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POSCO PARECE ESTAR LISTA PARA REVOLUCIONAR LA INDUSTRIA DEL LITIO

Juan Carlos Zuleta Calderón

Desde 2010 he argumentado que para que el litio se convierta en un factor clave del próximo paradigma tecno-económico, se requieren innovaciones en sus procesos de extracción.Desde entonces he elogiado la investigación llevada a cabo por un grupo de trabajo coreano creado en la primera mitad de ese año con muestras de litio obtenidas (a título gratuito) de Bolivia.Ese grupo de trabajo desarrolló una nueva tecnología para extraer y procesar litio que va más allá de la  evaporación solar, los procesos de evaporación, y la producción de carbonato de litio para ir directamente hacia la sintetización de cátodos de baterías.Posco, una compañía coreana conocida por la fabricación de acero y procesos avanzados, parece haber sacado provecho de esa relación inicial de vanguardia entre Corea y Bolivia.Después de intentos fallidos en Bolivia y Chile, todo parece indicar que está lista para aplicar su nueva tecnología en la Argentina para revolucionar la industria del litio en el mundo.

En mi presentación en la Reunión del Grupo de Expertos Senior sobre el Desarrollo Sostenible del Litio en América Latina, organizado por la Comisión Económica de las Naciones Unidas para América Latina y el Caribe (CEPAL), celebrada en noviembre de 2010 en Santiago, Chile,desarrollé un argumento presentado en 2008 en relación con las tres condiciones [a saber, (i) costos relativos claramente percibidos como bajos y cayendo rápidamente; (ii) disponibilidad casi ilimitada de la oferta sobre largos períodos de tiempo; y (iii) claro potencial para el uso o la incorporación del nuevo factor clave en muchos productos y procesos en todo el sistema económico] que se deberían cumplir para que el litio se convierta en el factor clave del Sexto Paradigma Tecno-económico en el mundo.
En concreto, al comentar la primera condición sugerida por Freeman y Pérez, argumenté que no podrían haber costos bajos y en disminución de litio sin invenciones e innovaciones en sus procesos de extracción. Procedí luego a describir lo que quería decir. En pocas palabras, me refería a que era necesario ir más allá de: la utilización de la energía solar para procesos de evaporación; procesos de evaporación en general; y la producción de carbonato de litio como tal para ir directamente hacia la sintetización de cátodos para baterías de iones de litio. Aquí puse de relieve la labor de investigación que un grupo de trabajo de Corea del Sur creado en la primera mitad de 2010 había llevado a cabo precisamente en esa dirección con muestras de litio obtenidas (a título gratuito) desde el gobierno de Bolivia. De acuerdo con mi sugerencia, el informe final de la reunión incorporó la siguiente conclusión:
"11. Existe una gama de nuevas tecnologías de extracción de litio que pueden ir más allá del uso de la energía solar para la evaporación, evaporación en sí y la energía solar como tal, y que podrían contribuir a mejorar la producción de litio en el futuro".
El resto de la historia es más o menos como sigue. A pesar del escepticismo inicial por parte del gobierno de Bolivia sobre los descubrimientos de Corea, menos de dos años más tarde se decidió a firmar con un consorcio de Corea (formado por Poscoy Kores) un acuerdo para producir cátodos de litio de las salmueras de Uyuni. De todos los actores coreanos que participaron en ese grupo de trabajo, Posco parece haber capitalizado la mayor parte de estos avances. Desafortunadamente, el contrato nunca se materializó debido a un impassesurgido entre Bolivia y Posco. Estoy en deuda con una amiga de Venezuela por esta importante pieza de información claramente descrita en un artículo de noticias de Corea. Lo que ocurrió fue que cuando estaban a punto de firmar el acuerdo, "el lado boliviano exigió la exclusión de los pagos de regalías por el uso de la tecnología de Posco", y que se firmó el acuerdo, "sólo después de que acordaron incluir una cláusula de pago de regalías en un documento separado". Dado que el contrato nunca entró en vigor, se puede deducir que eso fue porque Bolivia probablemente se negó a firmar ese segundo documento.
Posco luego partió de Bolivia para Chile donde participó en un proceso de licitación que finalmente fue cancelado debido a acusaciones de corrupción. Esto, sin embargo, no impidió que la empresa coreana armara una planta experimental donde demostró su tecnología revolucionaria. Debido a una falta de definición de la perspectiva respecto al litio por parte del gobierno de Chile, a finales de 2014, el fabricante de acero de Corea se trasladó a Argentina donde unió fuerzas con LithiumAmericas(LA) para construir otra planta experimental con el mismo objetivo en mente. Unos meses más tarde, se presentaron los resultados satisfactorios de la tecnología de vanguardia. En efecto, el jefe de proyecto del litio, fue citado diciendo que "el proceso tradicional utilizando el método de evaporación requiere hasta 18 meses para la extracción de litio con tasas de recuperación bajas, pero nuestra nueva tecnología de extracción sólo necesita 8 horas y tiene tasas de recuperación de 90% ", lo que llevó a las dos empresas a iniciar conversaciones de comercialización. Como corolario de intensas negociaciones, el 26 de agosto de 2015 se ejecutó un preámbulo de acuerdo (PDA) entre las mencionadas empresas.
Según el comunicado de prensa correspondiente, el PDA "proporciona el marco y las condiciones para establecer una compañía de riesgo compartido, el cual las partes esperan negociar después de la finalización de las debidas diligencias, y durante el cuarto trimestre de 2015". A continuación, establece "que Posco aportará a la empresa conjunta el derecho a utilizar sus tecnologías de extracción de litio patentadas para la producción de carbonato de litio e hidróxido de litio, mientras que LA contribuirá con el derecho a utilizar la salmuera de sus propiedades en el salar Olaroz-Cauchari". Por último, se informa que Posco "se ha comprometido a financiar los gastos de capital requeridos para la fase inicial de 2.500 toneladas de producción comercial, por delante de la obtención de fondos de la compañía de riesgo compartido dirigidos al incremento de la producción a 20.000 toneladas" a finales de 2017.
Sin embargo, de pasada, el comunicado de prensa informó también sobre el proyecto de fusión de LA con Western Lithium, el cual en realidad se concretó el 4 de septiembre de 2015, por el cual "Western Lithiumadquirió la totalidad de las acciones ordinarias emitidas y en circulación de LithiumAmericas".
Lo que pasó desde entonces hasta mediados de febrero de 2016 no resulta tan claro. Al parecer, las debidas diligencias destinadas a completar el arreglo de riesgo compartido entre Poscoy Western Lithium no progresaron. ¿Por qué?Puedo pensar en dos posibles razones. La primera, que Posco estaba sufriendo dificultades financieras en el momento lo que derivó en una pérdida en su Casa Matriz en 2015. De hecho, sus problemas parecían haber mejorado ligeramente recién hacia el final del primer trimestre de 2016. Y, la segunda, que los retrasos de Western Lithium parecen estar relacionados con la lucha de la compañía por la supervivencia en medio de presiones por acuerdos condicionales con sus principales accionistas en su sucursal de América del Norte y los problemas de integración y organización resultantes de la fusión en la sucursal sudamericana. Se puede hipotetizar que a finales de 2015 Posco se puso muy nerviosa y buscó otra opción.
El 15 de febrero de 2016, Posco sorprendió al mundo al anunciar que comenzaría la construcción de una nueva planta de 2.500 toneladas de carbonato de litio (para entrar en pleno funcionamiento en 2017) en Argentina, que no tenía nada que ver con el Proyecto Olaroz-Cauchari de Western Lithium. A pesar de la negación de ésta última de que Posco eligió un socio alternativo, todo indica que ese podría ser el caso. Debemos recordar que el PDA suscrito era un documento no vinculante. El acuerdo firmado entre Posco y Lithea Inc. para construir una nueva planta de carbonato de litio en el Salar de Pozuelos, provincia de Salta, pone entonces  de relieve los deseos de Poscode entrar en la producción de carbonato de litio tan pronto como sea posible. Según Dundee Capital Markets, esto también demuestra que Western Lithiumy Lithea son "sólo dos de muchos socios potenciales de Posco."
Por otra parte, de acuerdo con un reportaje más reciente de Corea, Posco estaría abocado a acortar el período de construcción de su planta de litio en Argentina "adelantando su conclusión hasta septiembre en vez del objetivo inicial de fin de año."  Asimismo, en respuesta al reciente aumento de la demanda del el metal blanco, se ha planteado la meta increíble de 40.000 toneladas de carbonato de litio por año en 2017. Esta última cifra sólo puede tener sentido si estamos de acuerdo en que la tecnología de Posco para extraer y procesar carbonato de litio y obtener cátodos para baterías de iones de litio desarrollada en cooperación con el Instituto de Investigación de Ciencia y Tecnología Industrial (RIST, en inglés) es verdaderamente revolucionario. No es por tanto ninguna sorpresa que el nuevo presidente de Posco se haya  desempeñado como director del RIST desde 2009 hasta 2011, lo que implica que él está muy consciente del nuevo reto.
Por último, revisando la evolución de las acciones de Poscoentre el 8 de mayo de 2015 y el 9 de mayo de 2016en la Bolsa de Nueva York, se percibe una clara tendencia al alza - solamente eclipsada por una caída reciente, probablemente en razón de los movimientos de precios en el mercado del acero - a partir del 16 de febrero de 2016, lo que proporciona apoyo adicional a argumentos previos de otros autores (y míos) en sentido de que la innovación tiene en verdad premios.

