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Efectivos de la Unidad Móvil de Patrullaje Rural (Umopar) advirtieron al Gobierno que cocaleros de Apolo se encontraban armados y “no era prudente intervenir” en la erradicación de hoja excedentaria.
Doce días después del incidente que dejó cuatro personas muertas, una fuente policial confirmó a ERBOL que autoridades de Estado estaban al tanto sobre la situación que se vivía en la zona, los riesgos que representaba el operativo y sus consecuencias.
“No tomaron en cuenta la advertencia. Ellos sabían que los pobladores estaban con armas de fuego y se advirtió para no intervenir en la zona”, indicó.
El 17 de octubre, 48 horas antes de los sucesos, el viceministro de Defensa Social, Felipe Cáceres, también había denunciado que un grupo integrado por 120 cocaleros del norte del departamento de La Paz, tenía armas para atentar contra la integridad física de los erradicadores de los cultivos de coca ilegal.
Cáceres, en conferencia de prensa, dijo que recibieron amenazas de comunidades consideradas como zonas ilegales de cultivos de coca y que un fragmento de federación de los productores de Apolo decidió armarse para defender sus cocales.
La fuente recordó que antes de ejecutar un operativo, la Fuerza de Tarea Conjunta realiza labor de inteligencia e identifica factores de riesgo y consecuencias.
Los sucesos
El sábado 19 de octubre en la mañana efectivos de la FTC fueron emboscados por cocaleros en Apolo, al norte de La Paz, cuando se disponían a erradicar cultivos de coca ilegal en la zona, informó horas después el ministro de Gobierno Carlos Romero.
Según la versión de los productores, los lugareños reaccionaron ante los abusos cometidos por los uniformados.
El jefe nacional de Prevención de Conflictos del Defensor del Pueblo Gregorio Lanza informó a la red Erbol desde el lugar de los hechos que “hemos recibido el testimonio de 15 señoras, donde efectivamente el día que se suscitó este hecho hubo una violencia inusitada, excesiva, que realmente no tiene nombre contra las señoras, que han sido abusadas verbalmente, han sido vulnerados sus derechos, les han gasificado en sus viviendas, donde estaban incluso niños…”.
La autoridad gubernamental señaló que los uniformados fueron “atacados con saña” por los cocaleros. En el suceso murió el subteniente de la FTC Oscar Gironda por impacto de bala en la región precordial, cerca del corazón.
La autopsia estableció que el oficial murió por una perforación y trauma torácico abdominal penetrante con arma de fuego.
El lunes 21falleció el policía Jhonny Reynaldo Quispe Chura de 29 años en la clínica Rengel de La Paz, por una perforación hepática, del páncreas e intestino grueso.
Más tarde el ministro Carlos Romero confirmó también que fueron encontrados sin vida los cuerpos del médico Michel Olivares Alba, funcionario civil que había sido contratado para apoyar las tareas de la FTC, y del suboficial naval Wily Yucra Mamani.
Este jueves, el vicepresidente Álvaro García Linera calificó la muerte de los uniformados de la FTC como “asesinato” y que debería proseguir las investigaciones hasta su total esclarecimiento.
Hasta el momento, a raíz del hecho de Apolo, existen 17 personas detenidas provisionalmente.
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