ELECCIONES 2014

CON EL MAS O CONTRA EL MAS

El Deshabitado

Los frentes y las cartas ya están echadas y la coyuntura nos indica que por mucho tiempo político, la democracia y las elecciones seguirán haciéndose con el MAS o contra el MAS.

Son cinco los partidos políticos que terciarán en los próximos comicios: Movimiento al Socialismo (MAS), Movimiento Sin Miedo (MSM), Concertación Unidad Democrática (UD); Partido Demócrata Cristiano (PDC) y el Partido Verde de Bolivia – Instrumento de la Ecología Política.

El MAS es el que dirige la orquesta, es el protagonista y el espectador, el resto gira sobre su actuación, tan cierto es esto que el MSM sólo plantea reformas al Proceso de Cambio no pregona su erradicación sino su mejora en diversos aspectos, hasta podría decirse que es más o menos de lo mismo, lo diferente está en UD y el PDC, mientras que el PV enarbolará sus primeras armas electorales con resultados imprevistos.

El MAS reitera a Evo Morales Ayma y a Álvaro García Linera, el MSM a Juan del Granado y a Adriana Gil, UD a Samuel Doria Medina y Ernesto Suárez Satori, el PDC  Jorge Quiroga y Tomasa Yarhui, en tanto que el PV a Fernando Vargas y a Mary Soria Saravia. De todos conocemos su accionar político y sabemos quiénes son, entonces concluimos con certeza que las elecciones se reducen a todo lo que significa el MAS contra la derecha radical y extrema, eso es lo que definiremos en las elecciones de octubre.

Se trata de lo peorcito del adeno-mirismo en dos de sus versiones apadrinados por nada menos que el racista y separatista gobernador cruceño, ese que orquestó el conflicto de la capitalidad en función de sus objetivos políticos sin importarle enfrentar a sucrenses y paceños; ese que promovió la toma de las instituciones gubernamentales, ese que ordenó las golpizas a los colllas en Santa Cruz, ese que se atrevió a concebir la “nación camba”.

En su pequeñez mental, este señor cree que los bolivianos olvidaron todo aquello y que ahora que funge como “padrino político” puede fácilmente trascender el oriente boliviano impunemente. Eso también lo veremos en octubre.

Más sabe el diablo por viejo que por inteligente

Como todo político nacional es incapaz de crear un plan de gobierno alternativo al del MAS, pero si es inteligente para eliminar a sus probables rivales políticos con miras a las elecciones de 2019.

Conocedor que, por lo menos, en estas elecciones más, no se podrá “tumbar al indio y al MAS”, astutamente lanzó al ruedo y a la muerte política al cementero Doria Medina y nada menos que a su ahijado Suárez Satori, Juan se acaba solito, al igual que “Tuto” Quiroga, el resto no es rival para Costas. Inclusive trató de quemar el naciente liderazgo de Luis Revilla tratando que encabece la arremetida electoral de la derecha.

Su cálculo señala que ya en estos comicios el MAS debería empezar a perder votación y que el 2019 “como ya no estará Evo, el MAS se muere desde dentro” entonces, cree él, que será el tiempo de volver al pasado a la cabeza de la Gobernación cruceña. 

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Indígenas
Según Ávila este hecho denota que los grandes perdedores en los comicios serán los pueblos indígenas; tanto de tierras altas, como bajas.

LA CONFIGURACIÓN IDEOLÓGICA DE LAS CANDIDATURAS

Fernando Molina

El día de la presentación de las listas de candidatos para las elecciones estuve en ATB, intercambiando con Jimmy Iturri, Ramón Grimalt y Soraya Delfín algunas opiniones sobre las ofertas programáticas y personales de los partidos. Hice entonces un esquema ideológico simplista para clasificar a las tres principales tiendas de la oposición, el MSM, Unidad Demócrata y el Partido Demócrata Cristiano, como las opciones de izquierda, centro y derecha, respectivamente, del bloque opositor. También caímos en el error, en esa tertulia, de considerar al candidato democristiano Jorge Quiroga como la figura “más conservadora” de la contienda. 

Este esquema  –lo pensé después del programa– no se aplica propiamente a la realidad boliviana; es el resultado de la rutina intelectual, no de una observación de lo que sucede. Y no se aplica incluso si seguimos concediendo relativa validez a los indicadores “izquierda” y “derecha” para establecer las relaciones entre unas facciones y otras, y entre todas ellas y las dicotomías Estado-mercado, individuo-colectividad, creación-redistribución de riqueza, orden-innovación, justicia como derecho o como bien común, y democracia antigua o liberal-representativa. En este caso concluiremos que Evo Morales postula a nombre de la izquierda boliviana. Pero no de una izquierda socialista, sino nacional-popular, corporativa, que puede llegar a ser partidaria de la propiedad privada y los poderes constituidos cuando conviene a su poder, y resulta indistinguible de la mayor parte de la centroderecha en cuestiones morales como la anticoncepción y las orientaciones sexuales heterodoxas. Una izquierda, por tanto, a la medida del país. 

