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La Asamblea General de las Naciones Unidas en 1999, instituyó la celebración del Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer en honor de las hermanas Mirabal, tres valientes dominicanas opositoras al régimen dictatorial de Rafael Leónidas Trujillo, quien afectado por el activismo de dos de ellas las mandó a asesinar. Fue así que las hermanas Mirabal, llamadas "Mariposas", perdieron las alas…pero no el coraje.
El Centro de Información y Desarrollo de la Mujer (Cidem), de enero a la fecha registró más de 82 feminicidios . El país presenta elevados índices de maltrato a la mujer, que convierten a Bolivia en el primer país con mayor violencia contra las mujeres, con el agravante que sólo el 17% de los casos son denunciados.
En Bolivia la mayor violencia se concentra en el hogar y se manifiesta en distintas formas: asesinato, violación, esclavitud sexual, embarazo forzado, agresión verbal y física.
Las mujeres pierden la vida en manos de sus esposos o concubinos, sólo por una cuestión de género. La nueva Ley 348 de no violencia contra las mujeres, establece una pena privativa de 30 años de cárcel sin derecho a indulto para quienes cometan feminicidio, pero este hecho no frenó la violencia, visibilizó los casos.
Lo que debe quedar claro es que los hombres que agreden a las mujeres física o psicológicamente, están violando un derecho que la ley sanciona reconociendo este delito como un asunto público y no privado, como se quiere camuflar hoy en día con los nuevos casos de violencia registrados en el seno de la Asamblea Plurinacional.
En Bolivia hay muchas Patrias, Minervas y María Teresas, que sin apellidar Mirabal, están dispuestas a perder las alas, pero no el coraje con el propósito de acortar la brecha que hoy divide a hombres y mujeres y no permite el desarrollo armónico de ambos, respetando sus diferencias.
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