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Existen objetos que son de la preferencia del ser humano, casi no puede prescindir de ellos en su diario vivir, es decir que son cosas que son usadas, miradas, consultadas, continuamente.
El reloj y el teléfono podrían ser parte de estos objetos, incluso se podría decir que ocupan los primeros puestos o lugares en la predilección.
Existe una necesaria dependencia de la hora, la puntualidad, los espacios necesarios para realizar las actividades están relacionados y sincronizados con el tic tac del reloj.
Pasa lo mismo con los teléfonos, los cuales hoy por hoy, están cobrando notable importancia, cada día mas grande, desde que se volvieron celulares y la tecnología avanza.
Ambos han llegado a los lugares más recónditos del planeta, uno (el reloj), por sus propios medios, calcular la hora exacta siempre ha sido un gran desafío, desde el reloj de arena hasta la sombra del sol y el otro (el teléfono) apoyado vigorosamente por la red INTERNET está en todos los sitios.
Los relojes hasta antes del teléfono celular, venían en diferentes modelos y tamaños, habían relojes para todos los gustos y economías, mirar el reloj hasta se decía que era una especie de acción obligatoria de la personas, tener un reloj marcaba cierto estatus y elegancia.
Actualmente pasa algo parecido con los teléfonos, sobre todo ahora que han incorporado, relojes, calculadoras, filmadoras y muchas aplicaciones de por medio.
Los teléfonos están acaparando la atención de muchas personas que incluso parece que no falta quien espera que de su caparazón salga, el médico, el abogado, el carpintero y hasta el plomero (por expresar una manera caricaturesca de las cosas).
La atención en el teléfono y en los chats, salvan vidas pero también las complican, ocasionan accidentes sobre todo de transito las consecuencias muchas veces son fatales, las noticias dicen que conductores imprudentes han chocado, atropellado con muerte o se han matado en sus vehículos por andar conversando o chateando por teléfono.
Tanto influyen estos aparatos que muchas oficinas han prohibido su uso durante las horas de trabajo, los funcionarios se distraen con los mensajitos o están más atentos a los memes y a las redes sociales que en lo que deben hacer.
Los famosos mensajitos, fotitos y videítos no dejan también de ocasionar problemas de todo tipo divorcios familiares, peleas, pésimos negocios y otros están lamentablemente vinculados a las tonterías que se dicen algunas personas.
Muchos mensajes se dicen a medias y abreviadas, pueden ser que no hay malas palabras pero si existen muchas malas interpretaciones.
Los buenos políticos, también los malos y los vividores también tienen sus cuentas de twuiter, utilizan para decir todo yasi mismo para nada, es un buen vehículo para hacer aparecer lo falso como verdadero, pretendiendo mostrar que unos dicen verdades y otras mentiras.
No faltan los que insultan, libelan, calumnian y agreden por las redes sociales o el Whatsapp quedan impunes, su identidad esta a buen recaudo, de alguna forma también son una especie de muralla de la canalla.
Dicen que estar pendiente a una cosa genera subordinación a ella, tampoco faltan quienes afirman que vivir tan atentos de algo es parecido a una adicción o un achaque, que en el fondo es no más, una patología, es decir una; “ITIS” terminación propia de la medicina, que sirve para señalar una determinada patología, por ejemplo apendicitis, laringitis, neuritis, etc, etc, siempre con la terminación “ITIS”, entonces, ¿será este el tiempo del cambio del “MIRA RELOJITIS”, al “MIRA TELEFONITIS”?.
GRACIAS Y HASTA LA PROXIMA CUANDO VUELVA PARA HABLAR JUSTO Y CABAL.
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