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“Obligar a leer es como decir no leas”, “sino leen los papás ¿por qué van a leer los niños?”, “si el niño no ve al papá o la mamá leer, él tampoco va a leer” y “los progenitores deben dar ejemplo y compartir la lectura para incentivar a la lectura”, fueron las frases de cuatro académicos de la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA), quienes coincidieron en la estrategia del “ejemplo de vida”.
El profesor Fernando Untoja señaló que durante la lectura compartida es importante pintar, identificarse con un personaje y hasta exagerar con la voz los relatos infantiles, poéticos, históricos y hasta políticos que “puede hacer llorar a los niños” y luego ellos mismos busquen embarcarse en la lectura.
“Se necesitan lecturas colectivas, que el profesor lea, vaya explicando e incluso un poco pintando el texto de los pequeños libros (infantiles), eso le interesa mucho más al niño”, pero decir: ‘lean es lo mismo que decir no lean’”, afirmó.
El pedagogo Rolando Barral manifestó que la lectura de los niños y jóvenes deben ser incentivados desde la familia, con el ejemplo de los padres, a pesar del crecimiento del “mundo de la imagen”, que está relegando a la lectura.
“El ejemplo (del papá y la mamá) es el mejor incentivo a la lectura, después la metodología como el juego y la lectura para la asimilación de la información y el desarrollo cognitivo. En otros países están reduciendo, (en algunas familias,) las horas de (ver) la televisión y aumentan las horas de la lectura”, aseveró.
La psicóloga Margareth Hurtado señaló que el niño o la niña imita los comportamientos y los hábitos de los mayores del núcleo familiar; por tanto, para inducir a la lectura es importante leer en la casa y junto a los niños.
“Si el niño no ve a su papá y su mamá leer, él (tampoco) lo va a hacer porque no es un comportamiento (…) Incentivar para que el niño lea implica que los papás se sienten (en la silla) con los hijos y les lean, los niños empiezan (incluso) a reconocer las letras (desde pequeños”, sostuvo.
“¿Cómo queremos que lean los niños si el maestro no lee?”; incluso, en muchas familias los progenitores exponen el ejemplo de constante embriaguez ante los hijos, que posteriormente tiene derivaciones en la formación del adolescente, cuestionó Barral.
El docente Arzil Aramayo explicó que la mejor forma de estimular a los niños y niñas hacia lectura es dando “ejemplo de vida” y compartir las lecturas de diferentes textos para que encuentren el gusto y vayan adquiriendo la cultura de la lectura.
“El modelo son los padres, si los niños ven constantemente que los padres están leyendo libros, revistas, folletos, caricaturas y otros, entonces los niños van a ver (a la lectura) como normal (y un hábito positivo)”, subrayó.
Elementos negativos
La psicóloga agregó que es absolutamente negativo imponer los “castigos edificantes de carácter moral”; es decir, castigarles por un mal comportamiento con una lectura hará que el adolescente o el joven “deteste la lectura”.
“(Además, dejar a los infantes) frente al televisor empobrece la relación humana, el niño no desarrolla la inteligencia social, empobrece el vocabulario y hace que el niño sea un objeto más (en la casa). Entonces, dejar el televisor como distracción del niño, por más que sea el Discovery Kids, no es la mejor”, subrayó.
Lectura sin comprensión
“Actualmente la gente no lee, revisa el Internet y no registra nada (de información) sino sólo el título y no sabe (de qué se trata); ése es una falla muy grande, la gente tiene información pero no sabe cómo ordenarlo (por falta de datos)”, argumentó Untoja
Según un estudio de la Universidad Católica Boliviana (UCB), el 85 por ciento de los bachilleres no entienden lo que leen, que el mismo afecta negativamente a la formación de los nuevos profesionales, pero no hay datos oficiales sobre la lectura de los bolivianos.
Situación de los estudiantes de la UMSA
Erbol Digital consultó a algunos estudiantes de la UMSA en La Paz, de ¿cuánto tiempo leen al día? Respondieron desde nada, 15 minutos, media hora y algunos dijeron dos horas; sin embargo, los mismos universitarios reconocieron que deberían leer por lo menos dos horas al día.
Aramayo subrayó que la mayoría de los universitarios leen por obligación y no tienen cultura de lectura para forjar su conocimiento y desarrollar su creatividad, “leen obligados” en períodos de evaluaciones y exámenes cuando deberían leer por lo menos diariamente dos horas como estudiantes.
Evo Morales y la lectura
El 29 de abril de 2013, el presidente Evo Morales reconoció que no le gusta leer, el día de la promulgación de la Ley 366 del Libro y la Lectura “Oscar Alfaro”, señaló que tiene un montón de libros que “a veces a lo máximo” lee “los títulos, algún capítulo o unos párrafos o páginas”. Indicó que tiene las ganas de leer, pero no sabe cómo enamorarse de la lectura.
Beneficios de la lectura
Según los estudios, los beneficios de leer son múltiples, entre ellas estimula la creatividad, enriquece el mapa referencial o los datos, refuerza los procesos cognitivos y hasta “afina la memoria”.
Una sociedad que lee más, es menos vulnerable, más inventiva e incluso su autopercepción es más sólida, de forma paralela, es más exigente con la transparencia y rendición de cuentas de sus gobiernos, y la regulación de sus élites, según pijamasurf.com, que presenta el ranking de los países más lectores. (J.C.)
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