Evo Morales

Política
La exsambleísta aseguró que no tiene conocimiento de las denuncias ni de los supuestos beneficios que recibió su hermana, debido a que ésta se distanció de la familia que ya estaba dividida por las diferencias políticas existentes.
Política
Esta semana se levantó una polémica por la exclusión de Mesa de las reuniones del equipo jurídico que se realizaron desde el martes con la presencia de Chemilier y Remiro.

NOS ESTAFARON Y LO QUIEREN SEGUIR HACIENDO

Jenny Ybarnegaray Ortiz

Evo Morales y Alvaro Garcia Foto: Los Tiempos (Cochabamba)

Los últimos días, la prensa nacional y las redes sociales están plagadas de notas, noticias, comentarios y especulaciones (también) en torno a la aparición de una señora a quién la periodista Amalia Pando vino a bautizar como “la dama de azul”.

No me interesa saber con quién se relaciona sentimentalmente Evo, ni cuántos hijos ya tiene (él mismo dice que "Evo cumple" con relación a ello, muy "bromista", claro, como si ir por la vida "sembrando" hijos por aquí y por allá fuese chiste).  Pero, si resulta que la dama con quien está o estuvo involucrado sentimentalmente, termina manejando ingentes recursos del erario público (incluidos mis impuestos, que son una bicoca frente a las cantidades de las que se habla, por supuesto), vía licitaciones chuecas, sí me molesta, y me molesta mucho. 

Amalia Pando es una periodista seria, merece mi atención; Carlos Valverde no es "santo de mi devoción" ni me inspira confianza. Si alguien armó el culebrón por razones políticas o menos “santas” aún, y sin mayor fundamento, tendrá que asumir su responsabilidad. Pero, si todo esto es verdad, Evo nos debe una explicación, alguna más convincente de la que dio hoy, esa que se parece tanto al “aquí la puse y no aparece”, que dizque “desde el 2007 no la volví a ver”, que “no sabía qué era de su vida”.

Si tuviésemos un poder legislativo que mínimamente cumpliese con su misión de fiscalizar al ejecutivo -como es su mandato constitucional- tendría que tomar cartas en el asunto e investigar las acusaciones que hoy pesan sobre Evo (tráfico de influencia, por lo bajo). Lamentablemente, la falta de independencia de los poderes públicos y la arrolladora mayoría del MAS en el legislativo, hace imposible que esto suceda. La prueba más fehaciente de ello es que ya vimos salir ovacionada a Nemesia Achacollo de allí después de presentar su informe sobre el FONDIOC, una estafa más al país que, al parecer, no es sino la punta del iceberg de una danza de millones manejados a discreción durante los últimos diez años, además que todo hace suponer que nunca llegaremos a saber a dónde fue a parar tanto dinero, al menos mientras el MAS siga a cargo de todos los poderes el estado.

Lo que de veras indigna de todos estos asuntos, destapados casi por casualidad, es constatar que el "proceso de cambio" resultó en una estafa más al país. Peor me resulta escuchar la burda excusa de que “antes” era igual o peor, que la corrupción es consubstancial al manejo del poder, que no hay nada que hacer al respecto, que quienes roban son unos cuantos, que “Evo y Álvaro son incorruptibles” (lo dijo hace poco el propio Álvaro), que si Bolivia tuvo (porque parece que ya no lo tendrá en la misma proporción) ingresos extraordinarios en los últimos diez años, fue gracias a ellos y a sus políticas económicas. ¿Y por eso creen  que pueden hacer lo que les venga en gana con el dinero del país?

Nada de lo que sucede me llamaría la atención ni merecería mi asombro si quienes estuviesen conduciendo los destinos del país fuesen los mismos de “antes”, esa partidocracia parasitaria que vendió a precio de gallina muerta las empresas del estado  -la mayoría en situación de quiebra técnica o económica, gracias al manejo prebendal y clientelar de las mismas durante décadas, por cierto- a título de “privatización” o “capitalización”. Pero, viniendo de quienes viene, de aquellos que nos prometieron “cambio”, “cero corrupción”, “recuperación de los recursos naturales a favor del pueblo boliviano”, me provoca una profunda indignación, porque veo que nos estafaron y que lo siguen haciendo. 

La única diferencia que veo entre los de antes y estos, es que aquellos no tenían tanto qué robar y lo hacían con “discreción” (al menos, no se “hacían pillar”), en cambio estos tienen mucho de donde robar y lo hacen de frente (encima, se “hacen pillar”) y, como si esto fuese poco, además nos dicen que lo hacen por nuestro bien, que están construyendo el socialismo del siglo XXI, que con estos actos están compensando a los pueblos indígenas/originarios por cinco siglos de despojo y ¡¡que se quieren quedar en el poder hasta 2025!! dizque para completar su “agenda patriótica”. 

