Opinion

99 AÑOS, NO ES POCO
Desde el Chaco
Ubaldo Padilla Pérez
Martes, 7 Febrero, 2017 - 16:30

Valorar: 
Average: 5 (1 vote)

Su historia es, como esas historias de telenovela; 26 años él, 15 años ella; él, trabajador de hacienda en Ovaí, ella hija de los dueños de la hacienda; ella con poca experiencia sobre la vida, él sobreviviente de la guerra del Chaco; el con un nombre de conde Rico y Feliz (Odilón), ella con uno sacado de la Biblia (Raquel)…tantas diferencias no importaron a la hora del amor y sus consecuencias aquel 24 de febrero de 1945 cuando se escaparon para vivir juntos.

Don Odilón Leaños Pardo ha sobrevivido a todo. El pasado 1 de enero ha cumplido 99  años, de los cuales 55 vivió con su amada Raquel,  a quien no la cambió ni la reemplazó.

Nacido en Charagua en 1918, se alistó para la guerra a la que sobrevivió

 cuando apenas tenía 18 años. A su regreso trabajó como vaquero en una hacienda en Ovaí, donde conoció a su esposa Raquel con quien tuvo 14 hijos, quienes a la vez le dieron 33 nietos y 46 bisnietos. Ahora, viudo desde hace 17 años, comparte la alegría de vivir con los suyos, en la Av. Bolivar Final Oeste, donde lo visitamos en una mañana fresca de sábado 4 de febrero.

Sus hijas e hijo, nietas, nietos y bisnietos que comparten con él la entrevista que le hago, intentan hacerle escuchar lo que pregunto y convencerlo que el reportaje del periodista que lo visita se publicará en un diario famoso; él,  un tanto dolorido, cansado por los años que lleva encima y con las consiguientes dificultades visuales, de locomoción y auditivas, contesta a todas mis preguntas con dos respuestas definitivas: “Yo fui a la guerra, yo fui hijo de yacimientos”. Sus parientes me explican que don Odilón trabajó en Y.P.F.B. hasta jubilarse en 1973; “era carpintero y como tal, ha construido todos los pupitres de las Escuelas de Yacimientos, también construyó los pupitres del Colegio Niño Jesús , estas son sus herramientas y este su banco de carpintería” me dicen, al tiempo que me muestran el taller donde en sus tiempos de mozo, don Odilón convertía cualquier madera en fino mueble.

Como parte de sus recuerdos, Ángela, una de sus hijas, dice que cuando ellos eran niños, su padre solía asistir a misa con todos ellos; “es muy católico, él cada día nos hacía rezar y los domingos nos llevaba a misa” afirma Ángela mientras me muestran una biblia gastada por los años que su bisnieto Nayit se encarga de aclarar que no es una biblia sino un breviario que don Odilón solía utilizar para sus rezos diarios.

Elena, la última de sus hijas, me entrega una pequeña libretita en la que leo “el 26 de abril nació Clotilde Leaños” la primera hija de don Odilón y doña Raquel; esa había sido una de las tantas anotaciones que don Odilón hacía sobre los hechos importantes de sus vidas; allí también se lee los nombres de sus 5 hermanos (Luciana, Nemecio, Adriana, Catalina, Porfirio) de los cuales ya ninguno vive.

Y así, terminó la visita a don Odilón Leaños Pardo, quien a pesar de haber ido a la Guerra del Chaco, no cobra ni cobró nunca renta de excombatiente y a pesar de sus 99 años de vida tampoco cobra la renta dignidad a la que tiene derecho.

Camiri, 6 de febrero de 2017