Serotonina

CAMPAÑA POR EL SI

Ivan Arias Duran

Mientras la oposición (oposiciones?) aún no han articulado sus estrategias por el NO, el oficialismo no se duerme y ya tiene en marcha un acelerado proceso de campaña. Los asesores internacionales y locales en la sombra trabajan incesantemente sin descuidar detalles.  Para ello ya tienen conformado su equipo nacional a la cabeza de los exministros Amanda Dávila; Hugo Moldiz y Pablo Groux.  Les acompañan el viceministro de   Coordinación con los Movimientos Sociales, Alfredo Rada, y el director de la Escuela de Gestión   Pública Plurinacional, Iván Iporre. En 8 departamentos lideran la campaña Ministros de Estado a excepción de Cochabamba donde es el escritor Ramón Rocha Monroy. En los ámbitos locales “del 100% de alcaldías en manos de la oposición, más del 60% ya están por el SI” informó el Ministro de Autonomías. De las nueve gobernaciones, siete están por el SI y solo dos estarían por el NO.

Los medios de comunicación para estatales están alineados a favor del SI. El MAS presento la tesis del SI con 10 ejes temáticos: las legislaciones en otros países no prohíben la re postulación y el resultado se ve en las urnas; hay varios países que tienen gobiernos reelectos; la alternancia no garantiza la continuidad del proceso de cambio; gobernar hasta 2025 es dar continuidad al proceso de cambio 2005-2025; todos pueden ser Presidente; hay muchos líderes pero ahora Evo es el líder de mayor consenso; ningún presidente ganó tantas elecciones con tan alta votación; no se perdona a nadie la corrupción, caiga quien caiga.

Por primera vez en estos diez años, el MAS incursiona en las redes sociales con recursos humanos y económicos. Han elaborado un “Manual Gráfico del SI” (Pagina Siete 24/11/15) en el que se instruye no utilizar el logotipo y los colores del MAS. Ahora el color base de la línea gráfica será el verde, que representa la "esperanza” y el "futuro”, excepto en el área rural, “donde los compañeros quieren azul”. Los estrategas recomiendan usar otros colores si fuera necesario para suvenires de promoción que se distribuirán en la campaña electoral, como el rojo, naranja o azul. El SÍ tendrá como base un triángulo verde con la punta que representa "el avance”, "la mirada hacia el futuro”, "la esperanza”. "El triángulo es como el ‘play’ de la TV o radio que hay que apretar para comenzar a oír o a ver.  Sus logotipos tienen la palabra SÍ en color blanco dentro el triángulo verde y sobre la "í” se observa una mano con el dedo pulgar hacia arriba como el "me gusta” de Facebook.

La consigna principal es "Con Evo, Sí, tenemos futuro” y también hay otras opciones como "Sí, seguimos avanzando, ¿Por qué retroceder?” o "No sólo somos gobierno, somos revolución”. También se recomienda usar el Sí para destacar los resultados de gestión del Presidente. El Manual, al que tuvo acceso Pagina Siete, pide: "por favor, cuando pinten en las calles, no lo hagan de tal manera que arruine los edificios públicos, ornato público o privado, o que moleste a la gente. Hay que ocupar los sitios que están permitidos. No se olviden que no debemos provocar irritación en la gente”.

En el documento se aconseja a los oficialistas: "recuerden compañer@s que la campaña debe ser alegre, sin insultos, con humildad porque nos dicen que somos soberbios. El tono de la campaña debe ser humilde, alegre, propositivo, esperanzador, pues nuestra apuesta es por el futuro, que es promisorio”. Además sugiere que "es bueno reconocer que hemos cometido algunos errores. ¿Quién no comete errores? Errar es humano”. "Nuestro proceso es complejo: con participación de todos, los excluidos de antes, estamos construyendo un Estado. El 21 de febrero estamos pidiendo permiso al pueblo para que Evo pueda postularse junto a otros candidatos”.

Desde el campo de la oposición se menciona que el Manual queda muy lejos de la realidad. En relación a mostrarse “buenitos” no cejan en su política de discriminación y confrontación ya que todo aquel que se opone al SI es calificado de “vende patria” o se le inicia procesos judiciales. El uso y abuso del aparato público ira increcendo según se acerque el 21F. Hasta ahora, las encuestas oficialistas y opositoras señalan que la población ya tiene decidido su voto (solo hay 6 a 8% de indecisos) y que el NO se está imponiendo. Lo más llamativo de esos datos es que mucha gente que aprueba a Evo y que votó por Evo, estaría votando el 21F por el NO. Por qué? porque a ésa gente no les gusta que desde el Gobierno no se esté respetando la CPE y que se estén dedicando a planes personales de poder absoluto, antes que preocuparse por los problemas de la gente: “está muy soberbio, cree que su palabra es ley, que nadie más puede hacer ni decir nada y se ha olvidado de la seguridad, salud, empleo de la gente”.

Los estrategas oficialistas para revertir la actual dominante corriente ciudadana a favor del NO, quieren volver el referéndum por el respeto a la CPE y las leyes por un plebiscito por SI o NO a Evo. En esta línea están apelando a la política del miedo y el terror similar a la de Pinochet en 1988 en Chile y de los kisneristas el pasado noviembre en Argentina, indicando que sin Evo no hay futuro y que sin Evo se viene el Armagedón. Votar por el NO es votar para volver al pasado, es perder los beneficios sociales. En esa línea también buscaran polarizar la consulta, porque saben que en ese escenario Evo tiene más posibilidades de éxito y forzaran para que los opositores ataquen con rabia y odio a Evo, a su gestión y a su futuro. También van iniciar una caza de brujas que arranca con el fondo indígena y que subirá a personalidades ciudadanas y políticas a favor del NO.

