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Son muchas las leyes que a lo largo de la historia se aprobaron en favor de las mujeres. La pregunta de rigor sería cuántas de ellas se aplican y ponen en práctica: creo que ninguna. Algunas por falta de reglamentación, otras por desconocimiento y otras por el no importismo de la misma sociedad.
La lista de normas y leyes emitidas con rostro de mujer podrían transformarse en un gigante libro para ser enviado a Guinness World Records, lo que falta es la efectividad y cumplimiento fiel de esas herramientas jurídicas.
Cuando se aprobó la apertura para que las mujeres ingresaran a los cuarteles y obtuvieran grado militar, me pareció una medida interesante y novedosa; pero cuando asisto a actos oficiales, aniversarios, festejos y demás, son siempre las mujeres las que se encargan como parte de la logística de ordenar las medallas de reconocimiento, llevar las tarjetas personales del superior, recibir a los invitados, viabilizar que el programa se cumpla, y así tareas menores, cuando los varones, llámense generales, coroneles o mayores, permanecen sentados cómodamente espectando el desarrollo del evento, tras haber recibido el saludo protocolar y honores de los subalternos y clases.
Este sencillo ejemplo muestra con claridad que las jerarquías de mando siguen en manos de varones y que las mujeres si bien lograron romper la estructura machista de las Fuerzas Armadas, en la práctica las cosas no han cambiado.
Las condecoraciones a mujeres militares, son muy pocas en relación a las que reciben los varones, por cumplir los mismos roles y funciones.
El gobierno del MAS que impulsa leyes en favor de las mujeres, en las propias instalaciones de Palacio muestra su verdadero rostro en un contrapunto de coplas carnavaleras, aparentemente inocentes, entonadas por su Excelencia y la ministra de Transparencia Nardy Suxo: "Este Presidente de buen corazón, a todas las ministras les quita el calzón", "Estas bartolinas tienen mucha fama, porque yo las llevo directo a mi cama",
El machismo no se elimina por decreto, ni tampoco las leyes lograrán justicia y equidad para las mujeres; seremos nosotras mismas las que pongamos las cosas en su lugar y nos hagamos respetar por la razón o la fuerza.
Email de contacto: Fátima López – surlopez@ yahoo.com
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