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Revisando los periódicos de circulación nacional del fin de semana se pueden leer, dos notas periodísticas, una entrevista al Sr. Rector de la UMSA y una opinión de un distinguido escritor nacional, que se refieren a ciertas situaciones que suceden en el interior de Nuestra Superior Casa de Estudios, sobre todo en la carrera de derecho, donde parece que las lecciones de corrupción, acoso sexual a los y las estudiantes; “negociados” de todo tipo, son las lecciones que con más detalles se imparten en sus aulas.
Las citadas notas hacen referencia tambien entre otras cosas a un una triste realidad, donde los docentes verdaderamente eméritos son la mínima expresión, es decir en un tamaño microscópico, muy pocos.
Conocer esos detalles de una facultad universitaria de gran prestigio y sobre la mediocridad con la que se está formando a los futuros juristas, es una muestra de que lamentablemente esta carrera de las leyes está descendiendo rápidamente por un tobogán sin frenos, a esa velocidad ya se puede imaginar su destino.
En los ámbitos de la vida judicial, los rumores sobre lo que pasa en las aulas universitarias, se relacionan con las versiones que ahora, se han vuelto en cierto modo oficiales.
Por lo que sucede en la administración de la justicia boliviana, con muchos jueces corruptos, con una gran cantidad de oficiales de diligencias dueños de los tribunales, esperando solo el dinero de los litigantes, los problemas en las elecciones de jueces, parece no mas, que la justicia boliviana esta como lo dijo alguna autoridad nacional, “Podrida”.
Se están imponiendo quienes con facilidad, negocian notas, sentencias, los acosadores y mercaderes de la ley, sobre quienes saben y están convencidos que el derecho es la máxima expresión de la justicia, que la profesión de la abogacía es un apostolado al servicio los bienes tangibles e intangibles de la personas naturales y colectivas.
Todo hace notar que está sumando el criterio de la búsqueda del abogado “Machete” (el vividor, mañudo, delincuente, aboganster, estorcionador) y se va restando aquel que prefiere al abogado, letrado “Honesto, Etico, por sobre todas las cosas”.
Algo hay que hacer, desde luego que sí, aunque sea difícil, pero habrá que intentarlo, no puede ser que el mal, triunfe sobre el bien, debe ser al revés, aunque parezca ser una ingenua idea.
El escarmiento, el llenar las cárceles con traficantes del derecho, con certeza no es la solución para un mal tan grande, es necesario trabajar para recuperar la confianza en la justicia boliviana, caminar con señales claras y fuertes.
Por muy pequeñas que sean, hay aun luces al final del túnel, aunque sean minúsculas, son luces al fin, no sería bueno apagarlas, porque los resultados podrían ser muy graves, llegaría la penumbra de un callejón sin salida.
Desde luego que es una labor ciudadana individual, pero el mayor esfuerzo está en manos de los gobernantes, quienes si no hacen algo y pronto para remediar estas situaciones, podrían perder el tren de la historia.
Se han sumado los puntos negativos para la justicia boliviana, los intentos para remediar su situación no tiene los impactos colectivos suficientes, el descredito a nivel de la opinión pública aumenta la crisis.
Muchos apuntan a que la solución está en las facultades de derecho, pero ahí está el panorama, en un lamentable pantano que coadyuva al deterioro de los cimientos de la justicia en el país.
Sumando lo que está pasando en el conjunto de la justicia boliviana, en las universidades, en los órganos judiciales, las actitudes de la mayoría de los funcionarios judiciales, las pocas señales de mejoría, todo muestra que ahora, verdaderamente se está a punto de tocar fondo.
GRACIAS Y HASTA UNA PROXIMA OPORTUNIDAD CUANDO VUELVA PARA HABLAR JUSTO Y CABAL.
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