 

Artículo publicado el 10 de mayo de 2016 por SeekingAlpha(Véase: http://seekingalpha.com/article/3973659-posco-seems-ready-revolutionize-lithium-industry).

Juan Carlos Zuleta Calderón es nalista de la Economía del Litio

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LA DESACELERACION DE LA ECONOMIA BOLIVIANA SE HACE EVIDENTE

Juan Carlos Zuleta Calderón

Según los datos del PIB (anual y trimestral) correspondientes a 2015 publicados hace unos días por el INE la economía boliviana empieza a sentir los rigores de la crisis derivada de la caída de los precios de las principales materias primas de exportación desde mediados de 2014.

En efecto, de una tasa de crecimiento récord de 6.8% alcanzada en 2013, el crecimiento de la economía descendió a 5.46% en 2014 y a 4.85% en 2015. Como una forma de validar la hipótesis anterior, se encuentra que, en 2015, la única actividad económica que presenta una incidencia negativa en el crecimiento del PIB nacional es precisamente la de Extracción de Minas y Canteras con -1.38%.

Asimismo, se puede observar que la magnitud de la crisis actual sería menor ala de la crisis de 2009 (también ocasionada por un desplome del precio del petróleo) cuando el crecimiento de la economía nacional cayó de 6.15% en 2008 a 3.36% en 2009. Esto se demuestra, otra vez, en el cuadro de incidencia de actividades económicas en el crecimiento del PIB donde se puede observar que ese año la sub-actividad "Petróleo Crudo y Gas Natural" tuvo una incidencia de -13.48% en el crecimiento del PIB.