Su lenguaje me resulta tan familiar, tan parecido al de los dictadores de los setenta y ochenta, que me genera pánico. Cuando escuché hace poco a Evo ofreciendo a las fuerzas armadas la administración de las empresas del estado, mis mayores temores se vieron confirmados: tienen un absoluto desprecio por la historia de este país y por la democracia que conquistamos con tanto sacrificio en 1982. Para disimular este desprecio, tiene la osadía de presentarnos a Froilán Molina, “el Killer”, un delincuente avezado que participó en la toma de la COB en 1980 y que fue condenado por delitos varios a 30 años de reclusión sin derecho a indulto,  que durante los últimos 10 años se estuvo paseando por calles y plazas, y que hasta cobraba su renta en la banca con el mayor desparpajo, dizque “aprehendido” en un operativo policial digno de un mal thriller, como una gran hazaña de sus aparatos de inteligencia.

Es que todo esto es ¡¡demasiado!!, demasiado de todo, demasiado cinismo, demasiado vicio por el poder, demasiada arrogancia, demasiada impostura. A pocas semanas del referendo, mediante el cual pretenden modificar el artículo 168 de la CPE para poder habilitar al mismo binomio a la candidatura presidencial en 2019, les decimos NO, no señores, ya es bastante y suficiente. Y que les quede claro que este NO (al menos el mío y de la mayoría de la gente que así se pronunciará el 21 de febrero), NO es obra de conspiración alguna, de la “derecha”, del imperialismo norteamericano, de los “neoliberales”, de “los de antes” (a que ellos asumieran el poder, se supone),  este NO es el resultado de su propia obra, y es lo que merecen como respuesta frente a la constatación de que nos estafaron y que NO queremos que lo sigan haciendo.

 

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EVO SOBRE GABRIELA ZAPATA: “LE VI CARA CONOCIDA”

Raúl Peñaranda U.

“Le vi cara conocida”, dijo el presidente Evo Morales durante una entrevista pactada con medios estatales en referencia a Gabriela Zapata, la que fue madre de su hijo, que falleció siendo bebé. La respuesta del Presidente intentaba aclarar una respuesta errónea que dio el sábado, cuando dijo que había perdido “todo contacto” con Zapata durante los últimos nueve años.

Tras publicarse la fotografía en la que se ve a Morales abrazando a Zapata en el carnaval de 2015, y que desmintió la versión del Primer Mandatario, tuvo que salir a dar una nueva versión. La segunda es, quizás, peor que la primera. Si fuera cierto que no la reconoció de inmediato y que le vio “cara conocida”, implicaría que Morales es un hombre insensible y distante, diferente al que nos presenta la propaganda oficial. Si no reconoce a la mujer con la que se involucró cuando ella tenía 19 años y él 46, y tuvieron un hijo juntos, con el aditamento de que experimentaron la tragedia que implica la muerte de un hijo, entonces el Presidente es un ser inconmovible.

El problema, decimos, se originó en la primera declaración poco apropiada al respecto, esa que dijo que perdió contacto con Zapata (en realidad dijo que él “cortó” la relación). Fue poco apropiada y disfrazada. Si hubiera admitido que mantuvo “contacto esporádico” con ella, no hubiera habido mayor problema. Por eso dice el refrán que “las mentiras tienen patas cortas”.

Yo califiqué en un tuit, esta semana, como la “mayor primicia de la década” la difusión, por parte de Carlos Valverde, de todo este entuerto. Es que es verdad. Nos enteramos, primero, que el Presidente tuvo un hijo, que falleció, con una joven mujer que podría ser su hija. Segundo, que esa expareja es representante de una empresa china que gana millones de dólares en contratos estatales (y que vence amparos judiciales para no pagar las boletas de garantía de las obras que realiza deficientemente). Tercero, que la manera cómo su expareja se relacionó con esa empresa es, por lo menos, irregular, ya que es inusual darle a una persona sin experiencia (tenía 26 años cuando la contrataron) un cargo de tanta sensibilidad. Cuarto, que es dudosa la manera como esa compañía asiática ha ganado tantos contratos con el Estado, en tan diversos campos (importación de taladros para YPFB, instalación de ingenio azucarero, construcción de represa en Cochabamba, realización de ferrocarril y explotación de sales de potasio). Quinto, que esa empresa china contrató como abogado a un exfiscal, Fernando Cortez, acusado por la Policía de dos delitos de tránsito: haber atropellado a un joven de 18 años y haber chocado contra una casa, ambas veces en estado de ebriedad. Éste dijo, sin pensarlo mucho parece, que Zapata tenía “nueve años de experiencia” y que por eso CAMC la contrató. ¡Por favor!

