Opinion

LAS HUELLAS DEL CAMBIO
Desde el Chaco
Ubaldo Padilla Pérez
Jueves, 12 Diciembre, 2013 - 15:54

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Cuando en 1982 salí bachiller en Yacuiba, tuve que peregrinar  primero por los formularios de certificados de notas, las firmas, los sellos y las legalizaciones y luego, viajar a Tarija para tramitar mi diploma ante la Universidad, que jamás había intervenido en mi educación, pero que me cobraba por extenderme el documento y me hacía volver y volver las veces que a sus funcionarios les daba la gana. Hoy, mi hija salió bachiller y en el acto, el Director Distrital de Educación, de manera gratuita, le entregó su Diploma, con fotografía, sello seco, número de serie y barras de seguridad que la habilita para su ingreso a la Universidad.

Cuando mis hijos cumplían la edad para ingresar a la escuela; después del 8 de cada mes las clases se interrumpían, los maestros cumplían el sagrado paro por falta de pago, la educación fiscal se desprestigiaba y a los padres no nos quedaba otra que hacer esfuerzos para ingresarlos a los colegios particulares. Hoy, ya nadie recuerda esos interminables paros; a los niños, les van a entregar computadoras y les dan el “Juancito Pinto” por asistir a la escuela; a los maestros les pagan puntualmente,  y hasta les entregaron computadoras personales para facilitarles y mejorar su trabajo.

Cuando Camiri era  la “Capital Petrolera de Bolivia”, tuvo que hacer 20 años de paros, huelgas y bloqueos, para conseguir que el gobierno asfalte la carretera hasta Yacuiba (por el Sur) y hasta Santa Cruz de la Sierra (por el norte). Hoy, gracias  a esas luchas la carretera está asfaltada y no se tuvo que hacer ninguna huelga para que el presidente Evo Morales Ayma, anuncie la construcción de ocho obras entre ellos otro moderno aeropuerto, en reemplazo del viejo, que desapareció con la capitalización.

Antes de la Guerra del Chaco, esta región ya producía petróleo (por eso fue la guerra); por entonces, a ningún gobernante se le ocurrió montar una planta de industrialización del oro negro para crear fuentes de trabajo estable para su gente e ingresos extras para el Estado; más bien la pequeña refinería de Camiri fue desmantelada en la dictadura de Banzer. Hoy, se construye un complejo hidrocarburíferoen Río Grande, en el municipio de Cabezas en el chaco cruceño, que cuesta 159 millones de dólares y que procesará (según YPFB) 5,6 millones de metros cúbicos día de gas natural, para obtener 361 toneladas métricas día de Gas Licuado de Petróleo (GLP), 350 barriles día de gasolina estabilizada y 195 barriles día de gasolina rica en isopentano; mientras que en Yacuiba,  en el Chaco Tarijeño se construye otra planta cuya inversión sobrepasa los 600 millones de dólares; solo su construcción ha creado casi Mil empleos directos; nos convertirá en exportadores de GLP y productores de la materia prima para los complejos petroquímicos que en el futuro tendrá el país y lo más interesante es que su financiamiento no proviene de préstamos externos sino de las Reservas Internacionales Netas del Banco Central de Bolivia.
Esta nueva realidad nos obliga a preguntarnos; ¿Por qué antes no se podía hacer lo que hoy se está haciendo?.....como en los exámenes, responda  usted a conciencia.

Camiri, 12 de diciembre de 2013