Opinion

EL DIA QUE LOS DISCORDES ESTEN CONCORDIA
Justo y Cabal
Victor Hugo Maidana Alcoba
Martes, 3 Marzo, 2015 - 17:59

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Los temas de más debate en materia municipal, tienen que ver con las demarcaciones jurisdiccionales.

Este no es un tema fácil de resolver, porque de por medio está el interés de los municipios, para obtener un retazo más grande de la torta, es decir tener más dinero del presupuesto nacional para desarrollar estos territorios menores que forman parte de la división departamental.

No cabe la menor duda que estas legítimas pretensiones presupuestarias dadas sus autonomías municipales, han generado distanciamientos innecesarios entre los actores comunales.

En el caso de la ciudad de La Paz , el dialogo con los municipios vecinos del Alto, Palca, Achocalla y Mecapaca se ha roto hace bastante tiempo atrás.

Esto lógicamente ha repercutido en la formación de obstáculos para el desarrollo municipal en cuanto a políticas de gestión pública fundamentalmente relacionados con los servicios básicos; el crecimiento urbano, el control y la legislación regional.

Está muy claro que estos municipios citados no hablan en mismo lenguaje, es más, por alguna mala razón no se quieren mirar y si lo intentan lo hacen a cara y perro, cada quien queriéndose morder, no debería ser así, pero en la realidad así sucede, no otra cosa muestran las continuas peleas entre municipios.

Un cuadro paceño que refleja una realidad municipal con muchos municipios del interior del país, ejemplos donde incluso se agarraron a tiros no faltan.

Si las alcaldías podrían intentar dialogar de repente intentarían sinceramente equilibrar sus diferencias ideológicas en cuanto a lo político se refiere con las acciones de gestión, control y autoridad.

Los excesos siempre son dañinos, solo política no camina y solo gestión sin política es demasiado limitado.

Por alguna razón inexplicable los municipios, de La Paz, El Alto, Palca, Achocalla y Mecapaca siendo todos paceños y que ni siquiera están separados geográficamente, no se llevan bien, lo más probable es que sus principales autoridades son y han sido incapaces para dialogar entre ellos.

La ciudad del Alto está unidad a la ciudad de nuestra señora de La Paz; los vecinos de ambas ciudades diariamente vinculan estas dos urbes con sus actividades.

Achocalla es un municipio productivo que vende sus productos agrícolas en los mercados del Alto y La Paz, además la mancha urbana paceña está creciendo rumbo a ese territorio municipal.

En palca, sector Illimani pasa algo parecido, se encuentra a minutos del centro de la ciudad y hasta las movilidades de transporte público de La Paz, llegan a sus territorios.

Mecapaca, ni que se diga, se ha convertido en la nueva ciudad, cada día tiene tienen nuevos vecinos de la ciudad que bajan a radicar a ese lado de la ciudad por su clima y paisaje atractivo. Esta rumbo a su vinculación con el departamento de Cochabamba. Cuenta con radio emisoras propias y hasta un periódico denominado Rió Abajo” informa las actividades, las alegrías y las penas de la región.

Por donde se vea el tema, aquí no hay enemigos, no existen rivales, no hay municipios antagónicos,  ¿entonces por qué no tendrían estos municipios intentar el dialogo para romper el hielo? La respuesta es muy fácil desde el razonamiento vecinal y muy difícil desde el punto de vista del partidismo político.

El Alto, ha puesto sus límites en la zona de pasankeri, Achocalla en Mallasilla, Palca en Chasquipampa y Mecapaca en Mallasa, donde en los hechos funcionan dos subalcaldías dándose cabeza con cabeza, aunque y unos dicen que es el límite es la zona Amor de Dios y otros Lipari, como siempre practican divisiones y restas, nunca sumas.

Los municipios vecinos tienen sus propios polos de desarrollo pero se quejan de ser pobres y que la falta de dinero no les permite crecer.

El botadero de basura de La Paz esta en Achocalla y cuando quieren algunos bloquean el paso de los basureros. El Rió Choqueyapu contamina las aguas que riegan los sembradíos de Rió Abajo y nadie dice que hay que sanear sus aguas. Cuando hay emergencias La Paz ayuda con sus técnicos y su maquinaria.

Lamentablemente, las peleas parecen ser falsos pugilatos, pero la verdad es que no se miran los municipios y las broncas de sus autoridades, espantan los acercamientos y destruyen los puentes de la amistad.

El refrán dice que nunca es tarde para volver a comenzar, puede que sea cierto o no, lo que sí es real y objetivo, es que en algún día posiblemente llegue el momento de que las cosas mejoren y como dice el escudo paceño; “los discordes estén en concordia”.

GRACIAS Y VOLVERÉ PRONTO PARA SEGUIR HABLANDO JUSTO Y CABAL.