Momento económico

HACIENDO NEGOCIOS EN BOLIVIA (2018)

ROGER ALEJANDRO BANEGAS

“Las instituciones sí importan y coadyuvan a determinar el nivel de ingreso en el largo plazo; en algunos casos,  se vuelven una bendición, en otros casos  son una maldición”

En el ranking DOING BUSINESS 2018 (Haciendo negocios), publicado por el Banco Mundial, BOLIVIA ocupó el lugar 152 entre 190 economías clasificadas según su facilidad para hacer negocios, en comparación con el puesto 149 del año pasado (DOING BUSINESS 2017).

         Entre los indicadores analizados se consideran los costos impuestos a las empresas, así como el grado de agilidad de las instituciones para permitir la apertura de un negocio, los tiempos de demora para la otorgar permisos en la construcción, la burocracia y costos en los registros de propiedades, la facilidad y rapidez para la obtención de un crédito, los mecanismos de protección hacia los inversionistas minoritarios, entre otros factores.

         Los resultados del informe señalado reflejan serias debilidades institucionales, persistentes y oportunidades de mejora en aspectos burocráticos, normativos para las operaciones y facilidades de negocios en Bolivia.

         Por otra parte, en Bolivia también se debe mejorar la carga en los costos generados para las empresas, lo cual es un factor importante para la productividad empresarial que determina su nivel de competitividad externa: costos laborales, electricidad, registros, permisos, inclusive hasta el pago efectivo de los impuestos y contribuciones.

         Se anexan algunas comparaciones entre Bolivia, ubicada como la segunda peor ubicación de Sudamérica (por encima de Venezuela) y Chile, cuyo país tiene la mejor posición a nivel regional.

         A manera de análisis, se considera que el ingreso per cápita en Chile equivale a 3.6 veces el ingreso per cápita de Bolivia, a costo de vida comparativo (poder de compra) y presenta indicadores institucionales entre 3 y 10 veces mejores que los de Bolivia; por tanto, las instituciones sí importan y determinan el nivel de ingreso en el largo plazo;  de forma contraria, cuando las instituciones son ineficientes entorpecen al bienestar.

         En suma, el rol de las instituciones ayuda a explicar porque unas naciones tienen mejor calidad de vida para su población en comparación con otras naciones. En algunos casos, las instituciones se vuelven una bendición, en otros casos maldición (ejemplo dado en Venezuela).

Anexo: Indicadores selectos, Doing Business 2018

Comparación  entre Chile y Bolivia

Indicador

Chile

Bolivia

Medición

Posición

55/190

152/190

Países

Tiempo de apertura de un negocio

5.5

45

días

Costo de aperturar un negocio

3%

54%

Sobre el ingreso per cápita

Número de días para un permiso de construcción

133

322

días

Índice del control de la calidad de la construcción

13/15

7/15

(0-15) 15 es lo mejor; 0 es lo peor

 

Índice de calidad de las normas de construcción

2/2

1/2

(0-2) 2 es lo mejor; 0  es lo peor

Número de procedimientos para obtención de electricidad

5

8

número

Costo de obtención de electricidad

68%

689%

Sobre el ingreso per cápita

Número de días para registro de propiedades

 

28

90

días

Costo del valor del registro de la propiedad

 

1.2%

4.7%

Sobre el valor del bien

Número de pagos de impuesto por años

 

7

42

Veces por año

Pago de impuestos y contribuciones

33%

84%

Sobre la ganancia

Pago de impuestos

291

1025

Horas/año

Protección de los inversionistas minoritarios  -

 

7/10

4/10

Índice de 0 a 10; mientras más alto mejor

Fuente: Doing Business (2018, Banco Mundial)

Y  Es Doctor en Economía. Fue director del Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales (IIESJOM)

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CAUSAS DEL DÉFICIT COMERCIAL EN BOLIVIA

ROGER ALEJANDRO BANEGAS

“Los niveles de consumo interno, gasto público,disminución del ahorro interno y la desaceleración  productiva  deterioran la balanza comercial del país”

Los medios de opinión, de un tiempo a esta parte se han centrado en la magnitud del déficit comercial en Bolivia (importaciones mayores que las exportaciones): cuya brecha está cercana a los 900 millones de USD (de enero a septiembre/2017), como un registro negativo histórico.

