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El exgobernador de Tarija Mario Cossío denunció que fue condenado el pasado viernes 23 de marzo a seis años de prisión y la confiscación de sus bienes en “un juicio llevado cobardemente” en total indefensión porque no fue citado ni notificado en su momento.
Dijo que lleva 8 años en el exilio en Paraguay, tiempo en el que “la dictadura de Evo Morales no descansó en eliminarlo políticamente y lo viene haciendo con el odio que solo su régimen puede incubar en base a la mentira y usando la justicia como instrumento”.
Señaló que de manera canallesca el régimen de Evo Morales investigó el caso del supuesto enriquecimiento ilícito, investigando a su madre, a sus hijos y yernos, buscando destruir su reputación bien ganada.
“Quiero denunciar que fui condenado en un juicio plagado de irregularidades en abierta violación a los derechos humanos y en estado de absoluta indefensión. He sido juzgado sin ninguna posibilidad de defenderme lo cual viola el sagrado derecho a la defensa. He sido juzgado a pesar que el Tribunal sabe que me encuentro con refugio político”, declaró en una videoconferencia desde Paraguay.
Sostuvo que tenía una suficiente causa justificada para no comparecer porque el refugio es un derecho humano consagrado en todos los tratados y convenciones internacionales y en ningún lugar del mundo se juzga a un refugiado, porque se entiende que la persecución política en su país le impide asumir defensa.
Sin embargo el Tribunal de Sentencia Tarija lo juzgó de todas maneras, aplicando retroactivamente la ley penal y violando los tratados internacionales de derechos humanos en un juicio por enriquecimiento ilícito, creado el 31 de marzo de 2010, para juzgar hechos ocurridos hace 33 años atrás, explicó.
Cossío explicó que el Tribunal ha violado la Ley 254 que le impedía dictar sentencia en este caso, hasta que el Tribunal Constitucional se pronuncie sobre la acción de inconstitucionalidad interpuesta por la defensa, que estaba observando la aplicación retroactiva la ley penal.
Con relación al fondo de la denuncia, sostuvo que es mentira que hubiera incrementado su patrimonio tal como viene sosteniendo el fiscal Carlos Oblitas quien “se ha convertido en un vocero mentiroso de la dictadura de Evo Morales, porque no ha podido demostrar con pruebas sus acusaciones”.
“Dijeron que compre 24 inmuebles mientras era funcionario público y eso es falso, mientras era gobernador, prefecto y diputado, que es cuando se produjo supuestamente el incremento de mi patrimonio, no compré ni un solo inmueble, ni un metro cuadrado de nada, los inmuebles que señalan los adquirí antes de ejercer esos cargos, y la mayoría antes de asumir el cargo de concejal el año 1996. Por tanto, no tienen esas adquisiciones ninguna relevancia jurídica para este proceso que solo investiga de un servidor público no de particulares”, ha manifestado.
También negó la compra de cinco vehículos pero jamás lo hizo en forma conjunta sino que adquirió con la venta de la misma movilidad. Dijo que una vivienda la construyó con un crédito bancario que tiene certificación del mismo banco.
“Mi patrimonio disminuyó drásticamente porque tuve que ir vendiendo mis bienes para cubrir mi presupuesto familiar en los 14 años de funcionario público. Mario Cossío se emprobeció no se enriqueció, el Tribunal tenía las pruebas pero no las quiso considerar, mi patrimonio ha sido investigado por la Unidad de Investigaciones Financieras en Bolivia, no encontró ninguna evidencia de incrementó patrimonial”, denunció.
Señaló que la sentencia ha absuelto a todos los miembros de su familia, a su madre, hijas y su yerno, después de 7 años de tenerlos amarrados a un proceso injusto e ilegal, por una mentira pero no repara el daño causado.
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