Una observación más lúcida dirá que Quiroga no ocupa el puesto del candidato más conservador de estas elecciones, como equivocadamente se dijo en la tertulia, sino todo lo contrario, el del más rupturista. Esto es así porque el partido que hoy quiere mantener el estatus quo no es otro que el MAS, cuya principal oferta consiste, como resulta lógico, en la continuidad de los ocho años de Morales. Y en cambio los que proponen la transformación del orden que se ha ido estableciendo en este octoenio son los partidos de oposición… Unidad Demócrata y el MSM lo hacen reconociendo ciertos elementos positivos de él, mientras que Quiroga no los reconoce; es, por tanto, el menos conservador del lote. Este es un efecto de la hegemonía masista, es decir, de la hegemonía de la izquierda “a la boliviana” sobre el país durante estos años: convertir al político más derechista del espectro nacional –lo que no implica demasiado, ya que aquí el eje político está movido a la izquierda respecto a la posición estándar– en el candidato más inconforme y anti-sistémico de hoy. ¿”Conservador”?  En absoluto. 

Por esto es que la posición de Quiroga no solo resulta inviable en lo inmediato, sino que además está equivocada en el largo plazo, ya que no reconoce la necesidad que tiene el país de sintetizar el liberalismo con el nacionalismo revolucionario, a fin de crear un paradigma que sea aceptable para estos dos grandes bandos ideológicos y permita superar los ciclos históricos gemelos (privatización-nacionalización-privatización, en la economía,  y revolución-institucionalización-revolución, en la política) que tanto daño le han hecho al desarrollo del país.  

Unidad Demócrata y el MSM coinciden en esta visión más pragmática de búsqueda de un camino intermedio. Si se juzga sus programas, no se encontrará ningún punto que implique incompatibilidad ideológica, aunque sí dos perspectivas distintas: la perspectiva de UD va de la sociedad civil hacia el Estado, al que considera un instrumento –uno entre otros– de la realización general; por eso es más productivista. La del MSM se centra en el Estado y no sale de él, por eso resulta más regulativa o, si se quiere, burocrática (como se expresa incluso  en la forma del programa de este partido, una colección de monografías sobre políticas públicas). ¿Hay en este contraste huellas de la oposición izquierda-derecha? Sí, pero tenues. Diferenciar ambas propuestas por estas reminiscencias constituiría una sobre-interpretación. Dejaría de lado que el MSM estuvo a punto de llegar a un acuerdo con los Demócratas, el ala más liberal de UD, antes de que se cristalizara la alianza de éstos con Unidad Nacional.  

Lo que de veras separa al UD del MSM es, sacando de en medio las razones personales, el pasado. Puede hablarse así de una oposición generada por la victoria del evismo y la subsecuente manifestación de sus limitaciones, ésas que le hacen ser una izquierda idiosincrática --descrita más arriba-- y no una purista, como algunos esperaban. Tal es el tipo de oposición que representa el MSM, que fue aliado del MAS entre 2005 y 2009. En otras palabras, conforma, junto con el Partido Verde, la “oposición del desengaño”. 

Y puede hablarse también de una oposición generada “en el vacío” por la desaparición de los partidos del antiguo régimen. Una oposición cuya mayor preocupación reside en la construcción de una alternativa al MAS, al que nunca dejó de considerar una fuerza negativa, pues el modelo socioeconómico y político que éste construyó, muy popular y –por su coincidencia con el boom de las materias primas– muy exitoso, es sin embargo un modelo antiliberal, cerrado, poco competitivo en sus fundamentos, y en consecuencia un modelo autoritario en política e insostenible en economía. Tal es la oposición de Unidad Demócrata.

Este es un esquema mucho más preciso de los alineamientos ideológicos electorales que el que expliqué, con poco rigor, en la charla televisiva de la que les hablo. 

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ELECTORES Y RAZONAMIENTOS

Andrés Gómez Vela

Conocidos los candidatos para las elecciones nacionales, llega el momento de los electores que hasta octubre decidirán su voto. Sus razonamientos y motivaciones son tan diversos como la cantidad de electores que hay, aunque, por supuesto, hay denominadores comunes. 

