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Es como para no creerlo. Pero es verdad. Ayer enemigos hoy amigos, en el pasado reciente opositores en el presente inmediato oficialistas.
No deja de asombrar, como ciertos piratas cambian de barco político con enorme facilidad. Ciertamente lo pueden hacer así, no esta prohibido, no cabe la menor duda.
Lo curioso es la forma, como estos roedores y roedorcitas de la política partidista, son recibidas y recibidos, en sus nuevas tiendas.
Son los modernos pródigos y prodigas, aquí están los “arrepentidos y arrepentidas”, en casa les espera fiesta y hasta un buen vino para brindar. Que venga el chin, chin, de las copitas hay que celebrar.
Ciertas culebras vuelven a la cesta, lo mejor sería que no salgan de ahí, pero es imposible, algunos probablemente tienen un curul reservado en el hemiciclo con un letrero epitafio invisible que podría decir; “Honorable Oportunista”.
Verdad no más había sido. La política es el arte de lo imposible, donde todo puede suceder. Es algo parecido al ring del pugilato de los partidos políticos, donde todos se sacan la crema y luego siguen del brazo y por la calle.
El agárrate como puedas, mascara contra cabellera, rudos contra técnicos, es lo que vale, el show debe continuar debajo de la carpa, con ropas anchas coloridas, zapatos grandes y un tomate en la nariz.
Que fácil había sido decir; “Me arrepiento”, ¿será cierto? ¿o todo será para seguir mamando de los pezones de la vaca lechera del poder?. Es una vergüenza que así actúen ciertos politiqueros y politiqueras que descaradamente salen a las calles para pedir el voto de la gente, a estos personajes habría que votarlos y no darles votos.
Muy mal, por los que así se conducen descaradamente en la política y lo mismo para quienes permiten a título de “inclusiones” permiten que los aprovechados y viciosos del poder le falten el respeto a la ciudadanía, interpretando libretos ridículos y grotescos en el teatro de los bufones.
Aquí no se trata de tener opiniones anti políticas, ni anti políticos, porque bien sabemos que todo lo que se hace y se dice tiene que ver con la “polis”, es decir, con el estado.
Entonces al ser la política pública, la crítica negativa está dirigida a ciertos dirigentillos y dirigentillas por sus fachosos comportamiento públicos y de ninguna manera por sus actividades privadas, donde pueden hacer lo que quieran incluso pararse de cabeza.
Obrar de manera oportunista, sinvergüenza y descarada será que; ¿puede sumar votos o restarlos?, la respuesta es absolutamente individual, todos tienen un cristal con el cual mirar el panorama y decir su versión al respecto.
¿Ahora quien se equivocó al hacer crecer la juntucha con elementos descalificados de la política partidista? Seguramente nadie, porque la cosa en este momento electoral parece ser aparentemente; “es dejar que todos vayan a postrarse a los pies del ganador”. “Ave vencedor, ave vendedor, jallalla ganador, jallalla”.
Por un poco de decencia, los detractores del actual momento político y del gobierno, deberían ser fieles a sus principios y quedarse haciendo oposición y no tomar el camino más fácil; correr a lamer los zapatos de quienes se perfilan como ganadores de las próximas elecciones.
Así caminan rapidito, ciertas ratas y ratitas, que arrepentidas, cambiaron rápida y públicamente de camisetas políticas, como si el pueblo no tuviera la suficiente inteligencia para diferenciar como se mostraron antes y como se muestran hoy.
Los desechos sólidos que todavía pueden servir se reciclan para ser utilizados en algo, pero en el fondo no dejan de ser basura.
En la política también se podría decir; “Los desterrados pueden servir para algo; quizás como tontos útiles, porque en el fondo siguen siendo mugre”.
Las elecciones están cerca a menos de la vuelta de la esquina, veremos que sucede el próximo doce de octubre, para saber cómo les va a los que se encargan de recoger desechos políticos y a los desechados, es decir, a los recicladores y a los reciclados.
GRACIAS. VOLVERE PRONTO PARA HABLAR JUSTO Y CABAL, NI MAS, NI MENOS.
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