Opinion

ÓRGANO ELECTORAL REPRESOR
Punto de Re-flexión
Omar Qamasa Guzman Boutier
Miércoles, 10 Septiembre, 2014 - 17:59

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El actual período pre-electoral (un verdadero mamarracho democrático) tiene como particularidad la lamentable actuación del órgano electoral, del que los responsables (presidente, vice-presidente, vocales), hombres y mujeres, se encuentran muy lejos del mínimo de responsabilidad que se espera para tales funciones. Es una particularidad que llama la atención, porque contribuye grandemente a quitarle el contenido democrático, a un proceso electoral. La ineficiencia de las autoridades del Tribunal Supremo Electoral (TSE) es, por supuesto, funcional a los des-propósitos del gobernante Movimiento al Socialismo (MAS), ya que permite que el actual período pre-electoral se desarrolle sin debate alguno, entre los candidatos (¡?), es decir, si la exposición de ideas y programas. Así, al TSE le parece correcto, en un juego democrático, que sea suprimida la confrontación de ideas y programas. ¡Ya hubiera querido tener Pinochet, Garcia Meza o cualquier dictadorzuelo del continente un órgano electoral como el boliviano, en la actualidad!

En realidad, la ausencia de debates es de beneficio directo para el MAS y sus candidatos, Evo Morales y AlvaroGarcia. ¿Qué ideas o programas puede ofrecer este partido, cuyo candidato hoy al a presidencia, llamara a delinquir o cuyo candidato a la vice-presidencia amenazara a sus militantes, en caso que tuvieran la osadía de pensar por cuenta propia? En tal sentido, a lo que el MAS apuesta y para lo que ha sido confeccionado el actual TSE, es que a fuerza de propaganda, a través de los Medios, la balanza de la votación termine inclinándose a su favor y mejor aún, el derroche de los recursos de todos nosotros, los bolivianos, durante los últimos ocho años, sea pasado por alto.

No contento con la labor anti-democrática, el TSE arremete contra la libertad de expresión de un partido de oposición, cuya propaganda alertaba a la población de un posible gasolinazo, en caso de la re-elección de Evo Morales – Garcia Linera. La argucia de las vocales del TSE, para retirar la propaganda de ese partido, fue que por medio de la misma se siembra intranquilidad en la población. Ello, a pesar que un informe de una unidad académica de la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA), afirmara más o menos lo mismo que el partido de oposición en cuestión. Por supuesto, al binomio MAS-TSE no le interesa, ya no digamos que se discutan programas, sino simplemente el debate sobre el estado actual de la política económica o la política hidrocarburífera, sin hablar de temas de mayor especificidad e incidencia en la vida política y social del país.

Pese a todo el esfuerzo del órgano electoral, por favor a sus patrones, es decir a los candidatos del MAS, el período pre-electoral que vivimos, por más mamarracho que sea, permite ver algunas líneas del curso que toma el proceso boliviano. No importa el matonajemasista, para con los candidatos de los partidos de oposición o la corrupción masiva, por medio del ofrecimiento de prebenda a candidatos de estos partidos, porque este proceso de decanta inexorablemente.

Por de pronto podemos citar al menos tres indicadores de este decantamiento. El primero es la clara alianza entre la gran empresa privada y el MAS. Los llamados, hasta la víspera, “vende patrias”, son ahora la base más importante para el partido de gobierno, cuyos dirigentes y militantes no tienen problema alguno en convocar públicamente a esos mismos vende patrias, a sumarse a sus filas, para salvar la patria (¡?). Un segundo indicador es el realineamiento político en ciernes. Llama la atención, en este orden, el crecimiento de la candidatura de Tuto Quiroga. Con poco más de tres meses, a lo sumo, de su reaparición en el espectro político, este candidato ha logrado superar a candidatos que estuvieron siempre en la palestra. Pero, lo que más llama la atención es que el crecimiento en la preferencia electoral de Quiroga se asienta en un discurso abiertamente liberal o de “derecha” (la división entre izquierda y derecha es hoy un eufemismo, ya que Evo Morales se ubica en varios temas nodales, a la derecha de todos los demás candidatos), lo que nos dice que a mediano plazo la sociedad girará, lamentablemente, hacia ese rumbo. Finalmente, el tercero se refiere a la partidocracia. En lo inmediato, el decantamiento del proceso político boliviano tenderá a sobrevalorar a los partidos políticos, en menos precio de otras expresiones democráticas.

Aunque ya lo decíamos hace meses, se vislumbra en el horizonte político nacional un acuerdo entre partidos, una “juntucha”, en términos de un co-gobierno abierto en el Poder Ejecutivo o eventualmente, en términos de un co-gobierno encubierto, en el Poder Legislativo. Así, pues, la nebulosa que ha causado la presencia del MAS en el gobierno, tiende a borrarse y Bolivia, nuevamente, ingresará a su tradicionalmente sistema político pre-moderno.