Luego supimos más: la expareja de Morales vive en una mansión de la zona Sur de La Paz, que le perteneció nada menos que a un dirigente opositor que murió en la cárcel por las acusaciones esgrimidas por el propio gobierno, como fue Guillermo Fortún. La versión oficial señala que Zapata pagó 100.000 dólares por un anticrético, una cifra alta para una persona que inicia su carrera profesional. La otra (no confirmada) asegura que la casa fue vendida en un millón de dólares.

Pero todo este entramado nos ha dado de bruces también con el machismo de la sociedad boliviana. ¿Cuál hubiera sido la reacción general si una mujer fuera Presidenta del país? ¿Y que hubiera tenido varios hijos con diferentes parejas? ¿Y que hubiera tenido que ser forzada por un juez a reconocer a los dos mayores? ¿Y que no hubiera informado que uno de sus hijos murió siendo bebé? ¿Y que se hubiera relacionado con uno de sus exnovios cuando lo doblaba en edad? ¿Y que saludó a uno de ellos porque le vio “cara conocida”?

Raúl Peñaranda U. es periodista. Twitter: RaulPenaranda1

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AMANTES Y PRESIDENTES

Juan José Toro Montoya

Un presidente es un ser humano y, por lo tanto, está expuesto a las mismas tentaciones que los demás seres humanos. La diferencia entre uno y otros es que, por el poder que ostenta, un presidente puede tener lo que se le antoja con más facilidad que los demás seres humanos.

La historia de la humanidad está plagada de casos de gobernantes involucrados con mujeres que, generalmente, se enredaban con aquellos por los beneficios que obtenían. Los ejemplos van desde Cleopatra y sus amoríos con Julio César y Marco Antonio hasta Marilyn Monroe y sus romances con los Kennedy.

Bolivia no es la excepción. Por el contrario, el machismo y la misoginia que imperan en nuestra sociedad dieron lugar a que varios presidentes aprovecharan su poder para tener acceso a muchas mujeres, algunas incluso casadas.

El caso más representativo de mezcla de sexo y poder es el de Mariano Melgarejo que pasó a la historia por un gobierno caracterizado por sus excesos, soberbia, despotismo, violaciones a la ley y un alto grado de autoritarismo. Aunque casado con Rosa Rojas, Melgarejo fue un mujeriego empedernido que, según se dice, tuvo varios hijos ilegítimos. Entre sus muchas amantes se incluye a Gertrudis Antezana, esposa de José María Achá.

Ignorante, promiscuo e impío, este hombre estaba convencido que había nacido para gobernar Bolivia y hasta atribuía su fecha de nacimiento, que fue un Domingo de Resurrección, a un designio divino. Decía que Dios lo había escogido justo cuando resucitaba. Por ello, creía que él era el único que podía gobernar el país y no tenía intenciones de dejar el poder. Tantos fueron sus excesos que varios autores se ocuparon de ellos. Caudillista y rodeado de zalameros que lo alentaban a hacer lo que hacía, Melgarejo creía que podía hacer cuanto se le antoje y eso incluía tomar a cualquier mujer, sin importar su condición o edad.

Tuvo muchas mujeres y a casi todas las hacía espléndidos regalos para premiar sus favores sexuales. 

La amante más conocida que tuvo Melgarejo fue Juana Sánchez Campos, peruana y hermana del capitán José Aurelio Sánchez quien había sido condenado a muerte por actos de rebeldía. El tirano la conoció precisamente cuando ella, con apenas 18 años, fue a verlo a rogar por su vida. Diversas versiones históricas dicen que la muchachita tenía una belleza brutal y el presidente se impactó tanto con ella que no solo perdonó a su hermano sino que lo incorporó al ejército boliviano en el que, gracias a los favores presidenciales, llegó hasta el grado de general.  

La relación de Melgarejo con Juana Sánchez fue tan pública como el súbito enriquecimiento de la familia peruana. Por años, los Sánchez tuvieron influencia y recibieron múltiples favores del gobierno hasta poco antes de la caída de su protector. 

Los excesos del presidente fueron tales que el pueblo boliviano no pudo más. En 1870 se levantó Potosí y, aunque Melgarejo aplastó la revuelta con violencia, otras ciudades siguieron su ejemplo poco después. El 15 de enero de 1871 fue derrocado por el pueblo paceño y tuvo que huir hacia Chile.

Cuando se enteró que su examante vivía en Lima fue a buscarla en secreto.

La ubicó en una lujosa vivienda y, al percatarse de ello, se alegró pensando que podría recibir ayuda de aquella familia que tanto le debía. Golpeó a la puerta y el que le abrió fue José Aurelio Sánchez, aquel a quien perdonó la vida e hizo general del ejército boliviano. Preguntó por Juana e intentó entrar pero el exgeneral le dio el mayor agradecimiento por sus favores: un balazo.   

 

(*) Juan José Toro es Premio Nacional en Historia del Periodismo.

