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El abogado y experto aeronáutico, Omar Durán, manifestó que en el accidente del avión de LaMia se observa negligencia de las autoridades de aeronáutica civil y falla humana en los pilotos, porque emprendieron viaje sin tener autonomía de vuelo, lo cual podría derivar en juicio al Estado boliviano porque la empresa no tendrá capacidad de cubrir el costo de los seguros.
“Hay una responsabilidad y negligencia marcada en las autoridades porque no siguieron los protocolos de la OACI que pone requisitos que deben cumplir todos al pie de la letra. El avión sólo tenía capacidad de combustible para dos horas de vuelo y emprendió viaje para cuatro horas. La autonomía de vuelo quiere decir que no puedo viajar sin que me alcance el combustible”, declaró.
Advirtió que la razón de esta situación es la falta de control de las autoridades, en especial de la aeronáutica civil que tiene inspectores. “Si ellos presentan un plan de vuelo para cargar en Cobija, debían hacer seguimiento, pero no lo hicieron”, indicó Durán al observar que la otorgación de licencia a una operación es el vínculo que hace responsable al Estado boliviano.
“Estamos mal vistos en Latinoamérica, hay mucho dolor, se nos vienen juicios terribles. Presumo que LaMia no tendrá dinero para pagar el seguro de los jugadores y las empresas van a querer repercutir contra LaMia y como no tendrá con qué pagar, aparentemente porque no tiene para pagar ni a la tripulación ni a la gente que ha muerto, nos van a meter un proceso al Estado porque Bolivia es coadyuvante para que pueda existir esta empresa”, dijo el abogado.
Explicó que Aasana no debía permitir la salida directa hacia Medellín, porque lo correcto era exigir que la nave haga escala en un aeropuerto alterno para reabastecerse de combustible. Durán sostuvo que la aeronave dio vueltas en Medellín mientras esperaba el permiso de la torre de control, sin declarar emergencia.
En su criterio, los pilotos no declararon emergencia por temor a perder su licencia de manera definitiva y porque LaMia era una empresa insolvente como para encarar las consecuencias de una emergencia, porque cuando una nave aterriza en esa situación, debe pagar una cifra de muchos ceros por daños, negligencia, movilización de médicos, bomberos y otros que significan un gran costo que lleva a la quiebra a muchas empresas.
“Es decir, no han querido pagar esos gastos extras porque la empresa estaba al borde, ganaba cabalito. La empresa sobrevivía con contratos baratos. El accidente pudieron evitar con una parada intermedia, en Cobija en Colombia, no lo hicieron”, indicó.
Durán sostuvo que el avión de LaMia estaba clasificada como RJ (Regional Jet) que sirve para vuelos regionales, máximo de dos horas de vuelo, exagerando. “Son aeronaves muy buenas pero hay que darle el uso para el que estén fabricados. Estas aeronaves no tuvieron percances”, manifestó.
Dijo que es necesario esperar el resultado de las cajas negras encontradas, pero presumiblemente el avión no tenía combustible, porque si hubiera tenido la pérdida de vidas hubiera sido total. Sin embargo, la autonomía de vuelo dice que este avión no podía cargar más, aunque quisiera, no tenía combustible y debía reabastecerse en algún aeropuerto intermedio.
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