Como en toda elección de principio hay dos bandos: el primero constituido por los que ya tienen su voto definido por el oficialismo; y el segundo, por la oposición. A ambos no les importa quiénes son los postulantes a senadores o diputados. Su apoyo estuvo definido incluso antes de la constitución del mismo binomio. 

Sin embargo, en el segundo bando hay indecisos, pues, si bien ya saben que votarán contra el candidato del MAS, aún no decidieron a cuál de los cuatro candidatos de la oposición apoyará. 

A la hora de decidir, éstos razonarán, presumo, sobre la base de dos objetivos: 1) Quieren al gobernante de hoy sí o sí fuera de palacio; 2) Quieren votar por el candidato de su preferencia por principios sin importar si el MAS se queda. Si se impone el primer razonamiento, ese elector jugará al voto útil, vale decir, sumará su apoyo al candidato con mayores posibilidades (según las encuestas), y no desperdiciará su voto en otro opositor sin posibilidades. Si triunfa la segunda motivación, el voto se dispersará en cuatro postulantes (según la intuición de cada elector).

Hasta aquí hay dos tercios de votantes. ¿Qué pasa con el tercio que queda? Ese tercio es ambivalente. Juega a la espiral del silencio. Es mutante. Puede decir una cosa al encuestador y marcar otra casilla el día de la votación. Es consciente de su poder de decisión. Por culpa de estos electores fallan las encuestas y las tendencias. 

En este grupo hay una diversidad de razonamientos. Están desde aquellos que se percatarán del programa de gobierno, hasta aquellos que revisarán minuciosamente las listas de candidatos al Legislativo para ver si vale la pena alguno de ellos.

Estará atento a los debates (si hay), se informará sobre los hechos y antecedentes de los que quieren ser su representante y analizará cuál de ellos realmente defenderá sus intereses y le garantizará un futuro.

En medio de esa diversidad, se puede ubicar a aquellos que prefieren la certidumbre y la estabilidad con el actual gobierno y evitar riesgos con otros candidatos que pueden prometer una cosa y hacer otra.

Por supuesto, no faltan aquellos que temen una dictadura disfrazada de democracia si ganara de nuevo el oficialismo, no quieren que sus hijos e hijas tengan un solo presidente el resto de sus vidas como en Cuba, Siria o Corea del Norte.

También están los que creen que cualquier otro presidente lo hará mejor que el actual. Entonces, votarán con la sensación de que si el actual gobierno hizo buenas cosas, un sucesor eficiente con más ideas y tanto dinero que hay en Bolivia, gracias al precio elevado de las materias primas en el mercado internacional, puede hacer maravillas.

No faltarán los que votarán según el humor que tengan el mismo día de la elección. Decidirán a partir de un detalle, un mal paso, un acierto de los candidatos o una afinidad con alguno de los postulantes a la Asamblea Legislativa.

Tampoco estarán ausentes aquellos que dirán que ninguno representa sus aspiraciones, por tanto, voto en blanco o nulo, en protesta contra el sistema. Tal vez ni asista a las urnas. 

Y ¿los jóvenes que votarán por primera vez? Aquí entra el voto familiar. Las charlas con papá, mamá, amigos incidirán en el curso de este voto. Los jóvenes son, generalmente, el reflejo de cada hogar. Esto no significa invalidar la autonomía de ellos o su incidencia en el resto de los miembros del hogar. 

No sé si te identificas con alguno de estos grupos, pero estoy seguro de que tus razonamientos e intereses te guiarán a un candidato. 

Se aproxima tu momento para decidir tu futuro, si no ejerces tu poder ahora, tendrás que esperar cinco años porque tus representantes en el Legislativo muy poco te escucharán (revisa antecedentes), pues, eso de la democracia participativa todavía es un cuento en Bolivia. 

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Indígenas
La CNAMIB logró que mujeres indígenas sean candidatas titulares para los escaños especiales, mientras que los indígenas decidieron sumarse a las filas de UD y VB. Tras la represión de Chaparina en 2011, el movimiento indígena de tierras bajas se alejó del gobierno y quedó dividido; unos con el MAS y otros son independientes y orgánicos a sus bases.
Política
“Estos días estaba escuchando que no va a poder entrar al Chapare la campaña (de opositores). Yo quiero decirles, junto a ustedes, todos tienen derecho a entrar, que vengan a hacer campaña”, manifestó Morales.
Política
Adolfo Mendoza renunció a su candidatura como primer senador de Cochabamba por el Movimiento Al Socialismo(MAS). Señaló que tomó esta decisión por amenazas que ha recibido contra sus hijos en los últimos días.
Indígenas
Verde de Bolivia es el único frente opositor que tiene a un candidato indígena a la Presidencia, el titular de la Subcentral Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS), Fernando Vargas, y la candidata a la Vicepresidencia es Margot Soria.