Cabe recalcar que la magnitud no sólo debe medirse en términos monetarios, sino de manera proporcional al  tamaño de la economía, el cual gira entorno al 3% del  Producto Interno Bruto (PIB).

Asimismo, se  menciona que el déficit en la balanza comercial  no es estrictamente coyuntural, sino queperdurará al menos, por los próximos cinco años, como fruto de una lenta recuperación en los precios de las materias primas (según estimaciones de modelos cuantitativos de pronósticos económicos).

En otras palabras, la economía boliviana funcionará a déficit en la balanza comercial hasta el 2022 (en un escenario corto), con un déficit promedio anual entre los 1.000 y 1.300 dólares por año.

De igual forma, se señala la incidencia negativa de la balanza comercial continuará afectando al déficit en cuenta corriente (registro contable con el resto del mundo), en la misma magnitud y por lo tanto, durante el período 2017-2022, se espera una nueva pérdida en las reservas internacionales entre los 5.000 y 6.000 millones de dólares (pérdida de divisas).

La disyuntiva para la economía boliviana en el corto plazo, se centra en alcanzar mayor crecimiento en la actividad económica o en ajustar sus déficit gemelos: tanto  comercial (externo) como el déficit fiscal.

 Los  factores determinantes, detrás del shock negativo en los recursos naturales y  la caída en los volúmenes de exportaciones de hidrocarburos, en realidad, se centran en los niveles de consumo interno,  gasto público, así como la disminución del ahorro interno y la desaceleración productiva, cuyos elementos de manera conjuntadeterioran la balanza comercial: la llamada “restricción externa del crecimiento económico”, donde los niveles de la demanda interna crecen de manera desequilibrada y en mayor proporción que el nivel de la producción real.

 

 

YEs Doctor en Economía. Fue director del Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales (IIESJOM)

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Banca pública y corrupción

Roger Alejandro Banegas Rivero

La susceptibilidad de corrupción y el escándalo financiero alcanzado en el caso del Banco Unión es cuestionable de evitar y refutar. Más del 95% de las acciones del banco están a favor del Estado; por tanto, es una entidad financiera de dominio público.

Para  muestra basta un botón, por el cual se refleja la debilidad en el sistema de organización pública, en comparación con el sistema de organización privada: una tediosa analogía con evidencia estadísticamente diferenciada a lo largo del tiempo.

Por otra parte, cabe señalar que un siniestro de corrupción se presenta por la intersección de tres elementos: el pensamiento de los actores o delincuentes oportunistas (factor humano); la oportunidad para realizar el golpe y la debilidad en los controles institucionales, especialmente en entidades públicas.

En tal sentido,  surgen algunos cuestionamientos tales como: ¿cuál es la relación entre el nivel corrupción y la fragilidad institucional? ¿Por qué las instituciones públicas frecuentemente tienen problemas de corrupción?

El principio económico general es que las instituciones sí importan y determinan el rumbo del desarrollo económico en el largo plazo; de forma contraria,  en la medida que las instituciones estén en duda; se pone en riesgo la credibilidad del sistema en el tiempo.

En un  estudio previo (de Beck, Kunt y Levine), se demuestra que a mayor control y supervisión estricta del regulador bancario (ejemplo: la  Autoridad de Supervisión financiera ASFI), no se mejora la integridad y el desempeño bancario; donde se evidencia que el auto-control privado es el medio más efectivo de  auto-supervisión con base en 2500 bancos de 37 países.

De forma adicional, se demuestra que la mejor forma de regulación consiste en el empoderamiento y monitoreo privado sobre la integridad del banco con sólidas instituciones financieras (transparencia en la información).

La evidencia general sugiere que la deficiencia en la supervisión bancaria está fuertemente relacionada con  débiles sistemas legales, bajos niveles de efectividad gubernamental y elevados niveles de corrupción nacional; en tal sentido, a medida que existe mayor control o supervisión bancaria, el resultado será vano si el sistema general está corrompido.

En suma, existe una evidencia internacional generalizada que a mayor supervisión de la autoridad reguladora, no se traduce en mayor transparencia institucional de los bancos;  sino que existe una relación tediosa entre la banca pública corrupta y el sistema en su conjunto; por lo tanto, se puede concluir que la supervisión financiera está estrechamente relacionada con la calidad de las instituciones nacionales.

