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No sólo fueron las 15 puñaladas asestadas en órganos vitales por el teniente de la Policía Jorge Clavijo las que terminaron con la vida de Hanalí Huaycho, periodista de 35 años de edad y madre de un niño de cinco años. También fue la negligencia de un precario sistema de salud que no funciona y de una justicia ciega e indolente que no da soluciones certeras para poner fin a la violencia contra las mujeres.
Las señales que dio Hanalí antes de ser asesinada fueron ignoradas por las autoridades pertinentes, quedaron en simples denuncias, mientras el asesino, el teniente Clavijo, ex miembro de la Unidad Táctica de Articulación, Reacción y Control de Crisis (UTARC) que en abril del 2009 victimó a Eduardo Rózsa Flores y dos extranjeros más en el Hotel Las Américas en Santa Cruz,silenciosamente preparaba en la Unidad de Bomberos de La Paz el golpe final a su pareja, aprovechando las fiestas del carnaval.
Hanalí se desangró en un hospital de segundo nivel, inaugurado hace poco en la ciudad de El Alto. En el hospital Boliviano - Japonés, dotado de siete quirófanos e infraestructura moderna, los médicos sólo atinaron a reanimarla.
La ambulancia del hospital convertida en hotel, tuvo que ser desalojada por sus eventuales ocupantes para dar paso a Hanalí que por la gravedad de las heridas, se aferraba a la vida que aún tenía.
Hanalí cuando advirtió que su vida corría peligro, interpuso una denuncia, trató de preservar su vida para seguir viviendo por su pequeño hijo; pero más pudo el teniente Clavijo y la institución policial, que no le dieron las garantías necesarias y lógicamente la violencia fue en escalada.
El ministro de Salud y Deportes, Carlos Calvimontes, durante una tediosa entrevista televisiva habló del deber ser del sistema de salud y justificó el accionar de los hospitales que no le brindaron la ayuda necesaria. Cerró su intervención asegurando que la Cumbre de salud será, según él, la que resuelva todos los problemas.
Las relaciones de Clavijo con la UTARC y el caso Rózsa Flores complican el panorama y seguramente empañarán la aclaración del asesinato de Hanalí Huaycho.
Clavijo sabe lo que realmente ocurrió en el Hotel Las Américas en Santa Cruz y su silencio muy bien podría ser canjeado por su libertad.
Email de contacto de Fátima López: [email protected]
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