Lo preocupante de los datos recientes es, sin embargo, que a diferencia de 2009, la crisis actual podría quedarse con nosotros algunos años más. Atrás van quedando los argumentos de que el motor de la economía es la demanda interna "y ramas anexas" y de que la baja de los precios del petróleo no tendría mayor impacto en la economía boliviana.

 

 

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EL BOOM DEL ORO BLANCO SORPRENDE AL PAÍS: ALGUNAS PUNTUALIZACIONES

Juan Carlos Zuleta Calderón

A propósito de un reportaje publicado hace poco por Página Siete (Véase: http://www.paginasiete.bo/inversion/2016/5/1/boom-oro-blanco-sorprende-pais-95003.html ), deseo hacer las siguientes puntualizaciones:
1) Página Siete: "En medio de una creciente demanda de litio, que presenta precios interesantes, en la tercera semana de abril, se anunció que la fabricante de autos eléctricos Tesla requerirá 24.000 toneladas de litio anuales, cuando el mercado general produce 50.000."
Al respecto, ya en febrero de 2014, manifesté: "Asumiendo una demanda mundial de litio de 168 mil TM para 2013, el consumo de litio de Tesla ese año habría alcanzado al 1,24% del consumo global de litio. De ahí que para se concreten sus perspectivas de producir medio millón de vehículos eléctricos en 2020 en los EEUU, solamente, Tesla requeriría entre 40.800 y 59.442 toneladas de LCE, que se traduce en entre 24,29 y 35,38 % del total de LCE que se consumió en el mundo en 2013"(Véase: http://www.hidrocarburosbolivia.com/noticias-archivadas/485-analisisyopinion-archivado/analisisyopinion-01-01-2014-01-07-2014/67040-tesla-motors-y-la-estrategia-del-litio-de-bolivi...).
3)Página Siete: "Cabe apuntar que la venta de los híbridos convencionales comerciales, que funcionan tanto a gasolina como a electricidad y que fueron lanzados en 2008, no alcanzó esa cifra en la misma cantidad de años."
Los híbridos convencionales  con baterías de níquel hidruro metálico fueron lanzados por Honda y Toyota a partir de 1997, no en 2008.
4) Página Siete: "Bolivia, según los estudios del Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS, por su sigla en inglés), tiene 10 millones de toneladas métricas de litio en contenido metálico en el Salar de Uyuni y sus costas salinas, como recursos identificados de litio. Para llegar a calidad de reservas se debe hacer una cuantificación y la certificación especializada."
El dato correcto del Servicio Geológico de EEUU es 9 millones de toneladas métricas de recursos identificados de litio de contenido metálico. La cifra de 10 millones viene de los estudios realizados por FrancoisRisacher quien en 1991 además incluyó en su cuantificación 1 millón de toneladas métricas existentes (en forma de trazas) en la costra salina del salar.
5)Página Siete: “Por  ahora, ante la sacudida fuerte que  se presenta en el mercado con los anuncios de las fabricantes de autos, los planes bolivianos de desarrollo e industrialización del litio del Salar de Uyuni parecen estar muy atrasados. En la comercialización mundial, Chile abarca el 44%, seguido de Australia (25%), China (13%) y  Argentina (11%).”
Estos datos están completamente desfasados en el tiempo.  Las cifras aproximadas para 2015 serían: Australia: 41%; Chile 36%; Argentina 12%; China 7%; Otros Países: 4%.

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PRODUCIRÁ BOLIVIA 50.000 TONELADAS DE CARBONATO DE LITIO A PARTIR DE 2018

Juan Carlos Zuleta Calderón

Según un reciente reportaje de América Economía, el gerente nacional de recursos evaporíticos (GNRE) habría aseverado que "Bolivia comenzará a producir alrededor de 50.000 toneladas de carbonato de litio a escala industrial grado batería desde el último trimestre de 2018", a tiempo de informar que hasta el momento el país invirtió $us.250 millones en la “industrialización del litio” de un total de $us. 900 millones “presupuestados para todo el proyecto”. 

Las anteriores manifestaciones vienen luego del anuncio de que la empresa Rockwood Litio Ltda., subsidiaria de Albemarle (la mayor productora de litio del planeta) en Chile, acordara  con el gobierno del país transandino una importante expansión de capacidad en el Salar de Atacama que le permitirá incrementar su producción de 24.000 toneladas/año a 70.000 toneladas/año de carbonato de litio en los próximos cuatro años. 

Pero, ¿cuán verosímiles serán las declaraciones del responsable del proyecto de litio de Bolivia? Mi impresión inicial es que no tanto, por dos razones fundamentales. La primera, que en la Agenda Patriótica 2025, el principal documento de planificación del gobierno, solo se habla de producir 30.000 toneladas/año de carbonato de litio a partir de 2021, lo que es consistente con el Plan Nacional de Desarrollo 2016-2020 recién aprobado donde ni siquiera se plantea un objetivo de producción para el litio del Salar de Uyuni. 

No es la primera y, seguramente, no será la última, vez que el citado funcionario público, en un afán por mostrar que el proyecto impulsado por el gobierno boliviano va viento en popa, desinforma a la opinión pública nacional e internacional sobre el avance del estratégico emprendimiento.  Al parecer, no percibe el flaco favor que le hace al Estado boliviano al restarle toda credibilidad acerca de su futuro ingreso al mercado del único metal cuyo precio ha mostrado un aumento extraordinario en meses recientes. 

No hay que olvidarse de que desde hace ya casi 8 años el régimen viene anticipando el arranque del proyecto sin haber podido cumplir hasta la fecha la más mínima meta. Dado el clima pre-plebiscitario en Bolivia, los lectores podrán darse cuenta de cuáles podrían ser los verdaderos motivos del sorpresivo anuncio.  

