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Dos políticos de oposición, Marcela Revollo, del Movimiento Sin Miedo (MSM) y Oscar Ortiz, Secretario de Coordinación de la gobernación de Santa Cruz, coincidieron que Bolivia no es un "narcoestado", como señalaron algunas publicaciones internacionales; pero advirtieron que el panorama en el país es preocupante por los constantes asesinatos y muertes enmarcados en esta actividad delictiva.
“Yo no creo que ese sea el término”, señaló Ortiz. “Lo que sí creo es que quizá el peor legado de este gobierno sea el afianzamiento de estos grupos internacionales del crimen en nuestro territorio”, manifestó.
El opositor lamentó el “descontrol” y la “falta de una lucha decidida” contra el narcotráfico por parte del gobierno. Dijo que esta situación “a atraído grupos internacionales del crimen que están utilizando nuestro territorio como centro de operaciones”.
“Esto es una realidad y lo vemos a diario con crímenes horrendos, producto de ajuste de cuentas, de rivalidades entre estos grupos y todo esto está generando cada vez mayor inseguridad en la población”, apuntó.
La diputada del MSM expresó que no comparte las investigaciones y publicaciones que vienen de otros países; remarcó que lo palpable y real es la inseguridad que la población vive todos los días a consecuencia del narcotráfico.
“Yo particularmente no me adscribiría a posiciones que vienen de otras investigaciones. Lo que nosotros sentimos todos los días es la existencia de inseguridad, la existencia de una distorsión en la economía fruto de la inyección de dineros que vienen del narcotráfico”, señaló.
Revollo subrayó que en tanto el gobierno no asuma con responsabilidad la existencia de cárteles de sicarios y bandas del narcotráfico en el país, y no le llame la atención la plantación excedentaria de la hoja de coca, “vamos a seguir siendo tildados de esa manera”.
“Definitivamente el gobierno ha decidido encubrir la información, los hechos, y pensar que lo que está ocurriendo en el país es fruto de casos aislados”, expresó.
El director del Centro Latinoamericano de Investigación Científica (CELIN), Franklin Alcaraz, señaló que es difícil encontrar una definición adecuada de lo que es un "narcoestado", pero aclaró que la situación en el país con el tema del narcotráfico es más que preocupante.
“El problema de las drogas yo creo que es más que una amenaza en el país, yo creo que hay una serie de indicadores que nos están mostrando que ya va ser difícil detener este problema si no se toman determinaciones drásticas”, enfatizó.
El especialista descartó la existencia de cárteles en el país, y que haya indicios de un narco Estado, pero coincidió con el gobierno en la existencia de emisarios de peligrosas bandas criminales por las condiciones que brinda el territorio nacional.
“Yo no creo que esa sea la figura en Bolivia, todavía, pero que (sí) hay una especie de peligro latente que está por ahí, que algún día podría ocurrir en el país”, advirtió.
“El narcotráfico va penetrando no solo en los estratos sociales sino también en las instituciones, en el Estado mismo, y ese es el peligro al que se enfrenta el país ahora, porque si hay actividad del narcotráfico, va buscar infiltrarse en la sociedad, en las instituciones y obviamente en el gobierno”, agregó.
El ministro de Defensa, Rubén Saavedra, remarcó una vez más la posición del gobierno sobre cárteles en el país. “Lo que sí puedo decir con mucha claridad es que no hay ninguna información que en el país estuvieran presentes carteles, no hay ninguna evidencia que sea así, lo que sí ha ocurrido es que se detecta de tanto en tanto narcotráfico de ciudadanos bolivianos y extranjeros”, insistió.
También señaló que no hay información sobre lavado de dinero y legitimación de ganancias producto de este ilícito. “No hay una información puntual sobre la cantidad de recursos que estuviera moviéndose como consecuencia del delito de legitimación de ganancias ilícitas, eso sería posible si tuviéramos sentencias ya ejecutoriada que impliquen una cuantificación de los recursos que se mueven”, indicó.
Acotó que como Estado boliviano, conjuntamente con el sistema financiero, “estamos trabajando cotidianamente en luchar contra el delito de legitimación de ganancias ilícitas”.
Un informe de la Fundación Milenio de agosto de 2009 destaca la incidencia del narcotráfico en la economía nacional. Milenio habla de una “enorme gravitación de la producción de coca y cocaína en el país, por el flujo de recursos que maneja”.
“Yo creo que hoy en día ya podemos hablar de narco-economía por el enorme impacto multiplicador que tiene esta actividad ilícita”, señala el informe.
Agrega que “es muy probable que esta actividad ilícita esté constituyéndose en el colchón de la economía boliviana” y, por lo tanto, esté “amortiguando los efectos de la crisis”.
La diputada Marcela Revollo señaló que datos bastantes conservadores “decían que el 5 por ciento del PIB (Producto Interno Bruto) vendría del narcotráfico; en este momento si pensamos que el PIB es de más de 33 mil millones de dólares, estamos hablando de aproximadamente de más de 1.100 millones de dólares que estaría circulando en la economía boliviana”.
El reciente informe de la UNODC (Oficina de las Naciones Unidas Contra la Droga y el Delito) establece que el valor total estimado de la producción de coca - materia prima de la cocaína- en Bolivia en 2012, alcanzó a 332 millones de dólares, de los cuales, 137 millones corresponden a los mercados autorizados de Villa Fátima del departamento de La Paz y Sacaba en Cochabamba; el restante 195 millones se generó en mercados no autorizados.
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