ψ Doctor en Economía

 

[email protected]

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Clima, Desastres y economía

Roger Alejandro Banegas Rivero

Una reciente investigación publicada por Gregory (2017) aborda la relación entre cambio climático, desastres naturales y la economía. En este pequeño análisis, se brinda énfasis a la interpretación sobre algunas estimaciones del trabajo señalado. En tal sentido, se ha observado que durante el 2016, la temperatura en la tierra y océanos se incrementó en 0.94 °C con relación a la temperatura promedio del siglo XX.

Por otra parte, el significado de cataclismo implicaría una situación extrema de desastre natural, donde no existe posibilidad de supervivencia, con destrucción de la biodiversidad y una posible extinción del ser humano.

La literatura científica señala la presencia de efectos adversos en variaciones de +3 °C, al realizar diversas simulaciones, con implicaciones adversas globales en sequías, escasez de agua, inclusive con regiones que se volverían inhabitables; extremos eventos vinculados con tormentas originadas en los mares, sunamis y tornados. Otras simulaciones indican que con una variación de +4°C (o más) impactaría en  16% de extinción de las especies actuales.

Diversas investigaciones han abordado la relación entre desastres naturales y su impacto en la economía nacional; sin embargo, las estimaciones señalan de forma predominante de los desastres naturales demuestran no ser significativos, especialmente con nula incidencia en los mercados financieros, frente a cambios en los riesgos de desastres naturales.

Así, por ejemplo, al abordar los doce mayores impactos de desastres naturales en países del Caribe (con mayor frecuencia de evento), se ha identificado un efecto promedio negativo de caída del 2% sobre el  Producto Interno Bruto (PIB).

Asimismo, se encuentra que países con elevados niveles de reservas internacionales, altos niveles de crédito al sector privado y buenas instituciones (menores niveles de corrupción), tienden a soportar y reaccionar en mejor manera la reacción a los desastres naturales.

La pregunta central es sí estas variaciones del cambio climático son ocasionadas por la emisión de dióxido de carbono CO2 (hipótesis del calentamiento global) o por otra parte son procesos naturales cíclicos con calentamiento y enfriamiento de la tierra y los mares de manera recurrente (fases milenarias).

En suma, variaciones de temperatura superior a los 3°C podrían interpretarse como efectos adversos al ecosistema, donde la actividad humana y por tanto, la economía se verían afectadas.  Umbrales inferiores, más allá de la creencia popular, los desastres naturales no evidenciarían efectos significativos en la actividad económica, aunque sí existirían connotaciones sociales.


***Doctor en Economía, [email protected]

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Diferencias comerciales entre Bolivia y China

Roger Alejandro Banegas Rivero

Las estadísticas bolivianas son contundentes al señalar que China es el principal proveedor para las importaciones bolivianas. En consecuencia, este país asiático es importante desde el punto de vista del consumo (importaciones), en lugar de la producción como destino final para las exportaciones.

En el último quinquenio, China ha ofertado alrededor del 20% de las importaciones Bolivianas; de forma contraria, Bolivia sólo le ha vendido el 5% de sus exportaciones totales.

Las compras que realiza China a Bolivia están conformadas en 99% por materia prima: aproximadamente cerca de 450 millones de dólares por año, donde el Zinc es el principal mineral de exportación (200 mill. USD), seguido de la Plata (100 mill. de USD) y del aceite de crudo (95 mill. De USD), entre otros minerales adicionales (Estaño, Cobre y demás).

A nivel estratégico, en Bolivia no existe un desarrollo de la industria del ZINC para desarrollar productos y empresas vinculadas con rubros de Acero y el Hierro, Tales como el sector  vinculado a procesos de galvanización y la construcción (fundidora de hierro, fierros para la construcción, recubrimiento de otros metales con acero o hierro).

Desde el punto de vista del consumo, China ofrece productos a precios más bajos y sobre todo con bienes finales no producidos en Bolivia, accesibles para todos los presupuestos, al considerar que sus costos unitarios son bajos, con niveles de producción a gran escala. En Bolivia, se destacan los siguientes productos chinos de mayor relevancia: celulares (primer lugar), motocicletas (segundo lugar), neumáticos para buses y camiones (tercer lugar), entre otros.