En este contexto, llama la atención el nuevo dato sobre inversión ejecutada ($us.250 millones) que proporciona.  Ésta solo puede explicarse a través de un incremento desproporcionado del gasto en la construcción de más piscinas de evaporación solar que constituyen el elemento fundamental de la tecnología “desarrollada” por el proyecto piloto. La pregunta que cabe al respecto es si resulta razonable continuar erigiendo tales obras de infraestructura en ausencia del diseño final de la planta industrial encargado en agosto pasado por 10 meses a la firma alemana K-UTEC.  

En una noticia publicada el 30 de abril de 2015 (poco menos de cuatro meses antes de la firma del contrato) en el periódico alemán Thueringer Allgemeine,  Marx [el propio gerente de K-UTEC] se mostraba sorprendido de los costos de inversión de 570 millones de Euros mencionados por el gobierno boliviano. “Recién hemos construido en Argentina una planta con capacidades similares a las de Bolivia y ha costado alrededor de 110 millones de Euros,” decía Marx.  Si como se indicó, las piscinas de evaporación solar representan la mayor parte de la inversión en Uyuni, es fácil deducir o que la tecnología de extracción de litio de K-UTEC es mucho más eficiente (porque entre otras cosas pone menos énfasis en piscinas de evaporación solar) que la boliviana o que esta última tiene un evidente sobreprecio. Lo anterior nos dirige a la segunda razón por la cual se puede considerar poco creíble la reciente manifestación del mandamás del proyecto gubernamental. 

Me refiero al contrato con la mencionada compañía alemana, el cual, según se conoció en oportunidad de su suscripción, estaría vinculado al tamaño del proyecto industrial (30.000 toneladas/año). ¿Cómo es que ahora, transcurridos apenas cinco meses desde la firma del contrato, se decide incrementar la capacidad de producción del proyecto en cerca de un 70%? Pero, esto no es lo más complicado. Como he argumentado en otro artículo, el problema radica en que lo más probable es que K-UTEC haya tenido que empezar de cero y que proponga cambios sustantivos al proceso “descubierto” por el proyecto dirigido por el gobierno. En estas circunstancias, solo habrá que cruzar los dedos y esperar que las costosas piscinas de evaporación caprichosamente construidas (y por construir) por el proyecto sirvan algún día para algo. 

*    Casi al cierre de este artículo, tuve acceso a una publicación del periódico Cambio del gobierno donde sólo se habla de una producción en el Salar de Uyuni de 4.000 a 5.000 para luego subir a 15.000 toneladas a partir de 2018, refiriéndose a las mismas declaraciones del GNRE.  Como acabo de ver que tanto la publicación de América Economía como otras que recogieron esa información primicial mantienen el mismo dato de 50.000 toneladas desde 2018, el presente análisis se dirige a desestimar todas esas muestras de desinformación nunca desmentidas por el gobierno. 

 

 

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MÁS ALLÁ DE UN ANÁLISIS DICOTÓMICO DEL CRECIMIENTO ECONÓMICO EN BOLIVIA

Juan Carlos Zuleta Calderón

En un artículo titulado “La paradoja del crecimiento económico con derrumbe productivo” publicado en agosto del año pasado, reiteré anteriores argumentaciones y planteé otras nuevas respecto a las bases del crecimiento económico para explicar posibles acciones futuras del gobierno (v.g. aumento de la inversión pública, financiada por deuda interna a través del BCB  o deuda externa onerosa, y   del gasto corriente, asegurando el pago del segundo aguinaldo) con el propósito de continuar incentivando la elevación de la demanda interna y mantener el incremento del PIB, aun a costa de llevar a la economía el 2016 hacia una situación caracterizada por una menor capacidad de creación de empleo y un estancamiento económico.

Dichas argumentaciones se pueden resumir de la siguiente manera: 1) El aumento de la demanda interna solo fue posible gracias al crecimiento de las exportaciones totales; 2) las exportaciones netas en 2014 disminuyeron no por la caída de las exportaciones sino por el incremento desmesurado de las importaciones no necesariamente de bienes de capital; 3) la demanda interna per se no puede ser el motor del crecimiento de un país con un mercado interno tan pequeño; 4) la producción nacional no tiene capacidad para abastecer la demanda interna; 5) la capacidad del gobierno para administrar las políticas monetaria y fiscal y mantener la estabilidad económica es sólo una condición necesaria (no suficiente) para el crecimiento económico sostenible; y 6) los avances en materia de industrialización con recursos del Tesoro y el BCB ni siquiera se pueden comparar con el franco proceso de desindustrialización exacerbado en años recientes por el modelo extractivista del gobierno.

En las últimas semanas, en su réplica a un reciente artículo del actual Viceministro del Tesoro y Crédito Público, un ex Presidente del Banco Central de Bolivia (BCB) ha puesto de relieve los puntos 1) y 6), tocando de paso mi observación respecto al financiamiento del gasto público con deuda externa. En esta contribución intentaré desarrollar un poco más los puntos 2) y 4), dejando para futuros aportes las argumentaciones contenidas en 3) y 5), a tiempo de plantear la necesidad de trasuntar lo que he venido en denominar el análisis dicotómico del crecimiento económico en Bolivia. 

