- 13841 lecturas
A 15 kilómetros al norte de Yacuiba, en Campo Pajoso, a orillas de la carretera internacional hacia la frontera con la Argentina, vive don Juan Quispe, antiguo agricultor , ahora presidente de la Asociación de Viticultores de Chaco (ASOVIT-Chaco).
Aprovechando un viaje familiar, en compañía de mi padre, fui a visitarlo; al saludarlo, el hombre nos contagia la alegría que lo embarga; nos conduce hacia sus viñedos que están en el patio de su casa y nos habla de la materia, con la seguridad de un experto que estudió y practicó el tema durante 12 años de su vida.
“Hace 12 años comencé esta aventura con otros tres amigos que al primer y segundo año desertaron, yo quedé solo, como de muestra” dice orgulloso don Juan y en seguida, nos explica que su tenacidad y constancia sirvieron para que instituciones como el Programa de Alianza Rural (PAR), la Fundación Valle de Cochabamba, FAUTAPO y el propio Municipio de Yacuiba se fijaran en la iniciativa y decidieran apoyarla. “Aquí en mi campo tenemos 7 variedades de uvas 3 sin pepa y 4 con pepas, que incluso fueron traídas de Francia y España, aquí es como un pequeño campo de experimentación, aquí vienen estudiantes de las universidades, de aquí a partir de este año produciremos plantines para los nuevos productores” cuenta el pionero de la viticultura en el Chaco.
ASOVIT tiene apenas 2 años de vida, 65 socios, 18 hectáreas de plantaciones de uvas en producción y un Plan Estratégico de acción que se plantea hasta el año 2016 implementar unas 200 hectáreas de cultivo; “Estamos trabajando con fe y de manera muy responsable, en unos años este será un importante sector que genere mucha economía ya que como región tenemos muchas ventajas respecto a otras regiones tradicionalmente productoras de uvas; por ejemplo nuestra producción sale en noviembre hasta enero, época en que ni enTarija ni en la Argentina están cosechando, de manera que todo el mercado es nuestro; nuestras plantaciones dan entre 8 y 10 toneladas y si cada kilo vendemos en promedio a 10 bolivianos saque usted sus cuentas cuanto de dinero produce cada hectárea” nos desafía.
El manejo de la planta y la preparación del futuro productor, nos llama la atención de sobremanera;“El socio que quiera tener derecho a cultivar uvas, obligatoriamente tiene que realizar un curso sobre viticultura durante un año” advierte don Juan cuando le preguntamos sobre cómo se preparan los futuros viticultores para asegurar su éxito. “Hemos firmado un convenio entre FAUTAPO, el Municipio de Yacuiba y ASOVIT-Chaco, este convenio nos permite acceder a un financiamiento del 80 por ciento del costo total que alcanza a unos 14 mil dólares por hectárea de cultivo” afirma nuestro entrevistado; además nos explica que los futuros viticultores pasan clases todos los miércoles en aulas de la Universidad Juan Misael Saracho en el Palmar y los días viernes ó sábado hacen sus prácticas en las plantaciones ya existentes. “En este oficio, el manejo de la planta es muy importante; el viticultor debe saber el manejo de crecimiento, conducción, tratamiento fitosanitario, manejo de racimos, raleo de granos y vayas, el estado fenológico de la planta y como empacar los racimos para llevar al mercado”. Finalmente don Juan nos confiesa que mientras el futuro viticultor estudia y se prepara, tiene que ir preparando el terreno de su parcela para que una vez titulado como Técnico en Viticultura comience a trabajar en su propia plantación; “una vez uno se mete en este asunto no tiene tiempo para nada, ni siquiera para visitar a los amigos, por eso les agradezco la visita” concluye don Juan Quispe Presidente de la Asociación de Viticultores y dueño de la uvas del Chaco.
- 13841 lecturas