Un libre comercio siempre será un beneficio para todo el mundo, donde las familias (especialmente de escasos recursos) podrán comprar productos a precios más baratos, sin embargo, el principal desafío es el desarrollo industrial de sus materias primas, con énfasis, en el Zinc, la Plata y otros minerales más.

 

A nivel microeconómico, la competitividad, basado en la tecnología, producción a gran escala y el conocimiento técnico son los principales diferenciadores para rivalizar con el monstruo asiático, en términos de la competitividad a nivel mundial.

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Diferencias comerciales entre Bolivia y

Roger Alejandro Banegas Rivero

Las estadísticas bolivianas son contundentes al señalar que China es el principal proveedor para las importaciones bolivianas. En consecuencia, este país asiático es importante desde el punto de vista del consumo (importaciones), en lugar de la producción como destino final para las exportaciones.

En el último quinquenio, China ha ofertado alrededor del 20% de las importaciones Bolivianas; de forma contraria, Bolivia sólo le ha vendido el 5% de sus exportaciones totales.

Las compras que realiza China a Bolivia están conformadas en 99% por materia prima: aproximadamente cerca de 450 millones de dólares por año, donde el Zinc es el principal mineral de exportación (200 mill. USD), seguido de la Plata (100 mill. de USD) y del aceite de crudo (95 mill. De USD), entre otros minerales adicionales (Estaño, Cobre y demás).

A nivel estratégico, en Bolivia no existe un desarrollo de la industria del ZINC para desarrollar productos y empresas vinculadas con rubros de Acero y el Hierro, Tales como el sector  vinculado a procesos de galvanización y la construcción (fundidora de hierro, fierros para la construcción, recubrimiento de otros metales con acero o hierro).

Desde el punto de vista del consumo, China ofrece productos a precios más bajos y sobre todo con bienes finales no producidos en Bolivia, accesibles para todos los presupuestos, al considerar que sus costos unitarios son bajos, con niveles de producción a gran escala. En Bolivia, se destacan los siguientes productos chinos de mayor relevancia: celulares (primer lugar), motocicletas (segundo lugar), neumáticos para buses y camiones (tercer lugar), entre otros.

Un libre comercio siempre será un beneficio para todo el mundo, donde las familias (especialmente de escasos recursos) podrán comprar productos a precios más baratos, sin embargo, el principal desafío es el desarrollo industrial de sus materias primas, con énfasis, en el Zinc, la Plata y otros minerales más.

 

A nivel microeconómico, la competitividad, basado en la tecnología, producción a gran escala y el conocimiento técnico son los principales diferenciadores para rivalizar con el monstruo asiático, en términos de la competitividad a nivel mundial.

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¿Medida económica neoliberal?

Roger Alejandro Banegas Rivero

La problemática actual en el incremento de los precios del gas natural, entre el 9 y el 48% para 1092 empresas industriales en Bolivia, evidencia la intención de una práctica similar a la de los gobiernos “neoliberales”.

En primer lugar, para justificar una valoración de subvención, se debe demostrar la existencia de un precio del gas natural inferior al del mercado respectivamente. En esta definición, cabe señalar que el gas natural se caracteriza por contar con precios regionales o locales, no así a escala mundial, tal cual sucede con los precios del petróleo; toda vez, que las plantas de producción de gas natural están próximas a sus centros de consumo.

En todo caso, el precio final del gas natural (más caro) estaría alrededor  de 2.51 $US por millar de pie cúbico (mpc) en Bolivia, comparado con los 4.08 $us/ mpc  en Estados Unidos (Mayo-2017, Henry Hub); sin embargo, el problema radica en que ambos precios no son comparables (se tienen que utilizar dólares ajustados con paridad de poder compra). Así por ejemplo, se señala que 2.5 $US en Bolivia, en realidad,  equivalen aproximadamente a 5.0 $us en Estados Unidos.

En segundo lugar, durante épocas de los llamados gobiernos “neoliberales”, el Fondo Monetario Internacional (FMI) recomendaba  y exigía a los gobernantes de turno, la eliminación de subvenciones, subsidios o inclusive la creación de nuevos impuestos (una de las causas principales para la salida del ex – presidente Gonzalo Sánchez de Lozada).

En tal sentido, el argumento gubernamental actual para incrementar  los precios del gas natural, se fundamenta en su orientación a la eliminación de la subvención; y por lo tanto, con la justificación que los precios merecen un ajuste real (acorde al mercado).

