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Una senadora nacional dijo recientemente en la prensa lo siguiente: “El Alcalde de Santa Cruz Será un Mete Mano pero Hace Obras”, aludiendo a los toques impúdicos que el venerable anciano burgomaestre cruceño hizo a una periodista.
A esta altura del tiempo no es nada extraño que Dn. alcalde meta las manos donde no debe, cuando puede y al parecer sin que se lo autoricen, pues de tiempo en tiempo, repite sus “gustitos”.
No es la primera vez que se conoce este tipo de arranques pornográficos de esta autoridad municipal, como también se sabe de que, en cada una de sus incursiones, siempre cae bien parado como el gato, es decir sale impune de sus “Travesuras”. Paso antes, pasa ahora, quien sabe pasara mañana, así hasta donde pueda, en tanto y en cuanto no aparezca en escena alguien que le ponga en su lugar.
Lo curioso del caso es que sobre el tema y cuando los hechos ya estaban casi olvidados, apareció en la prensa nuestra celebre asambleísta, queriendo justificar lo injustificable.
Que la señora autoridad, trate de explicar las metidas de mano del alcalde como que pueden pasar por que hace obras, nos parece medio raro ya que ambas cosas no tienen punto de comparación, pues no es lo mismo meter manos a la obra, que meterle las manos a sus semejantes femeninas, hay una enorme distancia de interpretación y de intenciones.
¿Por qué diría lo que dijo la senadora?, no lo sabemos, además considerando que ya pasó buen tiempo de los hechos que uno a uno motivaron escándalos, no se debería seguir, escarbando en el tema por respeto a la opinión pública, porque en cierto modo estos episodios lastiman los sentimientos de muchas personas sobre todo mujeres que desaprueban las actitudes del “alcalde picaron”. Pero ni modo no falta quien piensa diferente.
Es posible que la opinión de la senadora no fuera la misma, si estuviera en los zapatos de las mujeres toqueteadas por el morboso alcalde, claro, estando lejos de esos manoseos, resulta fácil de asumir la postura de quien deja hacer y dejr pasar las cosas en desgracia ajena.
Para que hablen lo que hablan algunos políticos, lo más probable es que de por medio existan lazos de amistades políticos partidistas, ya que estas fuertes redes casi siempre obligan a ciertas personas a aprobar lo que ellas mismas desaprueban.
Las metidas de mano y las declaraciones sin sentido dichas por algunos políticos nos parecen desatinos de gente disfrazada de autoridad pública que se esfuerza por aparecer como bufones que hacen y dicen disparates por los medios de comunicación social sin los cuales no pueden vivir.
Creemos que una de las primeras obligaciones de cualquier servidor público es tener un mínimo de consideración con la gente y cuidar sus presentaciones en público, intententando pensar antes de hablar y no hablar para recién pensar en lo hablado, así es posible que puedan evitar caer en la bolsa del ridículo donde habitan toda clase de sujetos imprudentes que no cuidan sus palabras y tampoco tienen el suficiente auto control de sus manos.
Desde luego que cada quien tiene derecho a hacer su vida privada como quiere y en ese plano puede hacer lo que mejor se les antoje y mientras sus actos no dañen la moral pública, todo es aceptable.
Bueno pero también, ¿Que haría la sociedad si no existieran estos cómicos que tratan de hacer gracias con sus actos grotescos?, unas veces con sus ligerezas verbales y otras con sus atrevimientos irrespetuosos.
Lo ideal sería tener autoridades que hablen menos y trabajen más, que en lugar de andar diciendo tonterías y de caminar tocando piernas y nalgas femeninas en actos públicos que se fijen en las necesidades del pueblo que les paga sus jugosos salarios para que trabajen. Soñar no cuesta nada.
Los traspiés, son calificados figurativamente como “metidas de pata”, estos pueden ser obra o de omisión, en ese ámbito ahora también se podrían ubicar a las “Metidas de Manos” y cuando se han metido tanto las patas y las manos, las equivocaciones resultan colosales, como en este caso, ni vuelta que dar.
GRACIAS Y HASTA LA PROXIMA CUANDO VOLVAMOS A HABLAR JUSTO Y CABAL.
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