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Llegó, cuando llegar hasta aquí no solo que era difícil por la distancia, sino por la dictadura y las duras condiciones socioeconómicas de la época. Llegó, cuando en la región el Sarampión arrasaba con los niños indígenas y campesinos. Llegó, se enamoró del Pueblo Guaraní y se convirtió a su causa. Llegó y se quedó hasta ahora.
Aquí en Bolivia, allá en el Paraguay, en la Argentina, en Italia, en Suecia, en el Perú; la Organización Mundial de la Salud, embajadores, ministros, periodistas de pequeños y grandes medios, curas, monjas, médicos, gobernadores, subgobernadores, directores de hospitales, Rectores de Universidades, estudiantes, investigadores…..han llegado hasta la Escuela de Salud Pública del Chaco “TekoveKatu” en Gutiérrez, atraídos por la obra que realiza el que llegó y se quedó, (Taturapúa) desde hace 40 años.
Elio Ortiz en su libro “TekoveKatu, educación en salud en el Chaco boliviano” lo describe como “humano, esencialmente polifacético e imposible de definirlo con palabras”. Lo que más resalta en él (dice Ortiz) “es su paciencia singular, su capacidad de tolerancia (admirable), su sencillez, su jovialidad, su destreza para construir amistades, su flexibilidad extraordinaria, su capacidad para adaptarse al tiempo y a las circunstancias, su carisma, su poder de convencimiento”, lo que le permitió integrarse al pueblo Guaraní para construir y avanzar al ritmo de este pueblo, su obra maestra, la TekoveKatu.
Esas cualidades le han permitido también: Convertirse en el impulsor más importante de la Asamblea del Pueblo Guaraní (APG), haciendo carne su frase “Nada es posible sin la Organización”; así ha logrado hacer amigos aquí y allá; para por un lado amistar a los pueblos indígenas de tierras bajas entre si y luego con los pueblos indígenas de tierras altas y de otros países como Paraguay y Argentina y por otro lado para conseguir donaciones en Europa para la obra; para lograr la llegada de investigadores que den respuestas a las grandes problemáticas de salud de la zona o para asegurar la continuidad de la misma a través de la implementación de políticas estatales y de la máxima Organización Mundial de la Salud (OMS).
La TekoveKatu, (según la investigación de Elio Ortiz) tiene tres etapas. La primera se remonta a los años en que Taturapúa se dedicó a la organización y capacitación en las comunidades de los Responsables Populares de Salud (RPS). La segunda etapa se inicia en 1985 cuando la naciente y casi clandestina Escuela, firma un convenio con la Estatal “Escuela Técnica de Salud Boliviano-Japonesa de Cooperación Andina” de Cochabamba lo que le permitió el reconocimiento estatal y la legalidad de sus certificaciones y finalmente la tercera etapa que se inicia en 1996 con la emisión de la Resolución Bi-ministerial del Ministerio de Desarrollo Humano y la Secretaria Nacional de Educación, documento mediante el cual, el Estado boliviano lo reconoce oficialmente.
Pero la “TekoveKatu” es más que unas cifras y unos datos y unas fechas y unos nombres….Es (como lo reconoce la propia OMS), la posibilidad real al servicio de los más excluidos (de los no tanto y de los NO excluidos), de recibir formación profesional basada en el conocimiento de la realidad nacional y de su cultura; para entender (como lo entienden los Guaranís) que “llevarse biencon los espíritus tutelares de la naturaleza, también es Salud”; para ser cada vez más interculturalistas e internacionalistas; para ser cada vez más solidarios y menos egoístas; como lo ES el Guaraní, como lo ES Taturapúa. Si no me cree venga a la Tekove para comprobar que como el Guaraní, Taturapúa: “no mezquina nada, ofrece todo lo que tiene y no mide”.
Camiri, 8 de enero de 2014
*Taturapúa: Armadillo o Quirquincho, sobre nombre como el que los Guaraní rebautizaron al Cura FranciscanoTarcisioDinoCiabati como señal de aceptación
*TekoveKatu: Vida saludable, vida plena
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