Opinion

ME ALEGRA Y NO ME ALEGRA INCAHUASI
Desde el Chaco
Ubaldo Padilla Pérez
Lunes, 26 Septiembre, 2016 - 12:00

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La Radio informó hoy en la mañana que Incahuasi es el segundo reservorio de gas más grande en Sudamérica, que entrará en producción con  6,8 millones de metros cúbicos de gas por día (mmcd), que la inversión en la planta fue de 1.200 millones de dólares, que con Incahuasi Bolivia sube su producción a 62 mmcd de gas, que las reservas se incrementan a 11 Trillones de Pies Cúbicos (TCF  por sus siglas en ingles) y que Bolivia entre 2016 y 2025 invertirá  más de 60.000 millones de dólares en proyectos petroleros.

 

 La Radio no habló sobre como  cambiará la vida de los indígenas y campesinos que viven (o sobreviven) en la superficie del reservorio, no dijo algo sobre sus índices de desnutrición, de desempleo, de seguridad alimentaria, de acceso a la educación y la salud; no se ocupó sobre las políticas necesarias para que el Estado proteja, respete y promocione los derechos más fundamentales de los humanos de la zona ni de las políticas necesarias para la protección de los otros recursos naturales como el agua, la tierra, la biodiversidad y el aire que son necesarios para “vivir en un medio ambiente sano”, como lo manda el parágrafo 10 del Art. 30 de la Constitución Política del Estado (CPE) y es más ni se acordaron del Parágrafo 16 del mismo Artículo de la misma CPE que establece como uno de los derechos de los Pueblos Indígenas Originarios Campesinos: “A la participación en los beneficios de la explotación de los recursos naturales en sus territorios”…….al parecer no tienen tiempo  o consideran más importante ocuparse de la pelea por los límites del mega campo o de las sumas y restas a la hora de la distribución de los dividendos entre Estado, Gobernaciones y municipios.

 

Claro que es bueno y alegra saber que se descubran nuevos Recursos; pero a la hora de alegrarnos por eso, nos deberíamos alegrar por el beneficio que este recurso le va a suministrar al ser humano, primero al ser humano que vive en el lugar donde se explota el Recurso y luego a los otros seres humanos de vivimos un poco más alejados. ¿No tienen agua potable?, pues ahora con este recurso lo van a tener; ¿no tienen acceso a salud y Educación? Pues ahora la tendrán; ¿los niños están desnutridos?, ¿tienen que trabajar desde pequeños?, ¿no tienen asegurada su alimentación porque sus padres no tienen tierras y si las tienen no tienen incentivos para producirla?, pues ahora con el dinero del gas se construirán sistemas de riego para regar los campos que producirán para ellos y para los que vivimos en las ciudades cercanas. 

 

Incahuasi que está ubicado en territorio Guaraní va a dar mucho dinero a las empresas que la explotan, al Tesoro General de la Nación y a las gobernaciones y municipios. ¿Cuánto de ese dinero se va a convertir en empleo estable para los más pobres de la zona?; ¿Cuánto de ese dinero servirá para asegurar la alimentación de los indígenas que habitan en las comunidades cercanas?.

 

Ojalá que no pase como pasó con Camiri, que después de 40 años de producción de petróleo la Junta Militar de Gobierno encabezada por Alfredo Ovando Candia, ante la protesta de los camireños, dictó el Decreto Ley Nº 07675 de 22 de junio de 1966, que en Consideración a que  Camiri se constituía en el principal centro de producción de petróleo en Bolivia, fue declarada  “CIUDAD PETROLERA DE BOLIVIA”, autorizándole la inserción de esta leyenda en la documentación oficial que se expida en esa localidad mientras los problemas seguían intactos como siempre como ahora. Por eso me alegra y no me alegra Incahuasi.