Opinion

LOS HIJOS DE CIRILA
Desde el Chaco
Ubaldo Padilla Pérez
Jueves, 3 Octubre, 2013 - 12:56

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Doña Cirila Lino bate la olla, llena el plato y se lo entrega uno a uno a los comensales  que hacen fila para recibir su ración al final de la primera jornada del trabajo comunitario en la Comunidad guaraní Iviyeka en El Alto Parapetí.

Para llegar a la zona hay varios caminos, todos precarios y cruzados por trancas, portones, tranqueras y por una belleza indescifrable. Camiri-Guapoy-Alto Parapetí es uno de ellos; dos horas de viaje separan ambos puntos; el camino estrecho cruza como túnel  el cerro Sararenda, histórico productor de hidrocarburos; por momentos la quebrada y el camino se vuelven uno, mientras tres tubos petroleros acompañan nuestro viaje….Nosotros nos quedamos en IVIYEKA y ellos (los tubos)  continúan su viaje interminable llevando gasolina, diesel y gas a Sucre, Cochabamba, Oruro, Potosí y La Paz.

En IVIYEKA doña Cirila termina de servir la comida, ahora nos sirve de entrevistada; primero, nos presenta a Jenny, Vidal, Ayde , Daniela, Leydi, Camilo y Luisa, sus 7 hijos que en ese momento la acompañan y nos  habla de de Maribel su hija mayor que estudia Psicología en Santa Cruz de la Sierra.

Doña Cirila tiene 40 años y don Hilario Camacho, su esposo 43. Hace 12 años dejaron de ser peones gracias a que sus dirigentes consiguieron unos recursos de Médicos Mundi para comprar 5 mil hectáreas para las 32 familias de la comunidad; ella dice que ese hecho ha marcado un antes y un después en sus vidas, “sin tierra no hubiéramos podido ser lo que ahora somos, no vivimos en la abundancia pero vivimos con dignidad, comiendo lo que producimos nosotros, sin estirar la mano para pedir, sin depender de nadie” afirma ella mientras la noche nos regala sus cánticos de chicharras, grillos, coyuyos y pájaros nocturnos y sus 7 hijos abrazados la contemplan con infinita ternura.

Ahora hablan sus retoños; Jenny que ya salió bachiller el año pasado en un internado Católico de Boyuibe, asegura que luego de juntar algo de dinero comenzará a estudiar una carrera. Vidal que está en primero de secundaria en otro internado en Lagunillas considera que hablar por  radio Ñanduti de la Asamblea del Pueblo Guaraní (APG) es muy importante; “cuando hablamos por la radio nos sentimos importantes y cuando escuchamos hablar a nuestros dirigentes tomamos coraje y orientación para la lucha” afirma al tiempo que nos agradece por la visita. Ayde Saldrá Bachiller este año también en el internado de Boyuibe promete hacer realidad los sueños de sus padres, salir profesional y volver a la comunidad para ayudar a sus tëtära (parientes). Los más pequeños que aún estudian en la escuelita de la comunidad no hablan pero sonríen y mueven la cabeza afirmativamente cuando les preguntamos si ellos también saldrán profesionales.

En medio de la noche iluminada apenas por  la luz intermitente de millones de Luciérnagas y Curucusis estrechamos sus pequeñas manos en señal de hasta pronto y advertimos en las callosidades de sus palmas , el testimonio de su incansable trabajo y en sus sonrisas y sus palabras de TUMPA NDIVEÑO (que Dios le bendiga) el norte para nuestro camino y la fuerza para seguir en la senda.