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Una apertura hacia los procesos de investigación para incorporar en la Agricultura Familiar (AF) boliviana el uso de nuevas tecnologías permitirá producir más alimento, de mejor calidad y en menor superficie con el propósito de satisfacer la demanda interna y externa y, sobre todo, seguir bajando los índices de pobreza y desnutrición en los sectores sociales más vulnerables de Bolivia.
Marcelo Traverso, presidente de la Asociación de Proveedores de Insumos y Maquinaria Agrícola (APIA) informó que esa fue una de las conclusiones a las que llegó el V Foro Agricultura Familiar, seguridad y calidad alimentaria en América Latina, realizado la anterior semana en La Paz y Santa Cruz, en el marco del Año Internacional de la AF, declarado por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).
Dijo que el principal desafío de las distintas modalidades de la agricultura familiar comunitaria y empresarial (micro, pequeña, mediana y grande) es planificar e implementar políticas públicas de componentes sociales, investigativas, innovadoras, tecnológicas y científicas.
Mientras se desarrollaba el V Foro de APIA, la FAO difundió el informe “Estado de la Inseguridad Alimentaria en el Mundo” (SOFI-2014), en el que concluye que Bolivia ha logrado que el porcentaje de personas desnutridas descienda del 38% en 1990-92 al 19,5% en 2012-14.
Sobre el particular, Traverso ratificó que en el país el 70% de los alimentos es producido por la agricultura familiar, por lo que hay la necesidad de mejorar tanto la productividad como la calidad de los alimentos reduciendo costos y seguir contribuyendo a la disminución de los niveles de desnutrición y hambre en los sectores más afectados.
“No solo se trata de entregar más alimento, sino de proveer una dieta de mejor calidad; ambos objetivos se logran a través del uso de tecnologías en el agro y para ello, se debe partir por permitir la investigación de nuevas tecnologías, luego el desarrollo de las recomendadas y la adopción de las mismas por parte del Agricultor Familiar. Así, el beneficio será para toda la población”, explicó.
Conclusiones del V Foro
A los dos actos realizados en las ciudades de La Paz y Santa Cruz, asistieron más de 150 representantes de instituciones públicas y privadas. Los principales expositores fueron el Representante de la FAO en Brasil, Alan Bojanic y el Presidente de Crop Life Latin America, José Perdomo.
Las siguientes fueron las principales conclusiones del V Foro de APIA realizado en coordinación con Crop Life, FAO, ANAPO y otras instituciones del sector privado:
En el mundo 7.2 mil millones de habitantes consumen alimento producido en un 97% por países en vías de desarrollo, el 70% proviene de predios familiares y el 40% de los agricultores son mujeres.
El uso de la tecnología agrícola permitió incrementar las exportaciones agrícolas de América Latina en un 23%. Las tecnologías han aumentado la productividad de todos los agricultores en rendimiento, expansión e intensificación, lo que le permitió ganar muchos mercados lejanos.
En los próximos 35 años, Bolivia y Latinoamérica tendrán la oportunidad y el desafío de producir más alimento, de mejor calidad, en menor superficie, con menos agua y con mayores riesgos.
EI principal objetivo del Foro es contribuir al reposicionamiento de la Agricultura Familiar, como elemento central de los procesos de mejoramiento de la productividad, calidad y seguridad alimentaria.
La fórmula social/científica para garantizar la calidad y seguridad alimentaria es Incentivar la innovación fortaleciendo el valor estratégico que tiene la Agricultura Familiar con investigación y tecnología. Esto es asegurar el presente y sembrar futuro en materia de calidad y seguridad alimentaria.
Es importante capacitar a los agricultores de la AF y fomentar la unión a través de cooperativas y organizaciones de productores.
Los agricultores familiares reunidos en organizaciones de productores y en cooperativas están en mejor posición para superar los obstáculos, ayudan a mejorar significativamente la negociación y aumentar el poder de mercadeo del agricultor, reducir las pérdidas de alimentos y residuos.
Los pequeños agricultores juegan un papel importante en la lucha contra la erradicación del hambre y la pobreza.
Es necesario fortalecer la Agricultura Familiar otorgando las condiciones suficientes para que esta forma de producción logre niveles de institucionalidad mediante el desarrollo de políticas públicas participativas.
Bolivia está en el momento oportuno para trabajar en políticas de incentivo a la investigación, a la adopción de tecnologías que permitan ser un país referente en producción de alimentos de alta calidad, en un ámbito social solido basado en la estructura familiar y empresarial.
En la actualidad, la agricultura nacional reporta pérdidas no solo durante el ciclo de producción por no aplicar tecnologías adecuados o por incidencias climáticas, sino también en la post cosecha, por falta de tecnologías de almacenamiento, de caminos sólidos, de calidad, volumen y continuidad para lograr mercados estables.
Sin la protección de cultivos se perdería prácticamente la mitad de la cosecha.
Cuando se combinan o acumulan varias tecnologías, los precios de los alimentos pueden reducirse drásticamente en beneficio de la población.
Para producir más alimentos con menos recursos se requiere nuevos tecnologías e inversión en investigación y desarrollo.
Todos estos procesos productivos no serán viables si el gobierno no garantiza, a través de normativa legal, la seguridad jurídica para el productor pequeño, mediano y grande.
Debemos de dotar a los productores de condiciones para producir, con seguridad, para lo cual debemos proveerle infraestructura (silos, caminos, trenes, comunicación, logística de exportación), servicios adecuados (seguro universal, accesibilidad a los créditos productivos, investigación y extensión, asesores comerciales que abran nuevos mercados, servicios eficientes de apoyo al productor mediante el SENASAG y la Aduana). (Nota de prensa APIA)
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