La reflexión de la presente nota, se direcciona hacia una crítica reflexiva en realizar una comparación adecuada de precios, para evitar  llegar a conclusiones erradas: los precios deben ser comparables para definir preliminarmente  la existencia  o ausencia de una subvención.

 Finalmente, si se comprobará  la existencia de una subvención, y por lo tanto, se continuará con su eliminación respectiva, la anterior medida correspondería a la práctica de los neoliberales, en un contexto de déficit fiscal y restricciones presupuestarias.

Una interpretación alternativa a lo expuesto anteriormente, se explica por lo analizado en una nota previa: la tiranía en la fijación de precios y la libre discrecionalidad por parte de la autoridad fijadora de precios.

*** Doctor en economía: [email protected]  

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Ahorro y crecimiento especulativo

Roger Alejandro Banegas Rivero

La situación económica del país (menor ritmo de crecimiento), aunado a otros desequilibrios macroeconómicos, fiscales y externos, refleja  una asociación con  desaceleración en el crecimiento de los ahorros del país.

Un famoso economista, de apellido Minsky, argumentó y demostró la hipótesis de fragilidad financiera en un contexto  donde las tasas de crecimiento de los activos son mayores que las tasas de crecimiento de los beneficios privados, y a la vez, mayores que la tasa de interés.

A pesar que los niveles de morosidad (cumplimiento en las obligaciones financieras) presentan una ligera tendencia creciente en Bolivia, en niveles aún tolerables;  los últimos datos del sistema financiero,  revelan que la cartera de créditos del sistema financiero en Bolivia (activos) en el 2017 está crecimiento en mayor ritmo (17%) que los ahorros del país (6%).

¿Por qué sucede este fenómeno? La evidencia económica sugiere que frente a  una reducción en los ingresos de los agentes económicos (familias, empresas y el gobierno), existe una incidencia temporal de menor nivel de ahorro del país.  Cuando el efecto de reducción del ingreso es permanente, se requerirá un ajuste o  contracción en los niveles de gasto (consumo).

Por otra parte, las exigencias por parte de las políticas públicas regulatorias, desde una visión heterodoxa, orientan a un sistema financiero con la fijación de  metas de colocación de créditos en sectores específicos y plazos determinados.

En tal sentido, si las tasas de crecimiento en las inversiones (cartera de créditos) son mayores que las tasas de crecimiento del ahorro: ¿cómo se financian las inversiones especulativas?, mediante las siguientes vías comunes: endeudamiento externo, Administradoras de fondos pensiones o potencialmente mediante créditos del Banco Central.  De forma contraria, se hace muy difícil que la brecha sea financiada con aporte propio de los accionistas banqueros.

La visión heterodoxa de la economía, sugiere que para frenar las desaceleraciones o frenar crisis,  un mecanismo relevante funge en el control del ciclo crediticio, vía estímulos a la inversión; sin embargo, existe evidencia que el remedio puede ser peor que la enfermedad.

Desde un mecanismo sostenible y auto-equilibrado, se esperaría una relación de largo plazo, donde exista un movimiento similar entre el crecimiento de la cartera de créditos y las captaciones del público.

La tela para cortar en el análisis económico se centrará en la pertinencia de las exigencias regulatorias para el crecimiento de cartera crediticias: ¿hasta dónde es conveniente este requerimiento en un contexto de desaceleración económica? La respuesta incita rumbo al crecimiento especulativo del sistema financiero boliviano.

*** Doctor en economía: [email protected]

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La tiranía en la fijación de precios

Roger Alejandro Banegas Rivero

A cierre del mes junio se caracterizó por manifestaciones de descontento (ciudadanos y empresarios),  frente al incremento en el precio de la energía eléctrica,  a manera de ejemplo, se señala un incremento hasta del 3% en Cochabamba y La Paz y del 3.5% para Santa Cruz (en el eje troncal): ¿por qué estos porcentajes y no el 0%, 0.5%, -1%, 1.2% o cualquier otro valor?

En  tal sentido, esta pequeña reflexión se pretende responder al siguiente cuestionamiento: ¿por qué se puede atribuir este incremento como una tiranía en la fijación de precios?

