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La Defensoría del Pueblo lamentó nuevamente la violencia y radicalidad donde murieron dos trabajadores mineros, vidas segadas en enfrentamientos con las fuerzas del orden por demandas que pudieron ser resueltas a través del diálogo, el consenso y la racionalidad mediante la negociación.
Asimismo, tenemos que lamentar el gran número de heridos de distinta gravedad, que suman casi a un centenar, entre policías y cooperativistas, condenar los actos de violencia y abusos denunciados contra los policías que fueron retenidos y contra el periodista que fue golpeado mientras realizaba la cobertura de los hechos, señala.
La Defensoría también expresa la condolencia y pesar a los familiares de las personas fallecidas y exige al Ministerio Público investigar para la sanción de quienes resulten responsables de las muertes y la generación de enfrentamiento fratricida.
Deploramos las acciones y las decisiones que llevaron a este resultado, más aún cuando creíamos que el descontrol, la radicalidad y la violencia criminal en los conflictos sociales ya se habían superado y que la preservación del derecho a la vida y la integridad personal se había retomado como valor supremo, agrega.
La entidad también pondera la decisión del gobierno de suspender el debate sobre la Ley Minera y de los dirigentes del sector para iniciar el camino del diálogo; sin embargo, lamenta la determinación después de los hechos.
Indica el documento que atendiendo a nuestro mandato, hemos desplegado diversos equipos que están haciendo verificaciones en los centros de salud donde se encuentran los heridos y se ha tomado contacto con las autoridades y los dirigentes para impulsar las acciones de diálogo.
Finalmente, queremos exhortar a que las negociaciones se desarrollen en un clima de tranquilidad, voluntad de solución y respeto que deben primar sobre todas las cosas, concluye.
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