Iglesia convoca a profunda reflexión en Semana Santa

El Obispo Auxiliar de la Arquidiócesis de La Paz, Mons. Jorge Saldías Pedraza, convocó a una “profunda reflexión espiritual” en los días de la Semana Santa, durante la procesión del Vía Crucis la noche del martes en la Universidad Católica Boliviana “San Pablo”.

Con la cruz en sus manos, el Prelado encabezó la peregrinación, que empezó en el Atrio de la U.C.B., continuó por la Av. Hernando Siles, haciendo un alto en cada “estación” para la lectura de la Biblia y una reflexión de la comunidad universitaria, y concluyó en la Iglesia del Señor de la Exaltación de la Cruz, en la zona de Obrajes.

“En el Vía Crucis hemos hecho memoria de la vida, los hechos, la Pasión, la muerte y la Resurrección del Señor”, dijo el Obispo al señalar que “vivimos un tiempo para reflexionar del amor de Dios, presente en su Hijo Jesucristo, el amor de vida y el amor que debemos dar a los demás”.

Los padres Antonio Delgado Sánchez y Alfonso Velásquez Suárez, ambos de la Pastoral Universitaria, junto a  las autoridades nacionales, regionales y la comunidad universitaria de la U.C.B. participaron del Vía Crucis con la lectura de la Biblia, reflexión y oración en las 15 estaciones. La banda de música de la Policía Nacional acompañó la procesión.

“Esta Semana Santa es una invitación a caminar con estas figuras; hombres y mujeres que buscaron, atacaron, creyeron, lloraron, sufrieron o resucitaron con Jesús; estamos llamados a hacer lo que hizo Simón de Cirene, que ayudó a Jesús llevando la cruz; necesitamos compartir el corazón, la mirada, la fuerza, la cercanía de este hombre venido del campo”, reflexionó uno de los administrativos de la U.C.B.

Una trabajadora compartió su reflexión del encuentro de Jesús con mujeres en el “camino del dolor”. “Lloremos por nuestros pecados no confesados; lloremos por esos hombres que descargan sobre las mujeres la violencia que llevan dentro; lloremos por las mujeres esclavizadas por el miedo y la explotación”. También dijo que “Jesús es exigente, las mujeres deben ser amadas como un don inviolable para toda la humanidad para hacer crecer a nuestros hijos, en dignidad y esperanza”.

Después, un docente habló de la “primera caída de Jesús”. “Señor, el peso de la cruz te ha hecho caer. El peso de nuestro pecado, el peso de nuestra soberbia, te derriba. Pero tu caída no es signo de un destino adverso, no es la pura y simple debilidad de quien es despreciado”. Pidió al Señor “ayuda porque hemos caído. Ayúdanos a renunciar a nuestra soberbia destructiva y, aprendiendo de tu humildad, a levantarnos de nuevo”.