El concepto de tiranía se atribuye a la libre discrecionalidad de una autoridad pública, que tiene un poder total o absoluto, no limitado para imponer sus concepciones, creencias y juicios sobre los demás. Esta tiranía se atribuye al incremento de precios en un determinado servicio con fijaciones a criterio: sin condiciones de mercado, sin considerar alguna fórmula o indexación internacional.

Si bien es cierto que existen precios mundiales para ciertas materias primas (ejemplo: el petróleo), existen otros precios que son regionales (gas natural,  energía eléctrica o agua potable), dado que su proceso de abastecimiento está vinculado a su centro de consumo, más aún con presencia de monopolios (único productor).

Sin embargo, existen precios referenciales internacionales (Estados Unidos, Europa), además de considerar a la energía eléctrica como un producto exportable; por lo tanto, si hay una base comparativa referencial: se menciona a Paraguay como el cuarto principal exportador mundial de energía eléctrica (2016), sí existen precios comparables: ¿por qué no considerarlos?

Cuando existe el control y la fijación de precios, los efectos en las expectativas de los agentes económicos son equivalentes a incrementos de precios en el transporte público, la gasolina o el diésel: frente a una pequeña variación se generan distorsiones de aumentos de precios en otros bienes y servicios (comercios, restaurantes, tiendas, etc.): es el efecto inmediato del control tirano.

Para las familias, mayor presupuesto para servicios básicos implica menor cantidad de compra en otros bienes, lo cual incide negativamente en su bienestar; las industrias también se perjudican: en un estudio realizado en una economía emergente (Costa Rica), se demostró que el costo de la energía eléctrica es uno de los elementos esenciales para explicar la productividad en 7 de cada 10 grandes empresas industriales. La libre discrecionalidad de la autoridad fijadora de precio es sinónima de tiranía.

 

Investigador en economía (Ph.D), [email protected] ***

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Déficit en la balanza comercial perdurará hasta el 2022

Roger Alejandro Banegas Rivero

La balanza comercial es la diferencia entre exportaciones e importaciones de bienes comprados y vendidos con el resto del mundo. Si  un país vende más de lo que compra se registra superávit comercial o déficit en sentido opuesto. 

La economía boliviana presentó un giro de superávit a déficit comercial en el 2014, con el inicio en la caída en los precios del petróleo y su efecto retardado (rezagado) en los precios de los hidrocarburos (2015, 2016).

 El auge (boom) en el rumbo de las exportaciones y la balanza comercial máximo fue en el 2008 y el 2012, con una cima del  12% como proporción del Producto Interno Bruto (PIB),  el  déficit comercial observado (2015 al 2017) es equivalente al 3% del Producto Interno Bruto, cuyo valor no es estrictamente coyuntural sino será permanente hasta el 2022, como fruto de una lenta recuperación en los precios de las materias primas (según estimaciones de modelos cuantitativos de pronósticos económicos). 

En otras palabras, la economía boliviana funcionará a déficit en la balanza comercial hasta el 2022 (en un escenario corto),  con un déficit promedio anual entre los 1000 y 1300 dólares por año. 

La incidencia negativa de la balanza comercial afectará al déficit en cuenta corriente (registro contable con el resto del mundo), en la misma magnitud y por lo tanto, durante el  período 2017-2022, se espera una nueva pérdida de reservas internacionales entre los 5.000 y 6000 millones de dólares (pérdida de divisas).

Una alternativa para evitar la pérdida en las reservas internacionales, se centra en el incremento del endeudamiento externo (con el resto del mundo) como fuente alternativa de financiamiento.

El déficit en la balanza comercial ocurre porque la economía está creciendo por encima de su capacidad estructural de crecimiento económico, afectándose negativamente a la balanza comercial.

La economía boliviana se enfrenta en una disyuntiva para el corto plazo, entre  lograr mayor crecimiento en la actividad económica o entrar en menor déficit comercial.

 El aumento en la demanda interna (gasto de las familias, empresas y el gobierno) por encima de su capacidad  de ahorro, incrementa el nivel de déficit del sector externo. Las principales implicaciones de política se centran en buscar un crecimiento sostenido, acorde a la generación de ingreso y ahorro de la economía boliviana, para alcanzar los equilibrios macroeconómicos. 

Ex – Director del Inst. Inv. Econ. Y Soc. IIESJOM, [email protected] ***

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