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Algunos dirigentes del futbol nacional parece que encendieron el ventilador cerca de una letrina y están echando en la cara de diestra y siniestra el estiércol de la canalla.
Estos eternos dirigentes del futbol ahora se están pelando para manejar dirigencialmente los destinos del más popular de los deportes en Bolivia.
El cuadro que están pintando ciertos dirigentillos futboleros, es un lamentable panorama matizado con diferentes colores de corrupción.
Aquí nadie salva, al parecer la mayoría de los dirigentes del futbol, tiene algo que ver con repartijas de plata en una danza de millones con volumen alto.
Estos siniestros personajes en los últimos días se están sacando trapitos al sol, es decir están diciéndose cosas propias de una tropa de mafiosos, que se disputan el poder para seguir viviendo de lo fácil a costa del sentimiento que atrae a miles personas en todo el planeta por este deporte donde el grito de gol es un momento para perdonar o por lo menos lavar la cara de los crápulas que están detrás del escenario.
Muchos quienes manejan el futbol nacional no son más que una manga de delincuentes, hay varios de ellos que están detrás de las rejas en la cárcel no precisamente por angelitos, si no acusados de malversadores, falsificadores de documentos, cómplices y encubridores de delitos.
Es una verdadera vergüenza que el futbol nacional esté en manos de gente que se dedica a acusar pasando por encima las leyes y los procedimientos.
Si alguien tiene conocimiento de la comisión de delitos, lo correcto es que denuncie esta situación a las autoridades que correspondan para que ellas investiguen, escuchen los cargos y descargos y en consecuencia determinen las autorías con responsabilidades.
Pero no sucede así, aquí la pelea está en los medios de comunicación social donde se están registrando muchas peleas en momentos previos a una elección en la en la dirigencia de la Federación Boliviana de Futbol.
Ojala fuesen solo peleas, no, la cosa va mas allá se están de comisiones de delitos con libelos, injurias de todo calibre, que es lo más grave.
Entonces el problema va pasando de los límites donde una tira de payasos sale de tanto en cuanto a justificar sus comedias.
Desde luego que este espectáculo hace reír, por lo menos saca de la monotonía de muchos programas de la radio y la televisión de aburridas notas de las páginas deportivas donde se alaban a los mediocres.
La diversión no deja de tener su lado bueno, por cuanto el hecho de saber en manos de quien había estado el futbol nacional significa encontrar respuestas del por qué el futbol boliviano se encuentra en la bajada de un tobogán que desemboca en un callejón sin salida y tener cuidado de los lobos vestidos de corderos que con la máscara de buenitos asumen a la dirigencia del futbol.
De la manera como se están desarrollando los hechos, se puede decir también que ya la cosa está de buen tamaño y alguien tendría que poner freno de mano al coche, es decir poner las cosas en su lugar.
Probablemente el Ministerio Publico en su calidad de defensor de los derechos ciudadanos tendría que intervenir en esta situación y colocar en su sitio a estos dirigentes futboleros que seguramente piensan que haciendo bochornosos escándalos van a salir del fétido pantano que le está sobrepasando la altura de sus narices.
Unos dirigentes del futbol, gritan por aquí, otros gritan por allá, todos gritan al mismo tiempo, unos dicen inocencia, otros dicen culpables, unos se dicen honestos otros pillos, pasa de todo y no pasa nada al mismo tiempo, la dirigencia del futbol boliviano es una verdadera Olla de Grillos.
GRACIAS Y HASTA LA PROXIMA CUANDO VUELVA PARA HABLAR JUSTO Y CABAL.
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