan y beban esta copa, proclamarán la muerte del Señor hasta que el vuelva". Por eso pedimos "vivir siempre libres de pecado mientras esperamos la gloriosa venida de nuestro Salvador, Jesucristo".
La festividad de todos santos, ha vivido estos siglos, en medio de los fenómenos y expresiones de fe. Hoy va teniendo unas nuevas expresiones y se encuentra enfrentada con los cambios culturales. Pero no deja de ser, la espera en un ambiente de fiesta.
(*)Guillermo Siles es misionero y comunicador social.