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A cierre del mes junio se caracterizó por manifestaciones de descontento (ciudadanos y empresarios), frente al incremento en el precio de la energía eléctrica, a manera de ejemplo, se señala un incremento hasta del 3% en Cochabamba y La Paz y del 3.5% para Santa Cruz (en el eje troncal): ¿por qué estos porcentajes y no el 0%, 0.5%, -1%, 1.2% o cualquier otro valor?
En tal sentido, esta pequeña reflexión se pretende responder al siguiente cuestionamiento: ¿por qué se puede atribuir este incremento como una tiranía en la fijación de precios?
El concepto de tiranía se atribuye a la libre discrecionalidad de una autoridad pública, que tiene un poder total o absoluto, no limitado para imponer sus concepciones, creencias y juicios sobre los demás. Esta tiranía se atribuye al incremento de precios en un determinado servicio con fijaciones a criterio: sin condiciones de mercado, sin considerar alguna fórmula o indexación internacional.
Si bien es cierto que existen precios mundiales para ciertas materias primas (ejemplo: el petróleo), existen otros precios que son regionales (gas natural, energía eléctrica o agua potable), dado que su proceso de abastecimiento está vinculado a su centro de consumo, más aún con presencia de monopolios (único productor).
Sin embargo, existen precios referenciales internacionales (Estados Unidos, Europa), además de considerar a la energía eléctrica como un producto exportable; por lo tanto, si hay una base comparativa referencial: se menciona a Paraguay como el cuarto principal exportador mundial de energía eléctrica (2016), sí existen precios comparables: ¿por qué no considerarlos?
Cuando existe el control y la fijación de precios, los efectos en las expectativas de los agentes económicos son equivalentes a incrementos de precios en el transporte público, la gasolina o el diésel: frente a una pequeña variación se generan distorsiones de aumentos de precios en otros bienes y servicios (comercios, restaurantes, tiendas, etc.): es el efecto inmediato del control tirano.
Para las familias, mayor presupuesto para servicios básicos implica menor cantidad de compra en otros bienes, lo cual incide negativamente en su bienestar; las industrias también se perjudican: en un estudio realizado en una economía emergente (Costa Rica), se demostró que el costo de la energía eléctrica es uno de los elementos esenciales para explicar la productividad en 7 de cada 10 grandes empresas industriales. La libre discrecionalidad de la autoridad fijadora de precio es sinónima de tiranía.
Investigador en economía (Ph.D), [email protected] ***
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