Con relación al primer punto, quisiera en principio reiterarmi crítica al contrargumento usual del gobierno a cualquier oposición al rol de la demanda interna en el crecimiento económico: Si la demanda externa no podía haber influido en el crecimiento porque cayó no solo en 2014 sino también en 2015, entonces ¿qué determinó el incremento del PIB? Al respecto, en el artículo mencionado ya me he referido al papel ambiguo de la demanda externa en el crecimiento, no porque las exportaciones tengan un efecto marginal en el indicador macroeconómico sino debido a que en Bolivia las importaciones de bienes de capital, que podrían abrir las puertas a la innovación tecnológica y, por tanto, tener una incidencia mayor en el crecimiento, constituyen una parte muy pequeña (alrededor del 25%) de las importaciones totales del país. Como sostuve en mi artículo, hoy en día la clave del crecimiento es la innovación tecnológica, la que se efectiviza en general mediante la inversión en bienes de capital que, dada nuestra condición de país subdesarrollado, no podemos producir, por lo que para innovar necesitamos adquirir bienes de capital del extranjero.Adicionalmente, tal como anticipé en agosto del año pasado, la situación se complicó mucho más este año. En efecto, según datos del INE para el período enero-noviembre de 2015, la demanda externa se desplomó en un -118% respecto a similar período el 2014. En este contexto, las exportaciones cayeron (en -31,8%) 3,3 veces más que las importaciones (-9,5%), lo que sigue poniendo en cuestión el discurso gubernamental sobre el supuesto fomento al crecimiento en el mediano y largo plazos, considerando que en dicho período la variación porcentual negativa de las importaciones de bienes de capital (-12,7%) superó con creces la de las importaciones totales (-9,5%).

En torno al segundo punto, tengo a bien objetar otra vez la falacia de que la producción nacional es capaz de abastecer la demanda interna cuando está claro que para la mayor parte de los proyectos de inversión pública ejecutados por el gobierno lo que más se requiere son insumos (suministros), combustibles y medios de transporte (no bienes de capital) importados, cuyo aumento contribuye al deterioro de la balanza comercial, las exportaciones netas o la demanda externa. En este contexto,  las cifras en rojo en los primeros 11 meses del año pasado de las importaciones de bienes de capital y las importaciones totales mencionadas anteriormente contrastan con las únicas variaciones porcentuales positivas de las importaciones en el período considerado: Combustibles y Lubricantes básicos (8,0%), Vehículos Automotores de Pasajeros (7,5%), Artículos de Consumo Semiduraderos (8,5%) y Artículos de Consumo No Duraderos (1,9%).

Para concluir, por todas las puntualizaciones anteriores, sugiero al gobierno dejar de lado el análisis dicotómico (basado en una simple contabilidad del crecimiento) respecto del rol de los dos tipos de demanda (interna y externa)  en el incremento año a año del PIB para empezar a fijar más su atención en temas de fondo que permitan mejorar los niveles de productividad y competitividad en el país, tales como  la promoción de encadenamientos hacia atrás y hacia adelante en el ámbito productivo y el fomento de la ciencia y la tecnología a partir de una alianza estratégica entre gobierno (en sus niveles central, subnacional y local), empresarios (formales e informales) y universidades (públicas y privadas).   

* Una versión más larga de este artículo fue publicada en fecha 18/01/2016 en el sitio web Faroeconomics.org.

 

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APRECIACIONES SOBRE EL MERCADO DEL LITIO

Juan Carlos Zuleta Calderón

En una reciente noticia, Página Siete da cuenta de declaraciones del Vicepresidente del Estado en torno al mercado del litio en una entrevista con Radio Activa en Santa Cruz. Por su importancia, en lo que sigue tengo a bien comentar sobre las partes más importantes de las mismas.

1. "En el futuro Bolivia definirá el precio del litio en el mundo, por tener el  80% de la materia prima en el mundo”.  Apreciación incorrecta. Al presente, existen datos confiables solo de recursos identificados de litio, no de reservas. Según esta información, Bolivia contaría con solo 22,78% de los recursos identificados de litio de la tierra. Pero, aun si fuera como sostiene el Vicepresidente, parece que no se da cuenta de que para controlar el mercado y fijar el precio de cualquier materia prima no solo hay que poseer los mayores recursos o reservas de la misma sino que fundamentalmente hay que tener capacidad para producirla. Esto nos dirige al segundo punto.

2. "Pese a contar  con los científicos bolivianos preparados, aún falta impulsar  la parte de la fabricación de baterías, que es el último paso".  Apreciación incoherente. Sabemos que se gastó un montón de dinero (entre $us 150 y 200 millones desde mayo de 2008 a la fecha) en el proyecto piloto de litio y el laboratorio de experimentación de baterías de litio y que solo se obtuvieron magros resultados (9-18 TM de carbonato de litio de dudosa calidad y pureza y unas cuantas baterías ensambladas con todos los insumos importados, incluyendo el carbonato de litio). ¿Sospechará el vicepresidente, por ejemplo, que  en 2015 la producción mundial de carbonato de litio en 2015 bordeó las 200 mil TM y la de celdas de baterías de iones de litio fue de varios billones? En estas circunstancias, debemos preguntarnos si realmente se cuenta con "científicos bolivianos preparados". Con esto podemos introducirnos en el tercer y último punto de estas observaciones.

3. "Se comprará tecnología alemana, francesa y china. La vamos a procesar y modificar con nuestra gente y nos vamos a convertir en exportadores”.  Apreciación contradictoria. Si invertimos dinero y tiempo y formamos tremendos científicos, por qué ahora debemos adquirir tecnología foránea?Es más, el Vicepresidente aspira a que Bolivia sea líder en la producción de litio o en la producción de baterías de litio? Por sus palabras iniciales en relación a su interés en controlar el precio del litio y su espíritu altamente extractivista (demostrado con creces a lo largo de los últimos 10 años) todo parece apuntar al litio y no a las baterías, con lo que termina desmoronándose también su supuesto discurso industrializador.

