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Los datos oficiales del Censo de Población y Vivienda 2012, hecho público por el Instituto Nacional de Estadística (INE), provocan diversas reacciones en los comités cívicos, en la oposición, en las universidades del Sistema Público, pero también en las alcaldías, que en algunos casos, se verán afectadas en la asignación de recursos económicos y la distribución de escaños a nivel nacional, regional y local.
Los datos preliminares difundidos por el Presidente del Estado Plurinacional el 23 de enero de este año, en cuanto a la cantidad de habitantes, tiene una variación de 363 mil bolivianos que ahora ya no existen, han desaparecido como por arte de magia y a la fecha no hay razones de parte del INE para explicar el desenlace, generando un nivel de desconfianza en cuanto a la realización del censo y la tabulación de los resultados.
Los datos oficiales del censo dejan un sabor a descontento en varios sectores sociales. El Gobierno y el INE buscan justificar la diferencia de esos datos, sin argumentos que puedan convencer la desaparición de ciudadanos censados, principalmente en el caso de Cochabamba y Santa Cruz, que son los departamentos más perjudicados en cuanto a disminución de población.
Cochabamba pierde 180 mil ciudadanos que no es poca cosa; por supuesto que esta disminución incidirá en la asignación de recursos económicos a las entidades públicas que requieren atender los diferentes servicios y necesidades de la población que está en permanente crecimiento.
Pero, lo más paradójico es la posición que asume el Presidente del Estado Plurinacional cuando señala que los medios de comunicación son los culpables de la variación de los datos del censo, porque habrían insistido en conocer los resultados aun siendo preliminares.
No es la primera vez que el Mandatario acusa a los medios de comunicación de ser causantes de los errores que se reiteran en el Gobierno. Ocurrió en la intervención de los marchistas del TIPNIS en Chaparina, las elecciones judiciales, el fallido gasolinazo, la nacionalización de los hidrocarburos entre otros.
Menos mal que en esta ocasión, el Presidente admitió que se cometieron errores en el censo, pero sigue culpabilizando a los medios por la insistencia de anticipar datos, que la población tiene derecho a estar informado, más si es actor y protagonista de un hecho nacional que incumbe a todos los bolivianos y que en sus proyecciones, podrían contribuir a mejorar las políticas de crecimiento y desarrollo del país y de los bolivianos.
En Chile, el INE estableció que el Censo tuvo serios problemas y que no se había cumplido el objetivo establecido, por tanto, el año 2015 se realizará un censo abreviado que permita superar los problemas de consistencia. El presidente Sebastián Piñera, un gobierno de la derecha, no se hizo ningún problema para pedir perdón y aceptar la decisión asumida por el INE, teniendo en cuenta que los resultados reales de población, permitirán desarrollar políticas sociales y económicas con proyección de 10 a 15 años.
Considerando que el Censo de Población y Vivienda en el país se realiza más o menos cada 10 a 12 años, será conveniente que el INE busque alternativas de solución, principalmente en los datos de la población que es el más sensible y que a futuro provocará medidas de presión de los departamentos afectados. Estamos a tiempo de prevenir conflictos por el bien de todos los bolivianos que queremos vivir en armonía y unidad.
Constantino Rojas es periodista y docente universitario
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