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EL LÍO DEL REFERÉNDUM

Mario Mamani Morales

Nos estamos haciendo tanto lío por esto del referéndum del próximo 21 de febrero. Se escuchan tantas torpezas y los discursos están muy lejos de interpretar la realidad de lo que el pueblo siente, quiere, busca y avanza. 

Los que hacen campaña por el “SI” quieren perpetuarse en el poder, sólo ellos y sus allegados más cercanos, no hay oportunidades para otros que sí creen en Evo y toda su política. El poder sea ha reducido a un coche pequeño del que no quieren bajar para nada los que lograron subirse, en ninguna parada, no hay campo para más y sólo ellos quieren acaparar todo.

Si somos más acuciosos veremos, por ejemplo, que en el oficialismo sólo están bien parados los ex constituyentes y sus amigos. Muchos se mantienen de ministros desde hace años, otros han sido diputados o senadores y luego pasaron a ser gobernadores, otros en las alcaldías, puesto de poder y decisión en el árbol del gobierno. Se turnan: Alcaldía, gobernación y poder central o viceversa. Han hecho de esa estructura un círculo cerrado, difícil de abrir por otros militantes que no son aduladores, jamás serviles; pero cuyas cualidades profesionales y de idoneidad nunca se valora. 

Al interior del grupo gobernante, el “instrumento político”, hay dos corrientes bien marcadas: los evistas y alvaristas. Para el propósito del referéndum han hecho un pacto de unidad férrea para que sus líderes que están en el poder se queden por tiempo indefinido, así ellos seguirán teniendo de dónde lactar bien.

En la campaña proclaman que si Evo no es presidente entonces volverán los “neoliberales”, vendepatrias, corruptos, privatizadores; quitarán los bonos para los niños, las madres, los ancianos, volverá el saqueo de nuestros recursos naturales, los indígenas y campesinos volverán a ser pongos, los pobres no podrán entrar a las plazas de las ciudades, la discriminación campeará por todas partes… ¡Se entrará el sol para los bolivianos!

¿Será cierto esta perorata? ¿Así de fácil? ¿Los bolivianos no hemos avanzado junto al proceso histórico de la humanidad? ¿Nos pueden manipular así fácilmente? ¿Se ha derramado en vano tanta sangre para que los serviles al imperialismo vuelvan con paso de parada? ¿Permitiríamos que los esbirros de las dictaduras y los gobiernos anti patria pasten por nuestras calles? ¿Los jóvenes de hoy soportarían los estados de sitio y aprenderían a caminar con el testamento bajo el brazo? ¿Exilios y confinamientos otra vez?

Si los que propugnan el “NO” quieren volver al pasado y piden revocatorio para acortar el mandato de Evo se equivocan igual o peor que creer que la luna ya no saldrá; que la noche de los bolivianos sea completamente oscura, que los asientos de piedra y adobe vuelva a la escuela… eso jamás. 

En ambos lados de la campaña por el referéndum para modificar o no la Constitución están equivocados. El pueblo el 2019, cuando se vuelva otra vez a las urnas para elegir gobierno no se equivocará, el voto determinará que una propuesta política y plan para hacer grande a Bolivia se consolide, además la sustentará porque es de su interés directo: salud, educación, trabajo, bienestar, igualdad social, no a la acumulación de riqueza en pocas manos, no ciudadanos de primera, segunda o tercera clase. Bolivia libre, soberana y no segundo patio de nadie ni de ningún poder.

Dentro de la elección del “NO” está una multitud de bolivianos que exige la ampliación y profundización de la democracia, más participación de todos, oportunidades para los mismos militantes del cambio que ven azorados cómo se reparten la torta sólo en el grupo pequeño que rodea a palacio. Es suficiente mirar en qué ministerios están siempre los mismos, aplicando una política de nepotismo por años y eso debe cambiar, que no significa pedir que se vuelva al pasado. El proceso de cambio no es atribución privativa de nadie en particular, exigir más democracia no es retroceder en la historia, es más bien profundizarla.

 

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Economía
“Son casi 18 millones de dólares que debemos a los proveedores que nos dan material como dinamita, ANFO, rodamientos, fierros que existen al interior y al exterior de la mina”, indicó el Secretario General del Sindicato.
Política
El expresidente no fue tomado en cuenta en las reuniones que se realizan esta semana para analizar el litigio con Chile ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ).
Política
“No tenemos nada que ocultar y si quieren que vengan de cualquier parte del país y del mundo, que vengan a investigar. Yo no entiendo ese tráfico de influencias. No tenemos nada que ocultar y nunca ocultamos, pero también nos damos cuenta que la mentira no dura”, afirmó el Jefe de Estado.
Política
“Voy a tomar las acciones penales correspondientes y voy a llegar hasta el final, han dañado mi persona en una batalla sangrienta que han hecho para dañar autoridades”, manifestó.

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