Originarios amenazan con evitar el paso del Dakar

Originarios de la Tierra Comunitaria de Origen (TCO) Jatun Ayllus de Tolapampa de la nación Quillacas del departamento de Potosí, advierten que evitarán el paso del Dakar por el municipio de Uyuni, en caso de que el gobierno continúe negando el paso del nuevo Consejo de Gobierno del Consejo Nacional de Ayllus y Markas del Qullasuyu (CONAMAQ) a las oficinas de esa organización indígena de pueblos de tierras altas del país.

El Curac Curaca de esa región Guillermo Flores, señaló que el tema se analiza entre los comunarios de los 12 ayllus de esa TCO del pueblo Quechua, que obtuvo en 2008 el título ejecutorial de manos del presidente Evo Morales, recordó la autoridad originaria.

“Nosotros como ayllus de Tolapampa no vamos a permitir que entren a nuestra casa con el Dakar. El gobierno tiene que tomarlo bien en cuenta, si hasta el día de hoy el gobierno no nos deja entrar, esta medida se va poner como una medida drástica”, declaró Flores a la Agencia de Noticias Indígenas de Erbol.

Dijo que las autoridades municipales de Uyuni no les explicaron sobre el impacto ambiental que causará la competencia en su territorio.

“El tema del Dakar nos trae contaminación; por aire, por tierra porque van a manejar bastantes equipos como los helicópteros y a eso no están acostumbrados nuestros animales  domésticos, ni los animales silvestres”, afirmó.

Cansancio

El nuevo Jiliri Apu Mallku (máxima autoridad) del CONAMAQ, Freddy Bernabé, pidió al Defensor del Pueblo mediar en el conflicto con el gobierno, ya que según el indígena el Ejecutivo juega a cansarlos, al no escuchar la demanda de ingresar a las oficinas del Consejo de Ayllus y Markas, que en 2007 el gobierno les entregó.

“El gobierno se caracteriza de hacer el cansancio correspondiente, pero yo creo que entre originarios no debe haber esta situación o de lo contrario de qué Estado Plurinacional estaríamos hablando”, manifestó.

La vigilia y la huelga de hambre, en puertas de la sede del CONAMAQ, cumplió hoy su cuarto día. Mientras que la presencia de los policías se mantiene inalterable desde el pasado martes, cuando dirigentes disidentes de esa organización, afines al gobierno del Movimiento Al Socialismo (MAS), tomaron por algunas horas de forma violenta las oficinas.

Ante la negativa del gobierno de dejar pasar a los originarios, a lo que ellos consideran como su “casa”, el nuevo Consejo de Gobierno trabaja en una carpa improvisada que hace de oficina y otra carpa es la cocina, donde se prepara el alimento y en otras dos los indígenas, en un número de 40 personas, hacen la vigilia y pernoctan por las noches.