 

 

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EL LITIO: ¿UN METAL CADA VEZ MÁS PRECIOSO?

Juan Carlos Zuleta Calderón

No muchos estuvieron de acuerdo conmigo hace ocho años cuando en un blog publicado por EVWorld.com (Estados Unidos) y reproducido por Nueva Economía (Bolivia) anuncié por primera vez el advenimiento de un nuevo paradigma tecno-económico en el mundo con el litio como su factor clave.

Como ya he comentado en la versión digital del informe que acaba de publicar TheEconomist bajo el sugerente título de "Energía limpia: Un metal cada vez más precioso", la presión que ahora  viene por el lado de la demanda ha encontrado a Chile y Bolivia, los dos países con los mayores recursos de litio de  la tierra, desprovistos de la capacidad suficiente para cubrir los requerimientos del mercado en el corto plazo. Esto puede explicar la subida del precio actual y perspectivas similares para los próximos años.

Aunque hay un mundo de diferenciaentre Chile y Bolivia(en cuanto se refiere al litio), ya que el primer país fue en 2014 el productor número 2  de litio del mundo y el segundo continúa experimentando con sus enormes recursos no explotados, ambos han sido extremadamente lentos para reaccionar a las señales del mercado que hoy en día son más claras y visibles. El tiempo dirá si Chile puede alcanzar a Australia y recuperar su liderazgo y si Bolivia finalmente logra entrar a tiempo a un mercado efervescente en los años que vienen.

Mientras tanto, una última noticia indica que la Comisión del Cobre de Chile (CODELCO) que controla importantes concesiones de litio en diferentes salares del país trasandino ha decidido recientemente licitar la exploración de litio en el Salar de Maricunga, donde posee el 18% de los recursos y en Pedernales, donde ostenta el 100% de los mismos.

Esto no es ninguna sorpresa en un momento en que los precios internacionales del cobre, el principal producto de exportación de Chile, han alcanzado los niveles más bajos. Pero, es todavía una medida tibia en  ausencia de la largamente esperadapolítica nacional de litio, tal como se prevé en el informe final de la Comisión Nacional de Litio entregado por un grupo de expertos a la Presidenta Bachelet hace aproximadamente un año.

Del mismo modo, una visita estos días a Bolivia por el viceministro alemán de Transportes, que ha expresado públicamente el interés de su país en la inversión y cooperación en litio, presenta a primera vista un nuevo conjunto de oportunidades. Parece ser también una continuación del contrato firmado en agosto pasado entre la firma alemana K-UTEC y el Gobierno de Bolivia para trabajar en el diseño de la planta industrial capaz de producir 30.000 toneladas de carbonato de litio hasta 2025, de acuerdo con la Agenda Patriótica a ese mismo año.

Sin embargo, teniendo en cuenta los escasos resultados de una fase piloto que tomó más de siete años, es probable que K-UTEC se esté viendo obligada a empezar desde cero para desarrollar el proceso apropiadoa ser ampliado a la fase industrial del proyecto. A pesar de que la participación alemana ofrece nuevas esperanzas para el desarrollo de litio en Bolivia, está lejos de allanar el camino para que nuestro paíspueda convertirse en el próximo centro energético del mundo.

  • Este artículo constituye una traducción al español del blog publicado bajo el mismo título por primera vez en fecha 15/01/2015 en el sitio web EVWorld.com.
  • El autor es analista de la Economía del Litio.

 

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¿RESULTARÁ EL PLAN PARA PERPETUAR EL GOBIERNO EN EL PODER?

Juan Carlos Zuleta Calderón

En una reciente noticia difundida por la Agencia de Noticias Fides (ANF), se informa que para el partido de gobierno no es necesario mayor debate en la Asamblea LegislativaPlurinacional (ALP) para aprobar con sus dos tercios, una ley de convocatoria a referendo para modificar parcialmente la Constitución Política del Estado (CPE) que viabilice la reelección del presidente Evo Morales y del vicepresidente Álvaro García Linera. Así, todo parece indicar que, al más claro estilo de los anteriores gobiernos, se pretenderáotra vez tomar por sorpresa al pueblo.

Entre las razones que se utilizan para convencer a los incautos figuran principalmente dos: 1) Que con el actual binomio hay más opciones para obtener un resultado favorable de la demanda marítima en La Haya y 2) que solo Evo y Álvaro podrán garantizar una economía estable y en crecimiento.

Con relación a la primera, quizás sea bueno preguntarse antes que nada: ¿Cuál será el mejor resultado posible en este caso? Si, como sabemos, este se refiere a obligar a Chile a negociar con Bolivia una salida soberana al mar, las preguntas que siguen deberían ser: ¿En cuánto tiempo? ¿A cambio de qué? En la medida en que las respuestas a estas interrogantes van más allá de la capacidad del "binomio estrella", y dependerán de la voluntad de la otra parte, queda claro que esta primera razón no parece muy convincente.

Respecto a la segunda, es notorio el apuro de los jerarcas de turno para resolver este punto a la mayor brevedad posible, es decir antes de que se sienta con mayor fuerza el desmoronamiento económico, que ya ha empezado y que se intentará sostener, en el peor de los casos, hasta diciembre de este año y, en el mejor, hasta mediados del próximo.

Conviene anotar, sin embargo, que nada de esto será necesariamente gratuito. En la actual coyuntura económica, la base de la estabilidad viene dada, entre otras cosas, por el mantenimiento de un tipo de cambio fijo que, ligado a la bolivianización de la economía, seguirán permitiendo controlar la inflación.