EL CURIOSO TERMOMETRO ELECTORAL

Victor Hugo Maidana Alcoba

      

Poco a poco sube la temperatura electoral. Cinco partidos políticos están habilitados para participar en las próximas elecciones nacionales, estos son; el MAS IPS, Unidad Demócrata, el Movimiento Sin Miedo, el Partido Demócrata Cristiano y el Partido Verde de Bolivia.

En el escenario democrático, cinco agrupaciones políticas mostraran sus proyectos de gobierno dentro de lo que se denomina “visión de país”. Cada uno con su propia mirada.

Las elecciones tienen sus propios tiempos, un antes y un después de los  resultados finales obtenidos de las urnas. En el antes se puede esperar que los unos y los otros se digan de todo y en el después, que se tengan alianzas inesperadas en el parlamento.

Lo cierto es que en el fondo los unos y los otros tratan de captar la mayor cantidad de votos para desequilibrar en su favor los escaños parlamentarios. Es decir unos buscaran construir aplanadoras y otros poner las trancas para estos fortines. 

Es posible que sea muy temprano para hacer pronósticos sobre lo que pueda pasar adelante. La mirada de atención del momento tiene que estar necesariamente en el punto de partida, en el origen de la competencia.

Dentro de ese contexto  a esta altura del tiempo,  el MAS se muestra, como el competidor más fuerte, por las diferentes variables que se vuelcan a su favor; tiene un líder indiscutiblemente  difícil de vencer. Tiene a la administración pública de su lado, medios de comunicación a su disposición y por su puesto plata.

Pero así como tiene fortalezas, muestra también debilidades,  no se le nota tan compacto como en el pasado inmediato, muchos de sus principales dirigentes se han alejado de esta tienda política  para tomar otros rumbos, algunos lo han hecho lanzando zapos y culebras, es decir arrojando insultos. De paso en sus nuevas listas no faltan los nombres de oportunistas a quienes les toca como lotería una y otra vez, cargos de importancia en el ejecutivo, embajadas, consulados, etc., etc., y ahora para el senado. También aparecen bien metidos ciertos politiqueros que cambian de colores como el camaleón en cada ocasión, como es el caso del alcalde de Potosí, quien con su presencia  deteriora el discurso anti neoliberal de este frente oficialista.

No obstante de lo percibido se ve  al MAS, como un competidor todavía sólido por su acercamiento a los movimientos sociales.

También en la línea de partida, se encuentra el MSM, cuyo líder es un notable abogado que jugó un rol protagónico en el juicio al ex dictador García Mesa y a sus inmediatos colaboradores, hasta hacer que los encierren en Chonchocoro.

Como partido el MSM, parece tener varios problemas encima, sobre todo está el hecho de que parece  no encuentrar la ruta de  salida de las fronteras urbanas paceñas y de El Alto.

De todas formas es un contendiente electoral interesante, que si bien se lo ve solitario en la partida, no deja de ser un competidor que puede dar sorpresas.

En el punto de partida esta también, la Unidad Demócrata, frente liderizado por un exitoso expresaría con llegada a sectores juveniles urbanos, que se ha preparado con mucha anticipación, intentó aglutinar a la mayoría de las fuerzas políticas, grandes, pequeñas y de todos los colores, para alcanzar un perfil de frente único opositor, falló en su intento, también muchos de sus dirigentes se fueron por otros rumbos, no se sabe si lo hicieron por temor o por inconsecuentes con sus propósitos.

De todas formas este frente político ha logrado salir del occidente, su potencial está en los sectores empresariales y no se le ve que tenga una proyección popular importante.

El partido Demócrata Cristiano, liderizado por un ex presidente de la Republica, se muestra como el más conservador, aún no han expuesto sus cartas de juego y tampoco hacen saber sus planes  para construir el estado.

Finalmente se ve al  Partido Verde, del cual muy poco se puede opinar, prácticamente es debutante en estas pugnas. Su líder,  podría tener apoyo en el TIPNIS y en sectores de pobladores originarios, es posible que logre algunos votos en las ciudades.

Cálculos, probabilidades, pronósticos, posibilidades, opiniones. Elementos que se usan para mirar la coyuntura política, toda vez que llego la hora de echar un vistazo al panorama electivo y  medir la temperatura  política con el curioso termómetro electoral.

GRACIAS Y HASTA LA PROXIMA CUANDO VOLVAMOS A HABLAR JUSTO Y CABAL. NI MAS, NI MENOS.   

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Política
Según las campesinas, su candidata Ruth Franco debía figurar como postulante a segunda senadora por Beni, sin embargo, en esa posición está María Argene Simoni.

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