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(Claudia Soruco – Erbol)
En estos últimos años la histórica Central Obrera Boliviana (COB) ha sido objeto de cuestionamientos y acusaciones en su legitimidad de lucha e independencia organizativa a causa de su acercamiento, cooptación y “clientelismo” de sus principales dirigentes al Gobierno de turno, así lo afirman miembros de este ente sindical que también denunciaron de un uso arbitrario de los fueros sindicales por intereses políticos.
“El sindicalismo ha perdido todo lo que se llama independencia política y organizativa con referencia al gobierno. Ha perdido totalmente su grado de politización y conciencia. A esto se ha sumado la enorme corrupción que ha trasladado el partido de Gobierno a los diferentes sindicatos, porque ha prevendalizado el ejercicio sindical”, manifiesta el dirigente del Magisterio Urbano de La Paz, José Luis Álvarez.
Juan Carlos Huarachi, ejecutivo de la COB. Foto/tomada de Internet
Es así que durante la elección del nuevo Comité Nacional de la COB, Juan Carlos Huarachi, en su calidad de Secretario Ejecutivo, enfatizó que la nueva dirigencia se compromete a “fortalecer el proceso de cambio. (…) La obligación de esta gestión es garantizar la unidad política de todos los obreros del país (…) Sin la COB no hubiese existido proceso de cambio”.
Esta postura es respaldada por el secretario de organización de la COB, Nicanor Baltazar: “No hay independencia sindical, aquí somos parte del proceso, porque se ha hecho en base a la lucha, luto y sangre de los bolivianos”, dijo.
La COB fue fundada el 17 de abril de 1952, a pocos días de la revolución del 9 de abril. Su fundamento y objetivo han sido el de luchar por las reivindicaciones laborales, sociales y económicas de los trabajadores para lograr mejores condiciones de vida. Cuenta con más de 60 organizaciones afiliadas y organizadas en Centrales Obreras Departamentales y Centrales Obreras Regionales.
Desde esos años el pueblo recuerda a grandes líderes sindicales que como base tenían el debate, la lucha, defensa de la democracia y ante todo de los intereses de los trabajadores bolivianos. Entre ellos se destacan Juan Lechín, Simón Reyes, Filemón Escóbar, Óscar Sanjinez, Federico Escóbar, Víctor López e Irineo Pimentel.
Otrora líderes de la COB que actuaron bajo la lógica de independencia sindical. Foto/Archivos digitales
Sin embargo, para el politólogo y analista Roger Cortez, está organización ha perdido su calidad y esencia de luchas de esos años y de esos símbolos dirigenciales, por diferentes razones, como la falta de capacidad de una verdadera integración sindical y seguir las directrices del poder de turno.
“El Gobierno ha integrado a la dirigencia sindical de las principales organizaciones sociales, como las campesinas y los cooperativistas mineros. La dirigencia entera ha sido sumada como una especie de aristocracia organizativa a este círculo de cooptación del gobierno, que poco a poco se ha atrevido a lanzar como oración, como dogma incontestable que la autonomía e independencia de las organizaciones sociales sería supuestamente un artilugio de los enemigos, del imperio, cosa que choca totalmente con la historia, con los orígenes, con la formación del movimiento sindical mundial”.
Ligado a esto, y según denuncia José Luis Álvarez, estos lineamientos “marcados por el Gobierno” a dirigentes de organizaciones, se subordinan al “prebendalismo del ejercicio sindical (…) Así que el sindicalismo ha perdido todo lo que se llama independencia política y organizativa con referencia al Gobierno. La gran mayoría de los sectores mineros, campesinos y petroleros todos han apostado al proceso de cambio para tener réditos, tanto en representaciones parlamentarias, cuotas de poder dentro de los ministerios, prebendas de pegas, campos deportivos, construcción de oficinas y sedes, para mostrar de que esa sería la gestión que hace un dirigente y no resolver las necesidades básicas del sindicato”.
