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El papa Francisco pidió el viernes, durante la misa de Todos Santos celebrada en el cementerio de Roma, orar por los inmigrantes que murieron de manera trágica en el desierto y el mar.
“Nuestros hermanos y hermanas están con el Señor en el cielo, gozan de la bondad y de la serenidad, de la salvación, (...) por la bondad de Dios, pues solo podemos entrar en el cielo gracias a la sangre del cordero”, indicó el pontífice ante miles de creyentes.
Al referirse a la cercanía de la muerte el papa dijo: “A todos nos llegará el ocaso de la vida, a todos, y esto hay que mirarlo con esperanza, pues nos da alegría ser recibidos por el Señor. Esto nos da paz”.
Latinoamérica
La celebración de la festividad católica de Todos Santos llenó los cementerios latinoamericanos de personas deseosas de recordar a sus muertos, pero también hubo homenajes póstumos fuera de los camposantos como el brindado en La Paz a Hugo Chávez, Néstor Kirchner y Muamar El Gadafi.
La celebración del Día de Difuntos o de Muertos fue reconocida por la Unesco como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad en 2003 y en ella se mezclan creencias prehispánicas y preceptos católicos.
Según las grandes civilizaciones anteriores al descubrimiento de América, en este día los muertos regresan del más allá para disfrutar de la compañía de sus seres queridos.
En México no faltan los mariachis, las calaveras de azúcar y las flores de cempasúchil para rendir culto a las ánimas.
Los guatemaltecos celebran esta festividad en familia reunidos en los camposantos locales, donde adornan las tumbas con coronas elaboradas en papel y flores. En Perú la gente llegó a los cementerios con música, bebidas y alimentos . (EL Deber)
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