 

 

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POR QUÉ EL MAS LLEGÓ DONDE LLEGÓ?

Ivan Arias Duran

El Movimiento al Socialismo (MAS) llegó a tomar el poder porque encarnaba una serie de atributos que lo convirtieron, en menos de cinco años, el referente nacional y la alternativa de poder. Los atributos concentrados en la palabra y promesa del cambio resumen lo que propios y ajenos esperaban del MAS. El sistema de partidos políticos había entrado en crisis por sus propias incoherencias y miopías al haber perdido la oportunidad de construir un país liberal democrático, institucionalizado y con fuertes niveles de control de la corrupción. En veinticinco años, si bien habían logrado consolidar el retorno a la democracia mediante pactos políticos que garantizaban la gobernabilidad, su falta de visión de país llevó a que ésos acuerdos se conviertan en pactos para asaltar la cosa pública y corromper las instituciones. Las importantes reformas que se atrevieron a realizar (21060, capitalización, participación popular, reforma judicial) nunca pudieron ser reformas de Estado sino solo de Gobierno, por eso, en vez de profundizarlas entre mandato y mandato, se dedicaron a jibarizarlas y envilecerlas.

Después de la debacle de la UDP signada por la arremetida política de la clase obrera que esperaba saltar hacia el socialismo y mientras la hiperinflación destruía la economía popular, la sociedad boliviana se predispuso a enterrar mitos y propuestas populistas en bien de alternativas más liberales. En ése eterno circulo boliviano de estatismo y liberalismo, en las elecciones de 1985, decidimos poner nuestro futuro en manos del liberalismo y le dimos veinte años de oportunidad para moldear el país en base a sus propuestas. Sin embargo, ya a principios del año 2000, empezaron a surgir serios indicios que la ocasión brindada había sido defraudada y que la sociedad estaba dispuesta a retirarles el apoyo. Los acontecimientos que se dieron entre el 2000-2005 (guerra del agua, guerra del gas, interrupciones de mandatos presidenciales, conflictividad creciente) mostraban que la sociedad estaba hastiada de un proceso que no colmo sus expectativas.

En las elecciones del 2005, el país, en este eterno retorno en el que se mueve, decidió apostar por la propuesta que proponían al Estado como el principal actor. Así entramos a la espiral de nacionalizaciones y acciones populistas que, acompañadas con la bonanza de los precios de materias primas que llenaron como nunca las arcas del Estado, convirtieron al MAS en uno de los partidos más importantes de la historia boliviana. Bajo la promesa del socialismo del siglo XXI y con espejos como Hugo Chávez, en Venezuela, y  Lula da Silva, en Brasil, el MAS encandiló a los bolivianos con las propuestas de cambio a partir de la inclusión indígena y el pachamamismo. El país se puso en sus manos y les dio su apoyo mayoritario para que moldearan el país y lo sacaran del atraso, la pobreza y el subdesarrollo. Los espejos venezolano y brasilero de entonces eran muy atractivos: todo marchaba sobre rieles y transmitían la imagen de crecimiento y dignidad bajo la tutela del Estado. Por qué no seguir ése camino?

Pasaron diez años y los indicios de cansancio y desilusión empiezan a emerger por las mismas incoherencias y errores del partido de gobierno. Cambiaron la constitución y juraron respetarla por los próximos cincuenta años, pero a menos de cinco años de su vigencia la violan no solo para arremeter contra los derechos indígenas expresados en la marcha por el TIPNIS sino para volver a ocupar el poder indefindo. Prometen cambiar la justicia mediante el voto popular y lo único que hacen es postrarla más y más a sus pies. Silenciaron las voces y medios discordantes, en favor de la estupidización del pensamiento crítico.  Destruyeron a los neoliberales con denuncias de corrupción por doquier, pero en menos de diez años de ejercicio del poder, al MAS le llueven por doquier actos de corrupción que los están ahogando. Los cambios institucionales (en la justicia, en las cortes electorales, en los poderes de fiscalización, y en las autonomías) lejos de construir un país más democrático e inclusivo, han servido para que toda la institucionalidad esté al servicio de construir y consolidar el poder absoluto del MAS. La persecución y encarcelamiento a sus opositores, consentida años atrás, hoy es vista como abuso e intolerancia que solo lleva más odio y división entre los bolivianos.

El MAS, muy rápidamente, ha entrado en una espiral de desgaste y alejamiento de la sociedad en un proceso similar al que, en su momento, entraron los partidos liberales. Si a los antecesores les tomó 15 años (1985-2000) para que la sociedad empiece su desencanto y cinco para que les den la espalda definitiva, este proceso se ha reducido en 10 años para el MAS y no se sabe en cuantos más para que las opciones sociales y políticas se encaminen en su contra. El MAS ya no es el futuro y encarna cada vez más los vicios del pasado. El MAS ya no enamora, más bien infunde miedo. El MAS ilusionaba, hoy asusta porque los espejos de Venezuela y Brasil, están rotos y ningún boliviano desearía hacer colas para tener papel higiénico. El sometimiento de las FFAA no le da fuerza, más bien lo refuerza en su autoritarismo y prebendalismo. La lógica del ahora nos toca, el ver la cosa pública como el medio para salir de la pobreza personal y el uso y abuso del poder sin límites, los está destruyendo como destruyó a sus antecesores. Los liberales no entendieron que entre el 2000 y el 2005 el país les estaba dando una opción para reencaminar sus acciones pero no lo dedujeron y perseveraron en el error. Pareciera que el MAS esta un momento similar  y si la sabe usar quizá puede revertir su caída. Qué tal si el MAS, en un arranque de sabiduría, decide anular el referéndum y respetar no más lo que dice la CPE? 

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