Pero, el éxito de esta política no solo está vinculada a la voluntad del gobierno de continuar sometiendo a las pocas empresas exportadoras de bienes no tradicionales que quedan en el país a los rigores de una competencia internacional sobredimensionada en virtud de las recientes devaluaciones en economías donde dichas empresas venden sus productos. Pasa también por una situación de oferta suficiente de divisas que no está garantizada ni mucho menos, tal como se puede evidenciar con datos (del INE) correspondientes a la balanza comercial para los primeros 7 meses del año que después de mucho tiempo reflejan cifras negativas.

Adicionalmente, como he argumentado en un anterior artículo, en un afán desmedido por mantener el crecimiento, ante la caída de los ingresos fiscales provenientes de las exportaciones, y en una lógica ultra-keynesiana, el gobierno intentará introducir mucho dinero en la economía vía inversión pública solventada por deuda interna a través del Banco Central de Bolivia (BCB) o deuda externa onerosa financiada por ciertos organismos internacionales, y/o gasto corriente, asegurando, por ejemplo, el pago del segundo aguinaldo que, irónicamente, contribuirá al cumplimiento de la meta de crecimiento del gobierno, cuando en condiciones normales tendría que haber sido al revés.

Aunque todo esto tendrá un efecto directo en el aumento de la demanda interna y en el mantenimiento del crecimiento, puede que ocasione al mismo tiempo un endeudamiento interno y externo descomunal acompañado de un descalabro definitivo de las últimas empresas privadas rentables que quedan en Bolivia, llevando a la economía a partir de 2016 hacia límites intolerables de desempleo y estancamiento económico, lo que, a su vez,podríaponer en riesgo la propia estabilidad macroeconómica del país tan ponderada por el gobierno.

Si vemos, entonces, las cosas con cuidado, la segunda motivación es tan o más débil que la primera,por cuanto los diferentes sectores más afectados por la crisis (pequeñas y medianas empresas, comerciantes de ropa usada, departamentos extractivistas, economía informal, desempleados, etc.) muy pronto empezarán a demandar cada vez mayor apoyo, más allá de canchas de césped sintético y sedes de sindicatos, y el gobierno se verá cada vez más limitado para satisfacer estos pedidos, lo que con el tiempo mermará la afinidad de muchos con el "binomio estrella". De ahí la importancia para el gobierno de que se defina cuanto antesla re-re-re y de ahí también la necesidad de que el pueblo abra los ojos más temprano que tarde.

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EL DISCURSO DEL VICEPRESIDENTE: CRÓNICA DE UNA AUTO-DERROTA POR GOLEADA

Juan Carlos Zuleta Calderón

En momentos en que debería primar la cordura antes que el apasionamiento político y la provocación, el Vicepresidente del Estado tuvo ayer, en mi opinión, una actuación desafortunada cayendo al final derrotado por él mismo frente a un conflicto que no termina de resolverse. A continuación, paso a analizar el discurso de la segunda autoridad nacional sobre el conflicto potosino, dividido en seis actos.

Acto 1. Su improvisación saltó a la vista cuando leyó la carta de Comcipo y, en particular, el último punto en el que los potosinos exigían la presencia del presidente y su firma en el documento a suscribirse. Aquí, sus nervios le jugaron una mala pasada. Cuando leyó esa parte de la misiva, no supo qué decir; se percató muy tarde de que ésa era, precisamente, la causa del quiebre del diálogo y sin darse cuenta se metió el primer autogol.

Acto 2. Repitió la explicación sin fundamento del Ministro Romero de que un dinamitazo destruyó la fibra óptica adonde se debía conectar el canal estatal sobre la causa del incumplimiento del compromiso de transmitir el diálogo en vivo, un argumento a todas luces carente de sentido, si se tiene en cuenta que todos los demás medios sí pudieron transmitir el evento en vivo sin problemas. Este fue el segundo autogol.

Acto 3. Intentó desacreditar a los dirigentes potosinos refiriéndose al Silala. ¡Vaya error! Pues, otra vez, no se le pasó por la cabeza que lo estábamos escuchando y viendo con la mayor atención y que todavía quedamos algunos bolivianos con suficiente memoria y dignidad. Dijo que Comcipo se negó a aceptar el pago de Chile (a partir del 2009) sólo del 50% de lo que correspondería por el uso de sus aguas, pero se olvidó de dos importantes detalles: El primero, que esto hubiera sido como caer en el juego de Chile de que solo nos pertenece la mitad del Silala, lo que a su vez hubiera implicado la aceptación de que el Silala es un río internacional y no un manantial que nace en Bolivia, una posición defendida por nuestro vecino. Y el segundo, que esto hubiera significado renunciar a la deuda histórica que Chile tiene con Bolivia desde principios del siglo XX. Por tanto, en este asunto, el Vice se metió dos tremendos autogoles adicionales.

Acto 4. Se refirió a los dos proyectos más anhelados por el pueblo de Potosí: el aeropuerto y la fábrica de cemento, a los cuales defenestró en un dos por tres sin ningún argumento sólido, rematando su descuidado tratamiento de este tema con una conclusión de lo más extraña, para decir lo menos: Que ahora correspondería a los potosinos demostrar que estos dos proyectos son viables (como si todos los proyectos que ejecuta el gobierno lo fueran) sin proponer ni por si acaso alternativa alguna. Después de escuchar esto, me quedé pensando y dije: ¿O sea que hora Comcipo tendrá que contratar a los técnicos capaces para hacer el trabajo que debió llevar adelante el gobierno? Y luego me pregunté: ¿Y para qué entonces está el gobierno? Este fue el quinto autogol que tuvo que soportar.
Acto Final.Terminó reiterando el libreto del ministro de minería en torno a la defensa del proyecto San Bartolomé de la empresa Manquiri y el proyecto del litio en el Salar de Uyuni, sin darse por entendido de que en el primer caso, se trataría de la empresa responsable del pronto desmoronamiento del Cerro Rico de Potosí y en el segundo caso, se estaría hablando de un emprendimiento esencialmente fallido en vista de que luego de más de siete años y un gasto de cerca de $us. 150 millones, no contaría con ningún proceso certificado y menos patentado y sólo habría logrado producir 18 toneladas de carbonato de litio de dudosa calidad y pureza. Y, claro, este fue el último autogol, con el que fue auto-derrotado por goleada.

