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El Consejo Nacional de Ayllus y Markas del Qullasuyu (CONAMAQ) “orgánico”, se volvió a quedar sin oficinas y esta vez por no pagar el alquiler de cinco meses de un departamento que pertenece a la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos de Bolivia (APDH).
El arquiri Apu Mallku de la organización crítica al gobierno del presidente Evo Morales, Cristóbal Huanca, dijo a Erbol que fueron “desalojados” la pasada semana por la nueva presidenta de la APDHB, Amparo Carvajal.
“La hermana Amparo antes en 2013 nos apoyaba al CONAMAQ, pero ahora medio dura se ha vuelto (…) lamentablemente Derechos Humanos ya no es Derechos Humanos, vemos con otra cara, sería como este gobierno (…) nos dijeron tajantemente que paguemos tal día, pero con una semana de anticipación no se puede hacer nada”, protestó el originario.
Máximo Gallego lidera el CONAMAQ, que actualmente sufre una división desde 2013 cuando se conformó el directorio paralelo, aliado al Movimiento Al Socialismo (MAS), al frente de Hilarión Mamani.
Gallego, que fue electo no hace mucho como Jiliri Apu Mallku (máxima autoridad) del Consejo de Ayllus y Markas, recibió de su antecesor, Cancio Rojas, las llaves de la oficina del departamento tras un acuerdo que tuvieron con la APDHB. Por el departamento se debía pagar una mensualidad de 2.100 bolivianos.
La deuda que ahora arrastran las autoridades originarias del CONAMAQ asciende a Bs10.500 por cinco meses de alquiler, más Bs1.000 por mantenimiento del departamento. Según Huanca, no lograron pagar porque no contaban con las donaciones de algunos de sus cooperantes.
Carvajal, muy afectada por este hecho, señaló que en ningún momento desalojaron a los originarios del CONAMAQ. Reconoció que se dio un plazo a las autoridades para que salden la deuda, pero no lo hicieron. Explicó que los ingresos que les genera el alquiler del departamento son para sostener las oficinas de la APDHB.
Indicó que recibieron otra oferta mayor por el alquiler del departamento en cuestión.
“Ellos son queridos, yo he visto el desalojo, yo no tengo ningún problema, pero que comprendan también ellos la oferta de alquiler superior a estos 2.100 de las organizaciones que las apoyaban (y) me pagaban (…) en la Asamblea de Derechos Humanos todos somos voluntarios y nada más tenemos para sustentarnos, estos alquileres”, aseveró.
Según Carvajal ella tuvo que correr con la deuda del CONAMAQ, cancelando con sus propios recursos. Indicó además que los originarios acordaron, bajo un documento firmado, que dejarían el departamento. Añadió que al final se enteró que los mallkus alquilaron las habitaciones de ese inmueble a una pareja. Y ya no se pudo aguantar más esa situación.
Por su parte Huanca manifestó que ahora volverán a trabajar en las calles y en las comunidades a falta de una oficina y de su sede que fue tomada en 2013 por el grupo aliado al gobierno del MAS.
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