Opinion

EL DOCUMENTAL Y LA PROPAGANDA
Ser Crítico
Consuelo Espinoza
Martes, 24 Enero, 2017 - 18:11

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El 14 de diciembre el gobierno estrenó en varios cines y auditorios del país su anunciado documental “El Cártel de la Mentira” con el que supuestamente busca “proteger” al ciudadano de la manipulación mediática contra el gobierno del presidente Evo Morales, de acuerdo a lo expresado por el ministro de la Presidencia Juan Ramón Quintana.

Resulta paradójico que quienes intentaron ocultar la verdad sobre el caso Zapata se esfuercen por tratar de convencer al público del peligro que constituyen tanto para el proceso de cambio como para la democracia un grupo de periodistas y medios de comunicación a quienes con insistencia califican del “Cártel de la Mentira” y propalan un audiovisual en el que se los desprestigia mientras se reflejan así mismos como víctimas de un “golpe mediático opositor”.

En el video se evalúa el trabajo realizado por Página Siete, Agencia de Noticias Fides, Erbol, el Deber, Los Tiempos, entre otros medios, sobre el caso de Gabriela Zapata, la ex pareja del presidente Evo Morales, y el hijo sobre el que en principio reconocieron su existencia, para luego señalar que había muerto y, finalmente, asegurar que no existió.

Con su peculiar característica vertical y autoritaria, el ministro Juan Ramón Quintana, que es quien dirige la información y propaganda gubernamentales como parte indispensable del control y mantenimiento del poder político, anunció que se elaborarán más documentales de similares características. “Así como se han quejado por el documental del Cártel de la Mentira, les vamos a seguir dedicando otros para que el pueblo boliviano los vaya conociendo”, declaró.

Y es que el documental en cuestión no es más que propaganda tendiente a crear un pensamiento único, convirtiendo la individualidad de las personas en una masa maleable que acepta de forma acrítica el modo de pensar y de actuar de quienes son los encargados de su elaboración.

Para el ministro Quintana la propaganda se ha convertido en un arma indispensable de dominio de las masas y contra-información que viene desarrollando para beneficio propio y del gobierno del MAS.

Es así que este ex militar recurrió a diferentes técnicas y principios para la producción deliberada de mensajes propagandísticos empezando por la simplificación del enemigo único, es decir, reunir diversos adversarios o enemigos en una sola categoría usando calificativos para herir su reputación. En este caso agrupando a periodistas y medios de comunicación a quienes considera hostiles al gobierno en el “Cártel de la Mentira”.

Otro principio al que recurre la propaganda gubernamental es el de la orquestación, es decir, que ésta se limita a un número pequeño de ideas las que son incansablemente, presentadas una y otra vez desde diferentes perspectivas, pero siempre convergiendo sobre el mismo concepto. “Sin fisuras ni dudas. Si una mentira se repite suficientemente, acaba por convertirse en verdad”.

“El documental del Cártel de la Mentira se basa en el hecho de que algunos medios de comunicación, entre febrero y mayo de este año (2016), se articularon con partidos políticos de la oposición en torno a la mentira con el objetivo de generar un golpe mediático opositor contra el gobierno del presidente Evo Morales”.

Este concepto viene siendo repetido sistemáticamente por el ministro Quintana desde que fue interpelado en la Asamblea Legislativa Plurinacional a mediados de mayo del pasado año por un presunto tráfico de influencias que habría beneficiado a la empresa china CAMC con millonarios contratos estatales, empresa de la cual Gabriela Zapata, ex novia del presidente Morales, era Gerente Comercial.

Desde entonces, la autoridad no ha cesado de repetir y atacar al “Cártel de la Mentira” como lo ha denominado por ser el autor de la derrota del oficialismo en el referéndum del 21 de febrero de 2016 en el que ganó el No a la re postulación de Evo Morales y Álvaro García Linera.

Pero estas técnicas propagandísticas utilizadas por Quintana no son para nada desconocidas. Se trata de once principios elaborados por el padre de la propaganda nazi Joseph Goebbels, responsable del Ministerio de Educación Popular y Propaganda creado por Adolf Hitler a su llegada al poder en 1933.

Goebbels fue el gran arquitecto del ascenso al poder de Hitler. Una vez en el gobierno y con las manos libres para monopolizar el aparato mediático estatal, prohibió todas las publicaciones y medios de comunicación fuera de su control y orquestó un sistema de consignas para ser transmitido mediante un poder centralizado del cine, la radio, el teatro, la literatura y la prensa. Era también el encargado de promocionar o hacer públicos los avisos del gobierno.

Otra de las estrategias utilizadas por la maquinaria propagandística de Quintana en el mencionado documental es el uso del aspecto emocional al hacer ver al presidente Evo Morales como una víctima del “interés político de un grupo de medios de comunicación y algunos periodistas mentirosos”, técnica mediante la cual se intenta ingresar al inconsciente del público para implantar idea de que el MAS perdió el referéndum por culpa del “Cártel de la Mentira” y no racionalice en el hecho de que su derrota se debe a la decadencia y corrupción gubernamentales.

La finalidad de este análisis es preventiva para que usted como lector o lectora observe con su propio criterio los mensajes que recibe, que distinga la realidad de la propaganda y sus mecanismos de influencia para evitar estar a merced de la manipulación y la desinformación y no asuma como propios los criterios expuestos por el documental “Cártel de la Mentira” o por cualquier medio de comunicación que habitúa a consumir o leer.   

La autora es periodista y politóloga

Twitter: @consuelo4470