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EL ULTRA KEYNESIANISMO DEL GOBIERNO CONSIGUE NUEVO ADEPTO

Juan Carlos Zuleta Calderón

Con cierto azoro he leído el más reciente artículo de un conocido colega bajo el sugerente título “¿Habrá o no segundo aguinaldo?  Por tratarse de un tema no de poca monta, me veo obligado a realizar los siguientes comentarios:
En primer lugar, tengo la impresión de que el aporte empieza mal al referirse solo al estaño cuando habla de que los precios de las materias primas se desploman y cuando establece un vínculo excesivo entre el retroceso de la economía boliviana y el “metal del diablo”. Al respecto, cabe aclarar que el estaño contribuye hoy en día con menos de un 3% a las exportaciones nacionales, frente a un 46% del gas natural, 8% de la soya, 7,5% del zinc y 6% de la plata. Resulta entonces poco atinado decir que dicho metal “se empeña en hacer retroceder a la economía boliviana”.

En segundo lugar, se refiere a lo que llama los fantasmas de la inflación y deflación sugeridos por otros colegas, descartando de plano ambas posibilidades. Cabe señalar, sin embargo, que de agravarse la crisis económica emergente de los bajos precios internacionales de nuestras principales materias primas, alguno de esos fantasmas podría convertirse en zombi.

Por una parte, es posible que la disminución de divisas conduzca eventualmente a la elevación del tipo de cambio con implicaciones inflacionarias. Por otra, como ha advertido otro connotado economista, la suma de bajos precios internacionales de los alimentos y devaluaciones de monedas nacionales de nuestros principales socios comerciales, ha llevado a la economía nacional a una situación poco competitiva con efectos perniciosos sobre el aparato productivo nacional, más allá del gas y los minerales. No obstante, una alteración del tipo de cambio en estas condiciones podría generar brotes inflacionarios. De ahí que el gobierno habría optado por mantener las cosas tal como están, pero está claro que esto sólo será sostenible mientras se mantenga el flujo de divisas al país.

En tercer lugar, sostiene que hoy se cuenta con un poderoso respaldo y una política monetaria, lo que permitiría, por un lado, garantizar las importaciones necesarias y mantener un tipo de cambio fijo, sin recurrir al endeudamiento externo y, por otro, aumentar el gasto del gobierno hacia límites insospechables, esterilizándolo cuando haga falta, por medio de bonos del Tesoro. En ambos casos, el objetivo sería el mismo: impulsar la demanda interna a través de la inversión y el gasto públicos. Este argumento, casi trivializado por el actual ministro del área, tiene sin embargo algunos problemas.

Para empezar, resulta claro que con un esquema de esta naturaleza, el país estaría fijando límites a su crecimiento por cuanto el aumento de la demanda interna per se no puede ser el motor del crecimiento de un país con un mercado interno tan pequeño. En estas circunstancias, el gobierno habría resignado nuestras aspiraciones de desarrollo de largo plazo que, como ha señalado otro colega, requerirá tasas de crecimiento por encimadel 7%, muy difícil de alcanzar con el actual modelo económico.

Adicionalmente, dado el bajón de los precios internacionales de nuestras principales materias primas, tengo mis dudas respecto a si el país podrá soportar por mucho tiempo el nivel de importaciones experimentado en los últimos años, actualmente superior a los 10.000 millones de dólares por año, y de inversión pública programada para este año de más de 7.000 millones de dólares. Si coincidimos en que estos dos tipos de impulsos son claves para mantener los actuales niveles de crecimiento económico, la pregunta que sigue es: ¿Cuánto resistirá la cuerda?

Todo esto nos lleva al título de la presente contribución. Al parecer, el ministro de economía habría reclutado un nuevo adepto para su modelo ultra Keynesiano, cuya característica fundamental es que lo más importante es la demanda y que por eso hay que destinar todo el dinero a consumir. Me refiero al autor del artículo mencionado al inicio. Hoy no diré nada respecto a si este descubrimiento hace más o menos neoliberal al ministro. Hablaré más bien de cómo el citado economista da plena fe al cumplimiento de la meta del gobierno de lograra cualquier costa una tasa de crecimiento del 5% para pagar el segundo aguinaldo a un conjunto poblacional del país cada vez más pequeño y privilegiado.

A tal punto llega su adscripción al modelo del gobierno que da por descontado el pago del segundo aguinaldo incluso en forma anticipada para impulsar la actividad económica. Lo que llama la atención es que si bien sugiere que el futuro económico no será halagüeño, tampoco duda un instante en afirmar que no será tan negro. Esta conclusión resulta de su análisis cortoplacista en el que juega un rol crucial el cumplimiento de la meta de crecimiento del gobierno, más allá de cualquier perspectiva de trasformación estructural de nuestra economía, respecto de lo cual tiene muy pocas cosas que decir.

Juan Carlos Zuleta es economista

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