En abril y para la celebración de los 66 años de la COB, el presidente Evo Morales obsequió 10 motorizados a esta organización y comprometió la construcción de un nuevo edificio para su sede y en su intervención les pidió a los dirigentes “mucha reflexión programática, ideológica, orgánica, no solo a nivel nacional sino a nivel internacional (…), quiero decirles: mucha fortaleza y mucha unidad por principio de los trabajadores”.
Recientemente la Federación Sindical de Trabajadores Mineros de Bolivia (FSTMB) cumplió 74 años y recibió de regalo de parte del Gobierno la firma del contrato de construcción de su sede sindical en el centro de la ciudad de La Paz. La obra tendrá un costo de 12,2 millones de bolivianos y estará financiada por la Unidad de Proyectos Especiales (UPRE), dependiente del Ministerio de la Presidencia.
“Existe una crisis de la lucha sindical en el país por el sometimiento, no de los trabajadores de base, pero sí de los dirigentes. Las luchas ahora se hacen por sectores y esto es porque existe una COB que está con el Gobierno, hay un claro romance”. El Gobierno se ha acostumbrado a dividir y debilitar a los trabajadores”, manifestó Guido Mitma, exsecretario general de la Central Obrera Boliviana (COB).
Toda esta actual dinámica del sindicalismo en Bolivia, Cortez la traduce como una estatización de una parte fundamental de los sindicatos. “Este es el sueño del poder institucional. En la época del capitalismo los patrones soñaban con hacer eso y el MAS lo ha conseguido, otorgando a estos dirigentes la cualidad de gerentes oficiosos para el manejo de grandes presupuestos”.
Fueros sindicales, como uso político
El fuero sindical es un derecho social de aquellos trabajadores que tengan condición representativa sindical, para evitar que sean despedidos o cambiados de sus funciones sin explicación alguna. Y de acuerdo al artículo 51 de la Constitución Política del Estado “Las dirigentas y los dirigentes sindicales gozan de fuero sindical, no se les despedirá hasta un año después de la finalización de su gestión y no se les disminuirán sus derechos sociales, ni se les someterá a persecución ni privación de libertad por actos realizados en el cumplimiento de su labor sindical”.
Sin embargo, para los dirigentes sindicales críticos al Gobierno, en la actualidad se está haciendo un uso irregular de esos derechos con intereses políticos. “El fuero sindical debe ser bien usado por quienes nos representan. El Gobierno está llegando a incurrir en faltas y no está emitiendo resoluciones ministeriales e intimida a aquellos dirigentes que hemos salido de las bases, ya que sabemos que si fuéramos afines al Gobierno el trámite para las resoluciones del fuero sindical se emitiría en menos de 24 horas”, agregó Mitma.
Es en el sector fabril donde que se han registrado mayores denuncias de vulneración al fuero sindical, Álvarez enfatiza que esto se debe al uso político que se maneja desde el Ministerio de Trabajo. “Este derecho está siendo politizado, porque todo dirigente independiente que cuestiona al gobierno no recibe respeto alguno a su fuero sindical, por lo que los terminan persiguiendo, destituyendo y expulsando de sus fuentes de trabajo”.
Nicanor Baltazar, dirigente de la COB actual. Foto/Erbol
Para Nicanor Baltazar estas denuncias son constantes, por ello asume que “existen autoridades intermedias que están vulnerando este derecho sindical e infiltrados que pretenden desestabilizar al gobierno. Por lo que urge una evaluación y encaminar una ley del trabajo que establezca estos puntos”.
Ante todas estas críticas y cuestionamientos, los dirigentes manifestaron que hay una urgente necesidad de recuperar la independencia sindical y la conciencia de clase de la COB. “Tanta pérdida de autonomía y subordinación de estas dirigencias puede terminar de hastiar a sus bases”, agregó Cortez.
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